James. Maratón: 3/?
Me levante gracias a los gritos que conosco desde hace tiempo. Fruncí un poco mi seño, ¿Porque el chucho se levantaría gritando si apenas esta...?
- ¿¡Que verga!? - exlame al sentir como caía de mi cama hacia todo menos el suelo.
Abrí mis ojos, y baje mi mirada hacia el "suelo", en realidad, todo estaba inundado, era como si estuviéramos en una piscina. Mire a mi alrededor y los demás estaban igual, escuche unas carcajadas en el umbral de la puerta.
- ¡Tuvieron que ver sus caras! - exclamo entrecortada por las carcajadas.
Esta pelinegra si que sabía como hacer bromas, empeze a reir junto a ella, pasaron pocos minutos, para que despues los demas nos siguieran.
Despues de secarse las lagrimas por la risa, Adha con un movimiento de barita hizo desaparecer el agua.
- No hay otra cosa que te alegre tanto, como una broma al despertar - dijo, para luego darse la vuelta y dirijirse hacia abajo.
Solté una pequela risa, para luego dirigirme a uno de los baños.
Al salír pude observar como los demás ya estaban listos, por lo cual juntos bajamos hacia la cocina a desayunar. A penas unos cuantos escalones de llegar al piso de abajo, pude sentir un satisfactorio holor llegar a mis fosas nasales, mmmm.... al parecer el desayuno estara más que rico.
Rapidamente corrimos hacía la mesa para practicamente tumbarnos en las sillas a esperar nuestros desayunos, nuestra sorpresa fur observar, por una pequeña ventana que se veía desde el comedor hacia la cocina, a Adhara junto a mi Madré preparando el desayuno.
Al mirarnos las dos soltaron unas pequelas risas, como si fueran amigas de toda la vida, y cok un movimiento de barita de parte de mi madre, los platos salieron bolando hacia nosotros.
- ¡Probecho! - dijimos todos para luego embutirnos el desayuno, mientras que las unicas dos mujeres de la casa negaban con la cabeza y se sentaban a desayunar con nosotros.
Homellet, waffles, tortillas, frutas, batidos y jugos era en lo único en lo que me podía concentrar, sin duda alguna el desayuno estaba delicioso.
Despues de unos 10 minutos, en el que solo se podía oir como nosotros comiamos, o tragabamos como escuche decir a Adhara, nos dirigimos hacia la sala.
- ¿Desde cuando sabes cocinar? - pregunto Remus a Adhara.
Ella solo se encogio de hombros.
- Ni idea, desde muy pequeña me enseñaron - fue lo unico que menciono.
- Eso no interesa - hablé - mis respetos al Chef, a estado delicioso - comenté mientras que hacía que me sacaba un gorro.
- No a sido nada, solo quería ayudar a la seño... - al parecer recordo algo y se retracto - digo, a Dorea.
Justo cuando Sirius iba a mencionar algo, se escucho como alguien salía de la chimenea.
- ¡¿Donde estas pelinegra?! - esa voz la reconocería donde sea.
- ¡PAULA! - grito alegre Adha, mientras que corria hscia donde ella se encontraba, y luego se fundieron en un abrazo, susurro algo que obviamente no pude escuchar.
-¡Tonta! ¿Acaso te olvidastes de mí? - exclamo con algo de indignación Paula cuando se separaron.
- Nunca - le respondio con una sonrisa.
- ¡Estupida! - salude mientras que me acercaba a ella.
- ¡Pendejo! - exclamo divertida y me dio un abrazo.
- O sí, Hola Paula, Oh, Hola Sirius ¿Como has estado?, Muy biem gracias por preguntar - exclamó Sirius con algo de indignación.
- Hey, ¿Escucharon algo? - pregunto Paula.
Adhara nego con la cabeza siguiendole el juego.
- Nop, ¿Tu escuchastes algo Mister Ego? - me pregunto.
Rodee los ojos y despues sonreí con burla.
- Claro que no.
Al instante Sirius se indigno
- ¡No se han atrevido! ¡Eso es traición! ¡Traición! - exclamó - ¡Deshonra! ¡Deshonra para tí! ¡Deshonra para tu familia! ¡Deshonra para tu vaca!
Empezamos a reir por las ocurrencias de Sirius, Paula se dirigio hacia el y lo abrazo.
- Tambiem te quiero, Bobo
- Asi me gusta, Fea
Los dos rieron y luego Paula dirigio su mirada hacia Remus, entonces solo le dio un asentimiento como saludandolo y el solo suspiro.
- ¿En serio no has notado eso? - le pregunte a Adha, recordando nuestra aterior conversacion, ella solo nego.
¡Ella sabe lo que solo Remus y Paula saben que es lo que yo quiero saber pero ella no me dira lo que ella sabe que es lo que yo quiero saber!
Bienvenidos a los juegos mentales
Ya te extrañaba, Pancracio
Pero yo no, Charlott
Callate, elmeloflorindo
Bufé con resignación, y luego volvi al mundo real.
Paula y Adhara habían desaparecido y yo me encontraba solo en la sala.
- ¡Eh! Que no me quiero quedar solo - exclame con un pucharo para luego dirigirme hacia donde los demás estaban.
Sera unas vacaciones divertidas.
Tu lo has dicho, Florencio