Fantasías Eróticas

By UKnowLis

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Quisieron llevar a la realidad sus más oscuros deseos; pero... todo se les fue de las manos. ¿Qué sucede cua... More

1. Buenas intenciones.
2. Esperando la cena
3. Deliciosa negociación
4. Encuentro forzado
5. Lanzando el anzuelo
6. ¿Piscina nudista?
7. Inocencia perdida
8. Tu corazón es solo mio.
9. Amantes
10 ¿Descubiertos?
11. Consecuencias
12 Arrepentimientos
13 ¿Una nueva vida?
14. ¿Quieres ser mi amante?
15. Sí, acepto
16. Solo para mí
17. ¿Ella sigue aquí?
18. Quédate conmigo
19. Quiero ser tu prioridad
20. Te odio, ¿lo sabes?
21. ¿Ya no me deseas?
22. Ya me perdiste
23. Dime que me amas
24. Malas nuevas
25. Latidos
26. Manipulación
27. Acorralado
28. ¿En la calle?
29. Malditos celos
31. Esperanza disipada
32. Matrimonio disuelto
33. Desesperada
34. Tan solo un error
35. Quitando obstáculos
36. Cayendo otra vez
37. Cambio de juego
38. De mujer a mujer
39. ¿Oportunidad o venganza?
40. Amor a primera vista
41. ¿Dulce venganza?
42. Separación definitiva
43. ¿Nuevo amor?
44. ¿Podemos hablar?
45. ¿Por qué viniste ahora?
46. Eres mi todo
47. ¿Tú de nuevo?
48. El intercambio
49. Decidido a todo
50. El rescate
Capítulo Final

30. ¿Secuestrada?

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By UKnowLis

A las tres de la mañana despertó Jayden. Miró a su alrededor, por un instante no reconoció la habitación en la que se encontraba, pero cuando lo hizo, rompió en un llanto tan desesperado, que su hermana en la habitación contigua, despertó.

─¡Jayden! ─Yura llegó a su lado para consolarla─. Todo está bien, todo está bien...

─¡No Yura! ─sollozaba Jayden abrazada a su hermana─. ¡No está bien!

─Jayden... tienes que poner de tu parte, no puedes seguir así.

─¡No puedo...! ¡No puedo...! ¡Lo necesito a mi lado!

Lloró media hora más antes de quedarse dormida. Yura permaneció un rato con ella, hasta cerciorarse que efectivamente, se había calmado. Cuando salió, lo hizo en puntillas para no hacer ningún ruido. Después se fue a la cocina y se preparó un té. Esos episodios en los que su hermana rompía en llanto le estaban dejando los nervios de punta. Dos semanas habían pasado desde que el desgraciado ese la dejara en la calle y ella no daba muestras de estar superando la ruptura. Estaba considerando buscar ayuda profesional, quizás el ser huérfana la hacía mucho más vulnerable que otras personas. Ella sabía lo que era sufrir por desamor, pero lo de Jayden iba mucho más allá.

Cuando Jayden despertó al día siguiente, se recostó al respaldar de la cama, pensativa. Un mes había pasado desde que Yunho le cortara definitivamente y dos semanas desde la última vez que le viera. Sus ojos se nublaron, al tiempo que movía la cabeza de un lado a otro.

─¡No...! ¡No...! ¡No...! ─repetía aquello de un modo casi compulsivo.

Yura tocó a su puerta, tenía que irse para el trabajo, pero quería cerciorarse de que comiera.

─Jayden, baja a comer, el desayuno está listo, hice wafles... tus favoritos.

─Voy enseguida ─dijo secándose las lágrimas.

Se metió al baño y lavó la cara, realmente lucía mal con los ojos hinchados y el rostro enrojecido. Se dio una ducha rápida y se mudó de ropa, unos pantaloncitos cortos y un suéter de tiritas. Cuando su hermana la vio, no pudo evitar fijarse en su pancita, ya se le iba notando el embarazo.

─Aún no puedo creer que te hayas embarazado ─le dijo resentida.

