Colocó un cigarrillo entre sus dientes, murmurando un pequeño 'lo siento' y lo encendió, sus manos temblando levemente. Nunca lograba mantener la compostura cuando ella estaba cerca. "¿Recuerdas cuando me dijiste que pararías de fumar?" Preguntó, colocando su bufanda de lana más cerca de sí misma. Su aliento creaba una visible nube, de la misma forma que lo hacía el cigarrillo de él. El muchacho exhaló el humo por su nariz. Ella se le quedó viendo, cansada. Claro que lo recordaba. Él recordaba todo lo que le hubiera dicho, ya fuera sobrio o ebrio, pero ese era el que mejor recordaba. Porque la noche en que le dijo que lo dejaría fue la misma en la que quiso besarla por primera vez. Su cabello olía a fresas, sus labios se veían increíblemente suaves. Ella había dicho "No aguanto el honor a cigarrillo, ¿sabes?". Pero ese tiempo había acabado. Ese tiempo de ver, querer y conseguir que sus manos se tocaran, que sus labios se encontraran. Él podría haber tirado el cigarrillo, podría haberla atrapado entre sus brazos para mantenerla caliente; pero lo había arruinado. Él no ha cambiado, jamás lo haría, y ella era demasiado buena para él. Demasiado fucking buena para él. Esperaba que ella lo supiera. Así que mantuvo el cigarrillo en su boca y dijo: "No lo recuerdo."
—Ninasdrafts