Lluvia de Fuego: La Era del F...

נכתב על ידי EFMendoza

84.5K 11.2K 2.3K

[Primera parte de la saga: La Era del Fuego] Cuando una misteriosa iguana llega a manos de Jack Relem, una de... עוד

[Book Trailer]
Bienvenida
Introducción
[Mapas]
Capítulo 1: Bertha (I-II)
Capítulo 1: Bertha (II-II)
Capítulo 2: Brauquiana (I-II)
Capítulo 2: Brauquiana (II-II)
Capítulo 3: Gianna (I-II)
Capítulo 3: Gianna (II-II)
Capítulo 4: Philip Rogers (I-II)
Capítulo 4: Philip Rogers (II-II)
Capítulo 5: Arquedeus
Capítulo 6: Dentro de la Muralla
Capítulo 7: Falghar (I-II)
Capítulo 7: Falghar (II-II)
Capítulo 8: El Variador (I-II)
Capítulo 8: El Variador (II-II)
Capítulo 9: En las montañas (I-II)
Capítulo 9: En las montañas (II-II)
Capítulo 10: Sobre la Arena
Capítulo 11: Valtag (I-II)
Capítulo 11: Valtag (II-II)
Capítulo 12: Voces Misteriosas (I-II)
Capítulo 12: Voces Misteriosas (II-II)
Capítulo 13: Cuerpo y Mente (I-II)
Capítulo 13: Cuerpo y Mente (II-II)
Capítulo 14: Nueva vida
Capítulo 15: Adiós Amiga (I-II)
Capítulo 15: Adiós Amiga (II-II)
Capítulo 16: Respuestas
Capítulo 17: Vuhlukan
Capítulo 18: Nuestra investigación
Capítulo 19: Fuego y Ceniza (I-II)
Capítulo 19: Fuego y Ceniza (II-II)
Capítulo 20: El Coloso de Fuego (I-II)
Capítulo 20: El Coloso de Fuego (II-II)
Capítulo 21: La magia es real (I-II)
Capítulo 21: La magia es real (II-II)
Capítulo 22: El mago y el dragón (I-II)
Capítulo 22: El mago y el dragón (II-II)
Capítulo 23: Tormenta de Fuego (II-II)
Capítulo 24: Desgracia
Capítulo 25: Lejos de Dios
Hielos Perpetuos
¡Ganamos un Watty!

Capítulo 23: Tormenta de Fuego (I-II)

917 183 13
נכתב על ידי EFMendoza

Pista de audio recomendada: Linotus - Vindictus.

Un rayo, seguido de un trueno, marcó el inicio de una tormenta. Grandes gotas de agua empezaron a precipitarse, atravesando la gruesa capa de ceniza que cubría el cielo. El dragón se acercaba demasiado al convoy.

Alcanzó a uno de los helicópteros, mordiendo la cola de éste con sus fuertes fauces y destruyéndola en el acto, haciendo que el aparato girase sin control. La gente intentaba sostenerse, pero la fuerza centrífuga envió a varios volando por el aire, hasta que, una gran e intensa llamarada envolvió al helicóptero, produciendo una fuerte explosión que acabó con el horrible espectáculo.

El dragón, satisfecho con su acto, fijó su siguiente blanco. La criatura voló con velocidad, lleno de furia, una furia impulsada por acabar con el último Rahkan Vuhl. Estaba a punto de alcanzar su objetivo, pero el piloto —del transporte en el que Jack viajaba— logró evadir el ataque con un ágil movimiento.

El coloso no se rindió. Trató de embestirlos por segunda ocasión, ocultándose detrás de una colosal nube de humo y fuego. Jack observaba horrorizado la escena. El poder de aquel ser era increíble, pero había algo extraño en sus movimientos; algo que había llamado su atención. Parecía no poder moverse con libertad, como si protegiese algo. «Los huevos —pensó Jack».

El dragón batió sus alas al estar cerca de los aparatos voladores y una ráfaga de viento desestabilizó su vuelo. Aprovechando la situación, la criatura salió de entre la nube negra y se lanzó de nuevo al ataque. La gente comenzó a gritar al ver explosiones; Jack, por otra parte, estaba ideando un plan. Tenía miedo de intentar algo y fallar, pero, ¿no era peor el no intentar nada?

