Lauren
Me moví un poco entre las sábanas, el colchón sobre el que estaba acostada era más cómodo que el mio, sentía que la cama era más grande, fue cuando abrí los ojos y recordé levemente que esta noche no había dormido en mi apartamento
Sentí unos delicados brazos aferrarse más a mi y recordé que no había dormido sola, giré y vi una imagen que sería difícil de borrar de mi memoria, haría un esfuerzo por que no se borrara nunca pues Camila estaba aún dormida, sus ojos cerrados y el sonido de su tranquila respiración llenaban de paz aquella gran habitación, su pecho subía y bajaba de forma lenta pero constante, su cabello ondulado con unos pocos mechones rebeldes sobre su rostro, brillaba y el olor a vainilla que desprendía me embriagaba
Con cuidado de no despertarla, aparté el cabello de su lindo rostro, besé sus labios y regresé a mi posición de reposo, aún era temprano y podía dormir un poco más, tal vez era mi reloj biológico o mi subconsciente quien me dijo que despertara y apreciara la vista, no lo se, pero aun así valió la pena
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Sentí un leve peso sobre mi cuerpo y de repente todo mi rostro fue llenado de besitos, sonreí, conocía esos labios, conocía a la chica que estaba sobre mi
Abrí los ojos perezosamente y allí estaba, la morena lucía una sonrisa radiante, sus ojos brillaban y su cabello seguía desprendiendo ese aroma que tanto me gustaba
- Por fin despiertas, bella durmiente
- Buenos días - Mi habitual voz ronca se hizo presente
- Buenos días a ti también - Me dio un besito en los labios - ¿Dormiste bien?
- Si un poco - Me estiré - Aunque tus ronquidos me despertaron varias veces - Bromee, sus ojos se abrieron como platos
- ¡Yo no ronco! - Dijo avergonzada
- ¿Ah no? - Pregunté levantando una ceja - Pareces un tractor con problemas de motor
- Eso no es verdad - Desvío la mirada mientras el leve sonrojo aparecía en sus mejillas - Además tu te mueves mucho mientras duermes
- Eso sí es mentira, caíste casi inconsciente anoche, estabas muy ebria como para notar eso ¿Ya lo olvidaste? - Pregunté divertida
- Yo... Vaya, eres buena con los argumentos - Reí
- En todo caso ¿Cómo es que no tienes resaca o no estás enferma? Literalmente bebiste una botella de vino tu sola, es mucho alcohol para tu cuerpo
- Un mago nunca revela sus secretos - Repitió la frase que yo había utilizado ayer durante nuestro tiempo juntas y no pude evitar reír y lanzar suavemente una almohada en su cara - Oye - Me devolvió el almohadazo con mucha más fuerza
La tomé de la cintura e invertí nuestras posiciones, esta vez yo estaba arriba de ella, sujeté sus muñecas por encima de su cabeza y ella luchaba entre risas para liberarse de mi, sus esfuerzos fueron en vano, no sólo era mas grande y más fuerte que ella, por alguna razón y no preguntén cual, yo era mas hábil con las manos
- Vamos ¿Eso es todo lo que tienes? - Pregunté burlandome en su cara
- Es que... Es que tu eres mas grande que yo - Respondió con la respiración agitada - No es justo - Hizo un puchero adorable
Me fue imposible no acercame y besar sus maravillosos labios, abrí los ojos y los hermosos ojos chocolate me veían con la misma adoración de la velada anterior, con el mismo amor que expresaban cuando dijo esas dos palabras
- Recuerdas la cena ¿Verdad? - Quería saber si el estado de ebriedad no había arruinado sus recuerdos, quería que se quedarán en su mente por años, quizás para siempre
- Claro que si - Asintió - Es decir, tengo algunos pequeños espacios en blanco como el trayecto de la entrada hasta mi habitación, pero solo eso, recuerdo que tuvimos una deliciosa cena y que luego cantaste para mi - Sonrió llena de emoción, afloje el agarre de sus manos - Luego me pediste que fuera... Ya sabes...
- ¿Mi novia? - Pregunté con orgullo, me encantaba llamarla así
- Si - Se cubrió el rostro, al parecer le daba un poco de vergüenza - Deja de mirarme así - Su voz se amortiguo contra sus manos - Me pones nerviosa - La risa invadió la habitación
- Me dijiste algo antes de dormirte ¿Recuerdas que fue?
