La mamá de mi mejor amiga - C...

By xArdepapix

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¿Por qué nos enamoramos siempre de la persona menos correcta? Lauren Jauregui, una adolescente de 18 años des... More

Prólogo
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•70• (Fin)
Epílogo
Another one

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By xArdepapix

Lauren POV

4 meses después...

"¡Muchas gracias Phoenix! han sido el mejor público esta noche y quería terminar mi show con una canción que sé que ustedes aman así que canten conmigo..." Camila gritó en medio del escenario. Yo estaba casi hasta el frente del público pero ella no sabía que estaba aquí. Era la primera vez que la veía desde ya casi dos meses y me sentía realmente feliz de por fin poder haber conseguido un par de días para venir a visitarla. Ahora mismo Camila estaba comenzando a caminar hacia el centro del escenario formándose con sus bailarines para empezar la presentación de su última canción. Se llevó el micrófono a los labios y comenzó a cantar.

Baby, what'cha say
I ain't here to, I ain't here to conversate
Baby, I don't play
From Miami causing trouble in LA...

Comenzó con la coreografía mientras desde mi posición podía ver perfectamente su cuerpo moverse de un lado a otro, como meneaba sus caderas sensualmente y como el sudor hacía brillar su abdomen y su rostro. Simplemente sexy...

El público como siempre se había vuelto loco al escuchar el inicio de la canción y sinceramente yo también. Esta era de mis favoritas. Pero para mi desgracia no pude seguir viéndola porque uno de los guardias de Camila había ido por mi hasta donde estaba y me pidió que lo acompañara. El único que sabía que estaba aquí era Roger. Seguramente debió enviarlo a buscarme porque ya el show iba a acabar.

Me dirigió por un lado del escenario hasta un pequeño túnel debajo de este que guiaba al back stage. Aún podía oír el ruido del público y la inconfundible voz de Camila.

"¡Lauren! Que bueno verte. Me alegra que hayas podido venir" fui recibida por Roger que me esperaba justo afuera del camerino de mi novia. Me dio un abrazo apretado y un beso en la mejilla.

"También es un gusto volver a verte. No podía esperar para ver a Camila. La he extrañado mucho..." le conté sinceramente y él me vio conmovido.

"Lo sé querida. Es por eso que he organizado varias actividades para ambas en estos días que estarás con ella" me dijo de la nada y yo lo miré sin entender...

¿Actividades?

"Tengo entendido que tienes hasta el lunes. Lo que nos da exactamente 4 días para ir a todos los lugares que podamos. Mañana jueves por la mañana asistirán a un programa matutino donde les harán una pequeña entrevista y luego cocinarán con un chef invitado. Después por la tarde tienen una sesión fotográfica para la revista de billboard y en la noche están invitadas a un evento en beneficio de 'Save the Children'. El Viernes tienen la mañana libre pero en la tarde Camila tiene una presentación en un festival y tienes que ir con ella porque les harán una entrevista. Después en la noche están invitadas al programa de James Corden por lo que deben viajar a Los Ángeles. El Sábado..."

"Espera... ¿Esto es una broma?, ¿Cuándo se supone que tendremos tiempo para estar las dos solas? He esperado para verla por más de dos meses y me estás diciendo que tendré que ir de un lado a otro..." esto no estaba bien. Se suponía que serían días tranquilos porque Camila no tenía más conciertos hasta la próxima semana, excepto por su presentación en ese festival y ahora Roger me venía con todo esto... que demonios.

"Espera. Aún no llego a eso. El sábado lo tienen libre. Pero el domingo tienen otra sesión fotográfica por la mañana para la revista Rollacoaester y su respectiva entrevista y eso es todo. Luego tienen libre y ese mismo día por la noche sale tu vuelo de vuelta a Miami" terminó de hablar y yo lo miré incrédula.

"No, Roger. Un puto día libre. Sólo uno" me quejé casi gritándole. Él había organizado mi visita de estos días y ahora sabía el por qué. Quería que hiciera todas esas cosas con Camila.

"No es tan terrible. Pasarán todo el día juntas haciendo cosas. Eso es lo que querías ¿no? Estar juntas. Además esto es a lo que ambas accedieron y créeme que no será la última vez. Tendremos que hacer lo mismo en un par de meses más y tendrás que visitarla a otros concierto. No es tan terrible Lauren" Me habló en un tono que no me gustó mucho mientras leía algo en su celular. Ni si quiera me estaba mirando al hablar. Estaba desvalorizando mis sentimientos.

"Pero yo quería pasar tiempo a solas con mi novia..."

"Oh mira hablando de ella ahí viene" me calló señalando a algo a mis espaldas. Rápidamente me di la vuelta y la vi...

Venía caminado con una sonrisa gigante en su rostro junto a sus bailarines y un par de sujetos que se preocupaban de las cosas técnicas. Le estaban sacando los audífonos y cables a Camila del cuerpo mientras esta chocaba las manos con su equipo y se felicitaban entre ellos por haber hecho un buen trabajo. Esperé pacientemente a que se desocupara. Ella aún no tenía idea de que yo estaba aquí.

Luego de unos 5 minutos agonizantes para mí, ella continuó su camino luego de que terminaran de quitarle todos los aparatos. Venía conversando con uno de sus músicos hasta que este mismo le señaló a Camila la puerta de su camerino en la que estaba yo parada con una sonrisa. Mi novia lo miró confundida unos segundos hasta que vio hacia dónde el estaba apuntando y su cara se iluminó en un instante al verme ahí de pie. Corrió en mi dirección abriendo sus brazos y yo hice lo mismo para recibirla.

