CRISTIÁN
—Bueno…— Dijo la ginecóloga Audrey Cannovio revisando los resultados de los exámenes que había dado el monitor— La señorita Bell tiene apenas seis semanas de embarazo, como el gráfico lo muestra los latidos de su corazón son muy perceptibles— Me muestra el examen y con sorpresa veo que es cierto.
—Déjame ver— Pide Ana y le enseño el documento, lo toma y sus ojos lo contemplan con fascinación, es como si estuviera viendo algo que jamás pensó que le pasaría y deseo que le sucediera hace mucho— Es asombroso— Sonríe y sus ojos se llenan de lágrimas.
—Muchas felicidades señor Donovan, será padre— Me felicita la doctora y la observo sin ninguna expresión en el rostro.
Seis semanas… Esas dos palabras se repetían una y otra vez en mi cabeza, el tiempo concuerda con la última vez que estuvimos juntos, eso quiere decir que es mío, niego con la cabeza y miro a Ana quien hablaba sonriente con Audrey mientras se limpiaba las lágrimas, esto aún no lo dice todo, tengo que esperar a que ese niño nazca para hacerle una prueba de ADN, hasta que no tenga el resultado positivo de ese examen me resistiré a la idea de que seré padre del bebé que espera, aún así no la voy a dejar sola, me encargaré de sus cuidados, los hijos de los Alphas crecen más rápido que los niños hijos de lobos normales, no tendré que esperar mucho tiempo y me preocupare de que nada le pase, pues si ese bebé es mío, voy a aceptarlo y amarlo como tal.
—Cristián— La voz de Ana me trae de vuelta a la realidad— ¿Qué pasa? ¿No te agrada esta noticia? Vamos a ser padres— Se ríe diciéndome lo obvio.
—Vístete y salgamos de aquí, te estaré esperando a fuera— Le ordené con indiferencia ya que llevaba puesto un camisón de hospital— Doctora Cannovio, gracias— Me dirigí a ella dedicándole una sonrisa cordial y salí de su consultorio cerrando a mis espaldas.
Después de haber tenido esa intensa conversación con James salimos de la manada y la traje al hospital de la ciudad, en el camino estuve pensando en todo lo que habíamos hablado, le creo a mi amigo y no puedo confiar en Ana, sin embargo no puedo ser obvio y demostrarle mis dudas abiertamente, se que esconde algo y lo voy a averiguar pero para eso necesito tiempo y tenerla cerca de mi bastará, no sonara bien pero creo que deberé aprovecharme de los sentimientos que tiene hacia mi para que se confíe y me demuestre lo que a escondido hace tanto tiempo. Por otro lado, esta noticia acerca de su embarazo complica mi panorama, honestamente no me hace feliz, no es por el bebé, es por ella, jamás me imaginé a Ana siendo la madre de mi futuro hijo, hace un par de días llegue a pensar que podía ser Mía y me sentía aliviado pero ahora no se que pensar, todo es tan difícil.
»Mía…«
Su rostro de muñeca, sus ojos verdes, aquellos que con el sol se mezclaban con algo de azul, sus deliciosos labios, esas sonrisas cálidas que siempre le brindaba al mundo a pesar de lo triste o rota que se pudiera encontrar, su melodiosa voz que me traía paz, su cuerpo único y con ciertas imperfecciones que para mi lo hacían irresistiblemente perfecto, todo y cada minúsculo detalle lo tenía grabado en mi memoria, y en mi corazón, no me Iba a cansar de repetirlo, la amaba, la amo y la seguiré amando hasta mi último respiro, desde que la vi por primera vez sabía que sería ella pero como el imbécil impulsivo que soy siempre lo terminaba arruinando todo. ¡Dios! Como la extrañaba, necesitaba verla y ya no podría resistirlo más, a pesar de que este molesta conmigo, iré a visitarla esta noche.
—Cristián— La voz de Ana vuelve a sacarme de mis pensamientos y me giro a verla— Ya estoy lista, podemos irnos…
MÍA
—Se que es inesperado pero son las únicas personas en las que confío— Me limitó a decir— No podría dejar a nadie más en aquellos puestos que a ustedes, por favor no rechacen mi propuesta— Agregue mirándolos fijamente.
