Trate de recuperarme de inmediato, pero la noticia de mi padre detenido, me llenaba de escalofríos.
- ¿qué pasó? – logre preguntar, sentía mis voz ajena a mi, todo estaba dando vueltas.
El nerviosismo en los ojos de Tobby fue reemplazado por compasión, se acercó a mí y me abrazo.
- Todos estamos haciendo hasta lo imposible por sacarlo. – empecé a temblar, todo estaba empeorando notablemente y me sentía destrozada.- Alguien ha estado manipulando la coraza para sacar información del estado y debido a lo que tu abuelo hizo anteriormente, tu padre es el primer sospechoso.
¿qué? Mi abuelo departe de padre había muerto hace muchísimo tiempo, ni siquiera había podido ver a mi padre crecer.
Arrugue la frente ante la respuesta de Tobby y un aire de comprensión traspaso su rostro.
- Nunca les contó nada ¿Verdad?
Negué con la cabeza y Tobby volvió a abrazarme. Quería empujarlo y hacer que me cuente la historia pero no tenía tiempo el juego empezaría pronto.
- Te contaré todo esta tarde, pero por lo pronto tengo algo que entregarte.
Me soltó e hizo su camino hasta el escritorio, tomó la pequeña caja y la abrió, dentro tenía unas cajas más pequeñas aún, debía haber unas veinte pero solo una era de color rojo, las demás eran plateadas.
Saco la caja roja y la abrió, dentro había un anillo, era dorado, no tenía ninguno adorno salvo que en la parte interior tenía grabada una estrella, el resto era una línea simple.
- Tu abuelo invento estos hace años, es uno de los secretos mejores guardados de los Sullivan.
Saco el anillo de su caja y me tomo mi mano, introduciendo el anillo en mi dedo anular, sentí una decepción al notar que aquella preciosa joya era dos o tres tallas más grande, el anillo quedaba nadando en mi dedo, pero dos segundo después sentía como el anillo se ajustaba en mi mano, siendo del tamaño ideal.
Abrí los ojos como platos, sabia que teníamos tecnología de punta pero ponerla en joyería solo para que luzca perfecta me parecía un desperdicio. Por lo que dijo Tobby al parecer esta era una joya familiar creada por mi abuelo, pero no le encontraba otro uso.
- Deja de cavilar tanto, diabla. – dijo Tobby. – como te dije tu abuelo lo invento, dentro del anillo existe un programa especial, que te protegerá de todo y de todos, este es el llamado programa Valkyria.
Definitivamente Tobby me estaba tomando el pelo, no había forma que esto funcionará, una vez más Tobby tomó mi mano y pasó su dedo por mi anillo, al parecer aunque tuviera un pequeño tamaño, el anillo poseía un lector de huellas digitales, una vez que Tobby lo activo escuche un pequeño click.
Programa Valkyria iniciado con éxito. – escuche una voz que estuve muy segura resonó en mi cabeza
Al ver mi reacción Tobby empezó a hablar.
- Puedo deducir al ver tu expresión que Valkyria se ha iniciado correctamente, déjame decirte que es un programa desarrollado por tu abuelo pero mejorado por tu padre y la ayuda del señor Ivanóvic.
Valkyria es un programa que te proveerá de información, protección y todo lo que necesites, posee un chip en su interior que se conecta con tu sistema nervioso, he ahí la razón por la que parece que hablara en tu cabeza, de igual forma puedes darle instrucciones con solo pensarlas.
Para activarse utilizo mi huella digital, pero para desactivarse debes darle la orden mentalmente, o colocar tu dedo en el lector de huella en la parte inferior dos veces, una vez activado únicamente su usuario puede pararlo.
Buenas tardes señorita Sullivan, soy Valkyria, por favor indique sus instrucciones para empezar el funcionamiento. – dijo una suave y dulce voz en mi cabeza, asumí que era una chica pero no estaba segura si los programas tenían género.
