Los dias pasaban a ser meses y el verano pronto se volvio otoño. Sehun y yo seguíamos juntos siendo amigos con la diferencia que ahora la escuela nos separaba. Sehun estaba en un curso menor que yo por lo que solo nos podiamos ver a la salida.
Había muchas razones para odiar la escuela ahora. Aparte de lo aburrido y sofocante que era estar siete horas en una aula con otros veinte adolescentes, de estar lejos de Sehun, había muchos chicos y chicas queriendo estar con mí ángel. Lo veía todo desde mí asiento. Veía las miradas que le daban a mí pequeño Hunnie. Muchos chicos se acercaban a él para jugar en el recreo. Muchas chicas rogaban a mí pequeño para que les acompañara en el almuerzo.
Me molestaba tanto observar aquellas escenas donde buscaban reclamar a Sehun como un premio. Lo odiaba. Pero me molestaba más el hecho que Sehun solo accedía a comer o jugar con una persona. Con Byun Baekhyun. Ese pequeño estúpido que se colgaba de Sehun cada que podía. Yo no pasaba el recreo o la hora de almuerzo con él. Cuanto quisiera que fuera lo contrario así pudiera salir de la aula, cruzar el patio y hacer que ese tal Baekhyun dejara de sujetar la mano de MÍ Sehun.
Mí escritorio estaba a lado de la ventana que daba al patio por lo que veía todos los dias como los de curso inferior salían a jugar y comer. Al principio me encantaba ver a Sehun ahí, me saludaba de lejos y me sonreía... Pero ahora me sentía inútil por no poder ir a reclamar lo que era mio, por no poder pasar tiempo a su lado como ya me había acostumbrado a hacer todos los días.
El professor salió del aula unos instantes para ir a buscar algunos papeles o algo parecido. Todos dentro comenzaron con su bullicio y yo solo me quede en silencio en mí banco perdido en la vista de Sehun riendo.
Los chicos sentados en frente mio comenzaron a molestar a... ¿Cómo se llamaba? Ah sí. A un tal Yi Fan o Kris o quien sea. Aparentemente tenía una novia y eso era un hito impresionante para un niño de trece años.
No entendía que era lo emocionante de ello. Las chicas eran extrañas y ruidosas. ¿Quién quisiera estar con una?
—¿Te dio su amuleto de la suerte para tu partido de basketball?¿En serio? Ugh, hyung que asquerosamente cursi.— Uno de los chicos le molestó con ello al ver que entre sus manos había una especie de llavero de oso panda.
—Cállate Jongdae. Por lo menos yo sí tengo una novia que me de cosas cursis. A tí ni siquiera hay un perro que te ladre. —Los demás chicos rieron en coro por lo dicho. Jongdae solo puso su cara roja y volvió a retarle a Kris.
Me aburrí de escucharles. Volví mí mirada hacia Sehun quien estaba a lado de Baekhyun mientras entraban de nuevo al edificio donde pasaban clases. Mí atención fue de nuevo hacia los chicos en frente mio gracias a Kris gritandole a Jongdae.
—Además que tener algo de la persona que quieres siempre va ser lindo.
¿Tener algo? Me hizo pensar acerca de lo dicho. Pense en Sehun. Sehun era la persona que más quería. Me atrevía a decir que yo lo amaba. Nunca sentí nada parecido antes. Ni con mí propia madre o mí padre o con alguien más. Yo era callado y solitario. Todos me temían por ese accidente que tuve cuando tenía seis años, había peleado con un niño de un curso mayor por haberse burlado de mí. Le dí una paliza tan grande que le llevaron al hospital para darle 29 puntos en su nuca y parte de su rostro. Los profesores se quedaban muy lejos de mí como los demás niños. Yo no era cercano a nadie. Estaba solo. Nunca tuve amigos hasta Sehun, él era mí único amigo. Era la única persona con la cual hablaba y con la que me divertía. Mostré a ese pequeño un lado de mí que ní siquiera sabía que tenía. Un lado relativamente humano... Sehun para mí era especial y yo lo quería... Así que... ¿Debía reclamar algo suyo como mio?
Pensaba en eso durante las clases que restaban. Torturándome con pensar en pedirle algo a Sehun o no. Sí podría tomar algo suyo sin que se diera cuenta. Porque, vamos, Sehun preguntaría la razón por la cual deseo algo suyo y la respuesta que le daría capáz no sería entendida por su parte. Sehun seguía siendo un niño.
