Los personajes son creados por la escritora Kyōko Mizuki, uno de los seudónimos de Keiko Nagita, y la mangaka Yumiko Igarashi, seudónimo de Yumiko Fijii, publicado en Japón por Kōdansha Ltd. desde 1975 a 1979.
Unos minutos más tarde tocaban a nuestra puerta, uno de los botones traía nuestro equipaje.
Archie y Neil fueron directo a la que sería a su habitación, Annie y yo nos sentamos en uno de los sillones a descansar un poco.
-Necesito una buena ducha Candy, imagino que tu también, Annie nunca va a cambiar, me veía con ojos suplicantes y una vez más yo accedí a esa petición que me hacía sin palabras.
-Adelante tú Annie, yo necesito hablar con Albert, de todas maneras en la habitación solo hay una ducha.
-Eres una ángel Candy, ela casi corre hacia la habitación.
-Annie las maletas aún estan acá, no pude evitar sonreír ante su actitud.
-¡Pero yo no traje nada de bropa Candy!
Solo en ese momento ella cayó en cuenta de aquél detalle.
-Lo sé, seguro mí ropa te queda algo desahogada pero mañana ya resolveremos eso, Annie me sonríe nuevamente como cuando eramos niñas y eso me hace recordar nuestra infancia en el hogar.
-Me doy una ducha rápida para que luego lo hagas tu, no tardo Candy lo prometo, tomando una de las maletas corrió a ducharse.
Apenas Annie se fue corrí hasta dónde estaba él, estuvimos tan cerca y tan lejos durante todo el viaje que necesitaba tenerlo solo para mi por unos pocos minutos.
-Albert, por favor necesito hablar contigo ¿Podría ser ahora?
-Si princesa dime.
-¿Albert tú aún quieres?
-¿Aún quiero qué? Él me veía sin entender mi pregunta.
-Albert tu sabes a que me refiero, sentir como si mis mejillas se insendiaban.
-Me encanta como te ruborizas, te ves tan hermosa, me encanta también como arrugas la nariz cuando te molestas, era increíble que él pudiera notar que estaba apunto de molestarme, me conoce también que algunas veces me asusta.
-Ven vamos a sentarnos pequeña, sonriente me guió a uno de los sofás y allí nos sentamos, ninguno decía nada, hasta que tome aire y hable decidida.
-¿Aún quieres casarte conmigo o no?
-Candy, no es si yo quiero o no quiero, es si tu estas dispuesta a casarte conmigo.
-Claro que estoy dispuesta hacerlo.
-¿Ya lo pensaste bien? ¿Sabes lo que implica todo esto? ¿Estas consciente que luego no podremos separarnos?
-Si lo sé, ya no queria ni podía separarme nuevamente de él.
-Entonces llegando a Escocia nos casaremos princesa, aún tienes tiempo de pensarlo, en ese momento me veia con intensidad, yo no supe como interpretarla su mirada.
-Ve a ducharte y prepárate para la cena ¿Si?
-Tengo que esperar que Annie termine, pero anda y refrescante tú no te preocupes.
-Princesa anda y busca tu ropa y utiliza el baño de mi habitación, solo procura no tardar mucho, necesito la ducha para relajarme.
-No importa yo espero tu también estas cansado, sin saber como mi mano ya acariciaba su dorado cabello, olvidé a los chicos, olvidé que el resto del mundo existía en ese momento.
-No te preocupes, ve yo mientras tomo algo, alguien debe esperar debe esperar que traigan la cena, yo ya ni escuchaba nada, solo podia ver sus hermosos ojos azul cielo que eran mi cielo y mi infierno.
-Solo una última cosa.
-¿Si dime? tenía curiosidad de saber que me diría, él extendió su mano y tomo la mía para besarla, poco a poco se acercó a mí y me abrazó, una de sus manos acariciaba mi cabello suavemente, al separase de mi me beso en la frente, sentí morir entre sus brazos, esto me confundía, simple me te pense en voz alta cuando me percaté ya lo había dicho.
-Albert si nos vamos a casar en Escocia ¿Quiere decir que ya soy tu novia?
-Si preciosa eres mi novia, levante mi vista y lo besé, si lo besé, primero se sorprendió pero luego con respondió a mi beso.
-Ve a buscar tus cosas y anda a ducharte, si no, no me hare responsable de mis actos y tendremos que hacer una boda exprés en el barco, su voz se había tornado ronca y aún que trataba de sonreír, pude sentir como su cuerpo temblaba igual que el mio.
-Esta bien en un momento regreso, mientras caminaba a mi habitación no pude evitar voltear a verle, no pude más que suspirar, al entrar a la recámara Annie estaba saliendo del baño, me regresé y desde la puerta pude ver que aún observaba hacia donde yo estaba.
