Taeyong salió de la cocina con un pastelillo entre sus manos, justo cuando Renjun entró llorando a mares.
- Oh, Renjun.. - al ver al menor llorando, tiró su pastelito y se acercó a él corriendo. Observó su rostro y lo acunó en sus brazos sin preguntar razones.
Porque ya sospechaba lo que pasaba.
Él lo sabía, sabía que ésto pasaría, al igual que como paso con Mark y Haechan. El siempre tenía la razón, así de simple.
- Todo estará bien, Renjun. - acarició su cabello.
Así duraron unos cuantos minutos, hasta que el menor se calmó un poco.
- ¿Por qué? - susurró el chino.
- No lo sé. - llegó de la cocina con un vaso con leche y se lo dio.
- Sabía que tenía algo con Jaemin antes de estar conmigo pero... Jamás pensé que me engañaría de esa manera. - bebió de su leche, dejando unos tiernos bigotes blancos sobre sus labios.
- No supo valorarte. - acarició el cabello del menor. - Tú eres alguien increíble.
El menor sonrió. En eso se abrió la puerta y entraron Jaemin y Jeno, riendo.
- Amor.. - dijo Jeno totalmente entusiasta y se acercó al chino.
Renjun miró de reojo el rostro de Jaemin, el cuál se mostraba algo dolido, y sintió la necesidad de darle celos.
- Cariño.. - susurró antes de besar sus labios.
- ¡¿Eh?! - exclamó Taeyong confundido. No se esperaba esa reacción por parte del castaño.
'¿Será que Renjun está aferrado a Jeno?' Pensó Taeyong, mirando como Renjun abrazaba a Jeno, y Jaemim subía las escaleras. 'Quizás lo ama tanto que no quiere dejarlo ir. E incluso me atrevo a pensar que no lo ama, que solo es un capricho.'
Taeyong los miró negando con la cabeza y se fue de ahí.
[...]
- Chenle.. - susurró Jisung entrando a la habitación del chino.
- Vete de aquí, Park. - se giró a otro lado. Estaba dolido.
Jisung le había dejado muy en claro sus sentimientos hacía él. Claramente lo dijo por la intensidad del momento, porque ciertamente Jisung comenzaba a sentir cosas por su hyung, y quería hacérselo saber.
- Chenle, por favor... - murmuró acercándose a él.
- Aléjate, por favor. - dijo molesto. Su estado de ánimo no había sido el mejor desde hace días.
- Zhong, debemos hablar. - el tono de voz que uso Jisung era totalmente profundo, serio y algo intimidante.
- No tenemos absolutamente nada de que hablar. - se levantó y se dirigió a la puerta, la cuál abrió. - Así que te pido que te largues de una vez.
Y ahí fue cuando Jisung tomó a Chenle por los hombros, y lo estampó en la puerta, cerrándola.
- Vamos a hablar.
- Dije que no. - respondió, colmando la paciencia del menor.
Jisung golpeó desesperado la puerta con su gran mano, y unió sus labios a los del mayor. Chenle se sorprendió demasiado, mas sin embargo le siguió el beso. Era lento y dulce. Chenle abrazó la cintura de Jisung, mientras éste tomaba el cuello del chino.
- Jisung.. - susurró el chino sin aliento.
- Lo amo, hyung. - confesó besando los labios del mayor cortamente. - Lo amo demasiado.
Chenle fue felíz, eran las palabras más lindas que había escuchado del menor, ya que siempre decía incoherencias y tonterías.
- Jisung... Yo también te amo. - el menor chilló emocionado. - Pero..
- Pero..
- No podemos ser nada. - susurró.
- P-pero.. Haechan hyung y Mark hyung son pareja, ¿por qué nosotros no? - susurró el menor, con un nudo en la garganta.
- No podemos, simplemente no. - demandó serio moviendo a Jisung y volviendo a abrir la puerta. - Vete.
- Chenle...
- ¡Vete! - gritó.
Jisung lo miró unos segundos, antes de negar y salir de la habitación azotando la puerta fuertemente.
Se había molestado. El chino era demasiado bipolar para Jisung.
- Así te amo, Zhong. - murmuró con una sonrisa estúpida.
[...]
Jaemin estaba en la azotea mirando como se escondía el sol lentamente, dejando una hermosa vista.
De pronto la puerta de abrió, y entro Renjun.
- Hola, hyung. - saludó Jaemin.
- Quiero dejarte algo en claro. - habló Renjun, ignorando el saludo del menor.
Jaemin se sintió algo impactado. Jamás había escuchado ese tono por parte de su hyung.
- Te escucho. - decidió seguir siendo amable, pues tenía ganas de explotar con él.
- Jeno es mi novio. - comenzó. - No quiero que te acerques a él, nunca más. - Jaemin rió levemente.
