Cuando Nos Descubra La Casual...

Galing kay MadHiddlesL

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Aburrida la vida con costumbres, sentarte en el mismo lugar a comer, pedir el mismo café y escuchar mil veces... Higit pa

El Café De La Calle Nueve
Reencuentro
Al Otro Lado Del Mundo
Lo Niego Todo
Planes De Boda
Ilusión Y Mentiras
Díselo Tom
El Premio De Ciencias
Tu Fan 1°
La Playa
Lo Que Nunca Te Dije
Noche De Música
¿Son Citas?
Te Leo Entre Líneas
Autodestrucción
No Más Recuerdos
A Ti Es A Quien Quiero
Algo Más
Respuestas
Kong Skull Island
Necesitamos Un Apodo
Tenemos Historia
Sobreprotector
Loki
Regalo
California
Nuestra Canción Favorita
Madurar
Conociendo A La Familia
Familia En Casa
Fecha De Cumpleaños
Pasión
Mal Encuentro
Malos Planes
Viaje
Cabaña
El Lago
Él Volvió
La Dichosa Palabra
Música Disco
Cumpleaños Feliz
Un Viejo Conocido
Lo Que Fui
No Puedo Sin Ti
Cierra El Círculo
Arruinas Mi Vida
Viejos Amigos
A Ti En Mi Camino
Noche De Paz
Te Oculto La Sorpresa
Sorpresa
Es Solo Trabajo
Tu, Yo, Y Londres
Dos Es Mejor Que Uno
Están Bien
Adivinen, Son Dos
Niñas
El Premio
No Es Sorpresa
Cumpleaños Para Tres
Déjame Descansar
Todos Las Aman
Dafne Y Diana
Halloween
Amigas
Adiós Hospital
Posiblemente
No Te Le Acerques
Cuidados De...
La Fiesta De Chris
Equivocado
Una Fiesta Con...
Entrega A Domicilio
Más Invitaciones
Tengo Una Lista
Antes De La Fiesta
Baby Shower
El Regalo
Cosas De Mujeres
Navidad Para Dos
Por Poco
Están Cerca
Ya Están Aquí
Pesadilla
Nosotros En Casa
Mi regalo
Tres Sorpresas
Planes Secretos
Solo Unos Días
El Viaje
Serios Problemas
Si Podemos
Regresó
Las Niñas Son De Londres
¿Te Casas Conmigo?
Ya Lo Saben
Son Como Niños
Adiós Londres
Tom
Mamá De Día...
Mamá No Se Cansa
Hace Falta
Todo En Uno
Fechas
Planea
Necesitamos Algo
No Sabemos Que Hacer
Duele Organizar
Fecha Perdida
Falta Poco
Despedida De Soltero
Último Día
El Gran Día
Boda
Luna De Miel
Concentrate
Aun No Es Un Capítulo
Por Qué No Subí Y Qué Pasará

Renuncio

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Galing kay MadHiddlesL

Tom me llevó de vuelta a casa, y fue magnífico, llegó hasta el lumbral de mi puerta y me dio un beso de despedida, y de analgésico, de buenas noches, para el desayuno, parte de la comida y como energético para el corazón. Desde mi conocimiento médico, y enamoradizo, podría respetar dos besos cada dos horas, para no morir de ganas, y de sueños que extraen las alusiones. Robert ya estaba en casa, y nadie tenía ganas de dormir, al día siguiente por la mañana tomaría el vuelo a California, pasamos toda la noche con la música a todo volumen, hicimos muffins de chocolate, demasiado ricos, té de varias hierbas, cantamos y bailamos. Max tiene mi entero apoyo y ellos mi entera bendición para casarse, siguen planeando su boda y me pidieron que su dama, pero será en California, por que ahí viven los padres de Max, y ahí están la mayoría de los amigos de Robert. Fue el momento más emotivo de todos, mi mejor amigo volvía a su casa, y yo estaba lejos, no era suficiente para hacer que me fuera, pero si lo suficiente para mover algo e mi, algo que sentía no me dejaba avanzar, hacía tanto que no lo veía, que no podía reír con el, charlar por las tardes mientras bebíamos té o café, comiendo sus galletas favoritas. Extrañaba su risa molesta y sonora, y su forma de sacudir su cabello cuando lo a alcanzado la lluvia. Apenas dormimos unas horas no más de tres, y aun cuando por solo cerrar los ojos un momento no podía dormir, terminamos de meter las cosas en las maletas, y acomodar las cosas para su viaje. Los llevé al aeropuerto, esperando que volvieran pronto. Necesitaba a mi amigo. Cada instante en el auto fue tenso, sabíamos que no sería tan fácil decir adiós, y la última vez que lo hicimos fue por que, solo queríamos huir, y no nos importaba nada más que nosotros mismos, y estaba justificado.
No podía acompañarlos hasta el registro, así que deberíamos decir hasta pronto. Nos abrazamos fuertemente, y juro que su abrazo me sirvió para sentir que compreso mi cuerpo, cada parte que se estaba desbaratando. Sentía unas lágrimas recorrer mis mejillas, y su voz se había cortado también. Hacía círculos en su espalda y miraba a Max, que sabía también como yo que volvería, y que no había mejor amistad que la nuestra.


