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" Declaración: Todos los personajes reconocibles de la Saga Harry Potter son propiedad de JKR. Sin embargo, la trama es Total y absolutamente mía y no hay permiso para publicarlo en otro lugar (Texto con Copyright). Esta historia está disponible en Wattpad y fanfiction. net, con la autoría de AliceMlfy (Firma Alice~). Di no al plagio "
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A las tres de la mañana terminamos el dichoso informe que Hermione se empeñó en terminar cuando despertó. Ahora teníamos el informe en el escritorio de Harry y eran las nueve y media de la mañana. Mi novia apenas podía abrir los ojos mientras trataba de ingerir un poco de su amada cafeína.
Fred estaba con nosotros. Revoloteaba al lado de Granger por su atención, mas ella no le hacía caso por motivos obvios.
— ¡Es injusto! ¡Ni siquiera pude despedirme de ella! ¡Draco, dile algo!
Yo solo moví la cabeza en negativo. Fred intentó golpearme, pero solo me provocaba sonreír ante su insistencia y la brisa que provocaba su roce.
La agencia estaba repleta de fantasmas al igual que el día anterior, cuando pude verlos por primera vez en mi vida. Los agentes hablaban con ellos y anotaban los datos para darles la paz que necesitaban mientras llegara Halloween, que sería en 2 meses más. Ángela Lestrange estaba entre los agentes. Sabía que tenía que hablar con ella y mi tía Bellatrix, pero no ahora, me dije.
Luna y Hermione me habían comentado tiempo atrás que Manifest se construyó justamente sobre uno de los portales y, cuando Halloween llegaba, muchos agentes estaban en la azotea del edificio para despedir a los fantasmas... exceptuando a los que tenían asuntos pendientes, quienes no veían la luz para pasar al otro mundo, pues estos pasan al otro plano inmediatamente después de cumplir su asunto pendiente, siempre y cuando haya pasado a lo menos un Halloween por su muerte. Nunca he visto el portal... quizás este sería mi primer año.
Vi como Hermione estaba nerviosa. El sub director de investigaciones, Tom Ryddle, estaba hablando con Harry acerca del futuro de Manifest. Estábamos todos nerviosos y con sueño, y esperábamos con ansias que el caso de las Lestrange ayudara a resolver el entuerto.
Vi como Theo llegaba con Luna y se sentaban a nuestro lado. Un suspiro colectivo llenó el espacio
— ¿Cómo te sientes, Hermione? — preguntó Lunita.
— Bien. Cansada, mejor dicho.
— Debiste quedarte en casa— opinó la rubia—. Ocupaste tu día libre, deberías descansar.
— Tenía que estar aquí y saber qué diablos pasará con nosotros... en especial conmigo ya que ahora no puedo ver fantasmas.
— ¡Mírame, mírame, mírame! — gritaba Fred frente de a ella.
— Fred quiere tu atención— dije resignado.
— Fred, te adoro, pero no puedo verte más. Ven a visitarme en sueños.
— ¿No puede, recuerdas? — dijo Lunita sonriendo mientras que Fred flotaba como alma en pena, murmurando cosas contra la muerte y jugando con la idea de meterse en el cuerpo de Hermione para que lo pudiera ver.
— Olvídalo Fred— dije al fantasma al escucharlo. Él solo me mostró su traslúcido dedo de en medio.
— Podrías tomar el lugar de Draco— propuso Theo llamando mi atención.
— Tendría que irme dos años al vaticano y eso es algo que mi miedo a estar sola no podría soportar. Necesitan otro exorcista mientras Draco trabaja solo. Creo que pediré mi traslado a Homicidios— murmuró Hermione.
Todos nos quedamos mirándola extrañados. A ella le gustaba ese trabajo, pero era demasiado peligroso. No quería que la dañaran de ninguna manera.
— Olvídalo... ve a investigaciones, tal vez Ryddle te ayude.
— No me gusta investigaciones, son unos flojos.
— ¿Perdón? — dije ofendido—, te recuerdo que mi lugar de origen es Investigaciones y que cuando necesitaron a un exorcista me pidieron a mí que viniera a paranormal. Que fue... 4 años antes. Dios, qué viejo estoy— murmuré recordando.
— Sí— confirmó mi novia sonriendo. Besé el tope de sus risos mientras seguíamos esperando. Theo me miró interrogativo y yo lo miré igual al ver que estaba de la mano con Luna. Ninguno dijo nada.
— No vayas a homicidios— dije luego de un rato.
— Ven conmigo— dijo mirándome esperanzada.
— ¿Y qué hago con los fantasmas que veo?
— No los mires— dijo riendo, recuperando su buen humor.
La puerta del ascensor se abrió. A nuestro lado llegaron Pansy y Ginny justo cuando se escuchaba la conversación desde adentro.