Se giró para ver a las personas que lo acompañaban en el helicóptero. Gianna estaba bien atada en un asiento con los cinturones de seguridad, sosteniendo a Kail con fuerza, a ellos se unía cerca de una docena de personas más, entre mujeres, niños, hombres y ancianos. No le quedaba opción.

Las llamas del dragón comenzaron a incordiarlos de nuevo. El fuego pasaba cerca de los helicópteros, emanando un intenso calor repentino que hacía que las entrañas se revolvieran al sentir el metal. El piloto hacía maniobras difíciles, tratando de esquivar las llamaradas, pero el dragón se acercaba cada vez más.

Jack tomó una decisión. Se acercó a la puerta del helicóptero, extendió una mano y la movió, sin tocarla, como si estuviese dibujando una barrera imaginaria con sus manos. La abrió.

Las personas miraron a Jack, incrédulas, el piloto gritó varias cosas, pero pronto, los gritos cesaron porque no ocurrió nada. Sí, normalmente, abrir la puerta de un helicóptero en vuelo habría provocado una fuerte ráfaga de viento, pero cuando Jack lo hizo, nada ocurrió... era como si esta siguiese cerrada.

Cientos de metros hacia abajo, a nivel del suelo, se podían ver minúsculos objetos pasando a gran velocidad. Jack sonrió con satisfacción al ver su obra y se paró justo en el borde de la plataforma, sin ningún temor a caer. El viento golpeaba su cara, disipándose detrás suyo, en la barrera que él mismo había creado justo donde hace un segundo había estado la puerta. Comprimir el aire no había sido tan difícil después de todo, no lo hacía nada mal.

El dragón estaba muy cerca. Se veía furioso, sabía que Jack lo estaba retando, usando sus poderes frente a él. Volaba de prisa, abanicando sus alas con un fuerte sonido que hacía vibrar los cristales a cada aleteo. Era enorme, la aeronave debía ser incluso más pequeña que su cabeza. Jack, lo veía a los ojos. Era intimidante, sin duda, pero estaba dispuesto a enfrentarlo.

El dragón abrió sus fauces, dejando a la vista un oscuro abismo entre filosos colmillos. Un brillo rojo, proveniente del interior su boca, salió a toda potencia en su dirección. Jack se paró con firmeza, plantando bien sus dos pies en el metal, de cara hacia el exterior. Cerró los ojos y comenzó a mover sus manos, formando círculos. El viento comenzó a girar siguiendo el patrón para formar una burbuja de aire con la que atrapó el agua de lluvia que caía con intensidad. La preparó, la utilizó a su favor. Utilizaba sus propios impulsos eléctricos para atraer los átomos hacia él. Estaba listo para actuar, sabía lo que tenía que hacer.

Cuando la llamarada estuvo a punto de quemarlo, empujó con toda su fuerza el viento que le rodeaba,disparándolo en una ráfaga acuosa que impactó en las llamas.

Resistió estoicamente durante algunos segundos, hasta que logró extinguir la llamarada. Suspiró satisfecho, estaba comenzando a comprender sus poderes.

Tras el evento miró sus manos, sorprendido de lo que acababa de hacer. Y no fue el único, las personas que lo habían visto le miraban atónitos. Sin embargo, la turbulencia y el sonido de una alarma disparándose en el helicóptero, hicieron que la mayoría centrara su atención en el pánico. El dragón seguía ahí.

Por una parte, Jack lo agradeció —todavía no sabía cómo explicar lo que podía hacer—, pero por otra, el dragón también había notado el acontecimiento y comenzaba a lanzar peligrosas bolas de fuego, extremadamente grandes y concentradas, lo suficiente como para que no pudiese hacer nada contra ellas.

Como respuesta al cambio de táctica del reptil gigante, Jack usó el viento una vez más, pero ahora, para empujar al helicóptero y esquivar los ataques de su perseguidor. El dragón enfureció al fallar, y más aún al darse cuenta de que Jack estaba sacando provecho de sus poderes de forma consciente. Pero... ¿cuánto tiempo podría resistir? Comenzaba a cansarse y un hilillo de sangre brotaba de su nariz, se estaba esforzando demasiado.