Jayden comía los wafles bañados en sirope.

─Tenía sexo casi a diario, tarde o temprano tenía que pasar.

El rostro de Yura enrojeció, le molestaba que su hermana le hablara con tanto descaro.

─No quería detalles, pero ya que lo mencionas, existen los anticonceptivos. Tu misma me dijiste que te estabas cuidando, que no querías ser madre tan joven. ¿Entonces qué pasó? ¿Fue un accidente? Porque si fue un accidente, quizás estés a tiempo para abortar o si es tarde, bien puedes darlo en adopción o dejarle la tutela a su padre. Tu eres joven, debes terminar tus estudios, vivir tu vida... en lugar de estar cambiando pañales.

Jayden golpeó la mesa con tanta fuerza que derramó el café de su hermana.

─¡Mi hijo es cosa mía! ─le gritó furiosa─. Y si tanto te molesta la idea de ser tía, entonces quizás deba irme de esta maldita casa.

─Jayden... no, claro que no me molesta ser tía. Es solo que estoy preocupada por ti, por tu futuro.

─Entonces no debiste ponerte de acuerdo con Yunho, para que me botara. Tú también tienes la culpa, Yura, porque si no hubieras ido a buscarme, él jamás me habría abandonado a mi suerte.

Jayden dejó los wafles a medio terminar y volvió a encerrarse en su habitación.

─¡Lo siento! ─Yura se disculpó desde afuera de la puerta.

─¡Vete al demonio! ─Jayden lloraba entre dolida y enojada.

Ese bebé era lo único que le quedaba de Yunho, por él se alimentaba aunque lo que menos se le apetecía era comer. No soportaba la idea de no estar más con él, su vida giraba en torno suyo y ahora que no estaba a su lado no sabía qué hacer, cómo continuar, como vivir su embarazo sola. Porque el dinero que había prometido enviarle, no llenaba el vacío que sentía en su corazón.

Yura la escuchaba llorar desde afuera, sintiéndose impotente y culpable al mismo tiempo. Porque tenía la certeza que de no haber estado tan ausente, Jayden no habría caído en aquella relación tan desfavorable. Ser la amante de un hombre casado, solo traía soledad y desengaños, ella lo sabía por experiencia propia. Lo que más le preocupaba era su embarazo, lo mejor que podía pasarle era perder ese niño para poder continuar con su vida, estaba convencida de ello. Ella conocía un médico que practicaba abortos en embarazos avanzados, por una buena suma de dinero. 

Esa misma semana, Jayden tenía su segunda cita con el médico y esta vez podría ver al bebé, por lo que se hallaba muy emocionada. Aunque, no solo era emoción, también sentía una profunda tristeza, por no poder compartir esa experiencia tan importante con Yunho. Se hallaba acostada boca arriba, sobre la mesa de exploración, el médico le aplicó un gel conductor transparente a base de agua en la zona del vientre y la pelvis. Luego pasó una sonda manual sobre la zona para crear una imagen en el ecógrafo, se sentía muy nerviosa, todo su cuerpo temblaba de la emoción.

Entones lo vio, ese pequeño ser destinado a cambiar su mundo.

Su rostro se iluminó con una sonrisa, aunque se había embarazado por motivos egoístas, algo que no podía comprender le hacía amar a ese pequeño desconocido.

Cuando Yura llegó a casa por la tarde, le mostró la ecografía, apenas podía contener su emoción.

─¡Mira Yura! ─le dijo ilusionada─, ¡mi bebé!

Su hermana apartó la imagen con brusquedad.

─Eso no es un bebé, sino un feto ─exclamó en tono despectivo, para luego irse de largo hacia a su habitación. Mientras más lo pensaba, más convencida estaba de la necesidad de interrumpir ese embarazo. Su hermana no merecía quedar ligada a ese tipo para siempre.

Jayden permaneció algunos minutos observando la ecografía de su hijo, le dolía no poder compartir su emoción con nadie.

BoA se quedó atónita cuando escuchó a su suegra decirle, que solo lo dejara pasar.