- ¡Oh Dios mio! - Se cubrió la boca - ¡Te pregunte que si todo lo hacias asi de rico! ¡Por la cena! Que vergüenza
- Ammm - Traté de contener la risa pero fue imposible - Si, también dijiste eso pero... ¿Hay algo más? - Parecía estar pensativa
- No, creo que no hay algo más que tenga que recordar - La miré por unos segundos y luego me levanté
- ¿A donde vas? - Preguntó confundida
- Al baño - Respondí sería y me metí allí
Camila no recordaba el momento más feliz de mi vida, el momento en el que por primera dije "Te amo" y en el que pensé que por primera vez sería correspondida de la misma forma, con los mismos sentimientos
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- ¿¡Quieren cerrar la boca de una buena vez!? - Alcé la voz y el silencio y los rostros de pánico se hicieron presentes - ¡Yo soy la profesora aquí y si yo digo que hoy hay examen sorpresa, pues entonces lo hay! - Caminé al pizarrón para estar frente a la clase, llevaba dos minutos en el salón 27 y mi mal humor era mas que visible - Saquen un hoja - Se quedaron observándome con cara de idiotas y exploté - ¡Saquen una maldita hoja! ¡Ahora! - Me giré y empecé a escribir los ejercicios allí, en el pizarrón - Para sacar una hoja no tienen que hablar, mocosos - Por fin el aula estuvo en silencio y continúe escribiendo, para cuando me giré todos los estudiantes estaban tomando nota de los ejercicios, sin pronunciar palabra alguna caminé hasta mi escritorio y le di un gran sorbo a mi café, levanté la mirada y Camila me observaba, desvío la mirada y logre ver la tristeza que expresaban sus ojos marrones
Flash back
- ¿Te irás tan pronto? - Preguntó sorprendida - Pensé que te quedarías a desayunar, puedo decirle a Elizabeth que prepare algo rápido
- No es necesario - Me puse la misma ropa que tenia ayer, tomé mis cosas y caminé hasta la puerta de habitación
- Ey... ¿Que pasa? - Me tomó del brazo y me detuvo, su preocupación era evidente - ¿Dije algo malo? - Preguntó con cuidado
- No es por algo que hayas dicho, Camila - Me solté de su agarre - Tal vez sólo estabas muy borracha y lo dijiste por que si - Sentí mis ojos ponerse vidriosos - Adiós - Caminé por el pasillo escuchando sus pasos apresurados detrás de mi, antes de llegar a las escaleras par bajar al primer piso, me detuve y sus pasos también - No tienes que acompañarme a la puerta, conozco el camino - Salí de allí antes de que las lágrimas salieran, tomé el primer taxi que pasó por la transitada calle, trataba de convencerme a mi misma que esas dos palabras que Camila había pronunciado la noche anterior eran reales, puesto que... Las mías lo eran
Fin del Flash back
- Profesora - Habló uno de mis alumnos - Disculpe ¿Cuanto tiempo tenemos para resolver el examen?
- 20 minutos, señor Wilson - Los suspiros se escucharon - Está bien - Rodé los ojos - 30 minutos - Un "Gracias" se escuchó en forma grupal, me quedé frente al grupo, observando que nadie hiciera trampa o que tratara si quiera de hacerlo
El tiempo del examen terminó y aun faltaban algunos chicos por entregar sus ejercicios, lo cual era estúpido por que perfectamente se solucionaban en 10 minutos
- El tiempo se acabó, quiero sus exámenes sobre mi escritorio ¡Ahora! - Exigí, todos los estudiantes corrieron y dejaron la evaluación sobre el gran mueble de madera, todos, excepto Camila
Continúe con la clase explicando un tema nuevo, la campana tocó y por fin mi tortura terminó, no soportaba ver los ojitos de Camz con tanta tristeza en ellos
Los estudiantes se levantaron y antes de que salieran hablé
- Por poco y lo olvido - Sonreí con suficiencia - Escriban la tarea para la siguiente clase
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No le había dirigido la palabra a Camila en toda la semana, ni ella a mi, pero hoy era jueves y las tutorias era algo que simplemente no podía pasar por alto, debía dictarlas y era inevitable estar una hora a solas y no hablar con ella o no rodearla con mis brazos y besar esos labios que tanto extrañaba
Volví de la cafetería, necesitaba otra dosis de cafeína para poder hacer esto, caminé por los pasillos ya vacíos y entré al salón 27, faltaban 5 minutos para que la tutoria empezará, casi se me cae el café de las manos cuando sentí un brazo al rededor de mi cintura
- Hola señorita Jauregui - Habló a mi oído - Se ve muy linda el día de hoy - Giré sorprendida y me encontré a alguien que no pensaba ver jamás
- Lucy...
- Yo también me alegro de verte - Sonrió
- Pero... ¿Que haces aquí? - Formulé cientos de preguntas en mi mente, pero debía empezar por una sencilla
- Verás, vi el anuncio que publicó la escuela, al parecer necesitan un profesor de literatura
- Pero aun no te haz graduado - Fruncí el seño
- No piden experiencia, solo será un reemplazo mientras Johnson se recupera de la cirugía, además, tengo una que otra recomendación de los profesores de la universidad, Ally no pudo decir que no - Sonrió
- Espera - Tragué - ¿Te contrataron?
- ¿Por que estas tan sorprendida? - Parecía molesta - Cuando estábamos juntas me decías que seria una excelente profesora
- Y se que lo serás pero... - El dolor ocasionado por la ruptura y por la infidelidad empezaban a sentirse en mi pecho
- ¿Pero?
- Esto es tan raro - Fruncí el seño, caminó hasta mi y entrelazó nuestras manos, todo pasó tan rápido que no era cociente de lo que hacía - ¿Por que volviste? - Sabía que el tema del empleo era solo una excusa para verme
- Por que te amo, Lauren - Se acercó, puso una mano sobre mi mejilla, observé sus ojos cafés para detectar algún rastro de mentiras, pero no encontré ninguno
Estaba absorta en sus palabras y de repente todo se sentía tan familiar, los recuerdos de nuestra relación nublaron mi mente, cerré los ojos y sentí un par de labios posarse sobre los míos, un segundo después la puerta se abrió de golpe y la imagen de una chica destruida con flores en sus manos me rompió el corazón
- Camila... - Me separé de Lucy y para cuando quise ir tras ella, ya no estaba, solo escuchaba los sollozos a los lejos y pasos apresurados junto a ellos
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