Y cuando todo parecía perdido, la criatura se elevó en el aire, girando, ascendiendo, hasta perderse entre las nubes negras que cubrían el cielo. Todo se quedó en calma por unos momentos, las montañas ya casi no se veían, pues la oscuridad de la noche se había unido a la tempestad que caía sobre ellos. ¿La criatura se había ido? No... Esto no estaba bien, nada bien...

De pronto, intensos rayos iluminaron todo por unos segundos. Centellas se vislumbraban entre la nubosidad. De un momento a otro, el dragón emergió de las nubes con un rayo recorriendo su cuerpo, danzando entre sus escamas y acariciando sus alas.

Sobrevoló el convoy ante la aterrada visión de los presentes y, con la electricidad envolviéndolo como si fuese parte de él, dirigió una mirada fría a su objetivo.

Una intensa lluvia de energía eléctrica impactó en los helicópteros, destruyendo todo a su paso. Los rayos caían por todas partes, mientras Jack miraba aterrado la escena. Se acaba de dar cuenta de algo. El dragón... parecía haber usado la electricidad a voluntad. Igual que lo que él había hecho con el viento hace sólo un momento. ¿Acaso esa cosa tenía el mismo poder...? No... Jack ni siquiera habría podido pensar en tener control sobre un rayo, el dragón era peor.

La lluvia eléctrica recorrió todo el cielo, saltando entre las nubes negras. Jack —y su diestro piloto— hicieron lo que pudieron para que su transporte esquivase los peligrosos choques eléctricos. El dragón carmesí rugía con furia, preparando su siguiente ataque físico.

Pero en cuanto los rayos se fueron, esta vez, una lluvia de disparos dieron de lleno en el cuerpo del gigante, haciéndolo retroceder. Un helicóptero armado se defendía contra la criatura, y Jack, podía ver como el dragón se enroscaba, optando por cubrirse de los disparos antes de atacar. Protegía algo, ahora era más claro.

Los helicópteros se alejaban cada vez más de la batalla y las explosiones invadían el cielo nocturno. El coloso se cubría con sus alas gracias al valeroso esfuerzo de aquél piloto desconocido.

Con un fuerte rugido, una gran onda expansiva de viento golpeó todas las aeronaves, haciéndolas balancearse peligrosamente. Debió haberse escuchado a kilómetros, más fuerte que la lluvia y los mismos truenos. Algunos transportes perdieron el control y comenzaron a girar sin control. Tras este suceso, el dragón se elevó hacia las nubes tratando de escapar. Estaba huyendo... se iba perfectamente ileso de una batalla que pudo haber ganado muy fácil.

Jack no pudo notarlo por la distancia, pero lo intuía. El dragón llevaba sus garras bien cerradas, protegiendo algo. Algo cuya importancia no comprendía ahora mismo. Lo que sabía, era que al dragón parecía interesarle más... más que la muerte del último Rahkan Vuhl.

Sea como sea, el helicóptero ahora estaba estable, la alarma de emergencia había dejado de sonar hace poco y por fin se podía respirar tranquilidad durante un momento.

Jack se acercó a Gianna y se sentó junto a ella. La joven, estaba aferrada a Kail.

—¿Q-qué fue todo eso? —preguntó la chica, temerosa.

Jack puso una mano sobre su hombro. Ella se relajó un poco con el contacto.

—Ya hablaremos cuando toquemos tierra, por ahora trata de descansar un poco —dijo Jack, tomando a Kail en sus brazos, quien lloraba enérgicamente por el agitado viaje.

המשך קריאה

You'll Also Like

28.1K 2.6K 63
Amo las historias que empiezan por el final, historias como la mía. Y como un hombre del pasado que fue disparado hacia el futuro, cruce océanos de e...
56.9K 8.6K 47
En un mundo en donde los héroes y los hechiceros conviven con cierta armonía la cual se vera rota
21.8K 2.5K 20
#Es un lugar increíble, pero al interior de esa alegré fábrica ocurrían actos horrorosos...+ #🦕# ©Está ob...
1.4K 187 43
Raven, una chica que carga con algo del pasado, las cosas no han estado a su favor por un largo tiempo, ella cree que nunca va a curarse o perdonarse...