El secuestro de Acuario y Géminis había convertido el asunto en uno más serio, muchas veces los chicos olvidaban que no estaban ahí de vacaciones, estaban prestando cada vez menos atención a los estudios y dejaban de lado los entrenamientos por andar pendiente de sus parejas o cualquier otra actividad de poca importancia, que dos de sus amigos estuvieran en peligro les abrió los ojos, y el animo en el ambiente no era el mismo desde entonces.
Aries practicaba junto con Leo, hacía grandes bolas de fuego y el rubio debía usar su agilidad para esquivarlas, era un entrenamiento intenso pues el pelirrojo estaba descargando su frustración y Leo debía soportarlo, como buen mejor amigo que es.
-¡Hey!- se quejo el león al ser rozado por el fuego -No soy tu enemigo idiota
-No, pero ellos no tendrán consideración contigo, no veo porque yo debería tenerla entonces- dijo sin detenerse
-Quizás no llegue ni a enfrentarlos si sigo aquí contigo- respondió con amargura alejándose del otro signo fuego -Intento ser paciente contigo, pero no soy el culpable de tu enojo, si quieres, anda a hablar con Virgo o tortura un rato a alguno de los chicos del otro zodiaco, yo me voy- se sacó los guantes y los tiró al suelo como señal de rendición antes de darle la espalda e irse
Dentro de la casa se encontró con Sagitario y Cáncer, que hablaban con el chico llamado serpiente, se acerco al pequeño pelinaranja y le beso el cabello.
-¿Estás bien?- preguntó su pareja al verlo algo tenso, Leo asintió sentándose a su lado, Sagitario tomo forma de gato y se recostó sobre su regazo
-Estábamos escuchando parte de la historia- comentó Cáncer
-¿Ah si?, me gustaría saber más de eso- respondió el rubio dirigiendo su mirada al peliverde
-Antes de ser interrumpido les contaba que nosotros vivíamos como ustedes, doce signos en una casa reunidos por una organización secreta, pero la diferencia es que no tenemos poderes, eso nos tomo por sorpresa- el chico dio un largo suspiro -Fue hace más o menos un año que sucedió, desde entonces entrenamos con las armas que nos entregaron, pero no pensábamos que algún día las utilizaríamos, fuimos bastante ingenuos- bajo la mirada -Mierda, ¡Que estúpido soy!, no pude protegerlo...- tapo su rostro avergonzado de verse tan débil
-Emmm- Leo alzó una ceja dudoso
-Estaba con Tigre- le susurro Cáncer apenado, al ser uno de los signos más sensibles estas cosas lo afectaban más de lo que debería
-Oh- fue todo lo que pudo decir Leo, acarició la cabeza del gatito en sus piernas, sí a Sagitario le ocurría algo se sentiría peor que la misma muerte
Escorpio veía a Cáncer a lo lejos, hace semanas que se habían reconciliado, pero luego del secuestro las chispas volaron, tuvieron una pelea y cada vez todo empeoraba, pensó en ir a hablarle, pero la última vez lo se había acercado él, su orgullo le impedía volver a hacerlo, como si se burlaran de él, una pareja del zodiaco chino se hacían mimos cerca de él, era un chico de lentes junto a otro, que reconocía pues había atacado a Libra, rodó los ojos y salió con dirección a donde estaba Aries.
-¿Te apetece sufrir algunas pesadillas?- le preguntó burlón
-Mira, sé que estas en malos términos con Cáncer, y que tu otro revolcon esta secuestrado, pero me parece muy bajo que vengas a buscar consuelo en mi sabiendo que tengo novio-
-Yo no...
-Vete a la mierda- dijo con una sonrisa sádica
-Mejor hazlo tu primero imbécil- hablo el pelinegro furioso tomándolo del cuello y viéndolo a los ojos, usando su poder sin reparos
Aries comenzó a ver recuerdos de su pasado, iban pasando a toda velocidad hasta cambiar de forma, ahora veía se veía a si mismo torturando a Virgo mientras este rogaba piedad.
