Olivia
Estoy tan cómoda que siento como si estuviera durmiendo en una nube. No recuerdo que mi almohada se sintiera así de bien. Me muevo y las sábanas se sienten tan suaves y lisas contra mi piel. Como las sábanas de un hotel de lujo.
Abro mis ojos y reconozco la habitación de Nico inmediatamente. Me doy cuenta que estoy sola en la cama y suspiro con alivio cuando veo que estoy completamente vestida. No es que hubiera pensado que Nico tomaría ventaja de mí, pero no recuerdo haberme quedado dormida anoche. Debí haber estado más cansada de lo que pensé.
Recuerdo haber estado viendo la película con Nico y cómo estábamos prácticamente acurrucados debajo de la cobija. Se sentía tan cálido y acogedor. Debe haber sido después de eso. Sonrío y me escondo debajo de las sábanas como niña pequeña.
Pienso en la noche entera y se siente irreal. Nuestra conversación en la cocina, de alguna manera acabando en su habitación, su llamada con Adrián. Nico tiene que ser uno de los chicos más amables que he conocido. Es muy lindo, pero también tiene un lado atrevido. Es muy coqueto, pero también se mantiene respetuoso. Me sigo preguntando cuál es su falla. Tiene que haber algo mal con él. Simplemente ya no los hacen así.
Estoy muy sorprendida que no tenga novia, que alguien no lo haya pescado todavía. Pauso, pensando que nunca le pregunté si tenía. Él me preguntó a mí, pero yo nunca le pregunté a él. Ay dios, tiene novia. Soy una tonta.
Me doy cuenta tardíamente que no me debería importar. No es como si hicimos algo anoche. Cuando sugerí estúpidamente que no estaba buscando engancharme con él, no le pareció importar. Uf, probablemente estoy pensando de más en esto y llegando a conclusiones. Si tuviera novia, no hubiera pasado la noche conmigo.
Reviso mi teléfono y veo que aún es bastante temprano. Me pregunto dónde se habrá ido Nico.
Me salgo de la cama y la arreglo apropiadamente. Me dirijo afuera de la habitación una vez que estoy satisfecha con cómo se ve y miro bajo el largo pasillo. Creo que me va a tomar un tiempo encontrarlo en esta casa masiva.
Esperando que no esté husmeando demasiado, miro hacia adentro de un par de recámaras al pasarlas. Afortunadamente, encuentro a Nico en el cuarto. Parece ser una habitación de invitados. Todavía está durmiendo, esparcido a través de la cama sobre su estómago y abrazando una almohada. Está sin camisa y de inmediato noto sus músculos y espalda robustos. Realmente es muy atractivo. No hay como negarlo.
Debato si lo debería despertar, pero probablemente debería estar yendo. Nico prometió que me llevaría. Sin embargo, creo que estoy fuera de peligro ya que mi hermano todavía no ha enviado un equipo de búsqueda para encontrarme, lo cual sólo puede significar que no llegó a la casa anoche tampoco. Dios, ¿qué estoy haciendo? Mi hermano me mataría si supiera que pasé la noche aquí. Debería tomar un taxi lo más pronto posible.
Nico se voltea en ese momento para cambiar de posición, pero descansa su cabeza de regreso en la almohada sin abrir los ojos. Asumiendo que está cerca de despertarse, decido hacerlo. Por lo menos debería agradecerle por dejarme quedar la noche y decirle adiós.
"¿Nico?" digo suavemente, tocando su brazo.
"Sal," responde soñoliento, empujando mi mano fuera.
Súper. Sabía que no debí despertarlo. Empiezo a moverme avergonzada. "Perdón Nico, no quise –"
Sus ojos se abren al instante y dejo de hablar cuando su mano agarra mi muñeca.
"Olivia," murmura disculpándose. "No quise hacer eso. Pensé que eras Carmen."
"¿Carmen?" pregunto. ¿Está acostumbrado a que diferentes chicas se queden en su casa? O tal vez sí tenga novia después de todo. Maldita sea.
"Mi ama de llaves. Tiene un hábito de despertarme todo el tiempo," dice frunciendo el ceño. Se frota los ojos y me mira dormilonamente. Mi estómago se contrae involuntariamente ante la vista. "¿Qué hora es?"
"Es un poco después de las ocho," le informo.
"¿Estás loca? Es sábado."
Bueno, ahora debí haber sabido. A la mayoría de los chicos les gusta dormir tarde durante los fines de semana, y él definitivamente es uno de ellos. "Hábito, supongo. Lo siento."
"¿Necesitas ir a tu casa?" pregunta con preocupación. "Traté de despertarte anoche, pero no quisiste."
Miro hacia abajo, sintiéndome avergonzada de nuevo. "Eh, no te preocupes. Tomaré un taxi."
"No, no hagas eso. Es muy caro desde aquí, te gastarás mucho dinero. Prometí llevarte. Sólo dame una media hora para despertarme bien."
"Está bien. Perdón por la molestia."
"No es molestia, Olivia. Siéntete libre de caminar alrededor o lo que quieras hacer. Sólo no llames a un taxi. Lo digo en serio," él dice, reclinándose contra su almohada.