─La infidelidad es parte de la naturaleza del hombre ─continuó mientras bebía de su té─. Si tú crees que divorciándote de mi hijo, encontrarás un hombre que te sea fiel, estás muy equivocada. Lo único que encontrarás será uno más discreto.

No podía creer que aquellas palabras estuviesen saliendo de boca de su suegra. 

─¿Me está hablando en serio?

─Por supuesto que hablo en serio. Así que mejor olvida esa tonta idea del divorcio, sea lo que sea que haya tenido Yunho con esa otra mujer, seguro no pasa de una aventura. La esposa eres tú y veré que te de tu lugar.

─Lo siento ─dijo BoA con firmeza─, pero no puedo regresar con su hijo. Para que un matrimonio funciones debe haber confianza y...

La mujer sonrió con aire de suficiencia.

─Para que un matrimonio funcione ─le interrumpió─, la mujer debe hacerse de la vista gorda.

─¿De la vista gorda? ─BoA seguía sorprendiéndose─. ¿Es lo que me está sugiriendo? ¿Qué me haga de la vista gorda, mientras su hijo se divierte con otras mujeres?

─Si lo amas, sí ─dijo con convicción─. Deberías. Además, conozco a mi hijo, tampoco es que sea un mujeriego. Durante años solo tuvo ojos para ti, no puedes culparlo por querer un poco de variedad después de más de diez años de relación.

¿Variedad? Pensó BoA enojada con su suegra, sobre todo, porque estaba segura que de haber sido ella la infiel, la estaría quemando en una hoguera

─Lo siento, pero no estoy de acuerdo con usted.

─Estés de acuerdo o no, esa es la realidad. A los hombres les gusta la variedad, es algo contra lo que no podemos luchar. Entonces, es mejor ignorarlo y seguir siendo buenas esposas. Mientras más pronto lo aceptes, mejor para ti.

─Quizás usted piensa así, porque no está en mis zapatos.

─Pienso así precisamente porque lo he vivido y no solo una vez, sino varias veces a lo largo de mi matrimonio. Y lo que aprendí de todo esto, es que mientras mi esposo me de mi lugar de señora, no tengo ningún problema en aceptar sus aventurillas. Porque a la larga eso son, BoA, simples aventuras.

BoA salió muy decepcionada de casa de su suegra. Ella siempre había creído que los padres de Yunho tenían un matrimonio ejemplar, pero su suegro al parecer, era peor que el hijo.

Yunho intentaba concentrarse en su trabajo, tenía docenas de documentos que leer, pero no dejaba de pensar en su mujer. Desde la escena del bar ella se había vuelto más distante e incluso le amenazó con demandarlo por acoso si volvía a buscarla. No sabía qué demonios hacer para recuperarla, para detener el proceso de divorcio, ya se habían presentado a la primera audiencia y tenían fecha para la audiencia a juicio, donde probablemente el juez declararía el divorcio. Dejó los papeles en su escritorio, tomó su saco y salió de su oficina.

No podía quedarse con los brazos cruzados.

─Cancela todos mis compromisos en lo que resta de la semana ─le dijo a su secretaria.

Condujo su auto hacia el edificio donde trabajaba BoA, se estacionó en frente y esperó alrededor de quince minutos, que ella saliera a almorzar. Estaba con dos de sus compañeras, pero aun así bajó del auto decidido a cometer una locura. No tenía nada que perder.

Cuando BoA advirtió su presencia se detuvo de inmediato.

─Las alcanzo en un momento ─le dijo a sus compañeras, luego se dirigió a Yunho─. Lo que tengas que decir, díselo a mi abogado, no tengo nada que hablar contigo.

Sin decir una palabra, Yunho la tomó de una mano y la arrastró hacia su auto.

─¿Qué demonios crees que haces? ─Ella intentaba resistirse, pero sin llamar demasiado la atención. No quería un escándalo en su sitio de trabajo─. ¡Suéltame o llamaré a seguridad!