-¡Detente!- tomo las muñecas del signo agua y las quemo haciendo que este gritara de dolor
Cáncer y Leo salieron al escucharlos y los separaron, Cáncer se llevo lejos a Escorpio, Aries prefirió estar sólo y subió las escaleras con rumbo a su habitación.
Piscis y Libra tenían un juego de cartas, estaban bastante aburridos de todo el drama, además no estaban de acuerdo con los invitados que estaban en su casa, les parecía una completa estupidez que luego de ser atacados, les dieran resguardo a sus atacantes.
-Y gane de nuevo- exclamó Libra con una sonrisa victoriosa
-¿P-Puedo unirme?- preguntó la liebre luego de un rato de estar vigilandolos
El chico estaba deprimido, había intentado escapar, pero no tenía donde ir, así que debía quedarse en el hogar de los asesinos de su amado, el dragón.
-No sé que consideres tú un juego, ¿Quieres que ataquemos alguna casa? o mejor, nos asesinamos entre nosotros- escupió Piscis con sarcasmo Ya me canse de esto- se puso de pie y se alejó
Libra estaba reacio, también pensó en irse, pero su corazón se encogió al ver como el chico, más bajo que él, resistía con poca fuerza las ganas de llorar, hace poco lo habían separado de sus compañeros de signo, y con toda esa tensión había pasado poco tiempo con Tauro, sabía de primera mano lo que era sentirse sólo, se puso de pie, la liebre creyó que se iría pero el signo aire lo abrazó, esto provocó que el signo del zodiaco chino rompiera en llanto.
-Lo extraño tanto- jadeaba entre las lágrimas
-Si de verdad se amaban ni la muerte los podrá separar- dijo como consuelo Libra
-¡Pero no está conmigo! -gritó con desespero
La liebre se separó del abrazo y comenzó a correr sin rumbo, Libra estaba preocupado de lo que el chico podía hacer en ese estado, así que lo siguió, recorrió varios pasillos, esa mansión era un laberinto, esa parte donde se encontraba jamás la había recorrido, tuvo miedo de perderse, pero debía encontrar a la liebre primero, siguió caminando hasta que lo encontró pegado contra un cuadro, estaba por llamarlo pero este le hizo un signo de que mantuviera silencio, el chico tenía la cara hinchada pero ya no lloraba, en cambio parecía concentrado en algo, Libra se acercó.
-Escucha- le susurró al rubio
A través del cuadro pudo escuchar dos voces conocidas, eran A y G, ellos suponían que detrás de la pintura había un tipo de cuarto, ¿Pero por qué se escondían?
-Ya paso una semana desde el plazo de un mes, no creo que estén listos en sólo tres semanas-
-Pues será mejor que lo estén, no podemos entregarnos-
-Sé un poco racional, viste como mandaron a aquellos chicos a atacar sabiendo que no iban a poder contra ellos, ¡Eran simples jóvenes con armas contra un grupo de chicos con poderes!-
-Lo sé G, tampoco quiero que les ocurra nada pero entregarnos es una locura, si nos atrapan entonces nos tendrá a los cuatro, ¡Matar al resto será demasiado fácil!-
Hubo un largo silencio.
-Si los mandamos... será una misión suicida... -
-Yo creo en ellos, les diremos que es un rescate a Acuario y Géminis, confían en nosotras-
-Y traicionaremos esa confianza ...-
-¡Es por el bien de todos, deja de ser tan blanda por una vez en tu vida!-
-¡Pero morirán A!, podemos prevenir eso-
-Los Dioses no nos advirtieron de este cruel destino, ahora debemos hacer lo que sea para mantener el equilibrio, y para ello deben haber algunos sacrificios, te guste o no ...-
Libra se alejó con ambas manos tapando su boca, estaba impactado, la liebre lo miraba con la misma sorpresa.
-No debimos haber escuchado eso ...- ambos salieron corriendo por donde llegaron, confundiendo algunos cruces pero volviendo a la sala luego de unos minutos
Un día paso, Libra no era bueno guardando secretos, todos notaron su nerviosismo, y esa misma tarde soltó todo, con lujo de detalle, lo que había escuchado el día anterior, un gran revuelo se formo.