"¡Laur...! Oh Dios. ¿Eres real?" Preguntó abrazándome por la cintura y levantándome del suelo para darme vueltas por el aire. Yo reí como boba sintiendo como se aferraba a mi con todo lo que tenía. La había extrañado un montón.

"Si Camz. Estoy aquí. No sabes cuánto te extrañé" le dije con emoción en mi voz una vez que me volvió a dejar en el suelo. Tomé su rostro en mis manos y sin esperar una respuesta, junté nuestros labios en un beso necesitado. Había extrañado el calor de su cuerpo y en especial el calor de sus labios.

La volví a abrazar luego de separar nuestros labios y escondí mi rostro en su cuello. Ella estaba sudada pero no me importaba.

"Yo te extrañé más. Por qué no me dijiste que venías..." preguntó curiosa ahora ella siendo la que tomaba mi rostro en sus manos para conectar nuestros ojos. Literalmente me perdí en su mirada y no volví a la realidad hasta que escuché su risa armoniosa.

"Lo siento. Siempre me pones toda boba. No te dije porque quería que fuera una sorpresa. Estuve en tu concierto casi hasta el frente y no me viste. Lo hiciste genial a todo esto. Siempre me dejas sorprendida" la halagué y ella sonrió aún más grande.

"Es la mejor sorpresa que me has hecho y gracias. Me gusta dar todo de mi en cada presentación. Si hubiera sabido que estabas ahí te hubiera hecho subir al escenario conmigo..."

"Oh no. Me da pánico. No lo hubiera hecho aunque todos tus guardias me obligaran" le respondí segura. Mi timidez era demasiada.

"Ugh bien... entonces te hubiera dedicado mis canciones. A todo esto ¿Pediste premios en tu trabajo de nuevo para venir?" Cambió de tema y le agradecí porque no quería que me hiciera sonrojar más con sus palabras.

"Si. Tuve que trabajar hasta tarde estas últimas semanas para lograrlo. Me dieron jueves y viernes libre y tengo que volver el domingo a la noche. Tenemos que aprovechar estos días juntas porque no sé cuándo me darán más tiempo..." le comenté con una sonrisa nostálgica. No quería volver a separarme de ella. Era difícil cada vez. Por más que ya lo hayamos hecho varias veces, seguía siendo doloroso el saber que no la vería hasta quizás meses después. Lo peor es que su tour internacional aún no comenzaba. Estaría afuera por 3 meses más y sinceramente no sabía que haría con mi vida durante ese tiempo.

"Pues entonces comencemos a aprovechar el tiempo desde ya. Vámonos al hotel donde me estoy quedando y hagamos lo que tú quieras. Podemos ver películas y ordenar comida. Se me antoja una pizza o sushi... o quizás tacos. No importa. Pediremos los tres. Vamos" reí por su entusiasmo mientras comenzaba a jalarme hasta su camarín. Cerró la puerta tras nosotras dejando hasta a Roger y su maquillador afuera. Comenzó a recoger sus cosas y meterlas a su bolso mientras simultáneamente comenzaba a deshacerse de su peinado y quitar su maquillaje. Estaba haciendo todo tan rápido que tuve que detenerla.

"Camila, calma. Déjame ayudarte" La detuve tomando sus dos manos que tenían un cepillo de pelo en una mano y una toallita desmaquillante en la otra. Tomé ambos objetos y le señalé la silla frente a la mesa llena de maquillaje para que se sentara. Lo hizo sin protestar y yo me puse a horcajadas sobre ella para tener mejor acceso a su cara y poder empezar a quitar el maquillaje de sus ojos con la toallita húmeda. Tomé su mentón y eleve su rostro para que me estuviera mirando. Se veía preciosa con el maquillaje pero era demasiado. Comencé a pasar el material por sus párpados con delicadeza, quitando todo y luego a sus labios donde me fue imposible no dejar múltiples besos. Continué con sumo cuidado hasta que su rostro estuvo limpio. Ella reía por la meticulosidad y delicadeza con la que limpiaba su piel. Me era imposible no hacerlo.

"Roger me dijo que tenemos que hacer un montón de cosas juntas. Mañana por ejemplo tenemos que ir a un show matutino y cocinar o algo así, después a una sesión fotográfica y después a un evento... que clase de descanso es ese... después el viernes y el domingo son iguales. Solo tenemos el sábado libre Camz..." le informé apenada. Ella pasó sus manos a mi cintura acariciando con sus pulgares mi piel expuesta.

"Lo sé. Yo sabía de todo eso pero no pensé que tendría que hacer todo contigo. Pensé que lo haría sola y sinceramente prefiero eso antes que no tener tiempo contigo en lo absoluto. Sé que hubieras preferido tener tiempo para las dos solas, yo también lo hubiera hecho pero... ambas accedimos a esto. Prometo que no es tan malo o agotador como suena. La pasaremos bien de todas formas estando juntas y de igual forma tendremos tiempo para las dos. Lo prometo" me tranquilizó mientras ahora yo peinaba su cabello con cuidado de no jalarlo muy fuerte y hacerle daño. Me regaló una sonrisa reconfortante y yo se la correspondí.

"Está bien. Supongo que tienes razón. Por lo menos pasaremos todo el día juntas. Pero déjame darle una paliza a Roger por hacerte hacer tantas cosas. Debes estar agotada" mi voz sonó preocupada y sinceramente lo estaba. Camila había estado por ya más de 4 meses yendo de un lado a otro sin cesar.

"Mi amor... llevo haciendo esto por más de 6 años. No es la gran cosa. Ya estoy acostumbrada. Soy invencible" me tranquilizó y yo reí por su egocentrismo.

