19.¿James?
Dallon James Weekes. Ese era el nombre de el pequeño "niño de mami"
Dallon, desde que tenía memoria, había sido sobre protegido por su amorosa madre; ya que, cuando él era un pequeño su padre fue brutalmente asesinado. Al ser su padre uno de los más grandes magnates de la ciudad de Los Ángeles –y por consecuencia un enorme millonario– era un blanco fácil para asesinos, ladrones y miles de estafadores.
Una noche después de una importante cena de negocios que tuvo el padre de Dallon con sus socios, accionistas, contadores, abogados y fieles empleados fue atacado y posteriormente asesinado
Mientras salía de el restaurante donde se llevo a cabo la cena formal, los empleados que se encargaban de estacionaban los coches, planearon su jugada. Ellos al saber anticipadamente la reservación de el señor Weekes, tuvieron el tiempo suficiente para conseguir armas de fuego y planear su cuarteada, lo único que faltaba era llevarla a cabo.
El plan era simple: en cuanto pusiera un pie fuera de el lugar, reventarle la vida a base de balas, robar todo el efectivo que cargara en ese momento y escapar.
Desgraciadamente ese día su adorable esposa e hijo lo acompañaban causando que después de la cena apreciarán esa terrible escena de muerte y tragedia, trayendo como consecuencia el gran miedo que la madre de Dallon desarrolló por el mundo exterior o fuera de su casa.
Para su mala suerte los asesinos escaparon antes de que la policía los atrapara.
Su madre llevo muy mal la perdida de su querido esposo, todas las noches lloraba y se lamentaba mientras creía que Dallon no la escuchaba por el silencio de la noche, sin embargo, Dallon siempre la escucho llorar, no podía dormir sabiendo lo mucho que su madre estaba sufriendo.
A diferencia de su madre Dallon nunca lloro, no significaba que no se sentía mal por la perdida de su padre, el sentía que era la forma de ser fuerte por su madre y así ayudarla a intentar superar el trágico hecho. Se volvió mas maduro para comprender a su madre y poder apoyarla en su agonía. Dormía escasamente, comía muy mal, y se concentraba más en las prioridades y necesidades de su madre antes que las suyas, todo con el fin de ayudarla.
Su madre al tener ese miedo irreparable decidió que su estimado hijo estudiaría en casa para así "protegerlo" o al menos intentarlo. El sabia que su madre lo hacia con una buena intención y a pesar de ello una pequeña parte de Dallon la odiaba por haberle hecho eso. El estudio en casa y él nunca salir de allí así que él siempre viera su casa como una presión de la cual, aparentemente, nunca escaparía.
El lo intentaría todo para que su madre lo dejara estudiar fuera de ese lugar al cual llamaba casa.
Primero comenzó por mostrarle que el mundo exterior era un lugar completamente seguro para todos y que claramente no le pasaría lo mismo que lamentablemente le pasó a su padre; ella se negaba a aceptar que el mundo fuera un lugar bondadoso ya que para ella fue traumático ver cómo asesinaban a una de las personas que mas amaba en la faz de la tierra y no quería que lo mismo le ocurriera a su pequeño Dallon.
El insistió a los largo de los años, no se rendiría tan fácilmente, aunque su madre pensara que las personas son hostiles estaba equivocada, Dallon creía y sabia que el mundo era un lugar amoroso, aunque personas malas existieran, no todas eran así y él lo sabía por qué su padre era la prueba de ello, de que a pesar de que exista gente con comportamientos horribles siempre distinta una pequeña pizca de esperanza, por la esperanza en lo ultimo que muere.
Si bien el tampoco se sentía muy seguro de ir a una escuela como cualquier niño de su edad, sabia que podía enfrentarlo todo, aunque fuera el inadaptado de la clase, el lo lograría, salir adelante, como lo hizo cuando su padre murió.
Su madre, después de cansarse de su insistencia, le ofreció un trato; cuando tuviera edad para entrar a la secundaria iría a una publica, como todos los demás. Pero ella iría todos los días a llevarlo y recogerlo, y nada de ir a casa de sus amigos, aun y cuando fuera por tareas.
Tentado Dallon accedió y cuando cumplió sus doce años su madre lo inscribió a el próximo año de secundaria, era la oportunidad perfecta para el, no solo para hacer amistades, también para independizarse un poco de su casa y privilegios.
El primer día de clase de Dallon había llegado, él estaba súper emocionado, nada podía calmarlo, saltaba y gritaba por todos lados. Se veía extremadamente tierno en su uniforme, con su camisa blanca perfectamente planchada y su formal pantalón azul marino acompañado de unos casuales zapatos negros. Era el mejor día de su vida.
Cuando entro se asombró al ver la enorme cantidad de gente que había, tanto en los pasillos como en salones y demás. Antes de ir a su clase fue a su casillero a dejar los cuadernos que no usaría ese primer día, mientras ordenaba sus cosas algo llamo su atención, tres chicos habían tirado al suelo a otro.