- El anillo que tú llevas es el original, tu padre me ha pedido específicamente que tú seas su portadora. Los demás.- dijo él señalando su caja. – deben ser entregados a tus compañeros de equipo, todos han sido activados ya, solo deben empezar a usarse lo más pronto posible.
Estaba soñando, eso era seguro porque no había posibilidad de que Tobby viniera a entregarme a un guardaespaldas, secretario, todólogo programa metido dentro de un anillo.
- ¿qué pasará, si nos atacan físicamente? Estoy segura que esto no puede manipular el cerebro de una persona para enseñarnos a pelear, eso iría en contra de las creencias de mi padre. El jamás permitiría que una inteligencia artificial se atreva a modificar el cuerpo del ser humano.
La tecnología podía llegar a ser maravillosa, pero al final del día solo era eso un invento del hombre para facilitar la vida, la tecnología no debía por ningún concepto intervenir en el destino de la naturaleza. Ese era un principio que mi padre atesoraba.
Los humanos son imperfectos, pero en la imperfección se puede encontrar una gran belleza. Solía decir papá.
- Si por algún motivo, su vida llegase a correr peligro. Valkyria activa un campo de fuerza indestructible, algo así como un chaleco antibalas, con la diferencia que este campo se extendería por todo su cuerpo, sería invisible. Un ejemplo de esto sería, si por alguna razón cayeras, al campo de fuerza le tomaría menos de un nano segundo activarse y envolverte, naturalmente caerías pero el impacto no sería doloroso, tu cadera sería protegida y nadie lo notaría.
Esto empezaba agradarme y a asustarme, pero el agrado predominaba.
- Debes irte a hora mi pequeña niña y debes luchar. No dejes nunca que esos idiotas te digan qué hacer.
Tobby me tendió su caja y me abrazo, sus abrazos habían reemplazado los de mi padre por años, él me había criado, pero su abrazo se sentía ligeramente diferente, sentía como si él fuera de a desaparecer una vez que se marchara de aquí.
Mis ojos se llenaron de lágrimas, Tobby me había gritado y castigado tantas veces, pero también había sido un gran padre, papá había pasado viajando desde que tenía memoria y siempre me dejaba a su cargo, Tobby había sido el segundo padre de todos los chicos que habíamos estado en la academia desde siempre y pensar que se marchara me rompía el corazón.
- Se marchara verdad Mi Teniente. – dije con la voz rota.
El puso una cara de incredulidad, pero el nudo en mi garganta seguía creciendo, algo malo estaba pasando.
- Nunca me marcharía, pensé que me conocías más que eso pequeña Diabla. El problema es que, yo también conocí a tu abuelo, los cargos también se aplicaron en mi contra, Tu padre me permitió escapar para entregarte los anillos pero si sigo huyendo, pueden considerarme un fugitivo e intentar asesinarme. Por ahora iré al mismo sitio donde está tu padre. El los convenció de liberarnos una vez que ganen, así que solo es cuestión de tiempo.
Odiaba tanto esta situación, odiaba ser inútil, debía ganar lo más rápido posible, no podía permitir que ellos estén encerrados.
Tobby abrió la puerta y sin girarse alzó su mano derecha para despedirse, sentía mi corazón encogerse, porque por alguna extraña razón, presentía que no lo volvería a ver.
- Valkyria te contara la historia de tu abuelo. – dijo y escuche la puerta cerrarse.
Media hora faltaba para el segundo juego, hace diez segundos mande un mensaje de ayuda a todo mi equipo, esperaba verlos en cualquier instante.
Escuche pisadas fuera de mi habitación y la puerta se abrió de golpe, Ross entró primero, tenía su pistola en la mano y los ojos llenos de furia.
Estaba parada sentada encima de mi escritorio cuando entro.
- ¿qué pasa? – dijo el, en el momento exacto en el Rochelle entraba en mi habitación con sus tijeras en mano.