"Bien Superwoman. Espero que estés invencible hoy en la cama porque planeo no darte descanso..." murmuré contra sus labios antes de volver a juntar nuestras bocas en un beso mucho más apasionado que todos los anteriores, sumergiendo mi lengua en su boca cálida y ambas gemimos cuando nuestras lenguas entraron en contacto. Había extrañado la suavidad de sus labios y todo lo que me hacían sentir.

"No necesito un descanso"

                                •~•

"Estoy acabada" solté en un suspiro mientras me dejaba caer en la cama de la habitación de Camz. Al fin el día se había acabado. En la mañana habíamos ido a ese programa donde nos hicieron cocinar, después a la sesión fotográfica y luego al evento de beneficencia. Mi cuerpo ya no podía más y recién era el primer día. No me quería ni imaginar cómo estaría el lunes cuando tuviera que ir a trabajar.

"Yo no. Aún quiero hacerte el amor. Me queda energía" escuché la voz de Camila proveniente del baño. Luego la vi salir de este, solo con su ropa interior mientras se recogía el pelo en una coleta simple. Llegó hasta mi lado y se sentó a horcajadas sobre mis caderas. De inmediato lleve mis manos a sus piernas para acariciarlas. Su piel suave y tostada era como un imán para mis manos.

Yo solté un gemido al sentir la presión en mi entrepierna. ¿Que esta mujer no se cansaba?

"Lo siento pero yo no puedo. ¿Sabes que preferiría? Que me prepararas lo que aprendimos hoy con ese chef y que me hicieras un masaje. Podemos acostarnos tarde porque mañana no tenemos nada por la mañana. Tenemos tiempo," Le dije sin vergüenza alguna. Camila cocinaba bien y me dolía la espalda. Teníamos que aprovechar que habíamos aprendido algo hoy.

"Me tienes de esclava. Solo me buscase para que te cocine, que te haga masajes y para que te haga el amor ¿Que clase de relación es esta?" Me encaró con tono de burla.

"Es de ese tipo de relaciones donde yo soy la reina y tú me tratas como una. Ahora... ve a preparar ese delicioso plato que aprendiste hoy y prometo..." detuve mis palabras antes de terminar y le indique con mi dedo índice que acercara su oído a mi boca "...y prometo que te haré lo que quieras esta noche... o tú podrás hacerme lo que quieras... tú eliges" susurre con el tono más sensual que encontré y la voz ronca. La sentí estremecerse encima mío.

Se salió de arriba mío en menos de 10 segundos y fue hasta su celular.

"¿Roger? Necesito que me compres unos ingredientes que te voy a mandar por mensaje ¿si? Es de suma importancia y por favor hazlo rápido..." la vi caminar de un lado a otro por la habitación.

Me reí por su entusiasmo y disposición. Había caído de inmediato.

La vi ponerse una de mis remeras grandes, la cual le llegaba hasta más abajo del trasero mientras iba hasta la pequeña cocina que había en la habitación de hotel que ya pasaba más a ser una suite. Esta tenía de todo. Desde un pequeño living, un comedor y la cocina.

Comenzó a sacar implementos de cocina mientras seguía hablando con Roger. Yo me quede viéndola ir de un lado a otro. Me encantaba que fuera tan atenta conmigo, que me cocinara, que me mimara... definitivamente podría vivir con eso por siempre.

Quizás debía pedirle matrimonio antes de que me la quitaran...

No.

Ella no querría. Estaba casi segura de que sería rechazada y no quería terminar con el corazón roto cuando lo hiciera. Era mejor dejar las cosas como estaban.

No se en que momento mis pensamientos se volvieron tan angustiosos que mi cuerpo decidió apagarse. Me quede dormida viendo como Camila iba de un lado a otro mientras tarareaba alguna canción cualquiera.

•~•

"Havana oh na na. He took me back to east Atlanta oh na na..." no podía parar de cantar esa maldita canción. La tenía como impregnada en el cerebro. Desde que la escuche por primera vez en vivo que no podía parar de hacerlo.

"Havana oh na na... half of my heart is in Havana oh na na..." seguí tarareando mientras desempacaba lo que ayer no pudimos. Ya era sábado y habíamos llegado ayer por la noche a Los Ángeles para poder asistir al programa de James Corden. Después de eso llegamos a este hotel y no tardamos en caer rendidas. Camila estaba agotada especialmente porque se había presentado en ese festival ayer. Desde ahí que no podía parar con la cancioncita del demonio esa...

Eran las 9 de la mañana y sinceramente no sabía cómo estaba de pie. Luego de desempacar fui hasta el teléfono de la habitación para pedir servicio a la habitación porque no era capaz de preparar algo yo. Después de ordenar, me dirigí hasta Camila que seguía dormida.

Me metí en las sabanas junto a ella y como si fuera por instinto, se aferró a mi como si su vida dependiera de ello. Escondió su rostro en mi cuello mientras yo la abrazaba y acariciaba su espalda, dejando besos en su mejilla de vez en cuando.

"Camz... es hora de despertar. Tenemos un día largo por delante solo para nosotras dos..." murmuré con voz dulce y la escuché gruñir contra mi piel. Reí por su humor matutino.

"Quiero ir a la playa aunque hayan dicho que lloverá hoy. No me importa. Y quiero comprarle algo a Chris y Taylor de regalo pero aún no se que. Me tienes que ayudar... y ¡Oh! Casi lo olvido. Quiero ir a Sephora para comprar maquillaje porque no lo hago hace tiempo y Rihanna acaba de lanzar su línea Fenty ¿lo puedes creer? Estoy muy emocionada..." divague sin poder evitarlo dando saltitos en la cama como una niña pequeña. Pero es que no podía controlar mi emoción. Ya quería salir.

