Percy p.o.v
— ¿Qué hiciste qué? — Preguntó/Gritó Piper a Jason.
— Perdón, ¿Ok? — Contestó Jason por milésima vez — Es sólo que entré en pánico.
— ¿Cómo pudiste decir eso?
— Piper, ¿Cuántas veces tendré que decir "Lo siento"?
— ¿Ves a Annabeth por aquí? — Preguntó Piper
Jason negó con la cabeza.
— Bien, cuando este aquí de nuevo y veas su mano entrelazada con la de Percy... En ese momento podrás parar de decir "Lo siento" — Contestó Piper con un tono molesto.
Mientras tanto yo me encontraba ahí sin decir una palabra, incluso podría decir que la escena me parecía un tanto graciosa incluso casi suelto una carcajada. Casi.
— Piper, ¿No crees que estas exagerando la situación? — Preguntó Jason un poco nervioso.
— ¿Exagerando? Jason, esto es muy grave... Si mi madre se entera de esto, puedo jurar que todos estaremos perdidos, en especial tú.
— ¡Lo hice para que no se arruinara la sorpresa! — Jason se giró hacia mí — Percy, en verdad no fue con mala intención, como dije, entré en pánico, Annabeth había descubierto lo de la cita y...
— Tranquilo Jason, Annabeth es muy inteligente, fui un tonto al tratar de ocultarle las cosas e involucrarlos a ustedes, sólo necesito encontrarla y aclarar este malentendido.
— La encontraremos Percy, necesitamos información, yo me comunicaré con ella — Dijo Piper saliendo de mi cabaña.
— Soy un tonto — Dije lanzándome a mi cama.
— Si te hace sentir mejor, yo fui quién hizo este desastre.
— No, no me hace sentir mejor.
— Lo siento bro, no soy muy bueno en estas cosas.
— Se nota — Dije suspirando.
Estaba bastante sorprendido, estaba por entrar en pánico pero aun sigo procesando el hecho de que Annabeth se fue, la he buscado por todo el campamento pero no hay rastro de ella, todo indica que dejó el campamento, mi primer pensamiento fue que estaba en el Olimpo, pero al parecer nunca llegó ahí.
— Te ves terrible.
— ¿Ah, sí? — Contesté distraídamente.
— Sí, se nota que estas bastante distraído, más de lo normal, es bastante extraño, incluso da un poco de miedo...
Jason seguía hablando pero no podía concentrarme en sus palabras, mi mente vagaba en cierta rubia que estaba en algún lado; imaginaba en como se siente en este momento, no podía dejar de pensar en lo peligroso que se haya ido sola, además que se fue molesta.
Si pierdo a Annabeth, pierdo una parte muy importante de mi vida.
— ¿Percy?
— Lo siento Jason, estoy un poco distraído.
— De eso estaba hablando, pero a pesar de todo luces muy tranquilo.
Asentí pensando en eso: "Tranquilo", para nada estaba tranquilo, pero si pierdo el control en este momento no podré pensar con claridad para encontrar a Annabeth y arreglar las cosas.
Después de unos minutos, entró Piper por la puerta, me levanté de golpe para saber que había encontrado.
— ¿Sabes en dónde esta?
En sus ojos podía notar que estaba igual de desesperada.
— Percy, yo...
— Piper, por favor...
— No, no he podido localizarla.
En este momento fue cuando no pude reprimir más mis emociones, estaba triste, furioso, preocupado... No podía creer que todo esto este pasando.
— Percy, tranquilo...
— Piper, ya ha pasado mucho tiempo y no sabemos nada de ella, algo pudo haberle pasado... Ya esta oscureciendo... — Mi voz se fue apagando poco a poco.
— Tranquilo, Jason y yo iremos con Quirón y le explicaremos la situación ¿De acuerdo? Solo relájate, no ayudará nada que te pongas nervioso, te necesitamos concentrado y así poder buscarla.
Asentí, Jason y Piper salieron.
Sentí que pasaron horas, no sabía que hacer, pero era cierto lo que me dijo Piper, necesitaba relajarme.
Necesitaba contarle a alguien lo que estaba pasando, así que sin dudarlo me comuniqué con mi mamá a través de un mensaje de Iris.
En la imagen se mostraba a mi madre en la cocina, tenía una taza de té en su mano y se veía realmente preocupada.
— ¿Mamá?
Ella se giró rápidamente al sonido de mi voz y vi alivio en su mirada.
— ¡Hijo! ¿Cómo estas, cariño? — Me dijo terminando de hacer el té.
— Muy preocupado, Annabeth...
— Pelearon.
Lo dijo más como una afirmación, no cabe duda que las madres lo saben todo.
— ¿Cómo lo sabes?
— Puedo observarlo por tu cara cariño, te ves realmente preocupado.
— No puedo evitarlo, no se en dónde esta, no se si ella esta bien...
