➤ Capítulo 11: Shisui Uchiha; el deber de un shinobi.
Narra Shisui:
Hoy era el día. Había llegado el día y no podía ocultar lo nervioso que estaba.
Para ser sincero, nunca antes se me había pasado por la cabeza hacer esto pero cada pensamiento, cada circunstancia, cada decisión, ya sea correcta o errónea... me había llevado a hacerlo.
Quizás no entiendan muy bien de lo que estoy hablando, así que intentaré explicarme mejor.
Hoy era el día en el que tendría que ejecutar ese jutsu en alguien de mi propio Clan, para ser más específicos, en Fugaku Uchiha. ¿Los motivos? Pues esa era una larga historia.
Lo que no podía negar era que esta situación me sobrepasaba. No se trataba de un simple juego de espionaje como ocasiones anteriores, puesto que esta vez varias vidas corrían un gran peligro y, por más que me duela, yo había elegido estar en el medio de todo esto.
Flashback
-Hokage-sama, quisiera pedirle un favor -me dirigí hacia uno de los más grandes shinobis que existía en la aldea, el tercer Hokage-. Está surgiendo la desconfianza entre el Clan Uchiha y la Aldea.
-Sí, yo también lo creo -murmuró, mirando hacia los rostros Hokage.
-Pensaba si sería posible restablecer la confianza con el Clan. ¿No podría otorgarme esa misión? -fui directamente al grano, pues tenía algo en mente.
-¿Deseas apartarte de las misiones normales? -esta vez, se volteó para observarme detenidamente, como si estuviese analizando la seguridad de mis palabras.
-Sí, concédamelo y también la autoridad para lograrlo -dije firmemente, pues como Uchiha que era y, habitante de Konoha, sentía la necesidad de hacerla mi responsabilidad, por más de que no fue así.
El Hokage caminó hacia el barandal que había en la terraza de la mansión y solo se dedicó a observar la aldea por un buen rato, meditando su decisión. Yo, por mi parte, rezaba para mis adentros para que me concediese aquella misión, no quería dejarlo en manos de otros ninjas, lo mejor era hacerme cargo yo y tal vez...
-De acuerdo -accedió, interrumpiendo mis pensamientos-. Entonces te encargaré una misión de investigación de secreto máximo. Si ocurre algún problema, usa mi nombre. Asumiré toda la responsabilidad -dijo al mismo tiempo que caminaba por la gran terraza.
-Muchas gracias, Hokage-sama -agradecí.
-Cuando te miro, recuerdo a mi viejo amigo Kagami Uchiha -dijo con una leve sonrisa, lo que me sorprendió un poco.
-Aún no soy digno de tanto -murmuré con un leve rubor en las mejillas, pues yo sabía lo grandioso que había sido mi abuelo en sus tiempos.
Después de un tiempo... las cosas empezaron a tornarse algo difíciles.
-Antes jugábamos mucho aquí -comenté rompiendo el silencio entre mi mejor amigo y yo, mientras veía la cascada que conectaba con el río Nakano, cerca de los territorios de nuestro Clan.
-¿Pasa algo? -y él siendo tan él, directo como siempre.
-Quería saber tu opinión sincera. ¿Hasta qué punto va en serio Fugaku-san?
-¿En... serio?
-Con el golpe de estado -especifiqué.
-El descontento de los Uchiha hacia la aldea está aumentando y si las cosas siguen así en la aldea, muy pronto los Uchiha llegarán a su límite -explicó, dando su punto de vista sobre el tema.
-¿Si la aldea cambia, también cambiarán los Uchiha?
-Pero si los Uchiha no cambian, tampoco cambiará la aldea. Mientras continúe la desconfianza por ambas partes, la situación seguirá empeorando -en eso tenía mucha razón.
-Quiero eliminar esa desconfianza -fui directo al grano, pues esa era mi prioridad más que nada.
-¿Crees que podrás? -dudó un poco.
-¿Acaso estás dudando de mí, Itachi? ¡Se supone que soy tu mejor amigo! -dije un poco en broma, para luego volver a ponerme serio-. Quién sabe si pueda lograrlo, pero si no lo hago y tiene lugar el golpe de estado de los Uchiha, los resultados serían desgraciados para ambos lados. Habrían muchas bajas y pérdidas, lo que generaría más odio y venganza... simplemente se empeorarían más las cosas de lo que ya están.
