Zayn con frecuencia se arriesgaba demasiado por Niall, considerando las circunstancias. ¿Pero cómo se podía resistir? Niall era todo lo que Zayn había querido alguna vez. Zayn ama proteger a su pequeño hermano y ama mirar a Niall sonreír. Era una de las mejores cosas que había visto alguna vez, los ojos azules de Niall y sus labios que se separaban ligeramente. Zayn realmente ama a Niall e hace todo para cuidar de él. Pero, a veces, tenía problemas. Después de todo, era un joven adolescente que cuidaba a su discapacitado pequeño hermano. A veces las cosas se complicaban.
— No— Niall dijo, sacudiendo la cabeza.
— Niall, tenemos que ir a la escuela— Zayn intentó convencerlo a que saliera de la casa y entrara al auto.
— No— Niall repitió, mirando fijamente a lo lejos en la nada y sin moverse.
— Por favor— Zayn pidió, no queriendo tener que cargar a Niall. Niall odia que lo carguen.
— Dibujaremos cuando lleguemos a casa— dijo Niall, siguió mirando a la nada. Zayn caminó hacia Niall quedando frente a él y cogió su rostro suavemente, mirándolo a los ojos. A veces era difícil mantener la atención de Niall.
— Sí— Zayn sonrío, —Dibujaré contigo cuando lleguemos a casa ¿Bien? Ahora vamos, nos tenemos que apurar para ir a la escuela.
Finalmente, Niall se movió, dejando a Zayn su mano y llevándolo al coche. El viaje fue casi en silencio. El único ruido era el suave zumbido que Niall hacía con su boca, haciendo sonreír a Zayn. Niall era muy creativo y le encantaba crear arte, ya sea cantando canciones de Disney, pintar o dibujar.
— Muy bien, Ni— Zayn dijo, saliendo del auto una vez que aparcaron y corrió hacia el lado de Niall abriendo la puerta y agarrando la mano de Niall para que salga del coche —Vamos a clase.
Zayn y Niall anduvieron caminando por los pasillos de la escuela, su mano aún entrelazada con la de Niall, ignorando las miradas desagradables y los susurros groseros dichos hacia ellos.
— No quiero ir— murmuró Niall cuando llegaron frente al salón de educación especial.
— Esta bien, Nialler— Zayn susurró, tirando de su hermano en un abrazo, —Me reuniré contigo en el almuerzo ¿Está bien? Y luego estaré justo aquí después de las clase e iremos a casa a dibujar— Niall simplemente asintió con la cabeza, distrayéndose por un objeto brillante a través del vestíbulo, —Oye— Zayn dijo, tratando de que Niall pusiera su atención en él, —Es hora de clase.
Niall asintió con la cabeza otra vez y luego entró a su aula, desapareciendo entre los niños con discapacidad. Zayn suspiró y pasó su mano a través de su pelo, tirando de su mochila sobre su hombro y luego girando y caminando a su primera clase. En el camino, le miraron miradas de disgusto. La gente juzgaba a Zayn debido a su hermano. Y Zayn lo odiaba. Odiaba cómo las personas trataban al amor de su vida.
— Malik— dijo un muchacho particularmente cruel, empujando a Zayn contra la pared — Sólo porque no pueda golpear a tu hermano, no quiere decir que no te pueda golpear a ti— y después conectó su puño en la nariz de Zayn, haciendo que sangre chorreando de sus fosas nasales.
— Mierda— Zayn maldijo. El muchacho simplemente se rió y siguió por el pasillo. Zayn tomo una respiración profunda, y después continua hacia su primera clase. Tomaba los golpes por Niall. Si eso era necesario para protegerlo, lo haría.
En el almuerzo, Zayn localizó a Niall en la cafetería y se lo llevó al rincón escondido de una mesa para comer. A Niall le encanta comer y Zayn sabía que era uno de sus momentos favoritos del día. Trató de hacerlo especial y seguro.
— ¿Cómo estuvieron las clases, Niall?— Zayn preguntó.
— Practicamos matemáticas— dijo Niall, frunciendo sus cejas — No me gustan las matemáticas— Zayn se rió entre dientes.
— Está bien, encanto. Más tarde yo te ayudaré.
Llevaba llamando a Niall encanto desde hace casi un año cuando supo de la obsesión de Niall por las películas de Disney. Le encantaba la idea del príncipe, y le encantaba la forma que siempre terminaban siendo felices, aunque pasaban por tiempos difíciles. Así que Zayn había pensado en ese nombre, usándolo con frecuencia.
— La señora London dijo que no puedo dibujar durante la clase— Niall luego frunció el ceño, sacando sus notas para mostrárselas a Zayn. Éste dejó de comer, agarró las notas y con una sonrisa observó los pequeños dibujos de Niall de sus personajes favoritos de Disney.
