Los guardianes del invierno (...

By UnicornHair

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¿Qué pasaría si Elsa no hubiera aprendido los secretos de sus poderes ella sola? ¿Qué tal si te dijera que tu... More

Los reyes del invierno
La niña que podía crear nieve.
El joven de cabello blanco.
La visita que comenzó todo
Un invierno que formó la amistad.
El accidente.
El triste adiós para Jack Frost
La vida en Arendelle
Hola, Jack
El secreto de Elsa
La advertencia de Anna
"Su majestad"
El rey Lance de Rebinsten
El regreso
Conociendo a la oscuridad
El baile
Buscando a quien no quería ser encontrada
El trato
El inicio de la guerra
La idea de Anna
"Mi guardián"
Una promesa en la nieve
La Luna

La llegada de Rapunzel

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By UnicornHair

ANNA

  Gracias a los preparativos por la llegada de la prima de Corona pasaron dos días antes de que las hermanas pudieran conversar en privado, Anna había conseguido llevar a Elsa a una habitación que siempre estaba vacía últimamente, la tarde del segundo día consecutivo al encuentro con Jack Frost. La expreción del rostro de su hermana variaba de segundo a segundo, desde nerviosa, a nostálgica, de nostálgica a feliz y así. Anna nunca creyó que eso pudiera ser posible. Cerró la puerta y corrió las cortinas, no quería ninguna interrupción o distracción. Obligó a su hermana a sentarse en una silla junto a la ventana.

  -Elsa, tenemos que hablar.

  -Ya lo sé- suspiró cansada su hermana.- supongo que tienes muchas preguntas para hacerme, yo...

 -¿Cuándo lo conociste? No no, espera, primero respóndeme por qué no podía verlo. ¿Cómo vuela? ¿Tiene poderes como vos? ¿Qué hacía en tu balcón? ¿Cómo hace para...?

  -¡Anna!- la detuvo sonriendo, estaba hablando demasiado rápido. Ella lo sabía, pero no podía evitarlo.

 -Lo siento, lo siento- se obligó a tomar respiraciones pausadas para poder calmarse- ¿Hace cuánto lo conoces?

  -Unos días antes de que tuviéramos el accidente. En el patio del castillo. Él me enseñó tan...

  -Aguarda, ¿me estás diciendo que sos su amiga desde que eras una niña? ¿Que lo conoces hace años?

  "¿Y que todo este tiempo en el que estuve sola vos jugabas con tu amiguito Jack Frost?" Empezó a enfurecerse-

 -Sí.- respondió Elsa, pero al ver la expresión de Anna agregó- Pero no es como vos lo estás pensando. Nos separamos inmediatamente después de que yo te...congelara. No lo había vuelto a ver hasta hace unos días.

  -¿Se separaron?

  -Puede que yo lo haya hechado de mi vida, por así decirlo. Pero eso ya está olvidado.- hizo un gesto con la mano quitándole peso al asunto.

  -¿Cómo...cómo lo conociste?

  -¿Te acordás de esa vez que me perdí en el bosque y no aparecí hasta bien entrada la noche? ¿El día anterior al accidente?

  -Claro que sí, todos estábamos preocupados porque no aparecías.

  -Bueno, esa fue la tarde que conocí a Jack Frost. Yo estaba jugando junto a un árbol, ya sabes, con mis poderes, cuando lo escucho hablar por detrás de mí...

  Y así comenzó a relatarle lo sucedido aquella vez, cómo ambos se habían hecho grandes amigos. Anna la escuchaba fascinada al descubrir que había gente como su hermana en el mundo, con poderes asombrosos. Cuando llegó a la parte en la que le explicaba que Jack había sido su maestro en el tema, Anna interrumpió.

  -¿Él te enseñó el truco de la lluvia de copos? ¿A congelar el suelo? ¿Así pudiste caminar por el lago hace unos meses? Claro que sí, eso explica muchas cosas, yo no podía entender cómo habías aprendido todo eso en un día, fue como si...