-Yo también me opongo al golpe de estado, y lo sabes -comentó-, por eso hay que hacer algo para evitarlo.
-Lo sé, de hecho tengo algo en mente, pero será mejor que no actúes.
-¿Por qué?
-La primera división de la Policía Militar sospecha de ti -se lo dije, no sabía si estaba bien lo que estaba haciendo pero... él tenía derecho a saberlo-. Lo sé porque hace un tiempo me ordenaron para que te vigile.
Lo que le dije al parecer le sorprendió, pero solo unos instantes. Después de todo, seguramente ya se lo veía venir.
Fin del flashback
-¿Por qué hiciste eso? -Itachi me sacó de mis pensamientos, mientras emprendíamos el camino hacia mi casa.
-¿A qué te refieres?
-A eso, te has despedido de _____, como si tú...
-Itachi, sabes muy bien que nos estamos jugando la vida con esto, sobre todo yo -expliqué saltando de tejado en tejado-. Además tengo un mal presentimiento sobre todo esto.
-Yo también, la verdad es que nunca creí que llegaríamos a estas circunstancias, creí que todo sería más... bueno, pacífico no es la palabra pero, no creí que todo fuera tan rebuscado -explicó seriamente.
-Así son las cosas, Itachi. Pero recuerda que todo esto lo hacemos por el bien de la aldea... y por nuestros hermanos, ellos junto a su generación merecen tener una vida diferente a un ambiente lleno de guerra y destrucción.
En la casa de Shisui.
-¿A qué vinimos precisamente? -me preguntó Itachi, mientras yo buscaba un pergamino con desesperación.
-Necesito encontrar un pergamino muy importante. ¡El problema es que no sé dónde lo deje!
-¿Qué contiene ese pergamino? ¿Por qué es tan importante? Y, sobre todo, ¿cómo es? -preguntó para ayudarme a buscar entre los tantos pergaminos que tenía en el cuarto de mi padre.
-Es uno rojo, chiquito... y muy fácil de perder -expliqué rascándome la cabeza-. No se dónde lo puse...
-Todavía no me has dicho que contiene ese pergamino...
-¡Lo encontré! -bendito pergamino, ¡estaba dentro de los calzones de mi padre!
-Shisui...
-¡Kuchiyose no jutsu: Jutsu de invocación!
Humo se esparció por la habitación y, luego de unos minutos, cuando ésta se dispersó, apareció mi invocación.
-¿Mmm...? ¿Shisui-san?
-¡Hola! ¡Tanto tiempo sin verte, Shimure-san! -saludé al cuervo gigante que yacía confundido.
-¿Para qué me invocaste? No veo que haya peligro alguno... ¡Ohhhh Itachi-san, tanto tiempo sin verle!
-Shisui, ¿me puedes decir porque lo invocaste? Ah, hola, Shimure-san.
-Ya lo verán ambos -sin darle mucha vuelta al asunto, le mostré el pergamino a Shimure, quién me miró confundido-. Necesito que guardes éste pergamino contigo, sé que mi hermana algún día irá a verte, cuando creas que sea el momento, quiero que se lo entregues -dije sin más.
-¿Y cuál es su contenido, Shisui-san? -murmuró mirando curiosamente el pergamino que seguía en mi mano.
-Es la información que pude recopilar sobre mi Clan, el Clan Shiranui -agregué por cómo me veían-. Sé que mi hermanita irá a verte en un futuro y, cuando creas conveniente, se lo das, ¿de acuerdo?
-De acuerdo, no se preocupe por eso -y dicho eso, el cuervo agarró con su pico el pergamino y se lo tragó-. Por cierto, Shisui-san, ¿qué sucederá con el otro pergamino?
-De ese no tienes de que preocuparte, solo procura dárselos cuando lo creas conveniente.
-¿Y cuándo sabré cuando sea el momento?
-Estoy seguro de que tú lo sabrás, eres listo, después de todo, eres mi invocación -me reí a carcajada amplia.
Itachi solo observaba aquella situación en silencio, no importaba, luego me encargaría de explicarle lo que estaba sucediendo.
Ahora mismo me encontraba detrás de la puerta que daba hacia la oficina del Hokage, no estaba espiando, ni mucho menos, no... simplemente el Hokage me dijo que esperara allí, luego él me indicaría qué hacer.