Al parecer los había alarmado un poco pero era la única forma, de reunirlos con rapidez y explicarles la situación.
Uno a uno fueron entrado mis amigos en mi habitación y nuevamente este pequeño cuarto quedo abarrotado de diecinueve personas.
Explique rápidamente todo lo que Tobby me había dicho, todo sobre Valkyria y como está los protegería siempre a cualquier precio, ahora mismo Valkyria era nuestra mejor aliada. Tome las pequeñas cajas y se las entregue a todos y cada uno de mis amigos, al igual que yo, tuvieron la misma reacción al ver como el anillo se adaptaba para acoplarse perfectamente a los dedos de cada uno.
Segundos después veía sus ojos abrirse de impresión, de seguro esa debió haber sido mi expresión al escuchar a Valkyria en mi mente.
Valkyria, ¿estás ahí? – Pregunté, sintiéndome incomoda y rara de buscar a alguien en mi mente.
Si señorita Sullivan. Aún espero sus órdenes. – decía ella calmada y tranquila.
Necesito que me protejas a toda costa. – mi orden se oyó más como una súplica.
Si, Brigadier. – dijo ella.
Los veinte minutos restantes, pasamos adaptándonos a Valkyria. Aún era raro tenerla en mi cabeza pero me daba mucha confianza. Si mi familia había desarrollado este programa, estaba segura que me guiaría a la victoria.
Estábamos en campo abierto, formados en bloque, sentía el vacío que mi padre había dejado entre los espectadores, pero sabía que él me apoyaba. Regresé la vista a los instructores teniendo la esperanza que Tobby aún se encontrara ahí, pero al parecer ya lo habían detenido.
Sentí la mano de alguien tomar la mía, era una mano cálida, que me hacía sentir nostalgia, Jaimy sostenía mi mano y susurraba que todo estaría bien. Ella no me había mostrado afecto desde que llegue, nosotros habíamos sido muy unidas cuando fuimos pequeñas, hasta que se transfirió, pero paradas aquí una vez más sentí a la niña con la jugaba de vez en cuando.
Las pantallas se encendieron una vez más, sentía mi corazón latir a mil, mis manos se helaban y contenía la respiración.
El juego de hoy consistía en conducir un auto blindado lleno de los participantes, a través de un campo lleno de trampas, cada dos minutos debían cambiar de conductor sin frenar siquiera, en la guerra cada segundo cuenta, un acto descabellado pero que podía salvar vidas. Las pantallas empezaron con su lotería para elegir a los participantes, los segundos fueron eternos, quería participar y acabar con esta situación de una vez.
Escuche un bip, sabía que los nombres ya se mostraban en la pantalla, pero no quería ver. Yo no era nada buena conduciendo, pero si tenía que hacerlo, asumiría mi responsabilidad y trataría de golpear al destino en la cara. Regresé la vista a la pantalla y vi a los participantes.
1. Alena Ivanóvic
2. Benjamín Campbell
3. Ross Campbell
4. Frank Blake
5. Royce Wood
6. May Kajiura
7. Kilian Santos
8. Justin Saint –Priest
Lena iba a competir sin mi, estaba segura que ella destacaría y brillaría en la competencia, después de todo Justin también participaba y Lena se luciría frente a él.
Ross también competiría, este hombre era una sexy máquina invencible, trataba de convencerme para calmarme, ahora ya no estábamos solos, teníamos a Valkyria pero si algo llegase a sucederle mataría a todos.
Los elegidos se cuadraron, uno a uno empezaron a caminar hacia el auto, pero Lena se dio vuelta y me abrazo.
- Te prometo que estaremos bien. – susurró. – cuidare a Ross por ti y a Benjamín por Rochelle. – dijo en un tono ligeramente alto para que Rochelle la escuchara
Después se dio vuelta y se encaminó hasta el auto blindado, tomada del brazo de Justin, se contoneaba y caminada alegremente, su paso de súper modelo hacía que el camino hasta el auto blindado se convirtiera en una pasarela, La expresión de Daya en el palco de los instructores reflejaba orgullo.