— Ella esta en buenas manos cariño — Dijo mi mamá con una cálida sonrisa.
— ¿Sabes en dónde esta? — Pregunté.
— Sí, lo sé. Ahora debes descansar, tienes que dormir, te ves muy cansado y así no podrás actuar con claridad, Percy.
— Mamá, no puedo descansar, ¿En dónde esta Annabeth? Necesito hablar con ella.
— Percy, son más de las 11 de la noche, debes descansar cariño, mañana será un nuevo día y podrás hablar con Annabeth.
— Mamá...
— Hijo, Annabeth esta conmigo ¿De acuerdo? Ella esta muy alterada, los deberían descansar, cuidaré de ella.
Una parte de mi por fin pudo relajarse, sabía que Annabeth estaba con mi mamá, sabía que con ella estará muy bien.
— Muy bien, sólo por que es muy noche mamá, me siento más tranquilo sabiendo que ahora esta contigo — Dije — ¿Pero por qué no me lo dijiste desde un principio?
— Annabeth no quería que te lo dijera Percy, al menos no ahora, además , no me ha contado lo que pasó.
Me quedé en silencio procesando eso, Annabeth no quería hablar conmigo, no quería saber de mí o al menos así lo puedo interpretar.
Me despedí de mi mamá y traté de conciliar el sueño, mañana sería un nuevo día.
Lo primero que hice fue prepararme para ir a casa de mi mamá, me sentía bastante bien, muy feliz y con una gran confianza. Les dije a Jason y a Piper que iría a ver a Annabeth y que regresaría lo más rápido posible.
Al llegar, mi mamá abrió la puerta y me dijo que me daría espacio para que pudiera hablar con Annabeth tranquilamente:
— Se encuentra sentada en el sofá, cariño — Dijo sonriendo, después me abrazó, me dió un beso en la mejilla y se fue, tal parece que nunca dejaré de ser el pequeño de mi mamá.
En este instante estaba demasiado nervioso, a unos cuantos pasos se encontraba Annabeth, tal ves este muy molesta y eso sería muy complicado.
Entré y ahí se encontraba, tenía un libro en sus manos y se veía bastante concentrada.
— Listilla — Murmuré, no pude controlar mi emoción y atravesé toda la habitación para abrazarla.
Ella no correspondió mi abrazo y eso me dolió.
Estábamos frente a frente, su característico brillo en sus ojos grises cada vez que estaba conmigo, no existía.
— ¿Annabeth? — Dijé, sonó mas a una pregunta, no entendía su reacción, creí que al menos se alegraría de verme, que también quería arreglar las cosas.
— ¿Qué haces aquí? — Preguntó molesta.
— Necesitamos hablar, necesitamos arreglar las cosas Annabeth.
— ¿Crees que si hubiera querido aclarar las cosas me hubiera ido del campamento? Me fui por que no quería volver a tener una conversación contigo — Dijo fríamente.
— ¿Estas hablando en serio? — Pregunté incrédulo — Todo fue un malentendió Annabeth, tu lo sabes, ¡Por los dioses! Eres hija de Atenea, se supone que deberías tener un poco de inteligencia para saber que yo no tenía ninguna cita, que todo era para ti.
Creí que me había pasado un poco de la raya por decirle eso, pero ni se inmutó, solo ganaba mas y mas odio de su mirada.
— Al ser hija de Atenea me doy cuenta que estar contigo es una pérdida de tiempo, por eso me fui del campamento.
A esta altura ya no era dueño de mis palabras, era doloroso saber que piensa eso de mi, de nuestra relación, estaba molesto.
— ¿Irte del campamento? ¡Estas en la casa de mi mamá! Si no quisieras saber nada de mí, ¿Por que estas con mi mamá? Sabías que ella me diría que estabas aquí, sabías que yo vendría a hablar contigo, sabías que aquí estaría a primera hora para verte... Lo sabías...
Ella sonrió, no la sonrisa a la que estoy acostumbrado a ver, era una sonrisa que a cualquier persona le darían ganas de esconderse.
— Deberías agradecerme, ¿Hubieras querido tener esta patética conversación en el campamento mestizo? ¿Con todos los campistas mirando?
— Al parecer siempre tienes un plan para todo, ¿Por qué me sorprende? — Dije molesto.
— Hija de Atenea.
— Pues no deberías serlo — Dije burlón — Tengo entendido que las hijas de Atenea actúan con sabiduría, cosa que tú no tienes.
Con eso, me di la vuelta, necesitaba salir de ahí, necesitaba alejarme de ella.
— Me iré a San Francisco, y no volveré — Dijo antes de que saliera.
— Espero que tengas buen viaje. — Contesté sin siquiera darme la vuelta y salí de mi casa sin rumbo fijo.
*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*
Cadena para las personas: "Quiero tercera parte" empezando en este apartado: (X2)