Para no perder el tiempo, decidí escuchar la conversación que provenía de adentro de la habitación y, pude reconocer perfectamente quiénes estaban en ella.
-Parece que los Uchiha tendrán una reunión esta noche -y esa era la voz inconfundible de Danzo-sama.
-Sé lo de la reunión -la voz del Hokage se hizo presente-. Pero no me interpondré en una ceremonia del Clan Uchiha.
-¿Qué ceremonia? Planean la unión del Clan y aumentar el resentimiento hacia la aldea usando el ambiente hostil, son preparativos para un golpe de estado -afirmó.
-Shisui acabará con esos brotes. Shisui -esa era mi señal, entonces abrí la puerta, dejándome ver.
-¿Shisui Uchiha...?
-Shisui estará en esa reunión. Y si Fugaku planea un golpe de estado...
-Usaré el Kotoamatsukami -interrumpí al Hokage.
-¿Tu técnica ocular? -dudó Danzo.
-Según parece, puede manipular las opiniones de otros sin que el objetivo se entere -explicó brevemente.
-Le haría pensar en colaborar con la aldea -afirmé, para que no dudase de mis intenciones.
-Aunque Fugaku se reformara, no creo que todos los Uchiha se queden conformes...
-Si los Uchiha están dispuestos a cambiar, nosotros también debemos cambiar, vamos a tratarlos con más consideración. Confío en ti, Shisui -el Hokage me dio su aprobación.
-¡Sí!
-¿Qué quiere, Danzo-sama? -pregunté algo inquieto-. Ya casi es la hora de la reunión...
-¿Qué harías si la aldea no cambia aunque lances tu técnica ocular para cambiar a los Uchiha? -preguntó seriamente.
-El Hokage-sama prometió que cambiaría -contesté, no sé por qué pero esta charla no me gustaba para nada.
-El descontento de la gente de la aldea no desaparecerá ni aunque se lo explique el Tercero.
-Lo sé. Pero si ganamos tiempo...
-Y además, están aquellos como yo que son muy recelosos. Su modo de pensar no cambiará fácilmente. ¿Qué es lo que harías?
¿Q-qué es lo que intentaba decir...?, pensé.
-Pero, Danzo-sama...
-¿Usarías el Kotoamatsukami en mi contra en este momento?
-Y-yo...
-¡Yo me haré cargo de tu sharingan!
En un rápido movimiento, se acercó hacia mí, su mano iba directamente hacia mi ojo izquierdo, con intensión de quitármelo.
Desgraciadamente para él, yo era mucho más rápido y veloz.
Logré detener su brazo y lo miré fijamente a los ojos activando mi sharingan, encerrándole así en un genjutsu. Podría haberlo matado, sí, pero no me gustaba derramar sangre de forma innecesaria.
-Es un simple genjutsu, despertará pronto -murmuré para darme la vuelta e ir hacia dónde me esperaba Itachi.
Lo que no esperaba, era sentir un fuerte golpe en mi abdomen.
Escupí un poco de sangre y, de lo impresionado que estaba, no pude reaccionar. Más golpes fueron a parar directamente a mi cuerpo, para luego sentir una fuerte punzada en mi ojo derecho.
Me agarré la zona en dónde debería estar mi sharingan y luego miré mi mano.
Sangre.
Mi respiración se comenzó a agitar de lo nervioso que estaba, ¡me había robado mi ojo! Ahora todo estaba perdido...
Él empezó a sacarse la venda que cubría su ojo derecho y logré visualizar un...
-¿Un sharingan? -pregunté incrédulo. ¿Cómo era eso posible?
-Me quedaré este ojo de repuesto... ¡Y ahora me entregarás el otro! -en eso aparecieron muchos ANBUS... la situación no podía estar peor.
Aun así, tenía que hacer todo lo posible por defender este ojo.
-¡Katon: Gōkakyū no Jutsu!
-¡Suiton: Mizurappa!
Mi gran bola de fuego impactó de lleno contra las olas de los cazadores especiales ANBU, creando así, una especie de neblina que nos impidió ver lo que se había convertido en el campo de batalla.
Para suerte mía, contaba con mi jutsu de teletransportación, logrando así, escapar de ellos.
-Parece que ya no hay modo de impedir el golpe de estado de los Uchiha -dije lamentándome frente a mi amigo-. Si ocurre una guerra civil en Konoha, seguramente otros países atacarán y se convertirá en una guerra total. Justo antes de poder usar el Kotoamatsukami para detener el golpe, Danzo me robó el ojo derecho, no confiaba en mi después de todo... maldito viejo.