— Tienes que prestar atención a clase, ¿De acuerdo?— Zayn dijo, sacando su propio lápiz y trazando las líneas que Niall había dibujado, las oscureció, haciéndolas más exactas — Pero tengo que admitir, realmente, estás mejorando.
— ¿Enserio?— Niall preguntó, su rostro ya iluminado.
— Enserio— Zayn sonrió. Fue entonces cuando los ojos de Niall se enfocaron en la nariz de Zayn.
— Torcida— Niall dijo, se acercó hacia Zayn, agarrándole la nariz. Zayn maldijo y se alejó, cogiendo desprevenido a Niall — L-Lo siento— Niall tartamudeó.
— No, no, cariño, está bien— Zayn hizo una mueca, — Sólo es un poco de sangre ¿De acuerdo? Estoy bien.
El resto del día pasó lento para Niall. Odia que sus clases fueran especiales. Todo lo que quería era estar en clases normales como Zayn. Quería aprender lo que Zayn aprendía, así quizás Niall podría ayudar por primera vez a Zayn con su tarea. Después que sonó la campana final del día, Zayn estaba ahí, como siempre, recogiendo a Niall de su clase y caminando con él de la mano hacia su auto.
— Zayn— Niall murmuró cuando llegaron a casa.
— ¿Sí?— Zayn preguntó, empujando la puerta de la casa.
— No quiero que papá me lleve a su habitación hoy— dijo Niall, su voz siendo baja y triste. El corazón de Zayn se encogió y mordió su labio, llevando a Niall a su cuarto.
— No lo dejaré— Zayn dijo — No hoy.
— ¿Porque lo hace Zayn? ¿Soy malo?— Niall preguntó, todavía triste. Zayn abrió la puerta del cuarto de Niall cerrándola detrás de ellos.
— No— dijo Zayn, con ganas de llorar, pero no quería hacerlo delante de Niall. Zayn lloraba demasiado cuando no estaba Niall — No encanto, no eres malo. Eres asombroso.
Niall no respondió esta vez, sólo se acostó en su cama, esperando a que Zayn trajera los suministros de pintura. Niall y Zayn tenía todos los suministros de pintura en el armario. Zayn había comprado la mayor parte con su propio dinero, o para los cumpleaños de Niall.
— ¿Qué quieres dibujar esta vez?— Zayn preguntó, colocando la pieza de madera que usaban como una superficie dura en la cama y luego colocando un pedazo de papel en ella. Niall mordió su labio concentrándose.
— A la princesa Jasmine— Niall finalmente decidió. Zayn sonrió y sacó las pinturas apropiadas para la obra.
— Bueno, encanto, ¿Quieres una imagen para poder dibujarla?—
— No— Niall negó con la cabeza, agarrando el pincel y sosteniéndolo sobre el papel, dejándolo flotar ahí por un momento — Tengo una imagen aquí— Dijo, apuntando su cabeza. Zayn sonrió y asintió con la cabeza, levantándose de la cama y luego sentándose detrás de Niall, tomando con su mano la del más pequeño.
— ¿Listo?— Zayn preguntó. Niall asintió con la cabeza, y luego Zayn empujó sus manos hacia adelante, dejando que el pincel se deslice sobre la hoja de papel blanca. Zayn podía ver la sonrisa de Niall por el rabillo de su ojo, y deseaba que se quedara así por siempre, si eso hacía feliz a Niall.
Casi lo hicieron, llenando el hermoso verde azulado de los pantalones de Jasmine, cuando su padre interrumpió en la habitación, cerrando la puerta contra la pared. Niall y Zayn saltaron, causando que el pincel se deslizara a través del papel, arruinando el dibujo entero.
— Niall, a mi habitación— dijo su padre.
Niall miro fijamente a su padre. Su corazón empezó a latir y su pecho subiendo hacia arriba y abajo rápidamente. Luego se dio la vuelta y miró a Zayn.
— Zayn— susurró Niall —Dijiste que hoy no...
— Ya lo sé, encanto— Zayn respiró, mirando a su padre — Hoy no— atinó a decir Zayn.
— Zayn— su padre gruñó y avanzó hacia los dos muchachos alejándoles — No te metas.
Zayn luego fue empujado fuera de la cama, cayendo hacia atrás y aterrizando torpemente en el suelo, dañando su hombro. Durante el tiempo que estuvo en el suelo, Niall había desaparecido, y escuchó los portazos de otra puerta. Zayn no pudo hacer nada. Se sintió enfermo e impotente.
Lo único que quedó fue el cuadro arruinado y el pincel desatendido, que rodó a lo largo de la cama, dejando un rastro de color verde azulado.