En todo el camino de vuelta a la casa de los abuelos de Kate me mantuve alejada de Ryan aunque sé que no podré huir toda mi vida de él.
—¿No están olvidando nada?—pregunta Dylan cerrando el maletero de su coche.
Todas mis pertenecías se encuentran en el maletero de Dylan.
—No—respondo y Dylan nos hace señas para que subamos.
El coche de Samuel no quiso encender, hicimos todo lo posible para que funcione pero fue inútil.
—Ya cambia tu cacharro.—Le dice Antonio a Samuel.
—Pronto.—Responde Samuel secando el sudor de su frente.
El coche de Antonio está lleno, así que Kate y Samuel se irán con nosotros, aquí entramos todos. Ya estamos camino a la ciudad, mamá me ha llamado unas 16 veces, debimos haber llegado en la tarde a la ciudad, pero por la cena nos tuvimos que venir en la noche. Mamá debe estar preocupada, así que escribo un mensaje diciéndole que ya estamos de ida.
Dylan está con su mirada fija en la carretera, Tefi con su cabeza apoyada en el hombro de su amado, Samuel y Kate están durmiendo abrazados.
Ryan y yo no nos hemos dirigido la palabra desde que salí huyendo en plena cena.
Reviso mis redes sociales, desde que llegamos al pueblo no las revisaba porque la señal allá era pésima, y la vedad no estaba tan aburrida como para estar revisando mis redes porque el mayor tiempo la pase con Ryan.
Ryan a dejado que conozca un poco sobre su pasado, pero yo quiero entrar más afondo, quiero saber qué es lo que tanto le da miedo que yo sepa. Por el momento me conformaré con lo que me ha contado y dejaré que él poco a poco vaya contándome todo. Prefiero conocerlo por él mismo, y no por otras personas.
Miro a Ryan, él está mirando la carretera con atención. No aguanto este silencio entre nosotros.
—¿Sabias que la madrina de Kate es vidente?—pregunto rompiendo el silencio.
—Con razón comenzó a decirnos todas esas cosas.—Dice Ryan sorprendido.
—Exacto—digo y él sigue con la misma cara de sorprendido.
Dejamos todo ese tema de la vidente aparte y comenzamos hablar sobre nuestras familias, Ryan no me cuenta mucho acerca de su familia, lo poco que sé es que su padre dejó de dedicarle tiempo cuando era pequeño para dedicarle tiempo completo a su trabajo, su madre es una maravillosa mujer pero cambió rotundamente de la noche a la mañana.
—¿Y por qué te mudaste con tus tíos?—pregunto.
Esa duda la tengo desde hace arto.
Ryan me mira y suelta un suspiro.—¿Recuerdas que te conté sobre el engaño de mi exnovia con mi mejor amigo?—pregunta y yo asiento con la cabeza.—Ese día estaba muy furioso, perdí el control y terminé dandole una golpiza a mi mejor amigo, mis padres no querian más problemas así que decidieron enviarme con mis tíos hasta que termine la escuela.
—No te juzgaré, yo hubiera hecho lo mismo.—Digo encogiendome de hombros.
Ryan me mira y no puedo descifrar bien lo que expresa su mirada.
—Eres tan comprensiva.—Pasa su mano por mi mejilla.
—La comprensión es algo que me caracteriza—digo sonriendo.
Por un momento olvidamos que estamos en el mismo coche con nuestros amigos, me sentia como si estuviera en una burbuja de amor, solo Ryan y yo, nadie más, pero cuando escuché que Samuel carraspeó su garganta, recordé que estaban aquí.
Lo último del trayecto a la ciudad no las pasamos con Ryan escuchando música de mi celular.
I can't fall in love without you de zara Larsson, suena en mi celular.
Siempre me ha gustado esa canción, pero ahora que le tomé atención a la letra me gustó aún más.
—Promote no enamorarme sin ti —dice Ryan besando mi mano.
Creí que no le estaba tomando atención a la letra.
Lo miro tiernamente y entrelazo mis dedos con los suyos.—Y yo prometo no enamorarme sin ti.—Apoyo mi cabeza en su hombro y Ryan deja un beso en mi frente.
Estos días me sirvieron para poder acercarme a Ryan, conocerlo mejor y darme cuenta que no es la persona que creí que era. Ryan es serio, distante y a veces un poco imbécil, pero es así por lo que vivió en su infancia, rodeado de peleas y discusiones familiares. Yo lo quiero ayudar a que salga de su zona de confort, que sea la verdadera persona que és y no la que él cree que es. Aún falta mucho que conocer de Ryan, poco a poco estoy descubriendo cosas sobre él, y no son desagradables como para que yo me aleje o me decepcione.
Caigo dormida en un profundo sueño y cuando despierto ya estamos afuera de mi casa, Kate y Samuel ya no están, supongo que Dylan los dejó en sus casas.
—Ya llegamos par de dormilones—dice Dylan.
Bajamos de coche y mientras Ryan baja nuestras cosas, yo estiro mis musculos. Nos despedimos de Dylan y Tefi.
—Nos vemos en la escuela—me dice Tefi despidiéndose con la mano.
Dylan acelera alejandose de nosotros.
—¿Te irás sola mañana a la escuela?—pregunta Ryan.
—Supongo que si—respondo encogiendome de hombros.
Ryan me acompaña hasta la puerta de mi casa, veo como duda en hablar.
—Gracias por acompañarme.—Digo y él me da una sonrisa de labios cerrados.—Hasta mañana Ryan.
—Mañana nos podemos ir juntos a la escuela.—Dice Ryan rascando la parte de atrás de su cabeza.—Claro, si tu quieres.