"De acuerdo, no lo haré. Te veo en un rato."
Él cierra los ojos de nuevo y me salgo de la habitación. Realmente no sabiendo qué hacer, me dirijo de vuelta a la habitación de Nico. Considero ver la última parte de la película de ayer, pero estaba disfrutando verla con Nico. Me dirijo al baño y con una sola mirada a la ducha, ya sé la manera perfecta de hacer tiempo. Tiene una de esas cabezales de cascada y simplemente no puedo resistir.
Después de un baño lujoso que me hizo sentirme años más joven, me doy cuenta que todavía tengo tiempo que esperar. ¿Qué hago ahora? Decido dirigirme hacia la cocina ya que es el único otro lugar al que se llegar desde aquí. Camino alrededor, admirando su belleza otra vez. Mataría por cocinar algo en este lugar. Noto los platos sucios de anoche en el fregadero, y decido enjuagarlos y meterlos al lavaplatos. Es lo menos que puedo hacer después de que Nico cocinó para mí.
Una vez que termino, me dirijo abajo a la sala de juegos. Estoy segura que va a haber mucho que limpiar ahí también. Me quedo boquiabierta cuando llego abajo. El lugar parece una zona de guerra. Vasos de plástico están tirados por todas partes, botellas, vidrio roto. Sabía que era loquísimo que Nico se fuera de la fiesta. Camino alrededor para inspeccionar todo el daño y se me corta la respiración cuando alcanzo el sofá. Más específicamente, lo que hay sobre el sofá. Me volteo, tratando de sacar la imagen de mi cabeza, y prácticamente corro de vuelta hacia arriba.
"Nico, no vas a creer esto," digo, ni siquiera molestándome en tocar la puerta y caigo adentro del cuarto de invitados.
Se acaba de salir del baño y tiene una toalla envuelta alrededor de su cintura. Wow. Sólo, wow. Mis ojos inmediatamente bajan hacia su pecho definido y las gotas de agua corriendo bajo sus abdominales. De repente desearía poder ser una de ellas, y tengo que cerrar los ojos momentáneamente para componerme de mis pensamientos caprichosos.
"Perdón, debí haber tocado," digo una vez que recupero el aliento.
"Tienes razón," él me dice. "Imagina todo el agua que hubiéramos conservado," dice, señalando hacia mi cabello mojado. Claramente está más despierto ahora. De regreso a su ser coqueto.
"Nico, no me estás escuchando."
Su expresión se cae al ver mi reacción. "¿Qué pasó?"
"Eh. Todavía hay gente abajo y no están exactamente vestidos."
Él suspira profundo y frota su cien. "Idiotas," maldice bajo su aliento. "Gracias por avisarme, yo me encargo. Quédate aquí."
Rápidamente camina alrededor de mí y se sale. Quiero recordarle que está en toalla pero quizás no le importa. Para mi sorpresa, se dirige hacia su habitación y segundos más tarde sale caminando apuradamente por el pasillo completamente vestido. Sé que me dijo que me quedara aquí, pero lo quiero ayudar.
Cuando lo alcanzo en la sala de juegos, ya le está gritando a quien sea esta gente que se salgan de inmediato.
Se tensa cuando me acerco junto a él, pero luego me jala hacia su pecho, no queriendo que los vea. Como si nunca hubiese visto a gente desnuda. Tal vez no apilados así en un sofá, pero aún así.
El cuerpo de Nico se siente completamente rígido, así que envuelvo mis brazos alrededor de su cintura, dejándole saber que está bien. Parece relajarse después de un momento.
"Tienen exactamente dos minutos para salirse de mi casa," Nico les advierte. Su tono es mucho más calmado que antes, pero la amenaza es igual de clara.
"Vámonos de aquí," él susurra en mi cabello. Cubre mis ojos con sus manos al subir de regreso. Le quiero decir que no es necesario, pero parece que es más por su bien que el mío.
"Lo siento, Olivia," dice, guiándome dentro de la cocina. "Realmente desearía que no hubieras visto eso."
"Está bien, Nico. Supongo que pasa," trato de no darle importancia.
"No está bien. Eso no es algo que yo ... ese no soy yo," dice, apuntando abajo. "No quiero que pienses que condono esa mierda."
En verdad estoy más impresionada por el hecho que usa palabras sofisticadas y maldice en el mismo enunciado. "Lo sé. No lo pensaría después de ver tu reacción."
"¿Segura que estás bien?" pregunta, como si esperara a que perdiera la compostura en cualquier segundo.
"Sí. Pero me vendría bien un café," le digo, ojeando la máquina extravagante sobre la barra de cocina.
"Claro. Por supuesto. Debí haberte ofrecido antes," dice, dándose una palmada en la frente.
Este chico debió haber tomado una clase de etiqueta, o su mamá le ha enseñado muy bien. Dijo que su papá era británico, así que tal vez lo heredó de él.
Nico parece angustiado al preparar el café. No entiendo por qué lo está tomando tan mal. No es como si fuera su culpa. Trato de pensar en algo para distraerlo.
