—Y he aquí como todos los sábados ¡Chismes y farándula con Taylor Swift! —aplausos. —¡Hola, hola! ¿Cómo están el día de hoy? —Louis frunce el ceño.
—¿Es necesario tanto maquillaje? —Gemma pone los ojos en blanco.
—¿Podrías callarte de una buena vez? Necesito escuchar el chisme de la semana.
—Te escuchas igual que aquella chica plana, incluso hasta peor. —aseguró.
—Taylor ya no es plana, se operó y ahora tiene un buen trasero. —corrigió.
—Aún así, sigue siendo la amiga tabla de todos.
—Ya basta. —Toma un sorbo de su bebida favorita. —Déjame seguir viendo el programa.
—Y el chisme que ha impactado a medio mundo, el cantante británico Zayn Malik sufrió un accidente de tránsito la noche anterior. —Gemma escupe su bebida.
—Madre mía... —susurró aterrada mientras ponía el líquido azul en la pequeña mesa que estaba frente a ella.
—Según los doctores, el joven moreno se encuentra más o menos en buen estado, ya que tiene que tomar reposo y lamentablemente su tour por todo Londres será cancelado. ¡Pero no se preocupen chicas! En cuanto se recupere completamente volverá a su gira, y dará lo mejor de él. —Gemma suspira aliviada y Louis apaga el televisor.
—¿Por qué no murió? Tenía que hacerlo, así habrán menos hipócritas en éste mundo. —la chica rubia platinada entreciera los ojos.
—Eres un monstruo sin corazón, Louis. Por eso nunca has tenido novio.
—Sí he tenido. —corrigió. —Tú muy bien sabes que no todos todos se enamoran de mí, sólo quieren mi dinero o talvez están por mi físico. Entonces termino con ellos, porque quisiera una relación donde sólo importen los sentimientos.
—Qué cursi eres, ya es tarde me tengo que ir. Nos vemos el lunes en el trabajo.
—Bien, recuerda ordenar el calendario, cuando Luke te exige algo tienes que cumplirlo al pié de la letra. —Gemma asintió. —Ah, y otra cosa, dale mis saludos a Anne.
—¿Y a Harry? —preguntó esperanzada.
—Gemma, no conozco a Harry y según tú no me quiere ver ni en pintura. No lo entiendo, ni siquiera me conoce y me odia, no soporto a las personas así. Así que también lo odio. —Gemma asintió comprendiendo.
Harry suele ser muy sobreprotector y celoso con su hermana y por muy raro que parezca odia a Louis porque prácticamente Gemma pasa más tiempo con él que con su propio hermano.
—Tienes razón. Bueno, adiós. —se despidió y salió del departamento de Louis.
Louis tiene veinticinco años y sólo ha tenido tres novios. La razón de que lo quieren como novio es por la gran herencia que le había dejado Troy, su padre y Johanne, su madre, tras morir en un accidente de tránsito. Con todo ese dinero pudo estudiar para manejar su heredada empresa. Y ahora se encuentra dirigiéndola perfectamente, con la ayuda de Luke Hemmings, su socio, claro y Gemma Styles, su asistente desde hacía años, que sabe de negocios y computación, con ella puede superar situaciones por más difícil que parezcan, pero para Gemma no lo eran, eran todo lo contrario, y por esa razón se habían vuelto grandes amigos.
Louis no es de ese tipo de chicos que anda de relación en relación cada tres meses, sólo terminaba con ellos porque no sentía que le daban lo que él quería. Amor.
Todos los días se pregunta si en realidad encontrará al amor de su vida, que por más cursi que suene a él no le parece así, él sólo necesita sentir lo que ve en todo el mundo, se siente vacío ya que su única hermana, Lottie, decidió irse por su camino y hasta entonces no ha sabido nada más de ella, no la odiaba, sólo estaba molesto.
Para cualquier persona, Louis puede ser considerado como la persona más felíz y risueña del mundo. Pero no era así, cuando llegaba a su departamenteo su sonrisa se borraba al instante, las veces que Gemma no está con él se sienta en un rincón de su cuarto y comienza a llorar. Solo Gemma sabe de su pequeño problema al sentirse tan sólo.