—Me parece buena idea.—Respondo sin dudar.—Nos vemos mañana.—Me despido.
Me acerco para darle un beso en la mejilla pero Ryan voltea su rostro y estampa sus labios en los mios, haciendo que me sonroje al instante. Lo miro avergonzada, pero a él no parece importarle, está con su típica sonrisa juguetona.
—Lo peor de estos días fue no poder besarte—dice acercándose peligrosamente.
Ryan pone sus manos en mis mejillas y se acerca para besarme, nuestros labios de masajean, nuestras lenguas se mueven con lentitud. No es un beso brusco, es un beso suave, tierno y apasionado. Me dejo llevar por el deseo, mis brazos viajan hasta su cuello, profundizando más nuestro beso.
—Te he deseado tanto—dice Ryan entre mis labios, su respiración se mezcla con la mia, encendiendo aún más el deseo.
—Yo igual—cuando iba a volver a besarlo, escucho que la puerta de mi casa se abre, haciendo que me sobresalte y me aleje de Ryan.
Andres sale de la casa con los brazos cruzados a la altura de su pecho.
—¿A que hora piensas entrar?—pregunta con una expresión fría.
Me causa gracia ver a mi hermano así, de pijama y con el ceño fruncido, tratando de aniquilar a Ryan con la mirada.
Miro a Ryan aguantando las ganas de reír.
—Nos vemos mañana—me dice Ryan.—Adios Andres.—Se despide de mi hermano pero él no le responde.
Veo como Ryan se aleja para entrar a su casa.
Es tan hermoso.
Andres me codea sacándome de mis pensamientos, lo miro con el ceño fruncido.
—¿Qué?—pregunto haciendo que mi hermano vuelque los ojos.
—Si miras el piso, podrás notar toda la baba que dejaste caer por el vecino.—Andres se burla.
—Callate mocoso.—Lo empujo para entrar a casa.
Saludo a mamá y le cuento sobre el viaje, por primera vez noto que mamá me toma atención, no como antes que vivia prendida a la computadora o al celular y no escuchaba lo que decia. Le doy las buenas noches a mamá para entrar a mi habitación y desempacar, el viaje es cansador, a pesar de ir sentados, cansa estar más de una hora en la misma posición.
Me acuesto en mi cama mirando al techo, recuerdo el beso que nos acabamos de dar con Ryan hace unos minutos y se me escapa una estúpida sonrisa.
Nicole...estás perdidamente enamorada de tu sexy vecino, dice mi consciencia y por primera vez estoy de acuerdo con ella.
Miro las fotos que nos sacamos en el viaje para escoger una y cambiar mi foto de perfil de whatsApp, la mayoria están movidas, Antonio era el fotógrafo y ya me di cuenta que no sirve para eso. Cambio mi foto de perfil y de inmediato recibo un mensaje.
Es de Ryan
Ryan: Me gusta tu foto de perfil, sólo que estás un poco despeinada.
Leo el mensaje y se me escapa una risa, Ryan primero es tierno y luego bromista.
Tu: Gracias
Escribo como respuesta.
Miro su foto de perfil y es una foto de él cuando era pequeño, se ve tan tierno con ese traje de marinero.
Tu: A mi igual me gusta la tuya, te ves tierno.
Mando el mensaje con una carita riendo al final.
Ryan: ¿Te estas burlando, Carrington?
Me envía como respuesta.
Nos enviamos un par de mensajes más, bromeando sobre nuestras fotos de perfil y Ryan me manda una imagen de cuando era pequeña. Esa foto está en mi facebook, tenía seis años y me faltaba un diente, no me veo nada bien.
Tu: ¿Acaso me has estado stalkeando?
Ryan: Puede ser.
Es más que obvio que ha estado mirando todas las fotos de mi Facebook. Debo borrar algunas y actualizar mis fotos, las que tengo son muy antiguas.
Cuando iba a responder su mensaje, Andres entra a mi habitación sin tocar.
—¿Que haces despierta a esta hora?—pregunta.
Miro el reloj y son las dos de la madrugada.
Perdí la noción del tiempo enviándome mensajes con Ryan.
—¿Tú que haces despierto a esta hora?—pregunto bloqueando mi celular.
—No respondas una pregunta con otra pregunta—Dice Andres con los ojos entrecerrados—te estabas enviando mensajes con el vecino ¿cierto?
Lo miro con los ojos muy abiertos.
—No...bueno...lo que pasa es que...—este niño de diez años me está poniendo nerviosa.—No tengo por qué darte explicaciones, yo soy la hermana mayor.—digo con fingida indignación.
Andres se sienta junto a mi.—No quiero volver a verte sufrir por un chico. Sé que eres la mayor, pero eres muy tonta.—Dice haciendome reír.
A pesar de que Andres sólo tenía ocho años cuando pasó lo de Pablo, el sabía muy bien que mis llantos por las noches eran por un chico.
—No te preocupes por eso enano—digo revolviendo su oscuro cabello.—Ya no soy la misma tonta de hace dos años.
Andres se rie y golpea mi brazo. Tiene miedo de que Ryan me lastime.
Andres decidió dormir conmigo está noche, tengo que aprovechar a mi pequeño hermano cuando está así de cariñoso conmigo antes de que se le entren los demonios y volvamos a pelear como siempre.
NOTA:
¿Que les pareció el capítulo?
Nicole y Ryan ya están considerando ser pareja como les dijo la vidente.
En multimedia se encuentra nuestra hermosa y despeinada Nicole Carrington.