  -Anna. ¿Lluvia de copos? ¿Así lo llamaste?- volvió a frenarla Elsa. Anna sonrió apenada, tenía que dejar ese habito de hablar mucho.- Sí, sí y si. Él fue una especie de profesor para mí. En una tarde aprendí tantas cosas... No me mires así.

 Su hermana había empezado a hablar de una manera tan soñadora y nostálgica que Anna no pudo menos que mirarla con picardía

 -Te gusta- dijo como si fuera una niña. La cara de Elsa se tornó roja.- ¡Lo sabía! ¿Y a él le gustas?

  -¡Anna!- el rostro de la reina era ahora de color de un tomate maduro.

  -¡Sí! ¿Cómo lo sabes? ¿Te lo dijo? Debió de haber sido tan romántico ¿Se besaron? Seguro que lo hicieron, ¿cuándo fue? ¿Hace cuánto que son pareja? Debía de haberlo imaginado el otro día al verlo abrazarte así, nadie abraza a una persona de esa manera si no está enamorado de ella. ¿Cómo serían sus hijos? ¿Con poderes? ¿Va a venir a vivir al castillo...?

   -¡Wow! Basta, espera. No, no me lo dijo, no sé si le gusto.

   -Pero...- Anna no comprendía, su hermana y Jack parecían tener una relación tan fuerte.- ¿Por lo menos se besaron?

   -Bueno, algo así.- vaciló al responder.- Yo lo besé, pero fue algo corto, casi un roce.

   -¿Cuándo?

   -Un par de noches atrás.

   -¿Y? ¿Él cómo reaccionó, qué hizo?

   -No sé.

   -¿Cómo que no sabes?

  -Me fui corriendo. Sólo pude escuchar que gritó.- Elsa sonrió al recordarlo.

  "¿Gritó? ¿Por qué iba uno a gritar luego de un beso?"

  -Pero, ¿no hablaste con él?- preguntó Anna. 

  -No lo veo desde entonces.

  -¡¿Qué?!- Se indignó. No podía creer que el chico se desvaneciera en el aire después de que su hermana lo besara, ¿quién se creía que era? Por lo menos tendría que haber hablado con ella o algo.- No lo puedo creer, cuando lo vea le voy a romper...

  -Me estas mal interpretando. Tuvo que viajar, él no quería irse. Lo que pasa es que tiene trabajo que hacer.

  -¿Trabajo? 

  -Si me hubieras dejado explicarte todo antes de interrumpirme, ahora lo sabrías, tendrías toda la información acerca de Jack.

  -Lo siento. Continúa.- la apresuró con gestos.

  -Bueno, el punto es que luego del accidente, Jack y yo nos separamos, lo alejé de mi vida porque no quería saber nada más acerca de mis poderes. No nos volvimos a encontrar hasta hace unos días.

   -¿Y lo besaste en tan poco tiempo?

  -¿De vuelta con lo del beso? ¿No podes superarlo?

  Anna estuvo a punto de contestar cuando la puerta de la habitación se abre, dejando ver a una zanahoria asomándose.

  -¿Chicas? ¡Chicas!- Olaf entró corriendo por el lugar hasta donde ellas se encontraban- todo el mundo las está buscando.

 -Lo sabemos Olaf.- le aseguró Elsa mientras se levantaba- Continuaremos con esta conversación más tarde Anna

  -¿Qué? No. Ellos pueden esperar un poco más, yo no.

  -¿Quieres que nuestra prima llegue y no haya nadie para recibirla?

  -No- contestó Olaf con inocencia.- sería incómodo.

  Anna lo miró sonriendo, luego se giró hacia Elsa.

  -No, pero...

  -Seguiremos luego entonces.

  Olaf miraba la conversación alternando entre una hermana y la otra. Lo que Anna no sabía era que ese "luego" no ocurriría hasta el mismo día de la llegada de Rapunzel.

