-Oh no hay problema yo también iba distraído, ojala no vuelva a ocurrir no quiero que te caigas y lastimes por mi culpa- me sonrojo más.
-Gracias y perdón, no creo que va a ocurrir de vuelta.
-Bueno me dio gusto verte hasta luego chica distraída- me sonríe y me giña un ojo, oh dios mío creo que voy a morir.
-Adiós bonito día- me despido.
Si sigo así creo que un día voy a terminar devuelta en el piso y con algún moretón. Me siento en un banco cerca de donde estoy y me pongo a pensar en algún pastel para la cafetería.
-Disculpa ¿me puedo sentar?- miro en dirección de donde viene esa voz y veo un chico no muy alto tiene acento italiano.
-Claro-le contesto, me quedo mirando a los árboles y trato de ser creativa pero nada, me decido por un pastel de almendras relleno de dulce de leche y crema.
-Lo tengo –digo en voz alta y me quedo callada.
-¿Lo tienes? Perdón si me meto- me dice el chico a mi lado.
Por un momento olvide que no estaba sola y giro hacia el chico.
-Oh perdón pensé en voz alta.
-De acuerdo entonces no molesto, tu sigue pensando- me dice sonriendo.
-No molestas de hecho si no te molesta ¿me darías tu opinión sobre algo?- me mira confundido y asiente.
-¿Te gustaría un pastel de almendras con relleno de dulce de leche y crema?
-Suena rico pero tendría que probarlo, ¿tienes una cafetería o eres repostera?
-Si tengo una cafetería a dos cuadras de aquí, por cierto me llamo Alexa Miller.
-Mucho gusto, Gianluca Gionoble, bonito nombre.
-Igualmente y si quieres para por la cafetería se llama Cuore, pregunta por mí y la casa invita.
-Oh gracias lo voy a tener en cuenta- me despido y me voy.
Es muy raro que yo invite a las personas a la cafetería pero quiero conocer personas y que mejor hacerlo de esta manera.