—Quiero aceptar— Dice Isabel— Creo que podré hacerlo, además sería una forma de honrar la memoria de mi más grande amiga— Me sonríe con ternura— Y por ti haría lo que fuese cariño, te vi crecer, eres como una hija para mi— Agrega y le correspondo la sonrisa.
—No tengo problemas con que Isabel acepte, se que lo hará bien y podrá ocupar el tiempo que le sobra en algo realmente productivo he interesante— Debate Héctor— Aún así Mía, sobre el cargo que quieras darme, no se si lo haré bien, tu padre era arquitecto, se manejaba en el mundo empresarial y administrativo, su fuerte también solían ser finanzas, creo que no lo podría hacer bien, soy pediatra cielo, mi oficio no tiene nada que ver con lo empresarial— Argumenta y suspiro.
—Puedes tener razón pero tienes experiencia, algunas veces ibas a visitar a mi padre a la empresa, sabes como es su manejo interno, además allí ahí varias personas que pueden ayudarte— Debato— Si pudiera le dejaría ese puesto a Jayden pero tenemos la misma edad, así que la única opción que me queda eres tú Héctor— Ellos a diferencia de mis padres no les molestaba que los tratara de “Tu”, así que se me hacia más fácil hablarles, aunque el respeto era algo que siempre mantenía con Isabel y Héctor— Por favor, no rechaces mi oferta, no tengo a nadie más y solo sería temporal, cuando este preparada volveré y tomaré mi lugar— Le hago saber.
—¿Volverás? Suenas a que te irás de Gregor Bremen y regresaras años más tarde— Interviene Isabel y la miro.
—Eso es justamente lo que pienso hacer— Reveló— En este momento no me hace bien estar aquí, así que en cuanto deje todo preparado me iré del país.
—¿Qué?— Pregunta y habla Jayden por primera vez en toda la conversación— ¿Cómo que te irás del país? Jamás me habías hablado de ello— Repone mirándome ceñudo.
—Lo iba a hacer en su momento— Le respondo con total tranquilidad y vuelvo a mirar a Héctor— Tengo que prepararme, tener un título con el que pueda hacerme cargo de la empresa de mi padre— Aunque no tuviera en mis planes estudiar arquitectura ya que eso jamás me gusto— Sanar emocional y mentalmente para así poder volver con tranquilidad a este pueblo, necesito hacerlo y no podré si me dices que no Héctor, por favor, acepta mi propuesta— Insisto y su rostro se llena de pesar.
Luego de salir de la alcaldía fui a la ciudad, tenía que entrar a Bremen’s Corp. Hacer notar mi presencia y tomar mis decisiones, reuní a la junta directiva y comenzamos a hablar del futuro de la empresa, obviamente no podía asumir mi cargo hasta cumplir dieciocho años, ellos sabían que me había casado gracias a mi padre así que me propusieron traer a mi esposo para que tomara el puesto, me rehusé totalmente y les hice saber de mi divorcio el cual llevaría acabo pronto, les recordé quien era la dueña de la empresa y les deje claro que no era una niña a la que podían pisotear por su inexperiencia ni una mujer estúpida o inútil que no supiera hacer bien su trabajo, cuando los tuve bajo mi control les dije que tenía un reemplazante mientras me preparaba para tomar mi puesto y fue entonces cuando les revele el nombre de Héctor, sin negarse a nada y a la fuerza aceptaron, me complací al instante, no estaba para perder el tiempo y no tenía ánimos de hacerlo, mucho menos con ellos, luego volví a la manada y ordene las cosas de mis padres en unas cajas, las cuales guarde en el ático, básicamente ropa y joyas, algunas cosas las donaría a un centro de caridad para la gente más necesitada y las joyas, solo las que no tenían un significado especial, las vendería y donaría el dinero a instituciones benéficas pues yo no necesitaba nada de eso, lo tenía todo, ¿Qué más podría pedir? Después de terminar en mi casa vine a la de Jayden para cenar con sus padres y el, y así hablar sobre el tema de los reemplazos, ya era de noche, aunque no tenía idea de la hora y no me importaba, creo que había perdido toda noción del tiempo.