-¡Son unas traicioneras!- gritó Leo furioso
-No puedo creerlo...- murmuró Capricornio estupefacto
Susurraban insultos dirigidos a las chicas, cada uno digería la información de forma diferente, Tauro fue el primero en hablar.
-Creo que es obvio lo que debemos hacer, hay que huir lo más rápido posible-
-¡¿Qué?!- exclamó libra
-Lib, tú eres testigo del nivel de cinismo de estas mujeres, ¿No estás de acuerdo con mi solución?-
-¡No!, digo, quiero escuchar primero una explicación para después tomar una decisión, esto es muy repentino-
-Es cierto, no podemos dejarnos llevar por el miedo- murmuró Cáncer
-¿Y qué ganaremos con escucharlas?, si no nos han hablado con la verdad hasta ahora no veo porque lo harán ahora- intervino Piscis
-Podríamos acabar secuestrados como Acuario y Géminis- dijo Sagitario
-Tanto si nos quedamos como si huimos corremos el riesgo de morir, creo que la decisión está e manos de cada uno- finalizó Virgo como siempre racional
-Así que, si deciden irse, nos reuniremos en la entrada esta noche, a la media noche- dijo Aries, los doce chicos tomaron rumbos distintos, tenían mucho que analizar
Tauro subía las escaleras en dirección a su habitación, estaba seguro de lo que debía hacer, y cuando se decidía por algo era muy difícil hacer que cambiara de opinión, como un toro era terco a morir, cuando iba por el último escalón escuchó que lo llamaba esa vocecita, ese chiquillo que paso de ser uno de sus mejores amigos a una de sus razones de vivir, pero aunque lo amara estaba molesto con él.
-¿Qué quieres Libra?- musitó en tono seco
-Debemos hablar- el signo aire intentó ser firme pero su voz se quebró ligeramente
-No quiero escuchar más estupideces, no sé como es que no quieres irte, deberías ser el que con más ganas quiere huir- le hablaba molesto, nunca se había dirigido a él así, ni cuando lo molestaba con sus juegos
-¡Entiende!, es muy impulsivo, ¿Qué haremos una vez que estemos afuera?, ¿Volverás a tu casa y fingirás ser normal hasta que vuelvan a buscarte o te asesinen?, recuerda como nos trajeron aquí... -el rubio intentaba con todas sus fuerzas convencer a su novio de quedarse
-Tendré que irme del país y cambiar mi identidad, no lo sé-
-Sabes que tengo razón, por favor Tau...-
-No Libra, es mi última palabra- se dio media vuelta
-¿Me vas a dejar?- susurró con tristeza
Esta oración hizo que el pelinegro se detuviera, su espalda se tensó, no podía ser cruel, no con Libra.
-Por favor, quédate conmigo- dijo cabizbajo con los ojos llenos de lágrimas
Tauro se giró nuevamente y abrazó a su pareja, estaba siendo egoísta, aun creía que era mejor irse, pero cualquiera fuera su elección, Libra sería la prioridad.
Piscis estaba fuera, en el jardín, congelaba y descongelaba pequeñas hectáreas de hierba sin expresión en su rostro, de pronto sintió una presión en sus piernas, Capricornio se había teletransportado hasta su regazo.
-Hola pequeño- sonrió sin mostrar los dientes
-Hola grandote- le dio un toque a su nariz- Luces agotado
-Lo estoy -admitió, no era sólo cansancio físico, también mental
-¿Por qué no vas a descansar?- Capricornio acarició la mejilla del peliazul
-Tengo demasiadas cosas que pensar- dijo bajando la vista-
-Todos, pero no quiero que te preocupes demás, te vas a enfermar- el bajo puso cara de preocupación
-No es la primera vez que paso días sin dormir tonto- posó una mano en el cabello del menor
-Pero antes no me tenías a mi, ahora que soy tu novio no harás esas cosas- el signo tierra se cruzó de brazos enfurruñándose, lo que le sacó una risa al signo agua
-Usted manda- le besó la frente
-¿Qué haremos?- preguntó entonces Capricornio
-Mientras sea contigo, lo que sea- Capricornio se ruborizo
-Por ahora sólo iremos a la cama- el castaño se puso de pie jalando del brazo a Piscis
Piscis se puso de pie pero no se quedó inmóvil, Capricornio lo observó confundido, el peliazul entonces lo jaló abrazándolo.