  ____________♥_______________

  Una nublada tarde en Arendelle los pájaros cantaban y la gente se reunía en las calles para conversar. El invierno había llegado y cada techo, camino y árbol estaba cubierto por nieve. Los niños jugaban en los parques, creando muñecos de nieve, intentando lograr un parecido con Olaf, quien era una especie de celebridad por aquellos días.

  Entre todas las palabras que recorrían los oídos del pueblo, una frase era el tema principal de todas las bocas: la llegada de la princesa Rapunzel de Corona al reino. Todos comentaban acerca de ella, lo hermosa, gentil y humilde que era, su cabello corto que, según rumores, nunca crecía. Las muchachas estaban inquietas por la llegada de Eugene, su esposo, que antes de encontrarla había sido un ladrón sin escrúpulos, pero que después se había convertido en un sujeto amable, considerado, y, por supuesto, muy atractivo.

  Ambos llegarían para el atardecer de aquel día, y el castillo estaba en constante movimiento con los últimos preparativos para su llegada. Seguro se preguntarán por qué tanta organización para sólo dos personas, el problema es que no son ellos solamente los que vendrán a Arendelle, sino que traerán consigo a varios nobles y príncipes al reino, para crear una nueva alianza que abarcaría más de 16 reinos, una de las más grandes en 108 años. Todo debía salir bien.

  Anna estaba en su habitación, intentando arreglar su cabello para la llegada de todas esas personas importantes, cuando escucha a alguien tocar la puerta.

  -Tanya, te dije que no necesito ayuda, estoy bien.

  -¿Tanya?- Se sorprendió al ver que era Elsa y no la criada quien se asomaba. Su hermana estaba espléndida en un atuendo de distintos tonos de verde que resaltaban su claro color de pelo, un abrigo de gasa negro hasta la cadera cubría el vestido de cortas mangas, dividiendo el cuerpo de Elsa en la cintura con un delicado cinturón verde oscuro adornado con piedras de negras. Ésta estalló en carcajadas al ver el pelo de Anna.- ¿Qué te pasó?

  -No todas despertamos con el pelo perfectamente arreglado.- le respondió ofendida, mientras intentaba desarmar un nudo que se había formado con los cabellos en la parte posterior de su cabeza.

   -Necesitas ayuda.

   -No, estoy bien.

  -No te estaba preguntando.- sonrió Elsa mientras se acercaba a su hermana por detrás y la peinaba. No habían hecho esto hace mucho tiempo, Anna decidió cerrar los ojos y disfrutarlo. Le recordaba a cómo su madre solía cepillarle el pelo, cuando volvió a abrirlos, casi había terminado 

   -¿Elsa?

   -¿Mmm...?- murmuró.

   -¿Sabes algo de Jack?

   No debía haber preguntado eso, el rostro de su hermana se ensombreció enseguida, desviando la mirada del espejo que tenían adelante. Ella y Anna habían acordado que apenas la primera tuviera noticias del muchacho se lo comunicaría a la otra, pero eso todavía no pasó, por lo que Anna había empezado a preocuparse.

   -No- respondió secamente.

   -¿Cuánto tiempo pasó? ¿Cinco días? Creí que iba a volver antes de la llegada de nuestra prima...

   -Yo también lo hice.

   -¿Y si le pasó algo?

   -No lo sé.

   -¿Y si no quiso volver?

   -No sé.

   -¿Qué pasa si se quedó con el duque?

   -Anna...

   -Quizás le avergüenza volver, por, ya sabes, el beso, por ahí no se sentía preparado o algo así, ya sabes cómo son algunos chicos con estas cosas, o, bueno, en realidad es lo que escuché. Tengo miedo Elsa, puede que le haya pasado algo malo, pero también que nos haya traicionado, no sé qué pensar acerca de todo esto...- Se detuvo al notar que el espejo se estaba llenando de escarcha-¿Elsa?- Se volteó asustada.

  Su hermana se encontraba con las manos crispadas sobre su vestido, que ahora estaba congelado, pero no como aquella vez que creó ese hermoso vestido de hielo, sino que más duro, la tela se había vuelto oscura y siniestra. El suelo a su alrededor estaba cubierto de esa escarcha compacta y opaca típica que Elsa liberaba cuando se asustaba. Su rostro estaba pálido, sus ojos miraban un punto fijo en la nada.