Escuché a Camila reír y por fin salir de su escondite. Tenía los ojos achinados y rojos por estar durmiendo, su cabello era un desastre y tenía una mancha de baba en la mejilla.

Perfecta.

De verdad que podría acostumbrarme a esto...

No.

"Me hace feliz que estés feliz" fue lo único que dijo antes de volver a esconderse en mi cuello y comenzar a dejar besos delicados. La abrace aún más a mi, buscando sentir más su cuerpo. Me perdí en su aroma y en sus besos por un buen par de minutos hasta que tocaron la puerta. Era el servicio.

De inmediato me salí de la cama a pesar de las protestas de Camila y fui a abrir la puerta. Me encontré con mi pedido encima de un carrito. Este se deslizaba así que con mucho cuidado de no botar nada lo metí a la habitación.

Camila y yo desayunamos acostadas entre besos y caricias. Después de eso nos dimos una ducha que, inexplicablemente no acabo en sexo y luego nos alistamos para salir. Ambas con ropa ligera porque el clima era una perra. Hacía calor pero iba a llover.

Una limo nos esperaba y esta nos llevó a la playa.

Gran error.

Un montón de gente nos reconoció y terminamos armando un escándalo en medio del lugar. Tuvimos dificultades para poder irnos. La limo nos volvió a recoger y esta vez nos llevó hasta un centro comercial donde podría hacer todas las comprar que tenía en mente. No era lo ideal. Prefería estar en la playa pero no se podía hacer nada.

El lugar no estaba tan lleno y por suerte nadie nos interrumpió. Compré todo lo que necesitaba y casi toda la línea de maquillaje de Rihanna. Camila terminó por emocionarse tanto como yo así que acordamos compartirlo.

Compre un par de bikinis para Camila y ella me compro unas bragas a mi. Ya se estaba empezando a hacer una tradición el hacer eso. No sé cuál de las dos era más aprovechadora de la otra.

Les dimos todas las bolsas con las compras a nuestro chofer y optamos por ir a dar una vuelta por el boulevard. Esperando no ser reconocidas de nuevo.

Íbamos tomadas de la mano, ambas con gafas y snapbacks, caminando por la costanera despreocupadamente. Aún era temprano, ni si quiera habíamos almorzado aún y estaba muy feliz por eso. No quería que mi tiempo con Camila se acabara nunca.

Pero como todo nos male sal, justo cuando estábamos en lo mejor de nuestra caminata, la lluvia comenzó a caer torrencialmente. Ambas en menos de 3 minutos ya estábamos empapadas y buscando un lugar donde refugiarnos al igual que las demás personas que corrían como locas en todas direcciones.

"¡Camila muévete!" Le semi grite porque la muy tontita estaba de pie mirando al cielo en medio de la acera.

"Dame un minuto" me pidió con calma mientras extendía sus brazos y dejaba que las gotas cayeran en su rostro y en todo su cuerpo. Comenzó a dar vueltas con los ojos cerrados y la cabeza inclinada hacia arriba. No pude evitar sentirme feliz al verla a ella ponerse tan feliz por algo tan simple como la lluvia.

"Baila conmigo" me pidió mientras yo pasaba mis manos por mis brazos para darme algo de calor. Yo la mire con sorpresa.

"¿Estas loca? Nos vamos a resfriar y tú necesitas tu voz" intente razonar pero ella le restó importancia. Tomó una de mis manos y me atrajo hacia ella. Puso una sobre mi cintura y con la otra extendió nuestros brazos. Me rendí y pase mi otro brazo desocupado por su cuello, juntando nuestros cuerpos mientras ella comenzaba a guiarnos al ritmo de una melodía imaginaria.

"Wise men say... only fools rush in..." comencé a cantar en voz baja. Era lo primero que se me había venido a la mente al verla a ella tan feliz y sentir como mi corazón se aceleraba al igual que la primera vez que la vi.

"But I can't help... falling in love with you" continue y ella me miró con una sonrisa emocionada.

Todo era verdad. Siempre cuando se trataba de Camila no podía controlarme. Siempre hacíamos todo de manera apresurada porque yo quería todo con ella y no lo podía evitar.

"Shall I stay?. Would it be a sin..." seguí con la melodía mientras Camila nos hacía girar bajo la lluvia. Íbamos a un ritmo tranquilo. Siempre que estaba a su lado todo lo exterior parecía extinguirse en una bruma confusa. Todo se desenfocaba menos ella. Ni si quiera era consciente de la lluvia o de la gente que nos miraba como si estuviéramos locas a la distancia, o de las altas probabilidades que habían de enfermarnos si seguíamos ahí. Mi única prioridad y preocupación era ella y su sonrisa gigante que iluminaba toda la oscuridad existente mientras le cantaba.

Podía sentir nuestros cuerpos unirse con el baile y moverse con una perfecta sincronía. Podía sentir su mano firme en mi cintura y como ese simple tacto me hacía sentir segura.

"If I can't help falling in love with you?" Susurré mirándola y juro que en ese momento, al perderme en sus ojos y su sonrisa, que casi se me escapa esa pregunta que tantas veces le había dicho en mis más hermosos sueños.

"¿Te casarías conmigo?"

Pero no. No podía pedirle eso. Por más que lo deseara, no podía. Por más que esa fuera mi única intención en este mundo, no podía.