— Señor, por favor, recapacite.
— Está claro, señor Potter, Manifest se cierra.
— ¿Pero y los agentes, toda la gente que trabaja aquí?
— Se trasladará entre homicidios e investigaciones.
Cuando Tom Ryddle salió, nos quedó mirando con sus ojos azules penetrantes y su calva reluciente.
— ¿Qué es todo esto?
— Solo... queremos saber qué ocurrirá con la agencia, señor— dijo Luna.
— Se cierra. Ustedes serán colocados en investigaciones u homicidios dependiendo de sus capacidades. Los que no cumplan con los requisitos, serán despedidos.
— A este me lo cargo yo— dijo Fred volando hacia Ryddle.
— ¡Fred, no! — llamó Ginny mientras Lunita se tapaba la boca.
El fantasma pelirrojo se metió dentro de Tom Ryddle. El hombre, impresionado por la punción en su pecho, abrió los ojos de nuevo y algo cambió.
Miró hacia el lobby. Por sus ojos, pudimos deducir que vio el montón de personas y fantasmas en los pasillos, y abrió la boca impresionado.
— ¿Por qué hay tanta gente? — preguntó en un susurro.
— Son fantasmas— dije firme.
— ¿Y por qué ahora los veo?
— ¿Qué diablos hizo Fred? — preguntó Harry, pálido.
— Se metió en el cuerpo del señor Ryddle, jefe— dijo Ginny preocupada. Harry solo se tocó con una mano los ojos, levantando en el proceso sus lentes.
— Lo voy a desintegrar— murmuró—. Fred, sal de ahí, te lo ordeno— dijo.
La cabeza de Fred salió del cuerpo del subdirector Ryddle y lo miró fijamente, asustándolo.
— Puede verme, supongo— dijo Fred con el ceño fruncido—. Todas esas almas están igual o peor que yo. Lo único que quieren es un poco de paz y los agentes se encargan de ellos... Ahora, si nos cierra, todas esas almas, incluyéndome, rondaran por la calle, exponiendo a otros inocentes a su tristeza y su dolor— dijo mientras yo le trasmitía lo dicho por Fred a Hermione y a Theo—. Si nos cierra, ninguna de esas almas desesperadas tendrá descanso.
— Si no quiere que testifiquemos en los casos, está bien, pero al menos, déjenos darles descanso a esas pobres almas— pidió Harry.
— Espero que tome una buena decisión, señor— dijo Fred para luego salir del cuerpo del hombre, quien con el impulso dio unos pasos hacia atrás, chocando suavemente con la pared. Fred se colocó a mi lado con los brazos cruzados.
El sub director Ryddle miró a todos consternado. Miró al lobby y suspiró. Tuve la esperanza que su corazón se ablandara.
— Lo siento, muchachos— dijo Ryddle—, es demasiado el dinero que se emplea en este departamento y son pocos. El director Dumbledore me pide que lo cierre. Es por un bien mayor, dice. Estoy realmente agradecido por lo que hicieron por Bellatrix y su hija, pero no depende de mí... lo siento.
Caminó en dirección de los ascensores y nos miró.
— Hablaré con él. Sería muy bueno que hiciera eso que hiciste conmigo, joven Weasley.
Y caminó dentro del elevador. Fred sonrió y volando hacia un grupo de fantasmas, les pidió que lo siguieran, atravesando el techo del edificio mientras que los fantasmas corrían y tomaban el elevador con Ryddle.
— No sé en qué terminará esto— murmuró Hermione sentada nuevamente en la banca.
— Si Dumbledore quiere eliminar el departamento de Paranormal... no podemos hacer mucho— dijo Harry sentándose a nuestro lado.
Todos los presentes suspiramos. Como aquel último año de curso, cuando nos entregaron las cartas para ir a la guerra en la que Harry, Fred, Blaise y yo tuvimos que separarnos de nuestros más amados amigos.
— Yo tengo que irme a homicidios— dijo Hermione.
— Entonces me iré a investigaciones— dije resignado.
— Igual yo, junto con Pansy en el laboratorio— dijo Luna alzándose de hombros mientras Pansy asentía.
— Yo también— dijo Ginny.
— Me iré a homicidios con Theo y Hermione— dijo Harry resignado mientras Theo miraba el techo con el más puro gesto de resignación.
— Me iré a investigaciones con las chicas— murmuró Astoria—. Qué basura... ¿y qué pasará con ellos? — dijo apuntando al punto de todos los fantasmas.
— ¿Los ves? — preguntó Hermione.
— No... pero los escucho desde aquel accidente— dijo distraída.
— ¿Qué accidente? — pregunté.
— Historia larga para otra aventura— dijo Astoria moviendo la mano restándole importancia—... ¿Dónde irán? — preguntó nuevamente.