-¿Albert?
-¿Sucede algo princesa?
-Annie ya salio, puedes ir a ducharte.
-Está bien, nos vemos en un rato.
-Niel, Archie cualquiera de los dos venga acá por favor, Neil enseguida salio.
-Albert, Archie aún está en la ducha ¿Sucede algo?
-Necesito que uno decustedes dos espere que traigan la comida mientras me aseo, no me tardo mucho.
-No te preocupes yo espero, Archie se demora mas que una chica para arreglarse, quince minutos más tarde los cuatro esperábamos que saliera de la ducha, para que Neil hiciera lo propio, y se pudiera cambiar de ropa.
-Albert por favor que no me toque compartir camarote con él, Neil con toda la razón del mundo hacia aquella solicitud.
-Veremos que podemos hacer, es realmente desconsiderado de su parte tomar tanto tiempo, ve por tus cosas y utiliza el baño de la otra recámara, en ese momento tocaban a la puerta y Albert fue abrir.
El camarero traía un carrito con la comida y una buena variedad de platillos, incluido el pastel de chocolate y el de melocotones, todo se veía delicioso y olía exquisito.
-Buen provecho, que tengan buenas noches, antes de retirase Albert le dio una buena propina al muchacho.
-Muchas gracias, disculpe la molestia ¿será posible que alguien venga a despertarnos a las siete?
-Por si puesto señor Andrew, yo personalmente lo haré ¿Desea que les traiga el desayuno a esa hora?
-Se lo agradecería, que tenga buenas noches, el hombre se retiró y aunque moríamos de hambre esperaríamos por los chicos.
-Por favor tomen asiento, Albert nos escolto hasta el pequeño comedor en donde habían dispuesto toda la comida, pronto Neil nos hizo compañía, ya había pasado un buen rato cuando albert nos indicaba que comensaramos a cenar, estaba iniciando muy mal nuestro viaje.
Ya casi terminabamos nuestros alimentos cuando por fin mi flamante primo hacía acto de presencia.
El semblante de Albert estaba aparentemente sereno, pero yo podía notar como su mandíbula estaba un poco tensa, si algo le molestaba a mi príncipe era la falta de desconsideración.
-¿Por qué no me esperaron? La voz de Archie hizo que todos nos voltearamos.
-Por favor, ya siéntate a comer ¿acaso no ves cuánto te demoraste? Es increíble lo desconsiderado que eres, realmente Albert estaba molesto, cuando Archie fue a protestar pudo ver que Neil ya se había cambiado de ropa y no dijo nada, se sentó en su lugar y comenzó a comer en silencio.
-Lo lamento mucho, no me dí cuenta que me demore tanto, lo siento mucho Neil.
-Creo que le debes una disculpa a Annie y a Candy, todos estamos igual de casados que tú, mi pobre primo no sabia en donde meter la cara de la vergüenza que le dio el haber generado aquella situación y más cuándo ya le había dicho Albert que si quería se quedara.
-Lo siento mucho, ruego me disculpenntodos por favor.
-No te preocupes la próxima vez yo voy primero, Neil trato de romper aquel momento tan tenso en la mesa.
-Yo me retiro a descansar realmente estoy agotado, Albert, Archie, chicas,con su permiso, Neil fue el primero en retirarse.
-También me retiro, Annie me acompañas, yo también estaba cansada y podía sentir como mis párpados se hacian más pesados.
-No, Yo me quedo acompañando a Archie para que no coma solo.
-Buen provecho Archie, mañana tenemos que hablar muy seriamente, Annie que tengas buena noche, te acompaño a tu habitación Candy, Albert extendiendo su mano hacia mí me ayudó a levantarme de mi asiento, como siempre me acompañó a mi habitación y se despidió de mi dándome un beso en los labios.
-Trata de descansar, mañana debemos prepararnos para embarcarnos, tendremos un día bastante ajetreado.
-Si, fue lo único que logre articular, estaba flotando en el aire después de recibir aquél beso.
Una vez en mi cama no pude si no suspirar acariciando mis labios, me había besado, él me beso.
Comencé a reír como una tonta, la tía abuela sin saber me estaba ayudando y el solo imaginar su cara cuando le den la noticia de nuestro matrimonio, hacia que los malos momentos vividos durante la fiesta de navidad valieran totalmente la pena.
Quería ver la cara de Eliza y su madre cuando se dieran cuenta que al querer causarnos un daño nos hacían un enorme favor a todos, bueno a casi todos, Archie y Annie pronto se causarían y yo. . Yo seré feliz con mi príncipe.
Continuará ...................