-Te quiero Capricornio -le murmuró al oído, sólo a él, su pequeño
Leo estaba que estallaba, el estrés y la ansiedad lo carcomían con rapidez, Sagitario lo miraba desde una esquina, había intentado de todo, consolarlo, hacerlo reír, distraerlo, pero el signo fuego sólo gruñía en respuesta, si es que le prestaba atención en el momento.
Era frustrante para ambos, el rubio pensaba en el problema de su mejor amigo, además estaba muy preocupado por la seguridad de este y de su pareja, ¿Por qué todo tenía que ser así?, quería volver a los días tranquilos donde su mayor preocupación eran los exámenes y peinarse por las mañanas, ahora su vida, la de sus amigos y la de su novio corrían peligro, ¿Cuándo todo se había vuelto una locura?
Sagitario buscaba la manera de calmar a Leo, de traerlo de vuelta a la realidad, ahora más que nunca necesitaba de su apoyo.
Como una bomba que estalla de repente Leo se puso de pie y comenzó a golpear la pared, Sagitario se puso de pie y corrió para evitar que se lastimara, Leo lo empujó y se abalanzó hacia el espejo, Sagitario soltó un grito y se interpuso, siendo golpeado por accidente.
-Sagitario...- Leo lo observó boquiabierto, paso la vista de él a su mano- Perdóname -dijo en un susurro casi inaudible
-Leo...- Antes de poder responderle el rubio salió corriendo -¡Leo!- lo siguió
El pelinaranja lo persiguió hasta fuera de la casa, donde comenzaba a llover.
-Vete, no soy bueno para ti- no era la primera vez que Leo dañaba al menor
-Cállate- Sagitario se aferró a sus hombros y apoyó la frente en su espalda -No te abandonaré, idiota
Escorpio no estaba preocupado, ya vería al final que haría, con tal, hace tiempo que su vida no tenía valor para él, pero si había algo que lo fastidiaba, no podía morir sin arreglar las cosas con la única persona con la suficiente paciencia como para estar con él, no fue difícil conseguir a Cáncer, aunque una catástrofe se acercaba él seguía pensando en los demás primero que en él, estaba en la cocina frente una gran olla, haciendo comida para todos en la casa.
-Debería estar prohibido ser tan noble- se acercó por la barra al castaño
-Supuse que tendrían hambre, no podemos enfrentar el fin del mundo con el estómago vacío- intentó sonreír pero salió una mueca extraña
Escorpio tragó grueso, al menos le dirigía la palabra.
-¿Qué piensas de todo esto?- no sabía que otro tema sacar
Cáncer se encogió de hombros.
-¿No te importa?
-No es eso- hablaba mientras revolvía la comida- En realidad no sé que pensar, no quiero desconfiar de las chicas pero sus actitudes son muy sospechosas y no dejan de dar evidencia de que esconden cosas, no quisiera abandonarlas pero no dejaré que mis amigos se vayan arriesgándose a salir heridos mientras yo no hago nada aquí, no sé de que lado estar, ni tampoco quisiera tener que elegir, sólo quiero que todos estén bien- tomó unos condimentos y los agregó en la mezcla
-¿Incluso yo?-
-Sí-
Escorpio suspiró.