Seguimos bailando mientras yo seguía cantando hasta que ambas nos detuvimos por completo y sin poder evitarlo más, juntamos nuestros labios en un beso necesitado, mientras sentía las gotas caer por nuestros rostros y hasta nuestros labios. Ella me atrajo más hacia su cuerpo y pude sentir lo empapada que estaba su ropa y la mía también.

Mis pensamientos y mi corazón corrían a mil. No quería dejarla ir. No quería que llegara el lunes. Quería quedarme con ella por siempre donde fuera. Con tal de tenerla a ella a mi lado, nada más importaba.

Y yo podía lograr eso. Solo necesitaba hacerle esa pregunta y pedirle que se fuera a vivir conmigo y ya. Mi felicidad estaba al alcance de mi mano pero yo era muy cobarde como para tomarla.

Me separe de ella cuando un escalofrío recorrió mi cuerpo. Definitivamente me iba a resfriar. Ella me miró con una sonrisa y luego tomó mi mano.

"Vámonos antes de que te de hipotermia" y sin más, comenzó a jalarme por la acera mientras yo intentaba seguirle el paso pero el agua en el piso me hizo tropezar más de una vez al igual que a ella. Seguimos yendo lo más rápido que pudimos hasta que llegamos a la limo, que tenía al chofer esperándonos en la puerta con un paraguas en su mano y una cara de horror al vernos todas empapadas.

"Hola. Lo siento mucho. Prometo pagar para que limpien después. Gracias" Camila le aclaro de inmediato antes de que el pudiera quejarse. Ambas entramos y le di una mirada de disculpas al hombre antes de que cerrara nuestra puerta.

Llegamos al hotel en menos de 5 minutos. Fuimos todo el camino dándonos besos y arrumacos mientras yo intentaba trasmitirle todo lo que me hacía sentir con mis acciones e intentaba sacar de mi cabeza la loca idea que había tenido antes. No quería pensar en eso ahora. No quería hacer las cosas complicadas cuando lo único que quería ahora era disfrutar del poco tiempo que nos quedaba juntas antes de tener que volver a separarnos por meses.

Bajamos de la limo y corrimos hasta la recepción para no mojarnos más, aunque fue inevitable. Nos mojamos todo lo que nos habíamos logrado secar adentro de la limosina.

Al entrar, ambas no podíamos parar de reírnos por la casi caída de Camila cuando veníamos entrando. Subimos al elevador y por fin nos tranquilizamos. Ambas nos miramos con sonrisas en nuestros rostros por lo infantiles que actuábamos siempre que estábamos juntas. Un escalofrío recorrió mi cuerpo al sentir la ropa mojada sobre mi piel y el contraste que esta hacía con el calor que había en el elevador en comparación con el exterior.

"Woooow. Creo que te sacaré cuando esté lloviendo más seguido..." coqueteó Camila con voz sugerente mientras se mordía el labio seductivamente. Yo la mire confundida.

"¿Sabes que? Pensándolo mejor no... ¿cuál es tu afán por no usar brasier?" Me preguntó y de inmediato dirigí mi vista hasta dónde estaba la suya clavada y oh demonios...

Mi camiseta blanca y delgada estaba pegada a mi piel por lo mojada que quedó por la lluvia, haciendo a mis pezones completamente visibles. Rápidamente lleve mis manos a mis pechos horrorizada. ¿Cuantas personas me habrán visto?

"Nooo... debo admitir que te vez completamente sexy así... necesito... necesito..." se perdió en sus palabras mientras me miraba. Ni si quiera terminó su oración cuando juntó nuestros labios y me estampó contra la pared del elevador. Yo gemí por el golpe pero me recompuse cuando sentí sus manos posarse en mi cintura y comenzar a subir por mis costados hasta llegar a mis pechos y darles a ambos un apretón fuerte. Me estremecí al sentir sus traviesas manos comenzar a jugar con ellos, apretándolos a su gusto y jugando con mis pezones entre sus dedos.

"Mierda... siempre haces que cualquier situación suba de tono. Esto es un problema..." susurró contra mi oído mientras ahora pasaba a dejar besos por mi cuello y yo simplemente gemía bajito "...un problema que no quiero resolver" dijo por último antes de volver a besarme. Sentí mis piernas flaquear ante su tacto. Sus manos insaciables de mi cuerpo y su boca insaciable de mis labios.

Pero no estuvimos en eso por más de un segundo cuando escuchamos el timbre del elevador, provocando que nos separáramos abruptamente.

Una pareja de ancianos se subió y nos saludaron con una sonrisa mientras Camila me tapaba como podía poniéndome atrás de ella. Le agradecí porque no quería que me vieran en este estado. Toda encendida por lo que Camila acaba de hacer y practicante exhibiendo mis pechos...

Todo lo que resto del viaje fue en un incómodo silencio porque estaba casi segura de que ellos sabían lo que habíamos estado haciendo.

Por fin llegamos a nuestro piso y nos despedimos de ambos con otra sonrisa.

"¿Te acuerdas cuando éramos así? Tú tampoco podías sacarme las manos de encima..." escuchamos a la anciana decirle a su pareja antes de que las puertas se cerraran.

Ambas nos miramos incrédulas con la boca abierta. Sabían lo que estábamos haciendo y además ellos eran tan cachondos como nosotras.

"Oh por dios..." susurre y Camila me miró con una sonrisa traviesa.

"Me encantaría que esas fuéramos tú y yo en un futuro. Recordando nuestra época sucia... yendo de vacaciones por el mundo... juntas" habló soñadora mientras caminábamos hasta nuestra habitación y mi corazón se detuvo.

"¿En serio quieres estar conmigo hasta ser viejita?" Le pregunté incrédula y ella se detuvo en su lugar para mirarme algo asustada.