Por otro lado, Gemma ya había llegado a su hogar, se estacionó en la marquesina y luego entró a su casa.
—Hola mamá. —saludó con un abrazó a su madre.
—Hola cariño. —le correspondió Anne.
—Louis te manda saludos. —rompió el abrazo y caminó hacia las escaleras, pero Anne la detiene.
—¿No vas a cenar? —ella se detuvo, pero prácticamente no sentía nada de hambre, así que optó por la más fácil opción.
—No tengo hambre, cené en casa de Louis.
—Está bien. —asintió.
Gemma subió, dejó su bolso encima de su cama y luego tomó su celular. Salió de su cuarto y tocó varias veces la puerta del cuarto de Harry, era una extraña especie de clave, que sólo ellos usaban.
Harry abrió la puerta y justo cuando Gemma había entrado se lanzó a los brazos de ella. La hermana mayor sintió como su hombro se sentía un poco húmedo, así que supuso que Harry estaba llorando en silencio.
—¿Qué sucede? —preguntó acariciando el rizado pelo de Harry. El susodicho rompió el abrazo y subió a su cama en silencio.
—Sucede que Zayn Malik tuvo un accidente. —tomó una revista donde se encontraba una foto del susodicho y la acarició mientras sorbía su naríz.
—¿Es enserio? ¿Por eso lloras? —preguntó incrédula.
—No sabes lo mucho que me duele, que mi ídolo esté sufriendo.
—Harry ¿En serio crees que Zayn Malik se encuentra todo destruído? —soltó una carcajada.
—Yo... Lo supongo. —contestó frunciendo el ceño. Gemma desbloqueó su celular y entró a la red social de Instagram.
—Mira. —mostró en la pantalla una foto que Zayn había subido a su Instagram hace ya varias horas.
—No está tan mal como pensaba. —sonrió.
—Eres un imbécil ¿Cómo estás? —preguntó lanzándose a su lado.
—Pues... Bien que digamos.
—¿Por qué? ¿Qué sucedió?
—Pensé que le gustaba a Fionn, pero al parecer no.
—¿Aún sigues enamorado de ese patán?Por favor Harry, mereces algo mejor.
—Es que es tan lindo.
—Y estúpido, porque no se da cuenta de la hermosa y adorable persona que está muriendo por él. —Harry sonríe.
—¿Qué tal tu día? —cambió de tema.
—No tan pesado, me quedé un momento en el departamento de Louis. —Harry rueda los ojos. —Ahí fue que supe que Zay...
—¿Por qué simepre andas con Louis? ¿Él no tiene vida privada? Siempre tienen que estar juntos, me molesta, me molesta que él tenga más tiempo contigo mientras yo estoy aquí esperando con ansias a que llegues. —Gemma frunció el ceño, estaba emocionada y confundida, emocionada porque Harry tiene celos, era obvio. Y confundida por el repentino cambio de ánimo de Harry.
A sus veintitrés años Harry sigue siendo el adolescente bipolar de siempre.
—¿Estás celoso? —preguntó con una sonrisa en su rostro.
—No, para nada. Tengo que descansar, me siento un poco atontado hoy, buenas noches. —Gemma se levantó de la cama de Harry.
—Sé que estás celoso, no lo niegues. —afirmó señalándolo. Salió del cuarto.
Harry negó varias veces, es obvio que está celoso y molesto. Siente envidia, Louis dura más tiempo con Gemma que él, que es su propio hermano.
Harry tiene veintitrés años, y ha vivido gran parte de su adolescencia enamorado de Fionn, quien sólo lo veía como a un amigo más de los que ya tenía.
Había veces donde tenía sueños húmedos con él, y se tocaba luego, pensando en Fionn.
Suele ser muy celoso y sobreprotector. Desde el día en que Dess, el padre de Gemma y de él los abandonó, se juró que iba a ser el hombre de la casa, aunque sólo tuviera ocho años. Cuando él siente que Gemma se encuentra incómoda por algúna situación o en algún lugar, busca la manera de alejarla lo más posible de allí.
Recordando lindos momentos como siempre y cada noche, se durmió con una sonrisa en su rostro, sin esperar lo que vendrá al otro día.
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F.S
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