   -Elsa, todo está bien- Anna se levantó de la silla y caminó hasta quedar frente a la reina. Se aproximaba poco a poco, con cuidado de no sobresaltarla.-Lo siento, no debí decir eso. La verdad no lo conozco, no sé cómo es. Probablemente tuvo algún contratiempo, el jamás te abandonaría. Sos su única amiga- al ver que seguía sin reaccionar le pegó una cachetada- Elsa, ya basta, debes reaccionar.

   El rostro de su hermana giró noventa grados y retomó el color poco a poco. Anna estuvo a punto de disculparse cuando se dio cuenta de que Elsa estaba mirando hacia todos lados, desorientada, hasta que entendió la situación. Actuó rápidamente y con un par de movimientos todo había vuelto a la normalidad, excepto su abrigo, que al congelarse terminó por quebrarse.

  -¡Maldición!- Elsa tiró la prenda y corrió al armario de Anna, buscando algo que utilizar como remplazo. 

   "¿Por qué hace eso? ¿Qué sucedió con Jack?"

   -¿No te das cuenta de lo que acaba de pasar?

   -No sucedió nada Anna. Déjalo ahí.

   -Pero...-comenzó a protestar, pero una sola mirada de su hermana la frenó.

 -Por una vez- dijo mientras se ponía un chal negro de una tela parecida a la de su abrigo anterior- Déjalo ahí.

   Anna la miró afligida, le dolió lo que Elsa acababa de decir, pero se recuperó en seguida.

   "Cuando quiera hablar sobre ello, voy a estar ahí, por ahora la dejaré sola. Espero que sepa que estoy aquí para ella" Suspiró.

   -¡Bien!- exclamó con más entusiasmo del que poseía- Gracias por peinarme, pero debemos apurarnos.

    Elsa pareció haber recordado de repente lo que sucedía.

   -¡Estamos llegando tarde!- Casi grita cuando corrió hacia la puerta. Anna la interceptó.

   -Estamos llegando justas- La corrigió. 

  ____________♥_______________

  El muelle estaba repleto de gente, pero todas se hacían a un lado para dejar pasar a las hermanas, y se inclinaban brindándoles reverencia. Anna estaba feliz de ver cómo retrocedían, haciéndoles espacio, intentó agradecérselos, pero la mayoría no las miraban.

  "Otro día será" concluyó restándole importancia. Lo que más le preocupaba ahora era el accidente que acababa de ocurrir en su habitación. ¿Qué le había pasado a su hermana? ¿Le había sucedido antes? ¿Lo recordaba? Todas estas preguntas y muchas otras que le daban vueltas en la cabeza de manera tan arremolinada la mareaban y distraían, tanto que casi choca con Kristoff.

  -¡Wow!- dijo deteniéndola, mientras la sujetaba de los hombros- ¿En qué venías pensando que no me viste?

  Anna miró a Elsa, que los observaba, con una sonrisa algo rara en la cara.

  -Perdón, estoy distraída. Mucha gente vendrá hoy.

 Kristoff, poco convencido, le dio a entender con un gesto que hablarían después, a lo que ella accedió.

 -Bueno, ¡vamos a darle la bienvenida a nuestra prima!- Anna corrió hacia el final del muelle, donde los barcos estaban anclando. Esquivó personas y saltó equipaje.

 -¡Anna!- Gritó Kristoff tras ella antes de empezar a perseguirla. Ella volteó hacia atrás al escucharlo, pero un golpe la obligo a detenerse y arrojó su cuerpo al suelo. Por unos segundos sólo podía ver estrellas blancas sobre un cielo negro. Se había chocado a alguien, pero ¿a quién?