"Obvio que quiero... ¿t-tu quieres?" Preguntó insegura y con algo de temor, dejando de lado la actitud tan autoritaria que tenía siempre y convirtiéndose en una ternurita en menos de 2 segundos.

"He querido desde la primera vez que te vi..." le respondí sin poder controlar mi cursilería. Pero es que era cierto. Desde que la conocí supe que iba a ser alguien importante en mi vida.

Ella no dijo nada, en vez de eso, me mostró con sus labios lo mucho que significaban mis palabras para ella. Ya para este punto estábamos frente a nuestra puerta y a ciegas ella comenzó a abrirla mientras no podíamos despegar nuestros labios. Comencé a atacar su cuello y a pasar mis manos por su cintura y hasta su trasero dándole un apretón. Ella gimió contra mi oído a la vez que escuchaba el tintinear de las llaves mientras intentaba encajarlas a ciegas.

"Dame un... segundo" habló entrecortada y jadeando. Escuché el clic de la puerta al abrirse y fue como mi señal para actuar. De inmediato nos metí a la habitación y cerré la puerta con mi pie. Ambas comenzamos a desvestirnos desenfrenadamente y a ciegas intentando separar nuestros labios por el menor tiempo posible.

Saque su comiste de un tirón, volviendo a unir nuestras bocas a penas esta salió por arriba de sus brazos, luego pase a su short, el cual desabroche con un ágil movimiento y comencé a bajar de inmediato junto a sus bragas para acabar rápido con esto.

Vi como sacaba sus zapatos y calcetines y tiraba todo a un lado quedando completamente desnudar frente a mi. Volvió a pegar su cuerpo al mío mientras ella ahora comenzaba a desabrochar mi short y a jalarlo para sacarlo junto a mis bragas. Ambas nos movíamos ansiosas sacándonos la ropa hasta que por fin ambas quedamos en igual de condiciones.

Nuestro pelo era un desastre. Estaba húmedo y se nos pegaba a la piel.

"¿Ducha?" Logre decir en un jadeo mientras ella había pasado a repartir besos por mi cuello y sus manos eran incapaces de separarse de mis pechos. Los apretaba con ganas y jugaba con mis pezones a su antojo, acariciandolos con sus pulgares.

"Mmmh..." la escuché gruñir mientras en un rápido movimiento me rodeó con ambos brazos por la cintura y me levanto del suelo dándome la señal para que enredara mis piernas en su cintura y así de esa misma forma nos fuimos al baño. Ella me sujetaba por mi cintura mientras yo me aferraba a ella con mis piernas.

Comencé a menearme contra ella con necesidad, provocando que sus piernas cedieran un poco e hicieran que se tambaleara en varias ocasiones. Podía sentir mi humedad esparcirse por su vientre bajo y como gruñía con frustración.

Enrede mis dedos en su cabellera y atraje su cabeza a mi cuerpo para que no dejara de repartir besos y chupones por mi cuello y clavícula.

A ciegas, abrió la puerta del baño y luego la de la ducha para meternos a ambas con piernas temblorosas dentro de esta. Dio el agua y al principio salió tan fría que ambas nos estremecimos ante el contacto pero en menos de 10 segundos ya lo superamos. Nuestros cuerpos estaban tan calientes que ni eso era capaz de enfriarlos. Después de otro par de segundos, el agua se templó y yo me decidí por bajarme de ella a duras penas.

Mire hacia abajo y vi la marca de humedad que deje en su abdomen, provocando que me relamiera los labios y luego la mirara a los ojos con necesidad.

Hambre.

Eso era lo que yo podía ver en sus ojos en este momento. Un hambre insaciable por mi que yo estaba dispuesta a satisfacer fuera como fuera.

"Nunca me explico cómo lo haces para que pasemos de estar hablando cursilerías a encenderme tanto a tal punto que no puedo ni funcionar" me reclamó con voz grave cargada de lujuria y sinceramente no tenía respuesta para eso porque yo pensaba lo mismo de ella.

Todo lo que ella hacia me encendía, todo lo que hacía lo hacía con cierta sensualidad y erotismo que no me explicaba de dónde sacaba. No importara lo que fuera. Cuando comía y se pasaba la lengua por los labios o gemía por lo rico que estaba, cuando caminaba y meneaba sus caderas inconscientemente, cuando cantaba con esa voz hipnotizante, cuando hablaba con autoridad y le daba órdenes a su equipo o hasta a mí. Cualquier cosa ella era capaz de hacerla con sensualidad.

Lo mejor era cuando se enojaba.

Cuando se enojaba Camila tendía a ser más violenta y boquisucia de lo normal y era una de mis cosas favoritas. No podíamos discutir como las parejas normales porque siempre acabábamos teniendo sexo. Yo no podía evitar el calor que se formaba entre mis muslos cuando la veía tensa y hablando autoritaria y arrogante.

Sabía que a ella también le gustaba cuando yo hablaba sucio y me enojaba. Era una de las pocas tácticas que ambas teníamos para conseguir sexo rico y bueno. Hacer enojar a la otra.

"Es porque eres débil, Camila. Cualquier cosa que yo haga te enciende" le respondí con malicia, viendo cómo su ceño se fruncía en confusión. Reafirmó su agarre en torno a mi cintura y acercó sus labios a los míos para besarme pero yo la aleje antes de que lo hiciera.

"Epa. Pedí la ducha porque de verdad me quiero bañar así que contrólate un poco" ella me miró aún más confundida ahora mientras yo me daba la vuelta en sus brazos y comenzaba a regular el chorro de agua para que saliera un poco más caliente. Nuestros cuerpos ya estaban completamente empapados y brillaban bajo la luz de la amplia ducha. Los cristales de esta ya estaban empañados por el vapor.