Él ignoró sus amenazas y la obligó a entrar a su auto, le abrochó el cinturón y cerró la puerta. BoA intentó salir de inmediato, pero la puerta no respondía desde adentro.

─Pierdes tú tiempo ─le dijo Yunho, ya en el asiento del conductor─. Todas las puertas y ventanas están bloqueadas.

─¿Qué? ─BoA cerró los ojos y exhaló un poco de aire─. ¡Yunho, abre esa puerta o empezaré a gritar!

─Igual nadie va a escucharte ─dijo saliendo rápidamente del estacionamiento, para encaminarse por la vía principal─. Así que mejor disfruta del viaje.

BoA observó el tráfico, era bastante fluido.

─Llamaré a mi abogado ─amenazó sacando su móvil del bolso─. Le diré que me has secuestrado.

─Lo siento ─agregó él, arrebatándole el teléfono.

─¿Qué haces? ─ella intentó recuperarlo

─No lo vas a necesitar a donde vamos.

─Devuélvemelo ─exigió, al tiempo que forcejeaba con él.

─¡Quédate quieta o vas a provocar un accidente!

─¡Dame mi teléfono!

─Ya te lo dije, no vas a necesitarlo ─dijo metiéndoselo en el bolsillo del pantalón.

─¡No puedo creer que estés haciendo esto!

─Soy un hombre desesperado.

─Pero esto no te va a servir de nada.

─Eso ya lo veremos.

─¡De verdad te has vuelto loco!

─Loco, desesperado... como quieras llamarlo.

─Has perdido la razón ─dijo ella cruzándose de brazos de manera desafiante─. Cuando salga de todo esto, voy a poner la denuncia por secuestro. Porque esto que estás haciendo es un secuestro, me estás llevando en contra de mi voluntad y como abogado sabes que es un delito grave. Y todo por nada, porque ya no hay vuelta atrás, voy a divorciarme y seguir con mi vida. Algún día encontraré un hombre que no necesite variedad en su vida.

─BoA... ya te dije que fue un error.

─Dos errores, Yunho, fueron dos veces con la misma mujer.

─Está bien, fueron dos errores, pero no habrá una tercera vez, lo prometo.

─Claro que no habrá una tercera ─aseguró ella, refiriéndose al divorcio.

─No puedo creer que quieras terminar las cosas con tanta facilidad ─se molestó él─. Empiezo a preguntarme si de verdad me quisiste.

─¿Cómo es posible que digas eso? ─BoA se enfureció─. La única que tiene derecho a hacerse esa pregunta aquí soy yo. Primero por tu fantasía de tener dos mujeres, segundo porque te enloqueciste totalmente por la estúpida esa, mientras que a mí me ignorabas. ¿Y aun así tienes el descaro de cuestionarte si de verdad te quise o no? ¿Qué se supone que debo hacer? ¿Aguantar tu infidelidad callada para demostrarte que te amo? ¿O hacerme de la vista gorda como ha hecho tu mamá todos estos años?

Él la miró sorprendido, conocía bien las infidelidades de su padre, pero era un tema que jamás le había mencionado a su mujer.

─¿Qué tiene que ver mi madre en todo esto?

─Ese fue el consejo que me dio, que me haga de la vista gorda, como hace ella con las infidelidades de tu papá.

─¿Ella te contó eso?  

BoA asintió.

─Y eso me hizo preguntarme si ese es el modelo de matrimonio que pensabas tener conmigo.

─No es lo que te estoy pidiendo ─dijo muy serio─, te estoy prometiendo serte fiel.

─¡Cómo si tus promesas valieran algo!

─¡Maldita sea! ─Yunho golpeó el volante con frustración─. Solo una oportunidad, solo eso te estoy pidiendo.

─No es solo una oportunidad, es poner mis sentimientos, mi corazón, todo lo que soy en manos de alguien que ya me lastimó. ¿Crees que eso es fácil? ¿Qué no me duele este divorcio? Me duele Yunho, me duele y precisamente esa es la razón para no darte otra oportunidad. Estoy segura que jamás podré reponerme de un tercer golpe.