-Con cuidado Robert, espero y me avises que harás para esa boda, y sabes que puedes contar conmigo para todo lo posible, aun cuando tenga que tomar un avión de improvisto. Llámame cuando lleguen por favor, o me sentiré inquieta, llámame por favor por lo que sea que necesites, que no pienso dudar en dejarlo todo - nos separamos del abrazo, Robert me dio un beso en la frente y me miró fijamente a los ojos -

-No sabes cuánto te quiero - una lágrima recorrió su mejilla, para después sonreírme ampliamente - Te llamaré al volver, y tu hazlo mañana y pasado y siempre si es posible. Por que necesito el apoyo de mi dama, y de mi amiga, y de esa persona que se volvió mi hermana hace varios años, y después de conocer a Max, no hay nada de lo que se sienta más feliz que estar a tu lado, nos vemos querida - nos volvimos a sonreír, yo más al punto de llegar a llorar que el, pero al fin de cuentas teníamos ese mismo sentimiento ahogado del que tanto hablan los que se despiden en los aeropuertos -

-Nos vemos Madelein, cuídate mucho si, mi Robert moriría si te sucede algo, o pero aún se mataría - Max se acercó darme un fuerte abrazo que hizo tronar mi espalda - Nos vemos linda - ambos se dieron la vuelta y caminaron para pasar las maletas en la maquina de escaneo y luego ellos pasaron a seguridad, pude verlos haciendome señas de despedida desde lo lejos hasta ya no verlos más. Tuve que esperar a que el avión se fuera para sentirme cómoda, luego fui al trabajo en la revista, y al entrar sentía ya el ambiente extraño y diferente. Todos me veían extraño, no sabían que eso no era de mi importancia y que es más, no me mueve ni un solo cabello. Mi oficina estaba cerrada y el jefe estaba fuera esperando. Me hizo señas para dar vuelta e ir a su oficina y eso hice, sabia lo que me diría y ya no me importaba. Sabía bien que decir y que hacer. Entré y el me siguió cerrando la puerta y las persianas, todos nos veían entrar y sabían que nos enfrentariamos.

-Bueno Madelein aceptamos que no quisieras darnos la oportunidad de tener la entrevista de aquella chica que salvó a ese hombre de morir, pero esto es la novedad, las cámaras se vuelven locas por tu aparición con Hiddleston, y sería nuestro momento perfecto, se que al parecer no es tu objetivo, ni ganar más, pero y si te digo que tendrás todo el tiempo libre que quieras, y si quieres que busquemos fondos para niños eso haremos solo queremos esa entrevista - por que no me sorprendió que dijera eso, es mas lo estaba esperando venir, era solo cuestión de tiempo, y sabía bien como defenderme no iban a amenazarme con nada, aun cuando sabia con que tipo de cosas iban a intentar hacerlo -


-No - dije sin más, no lo dejé seguir con sus tonterías y para que, si sabía bien sus malas intensiones solo por votos, nuestro artículos ya eran pésimos - No pienso hacerlo -

-Si no lo haces le diremos a la prensa quien fue la que que salvó al hombre en ese lugar, hay fotos y testigos - dio justo al punto rojo que quiera tocar pero de la forma equivocada a la que esperaba, sabia que diría eso y como el ser humano inteligente que soy estaba haciendo algo ya en ese instante -


