"entonces... ¿desde cuándo dibujas?"
"siempre me gustó, pero me lo empecé a tomar en serio hace dos años" sonrió.
"yo ni siquiera puedo hacer un corazón sin que salga feo" reí.
"solo hace falta practica" se encogió de hombros y me siguió de cerca.
admiré uno de sus dibujos, era realmente bonito.
"ven" tomó mi brazo e hizo sentarme mientras él iba a buscar una libreta y un lápiz.
"¿qué vas a hacer?" reí apoyando mi espalda en la pared.
"te dibujaré"
"¿como a una de tus chicas francesas?" empezamos a reír.
"me refería a un retrato"
"¿qué se supone que tengo que hacer?" hice una mueca en broma frunciendo las cejas y los labios, no sabía si estar seria, sonreír, o qué.
"solo," me miró y empezó a trazar "quédate como estás"
luego de un tiempo, mi cara empezó a doler por el gesto.
"Zayn," siguió dibujando "¿podemos parar un momento? me duelen los labios"
"espera, espera, un rato más" reí por su cara de concentración, me miró extrañado "¿qué? no quites la expresión" rió y apretó mi ceño. volví a reír, me gustaban las caras que hacía mientras trataba de hacer el trazo perfecto. "¿pero por qué te ríes, qué tengo?"
"nada," reí "olvídalo"
desconfiado, asintió "me falta poco, quédate quieta" apretó mis labios con sus dedos, reprimí una risa.
veía el lápiz dibujar de arriba a abajo, izquierda a derecha, y luego me fijé en él, en Zayn. estaba muy concentrado en hacer una perfecta réplica de mi, sus ojos color bronce eran los más bonitos que podría haber visto, me hipnotizaban, se me hacían irresistibles. y entonces miré sus labios, lucían delicados, frágiles, besables, su barba lo hacía tener un aspecto más sensual. en un impulso, aparté el cabello que caía por su frente, él tratando de esconder su sonrisa, se tapó con la libreta, haciéndome sonreír a mi ahora.
luego de todos estos días de lidiar con el Zayn rudo, había conseguido conocer a una tierna y tímida versión de él.
y llegué a la conclusión de que, si supiera dibujar, sin duda lo pintaría a él, porque Zayn era una obra de arte.