Llegó la hora de la salida mientras yo seguía debatiendo en mí mente. Salí volando de mí asiento hacia la puerta, ganándoles a todos en salir primero. Era el momento que tanto esperaba desde que me despertaba en la mañana. Era el momento donde podía estar con mí ángel. Corrí entre la multitud de personas hacia la puerta principal donde mí ángel siempre me esperaba para irnos a casa juntos. Esquivaba los cuerpos de los demás alumnos, a veces chocando hombros o pisando pies, escuchando protestas pero poco importaba. Yo solo necesitaba llegar a estar con mí Sehun.
Pare en seco al llegar a la puerta principal. Lo que vi hizo que la rabia surgiera por mis venas.
Ahí estaba el enano de Byun abrazando a Sehun acercándose peligrosamente a su rostro. Hunnie solo retrocedía hacia uno de los pilares que había en la puerta con un tono rojizo en sus mejillas. Me acerque a pasos apresurados hacia ellos.
—Sehunnie~ tienes ojos tan bellos...—Byun se acercaba aun más hasta tener los labios de mí ángel centimetros de los suyos.— Hoy me vas acompañar a mí casa ¿verdad? Nunca vienes a jugar conmigo y yo quiero jugar contigo. No seas malo. Ven hoy ¿sí?
—Baek yo no puedo. Ya te dije. Ahora basta antes de q-
— ¿Antes de que?¿Qué venga ese poste con patas? Siempre te vas con él Sehunnie. ¡No es justo!— El rostro angelical de Baekhyun se deformó a uno lleno de rabia y asco. Obviamente esta enojado que Sehun me prefiere a mí. "Que estúpido es tener esperanzas con Sehun. Él me prefiere a mí."
—Sehun.
Mí voz salió fuerte y Baekhyun se apartó asustado de mí ángel. El rostro de Sehun se alegró y vino corriendo a abrazarme, sus pequeños brazos rodeando mí torso.
—¡Chanyeol hyung! Que bien que llegaste. Vamos a casa. Adiós Baekhyun. Nos vemos mañana.
Dijo todo eso mientras tomaba mí mano para jalarme hacia la calle sin siquiera girarse a ver a Baekhyun. "En tu cara Byun", sonreí triunfante al caminar a lado de Sehun por la calla, me gire lo suficiente para poder ver el rostro hecho furia de aquel pequeño engendró.
Nuestras charlas al final del día con Sehun siempre eran tranquilas. Hablabamos acerca de las clases, los profesores apestosos y alguna tontería divertida que había pasado en el día. La conversación de Kris vino a mí mente de repente como una rafaga.
¿A Sehun le gustaría alguna chica en el futuro?¿Le gustaría tener novia? La idea me hizo ver rojo. Sehun besaría a otra persona, sostendría la mano de otra persona, caminaría a casa con otra persona, diría sus secretos a otro, me dejaría. Se alejaría y me olvidaría al final. No... Eso no. Sehun no me podía dejar.
Apreté el agarré que tenía sobre su mano, como sí solo con eso podría retenerlo a mí lado toda la vida. Sehun se quejó por la fuerza sobre su mano como también noto el cambio en el ambiente que nos rodeaba y se acerco a mí.
—Chan ¿te sientes bien?
—Hunnie... ¿Tú... Tú quisieras tener una novia algún día?
—¿Novia?¿A que viene eso?— su ceño fruncido apareció en su rostro dando a entender que no comprendía lo que pregunte. Le dije que solo respondiera, el tono con el cual le hable solo sugirió que estaba molestó y Sehun se sumergió en sus pensamientos en silencio.
Pasamos unas dos cuadras del centro del pueblo hacia la zona residencial donde comenzaba la sobrepoblación de árboles. La incertidumbre me comenzaba a comer por dentro. Me estaba desesperando por una respuesta.
—No. No creo que quiera una novia... Sonara raro, tal vez sea por mí edad porque eso me dice siempre mí tia cuando viene de visita, pero no me interesa las niñas. No me gustan. Baekhyun dice que los chicos no siempre tienen que gustar de las niñas. Pueden gustar de niños tambien. Por eso dice que cuando seamos mayores y cuando él se vuelva más hermoso, yo me enamoraré de él y le pediré que sea mí novio. Pero personalmente creó que esta loco... Pero quizás pase. No se hyung. Podría enamorarme de alguien y pedirle que sea mí novio en el fu-
—¡TU NO PUEDES HACER ESO!
Lo grite tan fuerte que sorprendí a ambos. En el silencio de la tarde entre los árboles hizo un eco luego de lo que dije. El silencio sofocante, los sentimientos sin decir, el temor... Todo tan palpable.
