Hola, Lauren.
Hoy he pasado frente a tu casa, pude ver a tu padre cortando el césped y a tu madre, cocinar por la ventana de la cocina.
Ambos me vieron, pero ninguno me saludó. ¿Por qué lo harían? No me conocen; y ya nadie saluda a un extraño que pasa por la acera de su casa.
Constantemente me he preguntado el porque jamás me los presentaste. Incluso hubo un tiempo en el que me había llegado a cuestionar que era por mi extraña forma de ser. Pero tú nunca decías nada de eso.
Siempre repetías las mismas palabras cada vez que yo te cuestionaba: "Están ocupados", y lo decías con tal tono de desprecio que me obligaba a callar.
A pesar de que por las tardes, yo nunca los notaba ocupados.
Pero ya da igual, sabes, al fin y al cabo ya no te amo.
-Camz.