Kuroo llegó justo a tiempo para detener otras palabras por parte de Oikawa. Sabía que Hinata debía decirlo, no el chico que lo había terminado.
-¿Kageyama?- pero la sorpresa los detuvo a ambos al notar como el chico lloraba.
Hinata no se detuvo un solo momento más, apresurado por llevarse al más alto de ese lugar. Lo toma de la mano con fuerza para arrastrarlo fuera del lugar. La práctica había acabado.
Conocía lo que era el dolor del corazón roto, pero no quería que Kageyama lo viviera también. No él, no a quién amaba tanto.
Pero, justo cuando Hinata se disponía a tomar su bicicleta para poder dejar el lugar, Kageyama lo detiene.
-¿Estabas enamorado de mí?
Siente como su corazón puede romperse en trozos más pequeños para esa alma de cristal.