-Perd...-
-Ya te dije hace tiempo que no hay nada que perdonar, lo que hiciste ya no tiene reparo-
-Dame otra oportunidad- murmuró el pelinegro entonces dejando de lado el orgullo- Eres lo más importante para mi, y lo arruiné, pero hoy te ruego que me des otra oportunidad, cree en mi, en nosotros- lo rodeó desde atrás con sus brazos, provocando que el rubio se ruborizara
-E-Escorpio- se paralizo
-Cáncer...- susurró
-Bien- se giro y lo tomó del mentón -Pero esta es la última- el pequeño asintió con los ojos llenos de vida nuevamente
Aries llevaba horas frente la puerta de Virgo, tocó, lo llamó y hasta le mandó mensajes, pero el signo tierra lo ignoró febrilmente.
-¿Por qué no me dejas entrar? -preguntó por millonésima vez
-Estás de mal humor...- Aries se giró sorprendido de escuchar una respuesta
-No lo estoy- dijo pegado de la madera oscura
-Vi lo que paso con Leo y Escorpio- reclamó el pelinegro
El pelirrojo sonó la lengua.
-Eso fue hace rato, ya estoy más relajado
-¿Y qué me asegura que no te enojaras si te dejo entrar?, no quiero acabar como aquel chico- el tono usado era entre reproche y tristeza
-¿Todo este problema es por eso?, no fue la gran cosa- la puerta del cuarto se abrió de golpe
-¡¿No fue la gran cosa?!, Aries lo torturaste y estuvo a punto de morir- Virgo lo observó serio
-Necesitaba la información...-
-¡Podías usar otros métodos!-
-No iban a ser tan eficaces como este- el más bajo negó
-No puedo tener de novio a alguien que de un día para otro se puede convertir en asesino-
-¿Qué significa eso?-
-Tómatelo como quieras- y dicho esto se encaminó al piso de abajo, pero antes de poder llegar a la escalera sintió un peso en sus hombros, el pelirrojo lo abrazaba mientras aguantaba las lágrimas.
-Nunca te haría daño- Virgo se estremeció -Moriría antes -Nunca habían salido palabras tan sinceras como esas de la boca de Aries
Al llegar la medianoche los diez signos llegaron frente la puerta, unos para irse, otros para despedirse, lo que no se esperaban era que las chicas salieran y los encontraran en pleno acto.
-¿Qué se supone que están haciendo?- exclamó la pelirroja, dejándolos helados
Los chicos se vieron las caras, Libra dio un paso adelante.
-¡Las escuche!, ustedes nos van a traicionar, todo esto de los poderes y los entrenamientos no son más que engaños, quieres mandarnos a una misión suicida, ¡Y no lo acepto!-
-¿Q-Qué?-
-Las atraparon con las manos en la masa- se burló Piscis
-No es lo que creen...-
-Por favor, ya suficientes mentiras nos dijeron, no nos pueden retener, somos mayor en número- salió Leo a la defensa
-¡Deben escucharme!- habló G -Nosotras...-
Fue interrumpida por una gran explosión, la casa estaba siendo atacada, tomados por sorpresa los signos cayeron al suelo aturdidos.
De entre el humo salieron varias figuras, destacando dos que iban delante.
-Buenas noches jóvenes- observó a los signos, hasta los del chino se habían agrupado alarmados por el bullicio -Señoritas- desvió la mirada a G y A
Los signos del zodiaco chino y las chicas estaban asustados, se abrazaban entre ellos, los demás no entendían que ocurría.