Ella se pego a mi cuerpo por atrás, conectando sus labios con mi cuello y frotándose contra mi trasero. Llevo sus manos a mis pechos y los apretó ambos. Yo gemí pero me recompuse de inmediato, alejándome de ella y mirándola con reproche.

"5 minutos Camz. Solo te pido que saques tus manos de encima de mi por 5 minutos para poder bañarme" le pedí y ella se alejó de mí con un gruñido. Tomé el jabón y puse una pequeña cantidad en mi mano para comenzar a formar espuma y pasarlo lentamente por mi cuerpo, solo buscando provocarla mientras sentía sus ojos en mi espalda y recorriendo todo mi cuerpo. Pasé mis manos por mi cintura y fui bajando hasta mis piernas, en las cuales me tomé unos minutos en cada una, inclinándome hacia adelante y dándole un espectáculo a Camila. Podía escuchar sus jadeos a mi espalda y me extraño que aún no haya vuelto a insistir.

"Si tú no lo haces entonces lo haré yo misma" escuché su voz trabajosa a mis espaldas y me tuve que voltear para ver a que se refería.

Ella estaba apoyada contra la pared de azulejos de la ducha con una de sus manos en su entrepierna y la otra en su boca mientras mordía su dedo índice y me miraba con lascivia.

"Mmmh..." la escuche gemir mientras veía como su mano se movía entre sus piernas en forma circular y estimulaba su clítoris. Su cuerpo brillaba por el agua y sinceramente yo no podía empezar con uno de mis juegos cuando ella ya estaba contraatacando con otro. Siempre éramos así. Siempre estábamos en una constante lucha por la dominancia y por quién obtenía lo que quería primero.

"M-mierda..." la escuché gemir seguido de una serie de pequeños grititos de placer mientras ahora introducía dos de sus dedos en su centro y comenzaba a aumentar la velocidad. Sentí todo mi cuerpo temblar por la imagen frente a mi y creo que podría haberme corrido con tan solo verla a ella retorcerse de placer mientras se masturbaba descaradamente frente a mi y gemía.

"Oh Dios. Tan bueno" la escuché susurrar mientras apretaba sus ojos y veía como su pecho subía y bajaba jadeante. Su mano libre ahora vagaba por su torso, acariciaba su pecho y jugaba con uno de sus pezones para luego bajar por su abdomen y acariciarlo mientras seguía embistiéndose.

"Ooooh la puta que... mmmh Lauren" la escuché gemir con su vocecita cargada de lujuria y con ese tono agudo que solo le salía cuando estaba muy excitada.

Precisamente ese gemido me hizo reaccionar. Rápidamente me puse de rodillas frente a ella y saque la mano con la que se estaba dando placer para introducir los dos dedos que habían estado dentro de ella en mi boca, sintiendo el tan familiar sabor que tanto me gustaba y casi derritiéndome por el placer que este me hacía sentir. Ella abrió los ojos con sorpresa que rápidamente fue cambiada por lascivia y pasión. Succione sus dedos y pase mi lengua entre ellos buscando sacar cualquier rastro de sus jugos de ellos.

Cuando los deje libres, guíe su mano hasta mi cabeza para que se aferrara de mis mechones de cabello mientras yo hacía mi trabajo. Pasé una de sus piernas por mi hombro para tener mejor acceso y poder comérmela como corresponde. Comencé besando su vientre y fui bajando de a poco hasta su monte de Venus en donde de a poco fui haciendo mi camino con mi lengua hasta encontrar su clítoris ya sensible por lo que había estado haciendo antes. Pasé mi lengua por la protuberancia, sin despegar mi vista de su rostro y sin querer perderme ninguna de sus reacciones. Lo presioné y rodee con la punta de mi lengua, masajeándolo como solo yo sabía hacerlo. Luego lo rodee con mis labios y succioné con ganas, separando sus pliegues con mi mano para tener un mejor acceso.

El agua seguía cayendo sobre ambas mientras sentía como en cualquier momento sus piernas cederían así que con mi mano libre sujete su muslos con fuerza.

"Me extrañaste ¿no es así?" Pregunté con malicia viendo como ella asentía con efusividad y apretaba sus ojos. Su mano empujó mi rostro a su intimidad para que continuara con mi trabajo pero primero quería hacer algo.

Lleve dos de mis dedos hacia su entrada y los lubriqué con sus jugos para luego lentamente comenzar a introduciros en su centro. Ella soltó una respiración temblorosa y se dejó caer aún más.

"¿Que hacías para liberarte? ¿Te masturbabas pensando en mi?" Pregunté buscando sacarle información y ella solo me respondió con un gemido.

"Te tocabas pensando que era yo, pensando en aquella vez en la que me hiciste el amor sobre mi escritorio en mi trabajo... cuando me tenías retorciéndome y hablabas con mi secretaria ¿Lo recuerdas? ¿Pensaba en eso?" Volví a insistir y ahora sí que la vi asentir en respuesta mientras yo comenzaba a aumentar la velocidad y fuerza de mis embestidas, viendo cómo mis dedos desaparecían en su intimidad y luego volvían a salir completamente empapados.

"Yo también lo hacía ¿Sabes? Y casi todos los días... me era imposible no hacerlo luego de estar todo el día pensando en ti... luego de ver vídeos tuyos de los conciertos mientras bailabas y tu cuerpo sudaba... tus caderas son un pecado y no recuerdo cuando fue que te di permiso para bailar así de provocadora" hable contra su clítoris, el cual luego de terminar de hablar, atrape con mis labios y comencé a jugar con el mientras veía su reacción frente a mi confesión.