"¿Dormiste bien? Siento haberte robado tu cama ... y luego despertarte," le digo, sintiéndome mal por ello de nuevo.
Nico se voltea y sacude la cabeza. "No te preocupes. Estabas muy cansada, y no te quise mover. Lo necesitabas más que yo."
Empiezo a escuchar voces filtrarse por el pasillo y me encojo. Espero que no entren a la cocina, eso sólo molestará más a Nico.
"Ven," Nico dice, jalándome hacia su pecho de nuevo. No entiendo su necesidad de protegerme de esto, pero no me voy a quejar. Sus brazos alrededor de mí se sienten como un sueño.
"¡Dios, café!" escucho a una chica chillar detrás de mí.
"No es para ti, Samantha. Por favor vete," Nico contesta.
"Ay, vamos Nicky. No seas así. ¿Por qué le toca a ella y a mí no?" Samantha se queja.
¿Nicky?
"Ella es mi invitada. Tú no. Ahora salte," Nico le contesta fuerte.
Él suspira y escucho más pasos entrar a la cocina. ¿No le acaba de decir que se fuera? "Benjamín, agarra a las chicas y salte. No tengo tiempo para esta mierda."
"Está bien, nos vamos," Benjamín responde roncamente, claramente con resaca. "¿Puedo tomar agua? Me estoy muriendo, hermano."
"Lo que haga que te vayas más rápido. Tienes diez segundos antes que te saque a patadas."
Escucho la despensa abrirse y más pasos. "Lo siento, hombre. Te llamo después," Benjamin dice antes de irse.
¿Son amigos? ¿Qué tipo de amigos son estos?
Nico no me suelta hasta que se van. Puedo sentir su corazón latiendo fuertemente contra su pecho. Respira profundo y lo suelta lentamente. Creo que está contando a diez. Corre una mano bajo mi espalda y siento un hormigueo en la espina. Luego me aprieta suavemente y me deja ir.
"¿Café?" dice después de aclarar la garganta.
"Sí, gracias."
Él asiente con la cabeza y prepara dos tazas en silencio. Tengo miedo de decir algo. Parece que necesita un minuto para calmarse. He aprendido que cuando hay duda, es mejor quedarse con la boca cerrada.
Nico me entrega una taza y se reclina contra el mostrador. Todavía no me ha mirado a los ojos. No sé si está avergonzado o desearía que yo también me fuera.
Tomo un sorbo del café y disfruto su sabor. Es la única cosa que puedo hacer.
"¿Quieres salir a la terraza?"
Miro hacia Nico y su expresión me mata. Se ve herido. ¿Por qué?
"Me encantaría," digo, tratando de animarlo. Creo que le vendría bien un poco de aire.
Él asiente con la cabeza y me guía por una puerta corrediza a través de la cocina. La vista es espectacular. Hay un jardín enorme abajo con una piscina rodeado de follaje.
Me acerco al borde de la barandilla para verlo mejor. "Es hermosa, Nico," digo con asombro.
"Sí, lo es," dice detrás de mí. Cuando volteo a mirarlo, sus ojos están fijos en mí, y hace que me sienta acalorada por dentro.
"Probablemente ya estás acostumbrado, pero es realmente bonito aquí afuera. Gracias por traerme." Me inclino para abrazarlo porque creo que lo necesita, pero también porque al parecer no puedo dejar de abrazarlo.
Aprieta sus brazos alrededor de mi cintura. "Gracias por no adherirte a tu hora de llegada impuesta."
Me río a su comentario. "Para el récord, no me quisiera ir de tu casa tampoco."
"Todavía estoy sorprendido que aún no te hayas ido corriendo."
"¿Estás bromeando? Este es el mejor sábado que he tenido en mucho tiempo. Me tocó dormir en la cama más cómoda del planeta, tuve un baño de cascada, seguido por entretenimiento loco y café lujoso con vista."
Nico levanta mi mentón para que lo mire. "Eres una santa. ¿Sabes eso, no?"
"Sólo estoy diciendo la verdad," contesto, encogiendo los hombros.
Él aparta la vista de mí por un momento, y sacude la cabeza ligeramente con incredulidad. Sus ojos regresan a los míos, pero ahora se ve curioso. "¿Qué planes tenías para hoy?" me pregunta.
Interesante cómo usó el tiempo pasado. ¿Eso significa que los quiere cambiar? "Voy a hacer de niñera de nuevo. Eso es todo." Sí, mi vida es extremadamente aburrida.
Nico frunce el ceño a mi respuesta. "¿A qué hora?"
"A las cuatro."
"¿Quieres hacer algo mientras? ¿Podemos ir a comer y luego te puedo llevar si quieres?"
"Hm, eso depende."
"¿De qué?"
"De qué planes tú tenías para hoy."
Él parece aliviado. "No mucho. Tengo que hacer unos mandados, y luego uno del equipo está teniendo una reunión para su cumpleaños en la noche, pero no estoy seguro si quiero ir."
Me pregunto si el incidente de hoy tiene que ver con ello. "Bueno, entonces te puedo ayudar con tus mandados después de comer."
Se ve sorprendido, pero luego sonríe por primera vez desde anoche.
"Trato hecho."