─No habrá un tercer golpe, lo prometo.

─Nunca escuchas.

─BoA... ¿no ves que no puedo estar sin ti?

─Siempre se trata de ti ─ella lloraba─, de lo que tú quieres.

─Por favor no llores, no me gusta verte así.

─¿Y cómo quieres que esté si no me dejas en paz? Ya estoy cansada de lo mismo, encontrarme contigo ya es como un deja vú. Deberías asumir las consecuencias de tus errores como el hombre que eres, en lugar de estar lloriqueando por otra oportunidad, aunque sabes que no la mereces.

Yunho cerró los ojos por unos segundos, sabía que ella tenía razón, pero no podía dejarla ir. Hundió el pie en el acelerador y se encaminó por la salida de la autopista, había alquilado una casa cerca de la playa, pero para llegar a ella aún quedaban varias horas de camino.

─Esta será la última vez que te busque, lo prometo.

BoA lo miró incrédula, pero notó que parpadeaba intentando detener las lágrimas.

Quizás esta vez la dejaría en paz.

No supo en qué momento se durmió, pero cuando despertó estaba en una estación de gasolina, Yunho conversaba con el tipo de la estación. Cuando notó que había despertado abrió la puerta y le entregó un emparedado.

─Imagino que tienes hambre.

Ella estuvo a punto de rechazarlo, pero sí, tenía hambre.

─Gracias ─dijo tomando el emparedado.

Él acarició su mejilla con el dorso de su mano.

─Nunca podré perdonarme el perderte.

Ella apartó su mano con brusquedad.

─Necesito ir al baño ─le dijo bajando del auto.

─En la estación hay uno, vamos, te acompaño.

─Puedo ir sola.

─Lo siento, pero no puedo dejar que vayas sola.

Ella sonrió con incredulidad.

─En realidad esto es un secuestro.

─No exageres, eres mi mujer.

─Soy tu esposa porque así lo determina un papel, pero tu mujer dejé de serlo hace tiempo. Creo que esa frase sería más apropiada usarla con Jayden, ella es quien estaba cumpliendo ese papel.

─No quiero hablar de ella.

─Por que no te conviene.

BoA aceleró el paso, realmente le urgía ir al baño. Yunho se mantuvo afuera, esperándola. Cuando ella salió, se notaba un poco pálida.

─¿Te sucede algo?

─No es nada, solo necesito comer.

─Vamos al auto, para que te comas el emparedado.

BoA volvió a sentarse en el asiento del pasajero y se devoró el emparedado en poco minutos, cuando terminó Yunho le pasó una gaseosa, pero ella la rechazó.

─Preferiría una botella con agua.

Él abrió la lata de gaseosa y se bebió la mitad.

─Regreso enseguida ─dijo yendo a comprársela.

Apenas se alejó, BoA intentó salir por la puerta del conductor pero también estaba bloqueada. Volvió a su asiento, resignada, Yunho no era ningún tonto.

Probablemente, tenía todo muy bien planificado.

Jayden tomó el celular de su hermana sin que ella se diera cuenta, sabía que se contactaba con Yunho, por lo que se le ocurrió llamarle desde su celular. Marcó su móvil, su corazón parecía que iba a salírsele, entonces escuchó su voz al otro lado de la línea.

─Qué tal Yura, ¿sucede algo?

Cerró los ojos emocionada.

─Soy yo, Jayden ─dijo con algo de temor─, por favor no me cuelgues. 



CONTINUARÁ

Hola de nuevo, estoy de regreso.

He estado leyendo sus comentarios, y debo confesar que la historia ha cambiado en mi cabeza. ¿cómo creen que debería terminará este triangulo? La mayoría que dice que Yunho debe quedar solo, BoA feliz con otro hombre y Jayden... con un mal final. 

Con excepción de algunas que han expresado su apoyo a Jayden. 

Intentaré volver a publicar esta misma semana, ya que el miércoles salgo libre por unos días del trabajo.

  

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