Al principio no supo que hacer, se quedo congelando mientras contemplaba como los tres chicos golpeaban y pateaban a el chico de cabello negro, le dio tanta rabia ver esa escena, pero como era la primera vez que veía algo así en persona no supo qué hacer y se quedó paralizado.
La campaña lo saco de su shock y lo llevó de vuelta a la vida real, era la hora de entrar a clase, los tres chicos se apartaron de el peli-negro dejándolo solo y Dallon solo se fue, sin hacer nada, sin saber nada.
Entro a el salón asignado para su primer hora en una escuela normal, entro al salón y observo detalladamente a todos y cada uno de los que estaban en su clase, los quería recordar en caso de que necesitara algo. Al entrar también el profesor lo llamo para preguntarle unas cosas.
—Usted debe ser el joven Weekes—menciono en profesor.
Dallon solo asintió y le dedico una sonrisa amable a su nuevo profesor.
—¿Cómo le gusta que le llamen?
En ese entonces la única persona con la que hablaba era con su madre, y su madre siempre lo llamaba James y no Dallon, lo cual a él le gustaba, además de que le recordaba a su padre ya que el también se llamaba James.
Le parecía perfecto que le llamaran así, en ese tiempo le parecía una mejor opción James ya que, si bien, le gustaba mas, también sentía que la gente se burlaría de su nombre Dallon.
—James—respondió tímidamente y casi inaudible—, llámeme James.
—Atención clase—hablo fuertemente el profesor para que todos escucharan—, él es uno de sus compañeros nuevos, James Weekes.
Mientras el profesor hablaba los nervios de Dallon se incrementaban en un doscientos por ciento, haciéndole saber lo difícil que sería encajar en esta nueva forma de educación.
Después de presentarlo ante la clase el profesor le indicó donde se iba a sentar. Mientras pasaba entre las bancas para ir a la suya noto que los tres chicos malos estaban en su clase, era una mala noticia para el, se sentiría aun mas culpable de que no hizo nada por el otro de pelo negro.
Al sentarse alguien interrumpió, era el chico de pelo negro que había sido atacado antes.
—Señor Urie siéntese allá—dijo el profesor dirigiéndose al chico de pelo negro—junto a Ross.
Urie.
Por alguna razón ese apellido no podía abandonar su cabeza, había algo que le llamaba la atención de ese enigmático chico, era la primera era persona en la que se interesaba tanto, no era una obsesión, mas bien lo admiraba por ser tan valiente de entrar a el mismo salón en el que sus abusadores se encontraban.
Siempre mantuvo un perfil bajo para que Brendon no lo notara y lo mucho que a este le atraía.
Desde ese día Dallon nunca se pudo sacar a Brendon de su cabeza, no podía y no quería hacerlo, ese chico le atraía en todo sentido. Su forma despreocupada de ser, su valentía y todo lo que estaba en el le encantaba. Pero algo andaba mal, Ryan Ross, ese chico era lo único que se interponía entre Brendon y el –aunque también el era muy tímido para hablarle–.
Si bien no quería arruinar la relación de Brendon, le hacia muy triste no poder estar con el.
Así fueron los tres años de secundaria para Dallon, amar a alguien inalcanzable para el. En los últimos días de la secundaria el se entero de que Ryan y Brendon se iban a declarar su amor uno al otro así que fue con los tres chicos que molestaban a Brendon y les comento sobre lo que pasaría ese día para que lo impidieran. Y justo como lo deseo asi paso.
Dallon se sentía terrible por lo que había hecho, había separado a Brendon y Ryan solo por un capricho que se le dio, en ese momento Dallon se sentía como basura, no tenía ni el valor de volverle a ver la cara a Brendon o a Ryan así que planeo algo.
Llevaría a Brendon por el camino de el éxito, siempre apoyándolo sin importar que, todo para intentar remediar lo que había provocado. Y así fue, al entrar al bachillerato, comenzó a hacer que todo lo llamaran Dallon, también se cercioró de estar en el mismo instituto que Brendon para así poder ayudarlo.
Como Brendon se había juntado con los bravucones el cayo en un hoyo del que era prácticamente imposible salir, drogas, alcohol y problemas; el lo saco de esa situación para pronto convertirse en su mejor amigo.
Claramente Dallon no podía apagar los sentimientos que tenía hacia Brendon pero siempre trataba de ser lo más discreto posible para que el no lo notara o sospechara algo, y, por mas ganas que tuviera de declararse ante el, no quería arruinar la bonita relación que habían forjado.
Lo acompaño en los altos y en los bajos, en cada momento Dallon siempre estaba ahí para Brendon, sin importar cuando, como o donde, no lo abandonaría jamás.
Después de que Brendon y Sarah terminaron, él se prometio a sí mismo declararle todos sus sentimientos a Brendon sin miedo y sin nervios alguno, tenía que hacerlo, no podía soportar más tiempo sin decirle lo mucho que le atraía.
Y por fin había llegado la noche que tanto había esperado.
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no les voy a mentir, no había actualizado por que me dio mucha flojera y por que estaba corrigiendo los capítulos anteriores.
y si es un capítulo para cortar un drama y meter otro drama que explica dramas pasados ahre