Recordé haberlo visto con otros sujetos en un lugar, recuerdo que él y yo habíamos hablado antes y también tuvimos una especie de pelea.
—¿Toby?
A pesar de saber quién era y su nombre no puedo evitar sentirme confundida, hay algo que no recuerdo por alguna razón y eso, me da cierto pánico.
—Vaya, al parecer ya me recuerdas, se ve en esa mirada confiada que tienes Dylan. No voy a hacerte nada por si te lo preguntabas, tengo órdenes del operador de no hacerlo, así que deja de tener esa maldita cara de cordero. —Su voz ahora parecía alterada lo que hizo que dejase de lado mis pensamientos.
—Entonces, ¿qué haces aquí?
—No hay mucha ciencia, pasaba por mi zona y vaya que fue una buena decisión, pude verte en acción después de todo...—hizo una pausa y él se acercó cada vez más a mi— pareces ser alguien interesante, así que, ¿por qué no me dices qué te pasó para terminar así?
La actitud que empezó a tomar empezaba a confundirme cada vez más y eso me sacaba un poco de quicio, hace rato se le escuchaba molesto y ahora parece otra cosa y para la situación en la que estoy ahora parece pasar a otro lado.
Me giré en dirección al lago nuevamente intentando retomar mi acción antes de que él llegase.
—No tiene porque interesarte mi vida—dije un poco cortante y me agaché a lavar mi rostro.
En las pláticas que tuvimos, o al menos en las que recuerdo, nunca nos habíamos interesado por datos personales.
—Si no me interesara, no te estaría preguntando, sólo quiero saber un poco de información.
A decir verdad de cierta forma él me intriga también, sé que no debería decirle, pero, por alguna razón, mi instinto me dice que intente confiar en Toby.
Suspiro, después de minutos de silencio.
—Lo que me hizo así, fue mi madre, después de su muerte. — hablo y bajo mi mirada. —Usualmente no suelo hablar con otras personas de este tema, aunque igual quiero escuchar lo mismo de ti.
—De acuerdo te lo diré, ¿Entonces es un rato?— estiró su mano y yo la estreché con la suya.
¿Por qué hace unos instantes no lo reconocí?
—Esto sucedió hace 6 años, yo en ese entonces tenía doce...
Flashback
—¡Mamá, ya estoy aquí!— grité, aventando mis cosas de la escuela y de igual forma buscando a mamá con la mirada por el inmueble.
No había ruido. Todo en perfecto silencio, eso era raro. Entré a la cocina, a su recamara, al living, al patio trasero, nada.
—El baño. —pensé.
Caminé por el pasillo y fui a la puerta del baño. Iba a tomar la perilla hasta que esta se gira y hace que la puerta se abra, salté provocando que cayera al suelo. Cuando vi, mamá estaba ahí.
—Dylan, ¿Qué demonios haces tirada?— preguntó aguantando la risa, cosa que a mi no me parecía nada cómico
—Sólo golpeaba el suelo, lo normal. — dije con sarcasmo.
Empezó a reírse y por ende igual yo. Después de un rato, extendió su mano y me ayudó a levantarme, sí, seguía en él suelo, pero me agradaba estarlo si era ella quien me hacía llorar de la risa en el.
—Bueno y ¿Qué tal tu primer día en la secundaria?— inquirió mientras me abrazaba y caminábamos hacía la cocina.
—Pues bien, creo, aún no hago amigos, aparte como que todos me caen mal, me miraban raro, no sé el porqué. — Mencioné.
—No tiene nada cariño, sólo que ellos no comprenden que tú eres diferente.
—Lo sé mamá, aunque creo que es mejor que ser simple.
—Ven ayúdame a hacer la comida. — dijo soltándome y sacando las cosas que cocinaremos. —Ah pero ¿sabes que falta?
—Música. — la miré emocionada, muchas personas admiran las bandas clásicas de rock por su padre, en este caso mi gusto es gracias a mi mamá.
—Exactamente. —respondió y se dirigió al living, yo solo me asomé por la puerta—Y dime ¿qué ponemos, Metallica, Led Zeppelin, Queen Guns N Roses, Motley Crue, o Marilyn Manson? No, ya sé, pongamos el último, tu álbum favorito.
Pasamos todo él día escuchando música a todo volumen, recibimos reclamos de vez en cuando por el volumen pero, nos importaba un carajo.
Las horas con ella pasaron tan rápido, que cuando ví ya era demasiado tarde.