-No lo haria - dije invitándolo a decir más, me acerqué a el para que pudiera grabar bien cada gesto, yo no llevaba lentes nunca pero ese día bueno, la ocasión lo ameritaba -

-Lo que dije, si no nos das el artículo para mañana le diremos a todos que tu salvaste a ese hombre en aquel restaurante, y lo debes de tener en cuenta para hacer ese articulo y quisiera un par más - sonreí burlona y me quite los lentes los acerqué a el con tantas ganas de molestar -


-Escucharon todos, este hombre acaba de hacerme una amenaza directa cosa que para el estado de Nueva York cuenta como extorsión que se paga con cárcel - el tipo se sobresaltó y abrió los ojos estupefacto, no podía creer lo que había hecho - Que tenga buen día - me di la vuelta para irme pero antes de salir, y aprovechando su estado de shok dije una vez más - Que se divierta señor - salí sonriente y con mi evidencia para lo que sea que ese hombre intentara, salí del horrible lugar sonriendo a todos los que me miraban feo -


Me fui de ahí feliz y sobre todo libre, no solo de no tener que levantarme tan temprano, si no de no sentirme encadenada más a algo que ya no me gusta, a la gente no le sirven esos artículos horribles que solía hacer y  técnicamente liberé a esas personas también. Fui feliz hacia mi auto y subí para encender la radio con mis canciones favoritas, llegué a casa y me sentía feliz y de hacer las cosas que me hacen liberarme. Me senté en el sofá y puse una película, mientras me relajaba en el sillón sosteniendo una almohada, estaba sola y me hizo bien el momento para pensar todo.
Tomé mi teléfono y marqué a Tom, solo si quizá tenía tiempo podría venir para la hora del almuerzo.

-Buenos días cariño. Pensé que estabas ocupada ¿Sucede algo? - si quizá era extraño estar libre a esa hora de la mañana, no pasaba de las diez y era buen momento para un almuerzo -

-No exactamente, me harté de ese lugar así que me fui, tengo las mañanas libres desde ahora y si no tienes nada que hacer y si tienes hambre y quieres venir a mi casa, o puedo ir yo a la tuya para preparar el almuerzo - mordí mi labio inferior solo de imaginarme haciendo el desayuno para alguien, me negué hacerlo siempre y ahora me ofrecía a hacerlo -

-Bueno no estaría mal, puedo llegar a tu casa en media hora estoy desocupado y en definitiva hablaremos de lo que sucedió - sonrei al escuchar que podía ir a mi casa, tenía que acomodar todo y pensar que hacer para el desayuno - Sabes que no soy exigente y menos por la mañanas, con un par de huevos tibios me sentiría a gusto - me levanté del sofá para ir por algunas cosas a la tienda en velocidad de la luz -

-Bien, te espero, avísame cuando vengas en camino - sonreí como tonta y era por que me sentía feliz, no me importaba en absoluto lo que había pasado en mi ahora antiguo trabajo -

-Claro querida nos vemos más tarde - colgué el teléfono y lo aventé al sofá con ganas de bailar de la felicidad. Pero después lo guardé en mi bolso para salir por las cosas -

No me importaba mucho a donde nos estábamos dirigiendo al ir tan rápido intentando tener una relación. Pero sabia que con el hecho de estar a su lado iba en la dirección correcta. Me quería, y yo a el, y nada más importaba entonces. No habían pasado tantos meses de que nos habíamos conocido, y nuestra forma de conocernos no fue exactamente conocernos, solo pidió una silla, y yo no podía saber que llegaríamos a esto, me e puesto a pensar en el hecho del ¿Qué hubiera pasado si ese día yo no hubiese ido a esa hora a comer, o no hubiera llegado por que tenia trabajo, o me hubiera quedado esperando a que parara la lluvia, o si me hubiera detenido por un helado? Pudieron ser tantas cosas, pero solo una, y no puedo estar más agradecida por ello. Por esto, por un nosotros, no quiero dejar de pensar en el, ni en sus sonrisas, ni mucho menos dejar de pensar en el azul profundo de sus ojos celestes, que le dan color al sol, ni en sus labios dulces como la miel y tan embriagantes como el vino.