A los participantes restantes nos llevaron al coliseo donde las pantallas, reflejaban a cada segundo lo que estaba sucediendo en la pista de conducción, el Coliseo estaba divido en dos grupos, en el lado norte los estudiantes de la Academia superior, se encontraban sentados en bloque junto a sus familias, en el lado sur se encontraban las nuestras.
Las cámaras estaban instaladas en toda la pista, ofrecían una visión muy realista de lo que estaría sucediendo, pero eso no significaba que estuviéramos a su lado.
Todos estaban metidos en aquel auto gigante, era una especie de camión, la cabina del conductor se conectaba con el cajón internamente donde iba el resto de la tripulación, su material era reforzado, sabía que ni un misil lograría atravesar su estructura, May sería la primera, tenía muchísima confianza en ella, después de todo tenía toda la sabiduría oriental de su parte.
La pista había sido construida especialmente para este evento, nunca antes habían utilizado un juego tan descabellado como este contra unos novatos, al parecer estaban esforzándose creando juegos suicidas especiales solo para nosotros.
Las luces de salida empezaron a parpadear y ellos arrancaron, May al principio trataba de manejar adecuadamente pero conforme avanzaron, pisó el acelerador, una bomba explotó a un lado del camino, el corazón se me detuvo al ver que el auto estuvo a punto de volcarse pero May logró estabilizarlo, su tiempo se estaba terminando, en la siguiente curva cerrada May debía cambiar de puesto con alguien en la parte trasera, una vez que lo hiciera ella quedaría completamente congelada, debido al programa instalado en el auto.
Frank fue el siguiente, escuche un pequeño grito proveniente de Vel cuando, el auto se desestabilizo, May le cedió el volante pero el espacio reducido que tenían para escabullirse a la parte trasera, estaba siendo obstaculizado por Frank, en un movimiento ella se empujo fuertemente hacia arriba, lanzando a Frank dentro del asiento.
May se paralizó muy rápidamente, iba a caer con mucha fuerza en el suelo del auto, pero Ross muy ágilmente la tomo en sus brazos y la deposito a su lado.
El parecía estar muy sorprendido de haberla atrapado, como si el lanzar sus brazos hacia ella no hubiera sido un acto pensado por el. Frank estaba conduciendo como un abuelo, el equipo contrario había tomado una gran ventaja, su sucesor sería Benjamín, con quien recuperarían el tiempo perdido, el turno de cambiar estaba llegando cuando Benjamín le dijo a Frank que simplemente, se olvide de todo, solo debía estabilizar el auto por cinco segundos y lanzarse lo más rápido posible a la parte posterior. Así ninguno se interpondría el camino del otro, pero si por alguna razón el auto no se estabilizaba por cinco segundos, serían fatales y Benjamín no lograría manejarlo.
Rochelle estaba a mi lado, con la cabeza en alto, sus ojos reflejaban preocupación, veía sus labios moverse ligeramente, ella estaba rezando.
Los segundos pasaron y Benjamín hizo el cambio muy limpiamente y con mucha gracia en sus movimientos, Frank se paralizó, pero nadie lo atrapó, el impacto debió ser duro, lo suficiente para hacerle siquiera un corte en la cara, pero nada le sucedía, al parecer Valkyria estaba haciendo su trabajo.
Una vez que Benjamín tomó el volante se adentraron en el bosque, debían cruzarlo sin un faro prendido, era un bosque demasiado espeso, sus ramas no permitían el paso de la luz solar lo que impedía la visibilidad, pero aún así Benjamín lograba evadir cada una de las trampas y árboles, Royce fue el siguiente, su cambio fue inmediato y confuso para mí, en dos segundos estuvo sentado en su lugar y Benjamín estaba inmóvil ya, pero antes logró llegar a lado de May y apoyarse en ella.