Itachi no pronunciaba palabra alguna, solo me miraba preocupado, de seguro ya se imaginaba lo que sucedería conmigo.
-Él busca defender la aldea por sí mismo, sea como sea. De seguro también buscará mi ojo izquierdo -proseguí-. Pero antes de eso, te lo entregaré a ti.
Antes de que me detuviese, me extirpé el ojo que me quedaba y se lo entregué, ya no había marcha atrás.
-Solo puedo confiar en ti, mi mejor amigo. Por favor, protege nuestra aldea, el nombre de los Uchiha... pero sobre todo, quiero que cuides de mi hermana -dije con una débil sonrisa-. Sé que no me lo perdonará.
-¡Pero Shisui...!
-No hay nada más que hacer, Itachi.
-¿Y ______? ¿Qué pasará con ella? Sabes que eres su única familia... ella no lo soportará.
-Lo sé, pero sé que estarás tu para cuidarla y aconsejarle, solo te pido ese favor, protege a mi hermana y a Sasuke.
-Creo que ya entiendo el por qué le diste ese pergamino a Shimure, ¿tú ya lo sabías, verdad?
-No lo sabía, solo tenía un mal presentimiento, aun así, me arriesgué... lo malo fue que no valió la pena -murmuré para luego dar unos cuantos pasos hacia atrás-. Aunque quién sabe, quizás mi muerte cambie un poco la situación con los Uchiha, después de todo deje un nota en mi casa...
Di otro paso hacia atrás.
-¡Espera Shisui!
-No me detengas, Itachi... aunque la verdad, me hubiese gustado ver cuando nuestros hermanos fuesen novios...
Otro paso más.
-¡Es que no tienes por qué hacer esto!
-Hubiesen sido una buena pareja... se ven bien juntos.
Sentía como mis pies tocaban el borde del precipicio.
-¡Shisui!
-Como ya dije, no hay marcha atrás... si eres mi amigo, no me detengas, Itachi -y dicho eso me incliné hacia atrás, cayendo por el río Nakano a mis espaldas.
-¡SHISUI!
¿Estaría bien lo que estaba haciendo? No lo sabía... lo único que me lamentaba era no poder acompañar a mi hermanita en su camino, un camino lleno de tristezas, alegrías, dolor y amor.
______, espero que algún día puedas perdonarme.
Mientras tanto, en casa de los Uchiha.
Narrador Omnisciente:
Ya eran las cuatro de la mañana y una pequeña de seis años de edad aún no podía conciliar el sueño. Ella había estado esperando a su hermano mayor toda la noche, esperó y esperó por largas horas pero él nunca llegó.
La pequeña se bajó de la cama y buscó por la casa de su mejor amigo a su hermano, quizás él había llegado y ella no se había dado cuenta.
Pero no fue así.
Él no se encontraba en casa e Itachi tampoco, lo cual la preocupó.
Agarró una cobija del cuarto y fue hacia la puerta de la casa, cuando llegase su hermano quería ser la primera en enterarse. Se sentó del lado de adentro de la puerta con la cabeza apoyada en ésta y se cubrió con la cobija, esperando por su hermano.
Pasó una hora más pero su hermano no había llegado, pero quién sí había llegado había sido el sueño, quién se hizo presente conforme pasaban los minutos.
Sus parpados se iban cerrando poco a poco, hasta que dentro de unos minutos no aguantó más y cayó rendida en los brazos de Morfeo.
Y ahí se encontraba ella, dormida con la cabeza apoyada en la puerta, esperando por su adorado hermano.
Lo que no sabía, era que nunca más lo iba a volver a ver.
*esquiva fugazmente los chanclazos, kunais, espadas y toda herramienta ninja existente*
Perdón por matar a Shisui T-T I am sorry u.u
Wow escribí más de 2500 palabras xD esto si que es un récord, pero no se acostumbren a los capítulos largos(?
¿Que les pareció el cap? ^^/ Aunque el cap de rayis será más conmovedor o eso espero(?
Ya llegamos a más de 4.500 leidos! *-* gracias por todo :3
Nos vemos :3
Bч: ᥒoᥣxᥒgᥱrhᥙmᥲᥒ 🌺