—¿Qué paso doctor?. — pregunte ansioso.
—Bueno, la señorita esta fuera de todo peligro. Ha salido todo con total éxito.— era como si todo mi cuerpo, interiormente y exterior estuvieran sintiendo un aire caliente de felicidad.
—¿Puedo pasar a verla?
—Sí, solo que ella esta dormida, después de ese tipo de operaciones es normal que termine agotados.— asentí
—Pero, ¿puedo?.— asintió sonriendome.
Camine lo más rápido posible, quería verla, saber que estaba bien. Estaba fuera de todo peligro, todo había salido perfectamente, todo volvería a la normalidad. Llegando a la habitación, entre, abrí la puerta con absoluto silencio, y la cerré con las mismas.
Ella estaba ahí acostada, toda hermosa como siempre. Me acerco a la camilla. Tomo una de sus manos, estaba helada que por golpe de frialdad solté su mano como reflejo; me reí de mi acción. Volví a recoger su mano, es como si ella sintiera la mía pues al sentir el tacto se entrelazaron nuestras manos. Una sonrisa apareció en mi rostro.
—Te amo.— le susurré.
Me acerque a ella, le plante un beso en su frente. Hace unos momentos estaba muriendo de nervios, queriendo despertar de este horrible sueño pero ahora saber que ella esta bien es todo lo que me hace feliz.
Le empecé a sobar sus manos para calentarlas, estaban heladas no sabia si era bueno o malo, pero se las estaba calentando mientras les plantaba un beso de vez en cuando.
—Eres el amor de mi vida, Luna, no vuelvas a espantarme así.— acariciaba su mejilla.
—Quiero casarme contigo.— reía feliz.
Estaba dispuesto a proponérselo. Estaba mas que seguro, que era ella la chica perfecta y correcta que siempre había buscado. Desde que la conocí puso mi mundo de cabeza, era ella.
Nunca me detuve a pensar en el matrimonio, era una idea que no quería realizar nunca, era totalmente absurda ¿para que casarse si están seguros que se aman?, pues si, así eran mis pensamientos.
Ella llega y me hace cambiar de idea, quiero que todos sean testigos de mi amor hacia ella, y sobre todo Luna. Que sepa cuanto la amo y no me separare de ella pase lo que pase. Quiero pasar el resto de mi vida a su lado.
Y por ahí aún estamos chicos, pero realmente no me importa que piensen de mi ni de lo que digan, solo quiero estar junto a ella. Hasta que la muerte nos separe.
—Ire por un café y a comer algo, creeme, linda desde lo sucedido solo he tomado café. — reí. —Ya vengo. No te vayas.— reí inconscientemente. Le plante un beso en la mejilla antes de irme.
Me pare y fui hacia la puerta. Giro la manija, antes de retirarme, volteo a verla y una sonrisa de dibuja en mi rostro.
—¿Y?, ¿como esta todo?.— me preguntaron ansiosos mis amigos.
—Pues esta dormida, aún, seguramente despertara en un rato.— respondí de la manera mas atenta.
En fin, mis amigos pasaron a ver a mi Luna mientras yo me dirigía a mi casa, estaba pensando en descansar un poco, estaba realmente agotado y hasta ahora lo sentía.
Narrador omnisciente.
¿Nunca se han detenido a pensar en las consecuencias de las cosas?, Matteo ya había planeado mil cosas sólo que faltaba la parte más importante de todo. Ella.
¿Y si Luna no quería casarse con él?, ¿si se le había ido el amor?, muchas cosas pudieron haber pasado, cosa que Matteo no percato. El sabe que esta fuera de peligro, pero, ¿eso significa que todo volverá hacer como antes? No, claro que no.
Matteo había ido a comer algo, tras pensar bien todo, había decidido ir a su casa. Marcho hacía ella, sin antes despedirte de Luna.
—Mi amor, iré a casa para bañarme y toda la onda. No te vayas a ir, esperame ¿dale?— le sonrío. —Te amo, bonita y jamás me cansare de decírtelo.
Sin más que decir ni nada que agregar el se fue a su casa sin saber que sería la ultima vez que estaría con Luna, o al menos en un buen tiempo.
Matteo.
