Narra Paty
Me sorprendió mucho que Luis me mintiera, pero sorprendió mucho más, cuando la supervisora me informo que recogiera mis cosas, porque en la mañana me marcharía de este lugar.
Me alegre, pensé que Luis y yo por fin seriamos felices fuera.
Mientras pensaba en el futuro alegre de los dos, escuche un gran ruido en la noche, venia de la habitación de los chicos, pero no pude ir a ver de quien se trataba, la directora estaba parada justo en frente de mi habitación.
Toda esa noche pensé en Luis. Lo mucho que lo amo y de cuanto me he enamorado de él.
Sin él, no hubiera sido capaz de sobrevivir en este lugar tan horrible.
Cuando desperté en la mañana, la supervisora me dijo que debía recoger todo, ya que aquella familia había venido por mí.
—¿Luis, ya alisto su maleta? —Mencione mientras serraba la mía.
—Luis, no se ira —Sonríe cruelmente —Paty, no lo sabias. Luis pidió que te dejáramos ir en su lugar —Se burlaba y reía malvadamente mientras se aleja en dirección a la sala de espera
Solté mi maleta y entonces desee que el niño que fue golpeado en la noche no sea Luis.
Corrí por el corredor lo más rápido que pude. Hasta llegar a las habitaciones de castigo
— ¡Oye Luis, estas aquí! —Grite sin aliento.