—Esta bien Mía, aceptó tu propuesta, me haré cargo de tu empresa hasta que vuelvas y tomes tu lugar— Aseguró Héctor y sonreí— Será una forma de retribuirle todo lo que hizo en su momento por mi a Arthur, pero sobre todo por ti, al igual que mi esposa, te vi crecer y te consideró una hija— Me devuelve la sonrisa.
—Gracias, en serio, aprecio mucho lo que están haciendo por mi y créanme, no voy a olvidarlo…
***
Cuando terminamos la cena consulte la hora, eran más de las diez de la noche, no había nadie rondando las calles del pueblo, hacia frío y Jayden se ofreció a acompañarme hasta mi casa, no quedaba demasiado lejos pero fue un gesto agradable, al abandonar su hogar los primeros cinco minutos de una lenta caminata se basaron en un pleno silencio, bueno, al menos para mi porque el se veía bastante contrariado, era como ver una mezcla de sentimientos tan distintos en sus ojos: ira, decepción, temor, nervios, tristeza, dolor, cariño, Jayden siempre fue un chico al que se le podía leer fácilmente, como un libro abierto, al menos yo lo sentía así, era tan confuso, hasta llegó a desesperarme así que no aguante más y la que rompió el silencio fui yo.
— ¿Qué rayos pasa?— Me detengo casi a medio camino y se gira a verme— ¿Por qué estas así? Te conozco demasiado bien, tienes una cara de culo insoportable— Niego con la cabeza— ¿Es por lo que dije en tu casa sobre que me iría? Si fue así y te enojaste porque no te lo dije es…— Me interrumpió.
— ¡No es eso!— Grita sobre saltándome— Bueno, si, una pequeña parte, pero también ahí otras cosas más.
— ¿Ah, si? ¿Cómo que?— Cruzó los brazos sobre mi pecho— ¿Quieres desahogarte? Porque si es así, sería ideal que empezáramos por nuestra discusión ¿No?
— Okey, si— Suspira— Escucha Mía, lo siento, se que no debí hablarte de esa forma, mucho menos ahora que estas pasando por un dolor tan grande como el perder a tus padres— Comienza a explicarse— Pero no fue intencional, explote, cuando me dijiste que habías dejado entrar al imbécil de Cristián a tu corazón me llene de rabia y de celos, no podía creer lo que estaba escuchando, me cegué completamente por celos y…— Lo interrumpí.
— Espera… ¿Dijiste celos?— Alzó una ceja y se sonroja— ¿Sientes celos de mis sentimientos hacia Cristián, Jayden?— Pregunta y naturalmente volvimos a caminar.
— Si, tuve celos, aún los tengo, es normal ¿No? Fue repentino, yo jamás creí que tu podrías sentir algo por una de esas bestias— Me desvía la mirada y mete las manos dentro de sus bolsillos, negué otra vez con la cabeza, no sabía cómo interpretar eso así que solo decidí dejarlo como celos de amigo y un dolor decepcionante por mis decisiones— Y ahora cuando dijiste que te irías no supe que hacer, me llene de temor, acabo de recuperarte Mía y no creo soportar perderte otra vez— Agrega y me mira, sus ojos están llenos de lágrimas— Soy un imbécil, lo siento.
— Oh, Jayden…— Suspiro, pronto nos encontramos fuera de mi casa— Tu jamás me has perdido— Nos acercamos a la puerta de entrada, saque la llave de uno de los bolsillos de mi chaqueta y la abrí— Y no lo harás esta vez— Guarde las llaves otra vez en mi bolsillo y lo encare, Jayden siempre a sido más alto que yo— Eres como un hermano para mi, una de las personas más importantes que tengo en mi vida y…— Me interrumpe y siento un escalofrío.
No se porque pero tengo la rara y molesta sensación de que alguien nos está vigilando, y se que es reciente porque comenzó solo ahora, fruncí el ceño y trate de no prestarle atención a eso, quizás sean delirios míos por todo lo que he pasado últimamente.
— Mía eso es lo que tu no entiendes— Dice este y lo miro sin entender— Eso que dices es otro de mis problemas.