  Mientras se recuperaba y dejaba de estar desorientada, pudo ver a una joven tendida en el suelo frente a ella. Tenía un vestido rosa y violeta, el pelo marrón corto, ojos verdes y una tiara repleta de joyas. Se sujetaba las costillas mientras que con la otra mano se acariciaba la cabeza, algo parecida a lo que Anna estaba haciendo-

  "No puede ser" Negó.

  -¡Anna! ¿Estás bien?- preguntó Kristoff justo cuando un muchacho de pelo y ojos marrones se acercaba y decía '¡Rapunzel!'

   "No puede ser" Repetía una y otra vez su cabeza. "¿Rapunzel?"

  Sintió cómo Kristoff la sujetaba por debajo de los brazos y la levantaba, sirviéndole como soporte.

 -¿Te hiciste daño?- le cuestionó, preocupado. El otro joven hacía lo propio con Rapunzel. Anna recuperó el control de su cuerpo primero y se reverenció.

  -Lo siento, lo siento, lo siento. Fue mi culpa, corría sin ver por dónde iba.- se limpió el vestido sin dejar de mirar a la otra princesa, que le sonreía apenada.

  -No, fui yo. También estaba corriendo.

  -¿A sí?- preguntó Anna interesada.

  -Claro, no todos los días se llega a un nuevo reino ¿Vos por qué corrías?

  -No todos los días el reino está lleno de gente de nueva.

  Ambas se miraron y rieron. Parecían entenderse a la perfección, tener esa misma energía positiva. Kristoff y el otro chico, quien suponía era el esposo de Rapunzel, las miraban alternativamente, buscando respuestas.

  -¡Oh!- suspiró la extranjera- La última vez que vine no fuimos presentadas correctamente- se inclinó- Soy Rapunzel, princesa de Corona y heredera al trono. Él es mi esposo Eugene, el hombre me regresó a mi hogar.

  Anna sonrió al ver cómo el pecho de la joven se hinchaba de orgullo al nombrar al chico.

  -Yo soy Anna, princesa de Arendelle, y él es Kristoff el  Repartidor de Hielo Honorario de Arendelle.

  Las mejillas del chico rubio se tornaron rojas de la vergüenza al escuchar esto.

  -Anna, te dije que no dijeras la última parte.

  La chica lo miró confundida.

  -¿Por qué? Mi hermana te nombró para algo.

  Rapunzel los miraba entretenida, cuando se sobresaltó.

  -Lo siento, ahora lo haré- susurra- Él es Pascal, mi mejor amigo.

 En el hombro de la muchacha apareció un pequeño camaleón verde, que hizo una linda reverencia. Anna estaba oficialmente fascinada con la princesa de Corona. Alguien tosiendo a su espalda interrumpe sus pensamientos. Elsa estaba detrás de ella, sonriendo.

  -Rapunzel- saludó con una inclinación.

  -Elsa

  -Bienvenida a Arendelle- añadió abriendo los brazos, indicando con un gesto las vastas tierras.

  La princesa de Corona parecía estar conteniendo algo. pues se movía de un lado a otro, claramente inquieta, mirando a Eugene de vez en cuando como intentando decirle alguna cosa. Una cosa que, Anna sospechaba, era lo mismo que ella estaba guardando apenas la reconoció hace unos minutos. Los hombres las miraban, a la espera de lo inevitable, cada uno esperando que su chica fuera la que se adelantara.

  Para sorpresa de todos, fue Elsa la que dio el primer paso, tomando a ambas chicas por la cintura y uniéndolas en un fuerte abrazo.

  ______________________________________________________________

Hola a todos!

Quiero empezar esta nota con el tema principal: agradecerles por leer y votar mi historia. También tengo que admitir que me incitan a escribir más rápido, cosa que me encanta, jajajaja.

Tienen alguna duda sobre la historia? Por favor avísenme, me suele pasar que no soy muy buena plasmando con coherencia todo lo que está en mi cabeza.

No sé si se dieron cuenta, pero estoy intentando hacer cada capítulo cada vez más largo, por lo que voy a tardar un poco más que antes en escribirlos, lo siento.

Besos y suerte!

UnicornHair

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