-Entiendo que hay muchas dudas, pero he llegado para acabar con todas las estas- habló con fingida amabilidad- Primero lo primero, terminemos con todas las mentiras, A y G no son las únicas entrenadoras, hay otros dos que ahora mismo disfrutan del mejor hospedaje en mi villa, ellos eran todos humanos como ustedes, pero fueron elegidos como representantes de los elementos, tierra, agua, fuego y viento- contó con sus dedos- Imagino que saben a quienes tienen frente ustedes -ambas chicas se aferraban una a la otra- Ellos cuatro los vieron crecer, los conocen desde que tienen pañales, y no son más que un estorbo para ellos, ¿Creen que es divertido estar día y noche con adolescentes hormonales?- soltó una risotada
-¿Quién carajos es usted?-
-¡No se dirija así a lord Ofiuco!- gritó el chico pequeño que estaba cerca de este
-Calla Cetus- lo miró mal
-L-Lo siento- agachó la cara
-¿Por dónde iba?, ¡Ah sí! -hizo un movimiento de manos y un destello salió de estas, dando de frente a A y G que fueron rodeadas por un tipo de aura oscura que evitaba que se movieran por cuenta propia- Sé que dije que les iba a dar un mes pero me aburrí, así que me llevaré a estas chicas, pueden estar tranquilos, estarán tan bien como sus amigos- hizo una ceña a Cetus que sacó una caja, la abrió dejando ver el contenido, eran dos dedos- Mi muestra de que siguen vivos- los lanzó al suelo como si fuera basura- Soy un ser misericordioso con quien lo merece, por ejemplo ellos- señaló a los chicos restantes del signo chino- Son unos inútiles, no me sirven -hizo otro movimiento de manos y en ese instante los apuntados comenzaron a gritar
-¡¿Qué hace?!- gritaron Libra y Sagitario a la vez en pánico
Los sobrevivientes del zodiaco chino cayeron al suelo sin vida, los que eran pareja aún tenían las manos juntas.
Los demás no podían creer lo que vivían, Cáncer apretaba la mano de Escorpio, Aries abrazaba a Virgo que temblaba, Leo sostenía a Sagitario que tenía nauseas, Piscis le tapaba los ojos a Capricornio y Tauro cargó a Libra que estaba a punto de desmayarse.
-Que les sirva de muestra, no deben retarme, puedo asesinarlos cuando yo quiera- dio un bostezo como si le aburriera la situación- Me iré, los espero en poco tiempo en mi templo, les mandaré luego la dirección- se dio la vuelta y desapareció en una bruma negra junto con Cetus, las chicas y sus demás seguidores, dejando a los diez chicos junto con los cadáveres
En otro lugar
En una cárcel ubicada en un lugar desconocido yacía Acuario, estaba golpeado, muy maltratado, pero eso no era nada, prefería mil veces esos daños, que le cortaran todos los dedos si querían, a pasar esas horas en las que se llevaban a Géminis lejos para torturarlo mientras él se quedaba en la celda sin poder hacer nada, era lo peor, si gritaba o hacía escándalos, la tortura del rubio se haría peor, así que se quedaba acostado, mirando el techo, rezando por no escuchar los gritos de su pareja, eso lo mataba lentamente.
Se jaló del cabello con frustración, había conseguido un arma, podía matarse cuando quisiera, pero si lo hacía lo más probable es que también mataran a Géminis, y eso era impensable, imposible, un mundo sin Géminis sería el infierno mismo.
Escuchó unos pasos, se apresuró a llegar a los barrotes, se desilusionó al notar que no era su pareja, pero algo estaba mal, reconocía esos cabellos de llamativos colores, eran A y G, ¿Las tenían?, tuvo un mal presentimiento, seguramente sus amigos estaban en grandes problemas, y él no era de ayuda, bufó molesto.
Pasaron los minutos, otros pasos, abrieron la puerta de su celda y tiraron el cuerpo delgado del signo aire.
-¡Gem!- se abalanzó sobre este, lo ayudó a levantarse -Mi hermoso...- el chico temblaba mientras hipaba, no podía hablar pues el llanto no se lo permitía, sentía mucho dolor, Acuario deseó poder quitarle todo ese sufrimiento, pero no podía, lo único que se le ocurrió para distraerlo fue besarlo
El caos se había apoderado de sus vidas, ¿La esperanza sería suficiente para sobrevivir?
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Wenassss, vaya, hace meses que no me pasaba por aquí, pero lo bueno se hace esperar ¿No? xD ahr, les traje un capitulito re sad y dramático :'v, espero me digan que les pareció uvur la verdad es que muero de sueño pero debía terminarlo ya, y este fue el resultado :T, denme amorsito <3, coman pizza, duerman mucho y dejen su tarea para última hora :3 (No, mentira D:), ya poh, buenas noches -3-
Gaby♡