en nuestro cuarto año de secundaria tus momentos de fama se vieron opacados cuando tus padres te obligaron a dejar de jugar debido a tus malas calificaciones, y poco a poco volviste a nosotros, pero ya eras otra persona.
¿recuerdas esa fiesta donde jugamos verdad o reto y confesaste lo que sentías por mí?
no supe qué hacer, y fue esa la primera vez que huí de hacerte frente.