— Pues... creo que se quedarán aquí, vagando— murmuró la castaña a mi lado, triste.
El ding dong del ascensor llamó la atención de todos, una media hora más tarde. Al mirar, varios fantasmas bajaron de él, el director Dumbledore y un hombre de raza negra. Mi querido amigo Blaise Zabini. Fred venía agarrado de su cuello como caballito al hombre que intentó desesperadamente hacerle CRP mientras su cuerpo estaba inerte y su cabeza destrozada.
Todos nos colocamos de pie al ver al anciano. Dumbledore sonrió.
— Veo, muchachos, que están muy cómodos en este departamento. Sin embargo, no puedo dejar que el dinero de los contribuyentes se vaya así como así. Pese a ello, he pensado en combinar Paranormal con Homicidios e Investigaciones.
Todos quedamos impresionados y con la boca abierta.
— ¿No será lo mismo que cerrarnos?
— No, joven Potter.
— ¿Co... cómo lo haremos con los juicios? — preguntó Harry.
— De eso me encargo yo— intervino Blaise—. Por ahora, solo serán una consultoría. Paranormal se encargará de consultar los casos de homicidios e investigaciones— dijo Zabini sonriendo y guiñando su oscuro a mi amiga Pansy. Ella rodó los ojos—. Yo seré el portavoz de sus descubrimientos.
— Pero... cómo— repitió esta vez Hermione.
— Te necesito a ti en Homicidios, Granger... y a ti— dijo apuntándome—, como consultor de Paranormal y como agente de Investigaciones a la vez.
El ding dong del ascensor volvió a repicar sin darme tiempo a réplica al Blaise, y la cabellera larga de Severus Snape, el jefe de la sección de Investigaciones hizo su aparición. Era un hombre mayor, de mirada fría y calculadora. Su nariz ganchuda y prominente se elevó con suficiencia al mirarnos. El sucesor indiscutible, casi, de Dumbledore... y mi padrino de bautismo, por cierto.
— ¿Qué engendros trabajarán conmigo?
— Tu ahijado— dijo Dumbledore. Snape rodó los ojos.
— Bien... Escúchenme bien, bichos raros, porque será la última vez que lo haga. La próxima vez que uno de sus fantasmagóricos amigos entre en contacto conmigo, juro por la vida de... Theo que morirán— dijo achinando los ojos en advertencia.
— Sí, señor— dijimos todos. Theo se me acercó.
— ¿Por qué yo?
— Eres el primero que vio.
— Ah...
Dumbledore, Zabini y Snape entraron a la oficina de Harry junto a él y cerraron la puerta. Todos respiramos un poco más tranquilos. Manifest seguía, aunque tendríamos que cambiar un poco más el enfoque.
— ¿Estás bien? — pregunté a Hermione quien tomó mi mano.
— Sí... más tranquila ahora que sé que seguiremos siendo compañeros.
Vi como Fred sonreía al ver a Luna y a Theo de la mano, conversando quizás qué cosa.
— Creo que me iré— dijo el pelirrojo sonriendo.
— ¿Hermano? — dijo Ginny colocándose frente a él—, cómo...
— Ella era mi asunto pendiente, Gin— dijo apuntando a Luna. Ella se quedó mirándolo—. Le prometí felicidad y nunca pude dársela— Fred voló hacia Luna. El muchacho irradiaba una luz y una sensación diferente—. ¿Eres feliz?
— Sí— dijo Luna sonriendo. Una lágrima resbaló por su mejilla. Theo la alcanzó con su dedo.
— Entonces no tengo más que hacer aquí. Pero no te preocupes, hermanita... volveré de alguna forma— y lanzando besos y acariciando la cabeza de Ginny, desapareció.
— ¡Fred! — gritó Ginny al ver que su hermano desaparecía.
Hermione se acercó a su amiga y la abrazó mientras ella lloraba. Su hermano se había ido, estaba descansando.
Todos sentimos una paz infinita, estoy seguro. Estábamos con nuestros trabajos, algo modificados, pero no los habíamos perdido, y nuestro amigo Fred al fin estaba descansando en paz.
La agencia seguía. Nuestras aventuras seguirían y estaba seguro de que tendríamos otro caso como este para recordar. Y para contar.
Fin~
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Muy cortito. Esta es una historia que empezó y se terminó en el 2008, movida por el término de mi enseñanza media y al extrañar a mi grupo de amigas. Quise hacerlo para estar nuevamente con ellas y ahora, luego de casi 10 años, la modifiqué para borrar el dolor que muchas de esas personas, que aparecen en este fic, me provocaron, ya sea de manera intencional o no.
Gracias por leer esta historia. Espero verlos en la siguiente aventura (Psicosis II).
Besos
Alice~