—Sehun eres mio. Solo mio. No debes mirar a nadie más. Eres mio ¿entiendes? ¡No puedes enamorarte de alguien más! ¡No dejaré que lo hagas!— Agarré a Sehun de los hombros con fuerza. Lo sacudí mientras le gritaba a todo pulmón que no me abandonará. Veía los ojos de mí pequeño y veía en ellos temor. Temor por la persona que tenía frente suyo. Nunca había gritado a Sehun, nunca le había tratado de otra manera que no fuera gentil. ¿Qué estoy haciendo?
—Me duele... Suelta— susurró casi inaudible. Comenzó a temblar y quiso hacerse pequeño. Sus hombros caían hacia delante y su mirada huyo al piso. Hacía eso cuando su madre le gritaba, viniendo a casa borracha luego de su turno en su trabajo amemazandole y golpeandolo hasta manchar su piel blanca con moretones que llevaban la forma de sus manos. Lo había visto todo desde atrás de su casa y ahora lo veía de cerca. Sehun temía de mí... No...
Solté sus hombros buscando abrazarlo y rodearlo de manera posesiva. Él era más pequeño que yo por lo que entraba perfectamente entre mis brazos, lo escondí en mí pecho queriendo tenerlo ahí siempre... Lo quería... ¿Por qué no podía?
Un temblor se apropio de su cuerpo mientras sus brazos rodearon mí torso. Estaba llorando. Gracias a mí... eso dolía como una daga a mí pecho.
—Mí ángel lo siento... No quise gritarte... Pero tengo tanto miedo, encontrarás a alguien a quien querer y se enamorará perdidamente de ti. Te alejara de mí lado. Yo no puedo con eso. Sehun eres mí único amigo, la única persona en mí vida que me importa y amo. No se que haría sí tu tambien te alejaras de mí.
—Channie... —hipaba entre lágrimas mientras sus manos se aferraban a la camisa del uniforme que llevaba. — Nunca te dejaría. Eres mí mejor amigo. Yo no se que haría sin ti. Yo mo te voy a dejar, eso no va pasar... Yo te quiero mucho Channie.
Sus palabras buscaban reconfortarme, cosa que no paso, aquello simplemente dolió. ¿Querer? ¿Solo eso? Yo amaba tanto a Sehun que no me quería conformar con solo su "querer" de amigos. Los chicos podían gustar de los chicos, así que yo quería a Sehun solo para mí. Sehun sería mí novio. Sabía que ahora no sentía el mismo amor que yo pero con el tiempo aprendaría a amarme y sera tan loco por mí como yo lo estoy por él. Aunque seamos unos niños aún... Sehun siempre sera mio.
—Yo tambien te quiero Hunnie... Ahora vamos a casa. Se hara tarde.
Nos separamos de ese abrazo y le regale un beso en su frente.
Retomamos el camino a casa con las manos unidas y el tema anterior olvidado. Lo deje en su puerta con la promesa de vernos mañana y como costumbre me fuí a su patio para verlo hasta que se quedara dormido.
Pero esa vez me quedé más tiempo ahí sentado en la oscuridad. Pensando. Yo quería a Sehun. Lo quería todo de mí ángel. Quería algo suyo y no solo un peluche de oso. Se me vino a la mente una pregunta; ¿Qué era lo que más amaba de Sehun? Su sonrisa, aquella que solo me daba a mí cuando estaba feliz de manera sincera sin ataduras o problemas. Su risa... Tan contagiosa... especial. Su mano en la mia. Cálida y familiar... Pero sus ojos. Sus ojos era lo que me llevaba a otro plano donde solo existía él, todo giraba en torno a él. Podría quedarme viendo sus ojos por horas. Me gustaba verme en los de Sehun, ahí yo era especial. No era un monstruo como todos e inclusive mis padres afirmaban que era. Además que recordé lo que Baekhyun había dicho en la salida. Sehun tenía ojos preciosos... Pero solo serían mios. Nadie más podría apreciar su belleza.
Decidí que era lo que quería tener.
Una semana paso en un pestañeo. El día tan esperado llegó. Deje a Sehun en su casa como de costumbre. Ese día sí regrese a casa más antes. No había nadie ahí cuando llegue, mis padres seguro estaban tomando y siendo infieles el uno al otro en un bar en otro pueblo lejos. Muy, muy lejos. Esperaba que no regresaran en toda la noche, ellos podían ser muy molestos. Tome todo lo necesario para mí cometido. Lo oculte todo en mí mochila con todo el cuidado del mundo y me cambie de mí uniforme. Me coloque ropa oscura para no ser visible en la noche. No podía correr ningún riesgo. Me coloque mí capucha y salí por un camino en el bosque hacia la casa de Sehun. Al llegar me oculte como siempre, abrí mí mochila y revise que tenía todo.