—Dylan, es hora de dormir, mañana debes ir a la escuela —habló con fuerza,recogiendo su plato, eso ya olía a orden.
—Esta bien, oye podrías recoger mi plato por favor? —pregunte dirigiéndome al pie de las escaleras.
—Claro, ahora descansa. —se acerco y beso mi frente, por hoy estábamos ella y yo solas, papá estaba fuera, era la primera vez que se iba tanto tiempo.
Subí a mi habitación y me cambio de ropa, un pijama de calaveras y me recuesto en mi cama.
Me acomode y cerré mis ojos para dormir.
.....
—Dylan, despierta. —escuché decir a mi madre en un tono bajo de voz.
Abrí mis ojos y dirigí mi mirada a su tenue cara.
—¿Qué sucede?—conteste con el mismo tono
—Parece que alguien merodea la casa, por favor si algo llega a pasar quiero que te escondas donde siempre, ten tu celular y ponlo en silencio, es más, acomoda tu cama como si estuvieras ahí, rápido.
Me levanté y rápidamente así como silenciosamente hice las cosas que me pidió mamá.
Me metí debajo de mi cama y con la llave de mi collar abrí una puerta del lado de la pared, arrojé las cosas y después fui a ver a mi mamá.
—Dylan, si algo pasa quiero que sepas que te amo. — dijo sonriente.
No entendía nada pero tampoco quería preguntar, dentro de mí tenía miedo. A pesar de todo hice lo que pude para no preocupar más a mi mamá.
—Claro mamá, también te amo. —la abracé y ella besó mi frente.
—Escóndete, y llama al 911 si escuchas algo raro.
Mi mamá salió de mi habitación, corrí al escondite y de pronto, escuche pasos afuera, un cristal rompiéndose, voces, un llanto.
—No otra vez tú, no dejaré que te la lleves— dijo la voz de mi mamá
Después de escuchar eso vino otro grito, pero este fue desgarrador.
Tomé mi teléfono y llamé al 911.
—911, ¿en qué puedo ayudarle?
—Ayuda, alguien está en mi casa y le está haciendo algo a mi mamá— susurré, las manos me temblaban y había empezado a alterarme más de lo necesario, quería llorar pero no podía.
Di mis datos y colgué, cuando presté atención no había ningún ruido. De pronto se escucharon de nuevo los pasos pero ahora en mi habitación el tipo estaba a metros de mí.
Me cubrí la boca y la nariz con mis manos para evitar que me escuchara.
Escuché las cobijas caerse y las manos golpearon la pared.
Las sirenas de la policía sonaron y la persona que estuviese dentro dejó de escucharse. Abrí la puerta con cuidado y tomé el bate que tenía guardado ahí, ya no había nadie, solo el viento entrando por mi ventana.
En silencio caminé fuera de mi habitación, es ahí donde vi mi mundo caerse.
Sangre cubriendo lo que era un papel tapiz verde agua, sangre tapando la losa hallada en el piso y al final de las escaleras sangre tapando el rostro de lo que era mi madre. Todo fue una gran masacre.
Caí al piso, manchandome igual, prácticamente corrí a ella y la abracé mientras lloraba.
Los policías entraron y me alumbraron a mi, me jalaron hasta llevarme fuera y meterme en la patrulla.
—¡Mamá!— seguí gritando con lágrimas en la cara.
Una ambulancia y unos detectives se acercaban a mi casa, igual que los vecinos metiches.
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—Alguien fue y asesinó a mi mamá, eso fue lo que pasó Toby. — Hablar tan detenidamente de esto hace que no sea capaz de sentir nada, yo sé que la amaba pero era como si mis sentimientos ahora al recordar se los llevase el viento. Miré a Toby quien estaba de pie
—De acuerdo. —sin decir más se giró y empezó a caminar hacia el bosque.
Reaccioné y antes de poder hacer más le hablé.
—Hey, quedamos en algo Toby.
—Lo sé pero no tengo ganas de contarlo, no por ahora, nos vemos Dylan— dijo y emprendió su camino, no estaba en mis planes ir tras él, al menos no por hoy.
Después de asegurarme de no dejar rastros de lo que hice empecé a dirigirme hacia mi casa, para mi suerte Alice estaba encerrada en su habitación, por lo que me dirigí a la mía.
Me recosté en mi cama y me puse los auriculares, cerré los ojos y sin más me dormí.
✔ c o r r e g i d o y e d i t a d o