Royce había disminuido la velocidad, pero esto no importaba, gracias a la gran maniobra de evasión de Benjamín, habían recuperado e incluso ganado ventaja en comparación con el otro equipo.
Esta carrera era digna de salir en una película de acción, si tal solo mi corazón no estuviera a punto de fallarme por un paro cardiaco por tanta emoción.
Había transcurrido más de la mitad de la carrera, cuando Kilian tomó el auto, lo hizo de la misma manera que Royce, al parecer era la forma más eficiente de cambiar el mando.
Las pantallas habían activado la visión nocturna, para poder localizar los autos, la oscuridad era tan espesa como él mismo infierno, incluso con la visión nocturna era difícil ver los obstáculos en el camino, no tenía ni idea de cómo los chicos estaba yendo a tanta velocidad, esquivando todo a su paso.
El siguiente fue Justin, cuando el tomo el volante el bosque estaba en su sección final, faltaban pocos minutos para poder volver a la luz, el evadió unos cuantos árboles, pero antes de salir del bosque, una explosión hizo estallar la sección más grande de los árboles, haciendo que empezaran a caer creando una reacción en cadena, Justin pisó el acelerador pero era muy tarde, tenía que cambiar de piloto y la persona siguiente, debía controlar la situación, evitar los árboles, esquivar las explosiones y salir del bosque, si algo los golpeaba a esa velocidad en aquel instante el siguiente piloto moriría en el acto.
No sabía que había juntado mis manos, estaba rezando a todos los santos y Ángeles en el cielo, cuando vi quién era el siguiente. Ross estaba preparado para cambiar, pero algo salió mal, justo cuando Justin estaba saliendo de su asiento, algo golpeó el auto.
Sentía miles de agujas clavarse en mi corazón, mis ojos escocían por las lágrimas contenidas, seguía rezando.
Por favor, si hay alguien allá arriba. Por favor no le permitan que me deje sola; me decía a mi misma; ese es el hombre por el que daría mi vida.
Algo brillo en los ojos de Ross y en un milagroso intento logró estabilizar el auto y mandar la quinta marcha en el auto, piso el pedal lo más profundo que pudo y el motor rugió, los árboles cayeron pero ellos lograron escapar.
Ahora solo quedaba la última prueba, Lena era la última, desde las pantallas no se podía divisar la última prueba, pero estaba segura que los chicos de la academia les pisaban los talones.
El turno del cambio entre Ross y Lena llegó, fue rápido y limpio, Ross se quedó a lado de su hermano, Lena manejo a lo loco como siempre pero el último obstáculo empezaba a divisarse al igual que la línea de llegada, era un pequeño acantilado, los chicos de la academia los habían rebasado por poco, y ellos al parecer evitarían el acantilado, había la posibilidad de evadirlo y tomar un estrecho camino, a un lado, les quitaría tiempo pero al parecer tenía la victoria asegurada.
Sentí un escalofrío al ver los ojos verde esmeralda de Lena brillar, sus ojos rugían cual dragones, ella estaba lo suficientemente loca para saltar el acantilado, simplemente aceleró y el auto salto.
Escuchaba a todos rezar en este momento, Velika, Rochelle, todos.
El auto saltó llegando por centímetros al otro lado, golpeándose fuertemente y perdiendo el equilibrio, Lena trató de estabilizarlo, estaban derrapando, al punto de llegar a volcarse, cruzaron la meta, la alarma de triunfo chillo, las pantallas indicaban el logro de la universidad como ganadores pero el auto no se detenía, en último momento, Lena quedó inmóvil, su tiempo se había acabado, el volante se giró abruptamente haciendo que el auto blindado dieran tres vueltas de campana.
Las pantallas se apagaron, en instantes volvieron a prenderse reflejando una sola palabra en letras rojas.
¡EMERGENCIA!