Formol, listo. Paño, asegurado. Anti séptico, comprado y listo. Cloroformo, listo. Vendas, limpias y listas. Sólo era cuestión de esperar. Mire la ventana de Sehun y la emoción me llenaba. "Pronto mí ángel... Pronto."
La madre de Sehun ya se había ido a trabajar en el atardecer. Sehun había comido y se subió a su habitación. Llego las 10 de la noche en punto y la luz se apagó, Sehun se durmió. 11:45 llegó rápidamente. Hora de actuar.
Con cuidado de no hacer ningún ruido fui a la puerta trasera de la casa. Saque debajo de una maceta la llave a esta, Sehun me había dicho que tenía una por sí acaso para su madre por las noches donde llegaba tan borracha que perdía sus llaves. Abrí la puerta con sumo cuidado, entre a su cocina que era muy pequeña y algo rústica. Nunca había entrado a la casa de Sehun, nunca me lo permitió, creo que él tenía vergüenza de todo el lugar... "Sí solo viera donde yo vivo."
Llegue a un pasillo que estaba regado de fotos de Sehun de bebé, Sehun con su mamá en la época cuando estaba sobria y feliz, Sehun con su papá... Hombre que les había dejado cuando él tenia cinco. Seguía siendo precioso en ese entonces como ahora, con su sonrisa inocente y sus ojitos brillosos. Me quede viendolo más tiempo de lo necesario, me aleje de los hipnotizantes sonrisas de mí pequeño.
No podía perder más tiempo.
La mamá de Sehun regresaba a las dos de la mañana.
Subí las gradas con cuidado de no hacerlas sonar, tarea muy difícil por lo seco que estaba la madera de tener que soportar tanto peso todos estos años. Lo que pareció una decada luego había llegado al segundo piso. Gire al lado derecho del pasillo hacia el cuarto de Sehun. La emoción surgía, mí sonrisa era tan grande que me dolía las mejillas. Tome uns pañoleta negra y la amarré a la altura de mí boca. Respiré profundo antes de abrir la puerta y entrar a la habitación de mí ángel.
Era simple, sus paredes eran de un azul marino. Tenia un escritorio lleno de libros y cuadernos en una esquina; un estante con libros, fotos suyas de niño y algunas cosas irrelevantes. Su closet tenía poca ropa colgando de ella. Era un triste cuarto lleno de nada en especial. Eso era excepto por el pequeño que se encontraba dormido en la cama de una plaza. Estaba cubierto por unas frasadas que llegaban hasta su mentón. Sus facciones eran delicadas y relajadas al dormir. Irreal... "Sehun eres bello mí amor."
Me acerque embelesado por su belleza hacia su cama. Me arrodille a su lado, su cara a solo centimetros. Me baje la pañoleta para dejar que mis labios se acerquen a los suyos. Sentía su respiración acariciarme, una corriente eléctrica tomo mí cuerpo y no me resistí a ella. Deje un suave beso en su boca deleitándome de nuevo con lo suave que eran sus rosados labios. Al separarme escuché a Sehun susurrar mí nombre entre sueños con una sonrisa. "Sí sueñas conmigo. ¡No sabes lo feliz que me haces Hunnie!"
Cubrí mí boca de nuevo con la pañoleta intentando ocultar mí sonrisa. Quite mí mochila de mí espalda y saque el cloroformo junto al paño. Vertí una gran cantidad en ello. Listo. Ahora o nunca.
Me trepe encima la cama hasta quedar sentado encima las caderas de mí ángel. La cama se hundió al sentir mí peso, sonando una queja por ello. Sehun pareció abrir los ojos un instante pero volvió a cerrarlos gruñiendo por querer dormir más.
—No te preocupes amor. Todo saldrá bien— susurré antes de cubrir la boca de mí pequeño amor con el paño de formol. Abrio los ojos de golpe de nuevo pataleando y peleando contra mí peso pero era inútil. Gritar también era inútil. No tenía punto cuando nadie le iba escuchar. Sus párpados comenzaron a descender por más que luchaba contra ello. Sehun se quedó dormido en unos meros segundos y me sentí victorioso.
Tome mí mochila del piso para sacar de ello un cuchillo afilado y listo para cortar.