Mientras tomaba un baño, por ahí de las 23:04 de la noche, escuche como sonaba el teléfono de casa. Cerré la llave del agua, tome la toalla cubriendo mi cuerpo con ella. Salí de ahí, con puro Shampoo en mi cabeza, avanzando lo más rápido que podía.
Levanto el teléfono y contesto:
—¿Hola?— respondí ante aquella llamada
—¡Matteo!, soy Gaston.
—¿Qué paso hermano?
—Dieron a Luna de alta, se ha ido con sus padres recién.
—¡¿QUÉ?!
Por reacción corte cierta llamada, me había inquietado, ¿como la pudieron dar de alta tan pronto?, ¿ya había despertado?, ¿por qué nadie me aviso nada?
Regrese a la ducha para sacarme todo el jabón de encima y poder irme. Terminando de bañarme, reviso el teléfono y tenía tres llamadas pérdidas de Gaston.
Le devolví la llamada.
—¿Por qué me colgaste hace un rato?, ¿por qué no me atendías?, carajo, Matteo me asuste.
—Dale, ya ¿qué onda?, ¿Luna esta con sus padres? Voy para allá.
—No vas a poder.
—¿Eh?, ¿por qué?
—Ámbar y yo íbamos a ir pero nos dijeron que ahora Luna debía descansar, que fueramos mañana por la mañana.
—¡NO!, necesito verla ahora.
—Lo sé, pero así lo decidieron ellos.
—Ahg.
Colgué frustrado, ¡soy su novio! Tengo derecho a verla, no me lo podían prohibir pero cuanto mas quisiera sabía que me negarían paso.
Me aventé a la cama, tome una fotografía que estaba junto a mi cama, era de Luna. La mira detalladamente. Solo podía pensar en lo hermoso que sera volver a verla, verla sonreír, reír, abrazarla y saber que esta bien, que todo esto solo fue un mal trago pero ahora todo había mejorado.
Quería correr para abrazarla, besarla y poder oír su voz nuevamente. Mi Luna, mi bella y dulce Luna.
(...)
Me levante sobresaltado, mire el reloj: 11:47, mierda. Ya era tarde.
Me aliste para irme, minutos después ya estaba en el carro conduciendo hacía allá.
Un semáforo me dio rojo, rodé los ojos. En una esquina vi como un señor estaba vendiendo flores, sonreí. Me hice a un lado, me baje lo más rápido posible. Pedí un ramo de rosas rojas.
Subí al auto, las deje en el asiento del copiloto. Volví a partir hacia la casa de Luna. Sentía como me palpitaba mi corazón a mil por hora, de esas veces que sientes que se te va a salir el corazón.
Tenía nervios, felicidad, no sé, estaba hecho un lío.
En fin, llegue a la casa, estacione el carro y me baje. Camine hacia la puerta, toque el timbre.
Estaba por ver a Luna, no había pasado mucho tiempo pero sentí como si hubieran sido siglos, encima el estado en el que estaba me hacía sentir peor.
Abrió su papá, me dejo pasar después de saludarme.
—Ahora baja, esta terminando de alistarse.— menciono
—Gracias.— camine hacia la sala.
Mire a mis amigos ahí. Ámbar y Gaston.
—Con cuidado, hija.— oí que decía su mamá. Empezó a latir fuertemente mi corazón.
—Ya mamá, tampoco estoy invalida.— su voz fue como una dulce melodía que invadió en mi.
Vi como baja las escaleras, como su cabello ondulado se le atravesaba en su rostro con si mirada posada en las escaleras.
Sus pasos se volvieron lentos puesto que estaba bajando ya los últimos escalones. Levanto su vista y se detuvo. Ahí estaba ella, con un hermoso vestido floreado, mi hermosa y perfecta Luna.
–N/A.
Holi♥
Espero les guste este nuevo capítulo, estaré intentado actualizar lo más pronto posible.
Con mis amigas, las prp hace unos días publicamos varias cosas, estas son: •Un book cover.
•One-shot.
•Blog.
•Historia Aguslina.
Esta última es de mis amigas Grecia y Jo. Espero y pasen por ahí, no se arrepentirán, tenganlo por seguro.
Un beso enorme♥
–ғaтy.