— ¿Qué? ¿Por qué? No dije nada malo— De verdad no lo comprendía.
— Cuando Cristián me disparo y creí que iba a morir yo te dije unas palabras, creo que fueron las últimas palabras que dije antes de perder el conocimiento— Dice y mi mente comienza a traer las imágenes de aquel día a mi memoria— Intenta recordar ¿Si?
»Huye… Te amo Mía, por favor, huye«
Te amo Mía, aquellas palabras hacen eco en mi cabeza, Jayden me había dicho que me amaba y no le preste atención, en ese momento no podía pensar en nada, estaba tan mal, en mi mente mi único objetivo era destruir a Cristián y nada más, resoplo y lo vuelvo a ver.
— Dijiste que me amabas— Digo aquellas palabras de forma ausente, como si fueran un conjuro maligno que no se debería decir en voz alta— Supongo que lo dijiste porque me amas como un amigo ¿No?— Mi cerebro me estaba obligando a creer en eso aunque mi corazón sabía perfectamente que se refería a otra cosa pero no lo quería admitir, tenía tanto miedo de hacerlo.
— No— Dice la palabra que no quería escuchar— Mía yo jamás te he visto como una amiga o una hermana— Suspira y se acerca a mi, cortando toda la distancia que había entre nosotros— Estas tan ciega por ese tipo que ni siquiera te diste cuenta del verdadero significado de aquellas palabras, antes sabía que era porque nunca te lo había dicho y siempre respete los límites de la amistad pero ahora se que es por el idiota de Cristián— Toma mi rostro entre sus manos y me hace mirarlo fijamente a los ojos— Mía, yo he estado enamorado de ti desde el primer día en que te vi— Me besa, sorpresivamente me besa.
No pensé que lo haría, me costo reaccionar, lleve mis manos a sus brazos para intentar separarlo de mi pero no funcionó, ni siquiera le correspondí pero el continuo moviendo sus labios sobre los míos, era un hombre, por ende, mucho más fuerte que yo, así que sin problemas empujó mi cuerpo hacia el frente, sin despegar su boca de la mía y nos hizo entrar a mi casa, trate de golpearlo cuando sentí como cerro la puerta con el pie, esto se salió totalmente de control…
°°°
Hola:
Esto se salió de madre, de puta madre...Xd irónicamente esa canción sonó en mi lista de reproducciones cuando escribí la última parte del capítulo entre Jayden y Mía, ¿Que opinan ustedes sobre esto? ¿Sera Cristián quien los estaba vigilando o Vincent? Cualquiera de los dos cuando pierde el control da miedo😅 ¿Que creen que pasará ahora? Espero que les guste el capítulo de hoy😉 Nos leemos en el siguiente, un beso😘 los amo😍 bye✌
Pd1: Arriba les dejo un regalito de nuestro Cristián (Tom Ellis) Espero que les guste tanto como a mi🤤😉😈🔥... 👀👀
Pd2: Quería decirles que inscribí a Alpha Rey en los Wattys 2020, no se como me ira, realmente dudo mucho que gane pero tenía que intentarlo, esta novela es una de las primeras que hice y quería darle algo más de reconocimiento, así que las cartas están hechadas, deseenle toda la suerte del mundo a esta historia porfi!!!
Pd3: Esto es más un aviso, dejaré este capítulo libre y solo publicaré los capítulos que tengo listos en las otras novelas (como este que ya está preparado) para tomarme un par de días, SOLO UN PAR DE DÍAS, no será mucho tiempo, el porque es simplemente un problema personal, eh... Un familiar mío, alguien con quien crecí tuvo un accidente automovilístico muy grave, esta mal en el hospital, lleva más de tres semanas así y ahora lo declararon desahuciado, es decir que solo esta agonizando, esta persona esta conectada a un ventilador mecánico, tiene muerte cerebral y ayer en la noche nos llamaron avisando que lo habían desconectado por lo tanto ya dejó de existir, no me siento bien, la pérdida de un ser querido siempre agobia, más en esta situación en donde ni siquiera podemos ir a verlo por la pandemia y eso, cuando este lista volveré y me despido, eso sería todo, los amo y gracias por leer la novela😉
RubiaApasionada❤