No me había dado cuenta de lo que me había hecho el estar al lado de Tom todos esos días, de solo ver su sonrisa, de la que ahora me e vuelto motivo, del como me ha llegado a cambiar de una manera extraña, y para alguien como yo, con todos esos detalles de querer ser perfeccionada, de huir del amor por miedo a algo que ya sucedió, pero que hermosas sonrisas las suyas. El brillo de sus ojos puede llegar a dejarte ciego. Compré todo como autómata y volví a casa a preparar el desayuno, no recuerdo jamás haber hecho algo así para muchas personas, y lo hacía con todo el cariño posible, con la esperanza de que hasta la más mínima pizca le diera buen sabor. Cociné huevos benedictin con jugo de naranja, además de café con toque de canela y unos panquesitos rellenos de chocolate cuyo aroma inundaba la casa, estaba cocinando un par de verduras para acompañar los huevos, al igual que un poco de tocino, algo muy americano, el es inglés y temía que no fuese a gustarle. Antes de la hora corrí a cambiarme de ropa, no quería usar vestido pero tampoco eran las fachas para estar con Tom, me cambie de jeans por unos con más color, y por una blusa con escote de corazón de color rosa pastel, me puse un collar dorado e intente recoger mi cabello, no sabia su pintarme los labios, odio manchar los vasos o los cubiertos con el labial, además de que la última vez manché de morado los labios de Tom y no le dije nada. Llevaba un par de botas cafés con tacon.

Me quede en la sala esperando, ya había puesto la mesa y había cambiado los platos varias veces, por los nervios más que nada. Había puesto los panquesito a enfriarse un poco, y me tronaba los dedos pensando en que solo quería que el llegase pronto. Miraba a la puerta y deseaba que sonara ya para que fuese a ver si era el. Está siempre en mis pensamientos, en los más profundos y los más vagos de todos, desde el hecho de saber que esta despierto hasta mi favorito: él viene ya. Por fin tocaron la puerta y me levanté como tonta, feliz e ilusionada a ver si era el, lo vi desde el pequeño hueco de la puerta, parece que sabe que siempre me acerco a ver por que siempre está sonriendo, o quizá solo sea que tambien esta feliz de estar juntos. Abrí la puerta y ahí estaba mi guapo caballero inglés, sonriendo, con una camisa azul cielo, unos pantalones negros y sus típicos zapatos grises, además de tener un enorme ramo de flores, rosas rojas y pequeñas flores blancas.

-Hola cariño, te compré flores, espero que te gusten, las vi y solo pensé en dártelas, tienen un aroma delicioso, y me gusta como se reflejan en tus ojos - mi corazón se aceleró en un instante, tome las flores frescas y las olí, en verdad olían delicioso -

-Bromeas, son lindas además de que huelen delicioso, pasa debes tener hambre - me hice aun lado para que Tom entrase, cerré la puerta detrás de mi, caminé hacia la cocina a poner las flores en agua - Solo espero no haberte despertado, o llamarte mientras desayunabas en cuyo caso esto debería ser comida - las puse en un jarrón y las deje en la mesa del sofá, Tom estaba aún en la sala esperando -

-Quizá más lo primero que lo segundo, aun estaba abriendo bien los ojos, anoche me quedé hasta tarde ensayando mis libretos, y me fascinó que me hayas invitado a desayunar, por que no sabia que hacer hasta verte por la tarde - volví a la cocina con las bandejas de la comida para llevarlas a la mesa, pero Tom no me dejó hacerlo sola, fue hasta la cocina a ayudarme con la jarra de jugo de naranja, pusimos todo en la mesa con cuidado - Tenemos que hablar sobre eso - tomó asiento y yo comencé a servir la comida -

-De hecho si, por que no tuve elección más que irme de ahí - serví algo de jugo en el vaso de vidrio y luego serví el desayuno -

-¿A qué te refieres? No me digas que te hicieron sentir mal o que te dijeron algo malo - me quedé en silencio un segundo mientras servía otro vaso de jugo esta vez para mi - Adivinaré fue por que estamos saliendo - asentí con la cabeza y me senté a su lado -

-Si fue eso, de hecho intentaron amenzarme con una cosa que creo que no mencioné, hace unos meses fuimos a una cena importante del trabajo, en un lugar muy elegante y todas esas basuras que le gustan al jefe, y había un hombre que se estaba ahogando, me levanté del asiento y corrí a ayudarlo, de hecho tuve que hacerle una pequeña y arriesgada intervención para hacer que respirara - Tom me miró boquiabierto, casi escupe el jugo del primer trago - ¿Tan mal me quedó? - pregunté al ver que escupía el jugo y tosía para intentar respirar -