—Hunnie hago esto porque te amo tanto, aprenderas a amarme también. Yo se que sí.— me decidí por el ojo izquierdo, ese era para mí. Abrí con mis dedos sus párpados y su iris color chocolate me miraba en invitación.— Tan bello... Tus ojos me encantan Hunnie. Espero perdones que no te mantenga despierto pero imaginó que el dolor va ser insoportable. No quiero que grites porque capáz escuchen los vecinos aunque estan muy lejos de aquí.— Acerque la punta del cuchillo a su cornea. Ingrese toda la punta dentro y el pequeño cuerpo de Sehun comenzó a retorcerse. Pense que podría despertar de nuevo por lo que coloque el cloroformo a su nariz de nuevo. El pequeño cuerpo debajo mio se calmo y continuó durmiendo. Me tome mí tiempo para comenzar a sacar su ojo. Había visto muchos videos acerca de la extracción de ojos y sus cirugías en la sala de computación en la escuela. Sabía muy bien que hacer. No podía correr el riesgo de herir a mí Sehun.
...
Alrededor de la 1:30 había terminado. Sehun no se despertó en todo ese tiempo por suerte aunque las convulsiones aprecieron en dos ocasiones más. Comencé a limpiar la sangre que había dejado la extracción. Con el anti séptico le cure, lo cubrí con las vendas para que no hubiera mayor sangrado.
Puse el ojo de Sehun en el frasco con formol para conservarlo. Sonreí complacido de ver que había salido todo bien, Sehun seguía respirando y todo estaba bien. Tenía mí premio que me miraba desde su velador. Me quite de encima Sehun para recoger todo y no dejar ningún indicio de que estaba ahí. Sehun se veía más pálido pero tranquilo. Deje unos cuantos besos en su frente vendado y encima sus labios.
—Te amo Sehun. Tambien me amarás. Pronto.
Salí de la casa de la misma manera en que entre, sin hacer ruido alguno. Al estar al aire libre comencé a correr hacia mí casa sonriendo como loco. Lo tenía. Tenía algo de mí ángel. Ahora era solo mio y de nadie más. Mio.
Colque el frasco en el velador de mí cuarto y me dedique a verlo toda la noche. Era simplemente tan perfecto como él. Estaba hipnotizado. Su ojo me miraba fijo y certero, viendo a lo más profundo de mí. "Sehun... Mí amor... Siempre juntos. Tengo algo tuyo que lo cuidaré con mí vida como tambien te cuidaré a ti." Dormí soñando a mí ángel y yo juntos. Pasaban los años y crecíamos juntos. Sonriendo y enamorándonos. Un sueño perfecto.
La próxima mañana todos en el pueblo estaban en conmoción. Aparentemente un maleante, un traficador de órganos, había entrado en la casa de los Oh y había sacado su ojo. Todos temían. Todos culpaban a alguien; a las autoridades inútiles, a la madre negligente, a los tiempos inseguros y a sus propios vecinos por no ayudar aunque no se podía hacer nada. Nadie de podría interponer entre mí ángel y yo.
Mí pequeño fue llevado al hospital donde fue puesto bajo exámenes para ver sí estaba bien o había sufrido alguna complicación por la extracción de su ojo. Pero todos le dijeron que tenía mucha suerte porque la persona que le saco el ojo había sido sumamente cuidadoso. Quería gritarles a todos que por supuesto iba a tener cuidado. Yo nunca haría daño a mí Sehun.
Mí pequeño lloro mucho tiempo en el hospital cuando le iba a visitar, escapándome de clases para pasar todas las tardes con él. Su madre como siempre estaba desaparecida y lejos de él. Yo era quien cuidaba de mí pequeño ángel, como debía ser.
—Channie ahora todos me dirán que soy feo, que soy raro... Dirán que soy un monstruo.—Sehun se acurrucó como un bebé entre mis brazos, sus lágrimas manchaban mí pecho pero no importaba. Le bese la frente y su cabello en un intentó de calmar su llanto o calmar su dolor o los dos sí me permitía.
—Claro que no ángel... No eres un monstruo. Eres hermoso inclusive con solo un ojo. Para mí siempre seras hermoso y nunca dejaré que alguien te haga sentir mal por esto. Confía en mí.— tome su mano en la mia para apretarle, dejarle saber que estaba con él y que yo podría ser la persona en la que confiara. Porque Sehun podía confiar en mí. Yo nunca le haría daño.
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N/A:
✨Nuevo capítulo✨
Lo siento por hacer esto a Sehun, la verdad me siento mal por quitarle el ojo, pero es parte de la trama. ¡Disculpen!🙇
Quiero agradecer a las personas que han leído mí fic y le han regalado estrellas💕 (estaba por ir a agradecer a cada uno, pero siento que me tomaran de acosadora (?) ). Significa un montón porque de verdad pense que nadie iba a leer esto y mucho menos gustarle. c':
Cualquier error ortográfico o cosa que no de entienda por favor avisen. ¡Sera de gran ayuda! Nos leemos el próximo capítulo ~