- Discúlpame, en verdad, pero no eres nadie para decirme con quien puedo hablar y con quién no. - se puso frente al chino.
- Soy tu mayor, tengo el derecho de darte ordenes cuando se me dé la gana.
- No lo tienes, y de cualquier forma si lo tuvieras no lo haría. - alzó la voz. - Escúchame ahora tú. - tomó la chaqueta del mayor fuertemente. - Jeno me gusta. Y mucho. - la sangre del chino comenzaba a hervir. - Sé que él sentía algo por mi, tú lo sabes también, así que debes tener cuidado. - sentenció.
- Él jamás me dejaría por tí.
- No estés tan seguro. - contestó sonriente.
Renjun sabía que no era verdad. Simplemente quería mentirse a él mismo, y no sabía el porque. Estaba engañándose de la peor forma; amaba a Jeno, y no lo quería dejar ir. Aunque estaba algo confundido, ya que después de lo que vio en la sala de prácticas, perdió algo de confianza. Y eso que no vió lo que pasó después de que se fuera.
- Renjun, Jeno y yo.. - el chico estuvo a punto de decirle que besó a Jeno, pero mejor se callo.
Recordó las palabras de Yuta. Además de que él no era así, no se creía capaz de herir los sentimientos de su mayor.
- ¿Jeno y tú qué, Jaemin? - pregunto Renjun.
- Nada, hyung. - murmuró. - Debo irme. - y salió de la azotea.
Renjun se quedó parado analizando las palabras de Jaemin. Después de lo que dijo era evidente que entre el chico y su novio había pasado algo.
- Ésto del amor es basura. - murmuró entrecortadamente.
Y si, lo era.
[...]
Taeyong y Doyoung estaban tumbados en la cama de su habitación. Estaban cansados, estuvieron casi toda la tarde limpiando el desastre de Taeyong.
- En serio, es más cansado que las prácticas. - dijo Doyoung sin aliento.
- No seas exagerado. - replicó Taeyong abrazando al menor.
- Hablando de las prácticas, ¿Sabes dónde están Jungwoo, Hansol, Kun y Lucas? No los he visto en semanas.
- Si, están en la empresa. - el menor le dió una mirada confundida. - Se supone que no le diré a nadie, pero los chicos debutarán en dos semanas, se están preparando con los coreógrafos. - Doyoung chilló emocionado.
- Al fin, ya era hora. - alardeó.
Ambos chicos rieron y se besaron apasionadamente, el beso se fue tornando salvaje y apresurado, pero se vieron interrumpidos cuando Jisung abrió la puerta.
- Lamento interrumpir su guerra de hormonas, pero ésto importante. - habló el menor cerrando la puerta y sentándose frente a los dos chicos, cabe mencionar que estaban avergonzados por la posición en la que se encontraban, y bueno, no era del todo normal encontrar a Taeyong entre las piernas de Doyoung.
- Em... Si.. - Taeyong se levantó y se sentó frente al pequeño. - ¿Qué sucede, pollito? - dijo nerviosamente mientras rascaba su nuca.
- Bueno pues... Me he dado cuenta de que los hyungs están juntos y... Pues yo... - se sonrojó.
- ¡Oh! - se acercó Doyoung. - ¡Yo se lo que quieres! - los dos chicos lo miraron expectantes. - Quieres estar con Chenle.
- ¡¿Qué?! - gritó Taeyong enfadado y confundido, mientras que Doyoung mantenía una sonrisa. - ¿Es verdad?
- Bueno... Si... - bajó la mirada.
- Oh no, eso si que no, me rehúso a aceptar esto. - se levantó. - Eres muy pequeño para una relación, Jisung.
- ¡Tengo quince! - reprochó. - No soy pequeño. - se levantó igual. - Sé muchas cosas más que tú. - Taeyong lo miró ofendido y Doyoung se mordía el labio tratando de no reír.
- Mocoso malcriado, ¡soy tu mayor!
- Aunque seas mi mayor, soy mejor que tú. - contestó cruzándose de brazos.
- ¡Por supuesto que no! Un niño de quince no es mejor que un chico de veintidós. - su lado orgulloso salió a flote.
- Soy el rey del baile. - alzó los hombros en sinónimo de victoria y salió de la habitación.
- Oh, éste niño malagradecido. - reprochó ofendido.
Doyoung sólo pudo reír.
- Es verdad, él es el rey del baile. - Taeyong lo miró mal y él solo se encogió de hombros para darse la vuelta y dormir.
'No me importa si hyung no quiere que esté con Chenle. Chenle será mío, quieran o no.' Pensó el menor con una sonrisa traviesa.
Ese niño era tan impredecible.
Y tan malditamente astuto.