-No no es eso, te quedó delicioso Querida me refiero al hecho de lo que sucedió - se limpio la boca con una servilleta antes de seguir hablando, yo no entendía nada de lo que decía - Ese día cuando sucedió ese incidente estaba ahí, y te vi, no sabía que eras tu claro está, de hecho mis amigos también estaban conmigo, ellos si buscaron cada pista para saber quien había sido la mujer que salvó a ese hombre. Pensé que ya habían encontrado a la chica pero no imaginé que fueses tu, bueno si cuando te vi de nuevo en Sudán creía que habías sido la misma chica pero lo dejé aún lado -

-Bueno eso explica todo, y si, ellos lo saben, pero les pedí que no le dijeran a nadie quien fue realmente, por que no quiero fama ni entrevistas nada de eso y esos tontos me dijeron que si no les daba su tonta entrevista dirían quien fue en realidad, pero soy más inteligente y sabia que dirían eso, digamos que los grabé amenazando me así que - me encogí de hombros y Sonreí - No quiero hablar de eso en realidad me siento mejor así -

-Pues no diremos nada al respecto entonces - comenzó a probar la comida que había hecho, no sabia si le gustarían o no, pero al probarlo hizo cara de pensar que tenía buen sabor así que me sentía más tranquila - Espero y no hayas olvidado que pasado mañana iremos a ese lugar del que te hablé el otro día, tienes técnicamente los boletos especiales - sacó de la bolsa de su pantalón un gafete color azul con personajes de Marvel y las letras de este mismo en color rojo, y incluso decía mi nombre - No sigas preguntado de que es la sorpresa que no lo diré -

-Solo dame una pista - junté mis manos suplicante e hice ojitos de gato, suelo convencer a cualquiera con ese gesto -

-No - toco mi nariz con su dedo de forma graciosa - Es una sorpresa y no diré nada, ahora se que las sorpresas no van a funcionar mucho entre nosotros - asentí con la cabeza de verdad odio las sorpresas - Pero hasta que no pase te tendras que aguantar esas ganas de saber y de seguir insistiendo -

-Bien - dije graciosa y di un trago a mi vaso de jugo - Pero te daré algo especial entonces, algo que también te haga sentir como yo ahora, y diré eso que dices, ni una pista de esa sorpresa, piensa que tal si exploto de la ansiedad - sujeto mi mano con dulzura -

-No lo harás cariño, lo prometo solo será esta sorpresa, o mejor solo de esta te enterarás, las demás me las guardaré - sonrió divertido y solo quería desayunar su sonrisa -

-Te creo entonces cariño - volvimos a la comida, terminamos de desayunar y Tom me ayudó a lavar la losa, luego fuimos a la sala con una taza de café y los panquesitos que aún estaban calientes -

Pusimos una película de terror, nada de sangre, menos después de comer, además el día estaba algo nublado y se prestaba para la película. Solo quería que el me abrazara, así que fingí varias veces tener miedo en algunas escenas para que así tuviese un pretexto para que me rodeara con sus brazos y oler su delicioso perfume. Hasta que ya no me soltó, recargaba mi cabeza en su pecho y me tranquilizaba el ritmo de sus latidos, era mi lugar preferido sin dudas, era paz, era calma y también calor, y ya solo moría por un beso para acompletar. Alzaba la mirada solo para ver como su ojos estaban fijos en la pantalla, solo decía que era la mejor escena y debía prestar atención, puedo poner de nuevo la película y verla yo sola, sabia que era una mentira, no la vería de nuevo y verlo era la mejor escena de cualquier película. Hasta que por fin, leyó mis pensamientos y mientras estaba desprevenida, mirando por fin la película, bajo su vista hacia mi, me dio un beso en la frente, y solo pensaba en besar sus labios, alcé la mirada y me encontré con un Tom sonriente, y no pude evitar sonreír también, juntamos nuestro labios en un beso largo y tranquilo, estaba memorizando el delicioso sabor de sus labios. Y ya no importaba la película más que estar abrazados, comiendonos a besos.

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