"Yo pienso en... mmmh... cuando me amarraste a la cama y... oh mierdaaaaa.... me hiciste correrme tres veces seguidas" me respondió como pudo con la voz cortada. Yo sonreí con malicia mientras mis embestidas no cesaban y mi lengua no se cansaba de saborearla. Curvé mis dedos en su interior, presionando con fuerza su punto dulce y sintiendo como casi su pierna cedía.

"¿Te gustó esa vez tanto como a mi? No me molestaría repetirlo... pero esta vez voy a vendar tus ojos y así no sabrás que voy a hacer contigo..." murmuré y a penas termine de decir eso, sentí como Camila comenzaba a impulsar sus caderas con más fuerza contra mi mano y a empujar mi cabeza con más fuerza contra su intimidad. Ya se iba a correr así que tomé esto como mi señal para aumentar la fuerza de sus embestidas y pasar mi lengua haciendo más presión sobre su clítoris.

"Hace... lo que quieras" fue lo último que logró decir antes de convertirse en un enredo de gemidos y comenzar a convulsionar mientras se apretaba en torno a mis dedos. Jaló de mi cabello con fuerza mientras yo seguía embistiéndola con la misma fuerza para ayudarla a disfrutar y alargar su orgasmo lo más posible.

"Eres preciosa" murmuré contra su intimidad mientras comenzaba a disminuir mi velocidad, sintiendo como de a poco su cuerpo comenzaba a relajarse y volver a la normalidad. Saque mis dedo de su interior y pase mi lengua por toda su feminidad, no pudiendo evitarlo al ser tan adicta a su sabor.

Ella no podía formular palabra, en vez de eso me hizo separarme de ella y ponerme de pie para pasar sus brazos por mi cuello y besarme con necesidad mientras seguía gimiendo. Todo su cuerpo se sentía débil contra el mío. Casi ni se podía mantener de pie así que con cuidado de no hacerla caer, apague el agua y nos guíe a ambas fuera de la ducha. Nos envolví en una toalla y luego salimos del baño. A los pocos segundos ambas caímos en la cama con nuestros cuerpos aún húmedos. Ella encima de mi mientras dejaba una de sus piernas entre las mías y comenzaba a hacer presión.

"No sé cómo aguantamos estos dos meses estando separadas. Necesito estar contigo siempre" murmuró contra mis labios y yo no pude evitar sonreír a la vez que soltaba un gemido por la deliciosa presión que estaba sintiendo.

"Prométeme que cuando se acabe tu gira internacional no volverás a irte" le pedí y ella cerró los ojos, comenzando a descender por mi cuerpo con besos húmedos, deleitándose con mi piel.

"Sobre eso... no había tenido el valor de decírtelo pero la gira se alargó por 3 meses más. Serán 6 en total porque iré a Latinoamérica y luego a Europa, a algunos países de Asia y eso es todo..." la escuché decir y mi corazón se detuvo. Tomé su rostro entre mis manos para que me mirara y la tristeza en los suyos no se comparaba con la que yo sentía.

"No... Camila. No puedo... no puedes hacer eso" le reproché y ella negó con la cabeza.

"Fueron ellos Lauren. El álbum ha sido tan exitoso y la demanda tan grande que tuvieron que hacerlo. Sabes que puedes venir conmigo" habló con voz suave.

"Y tú sabes que no puedo dejar mi trabajo" le respondí y ella asintió en comprensión.

"Lo sé. Solo quería intentar. El tour comienza en 2 meses más. Antes de eso terminaré el que estoy haciendo por Estados Unidos y Canadá y luego partiré. Tenemos que aprovechar este tiempo porque luego será más difícil" me informó mientras comenzaba a dejar besos por mi cuello y yo cerraba los ojos disfrutando de sus caricias.

"Debiste decírmelo antes. No quiero más Camila. Me está costando más de lo que esperaba todo esto y sinceramente no sé si podremos hacerlo funcionar" le dije con pena y ella me miró alarmada.

"Ni se te ocurra pensar en eso ¿Me escuchaste? Obvio que lo haremos funcionar. Te prometo que el tiempo pasará volando y tendremos a Carla como nuestra intermediaria. Ella me irá a visitar varias veces porque quiere conocer algunos de los países que visitare. Te enviaré regalos con ella y te podrá contar como estoy y tú podrás enviarme cosas a mi con ella. Te pasaré las llaves de mi apartamento por si quieres tener un espacio para ti. Lo que tú quieras... solo... no digas eso" habló con dolor en su voz y no pude hacer más que besarla con pasión y necesidad.

Y justo en ese instante lo supe.

Tenía que casarme con esta mujer a como de lugar. Solo debía juntar el valor. No iba a permitir que se volviera a separar de mi después de estos 8 meses.

Le iba a pedir matrimonio a Camila...

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Se me le olvidó escribir aquí.

Primero que todo muchas gracias por los votos y por comentar. Nunca pensé que alguien iba a leer esta mierda que fue producto de mi yo hormonal de 17 años jajsjana. Así que muchas gracias por leer y espero que les guste.

Me acaban de sacar las muelas del juicio y me parezco al kiko así que yo cacho que voy a actualizar pronto porque estoy postrada en la cama djskks me sangra la boca y estoy toda empastillada así que no me hago responsable por las cosas que aparezcan en el otro capítulo 😈

Eso. Muchas gracias y los amo a todos. Besitos sangrientos 💋💋💋❤️❤️❤️

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