Una Caja Musical me Llevo a Ti

By cameelacc

35.6K 2.9K 575

En una época donde el mundo era gobernado por reyes, nació en una familia noble una hermosa niña llamada Lau... More

Capítulo N° 1
Capítulo N° 2
Capítulo N° 3
Capítulo N° 4
Capítulo N° 5
Capítulo N° 6
Capítulo N° 7
Capítulo N° 8
Capítulo N° 9
Capítulo Nº 10
Capítulo Nº 11
Capítulo Nº 12
Capítulo Nº 13
Capítulo Nº 14
Capítulo N° 15
Capítulo N° 16
Capítulo N° 17
Capítulo N° 18
Capítulo N° 19
Capítulo Nº 20
Capítulo N° 21
Capítulo N° 22
Capítulo Final
Capítulo N° 24
Capítulo N° 25
Capítulo N° 26
Capítulo N° 27
Capítulo Nº 28
Capítulo N° 29
Capítulo N° 30
Capítulo Nº 31
Capítulo N° 32
Capítulo N° 33
Capítulo N° 34
Capítulo Nº 35
Capítulo Nº 36
NOTA
Capítulo N° 37
Capítulo N° 38
Capítulo N° 39
Capítulo N° 40
Capítulo N° 41
Capítulo N° 42
NOTA
Capítulo Nº 43
Capítulo N° 44
Capítulo N° 45
Nota
NOTA II
Capítulo Nº 46
Capítulo Nº 47
Capítulo Nº 48
Capítulo N° 49
Capítulo Nº 50
Capítulo Nº 51
Capítulo Nº 52
Capítulo Nº 53
Capítulo Nº 54
Capítulo Final
Gratitude

Capítulo N° 23

570 56 12
By cameelacc


...............................................................................................................................

Todos los pensamientos se unieron a la vez en la cabeza de Camila, era demasiado abrumador para poder manejar todo lo que comenzaba a sentir. Enterró su cara en el hombro de Katia y lloró. La mujer, quien no entendía lo que estaba pasando, hizo lo mejor que pudo para intentar consolar a la castaña. Tal vez pensó que Camila estaba llorando por Austin y se imaginaba lo peor.

Cuando Camila finalmente se calmó, Katia pacientemente esperó para obtener una explicación. Pero nunca consiguió ninguna.

- ¿Qué pasa si... - Camila le susurró - Qué pasa si él... Ese alguien es la persona que amas? - Ella preguntó.

Pensó en el próspero futuro que Lauren tenía ya seguro si se casaba con el príncipe Julian. ¿Por qué Lauren, cambiaría todas las riquezas y las comodidades que podría obtener de un futuro rey?

- No lo sé - Katia le contestó honestamente. Ella había leído que en muchos libros, afirmaban que el amor tenía límites, poco había tenido mucha práctica en eso. El amor, no importaba cuan apasionado fuese, tenía un límite dependiendo de las circunstancias y no le daría falsas esperanzas a Camila. El corazón de la castaña se rompía un poco con cada minuto que pasaba, martillando en sus pensamientos que Lauren nunca podría corresponderle a sus sentimientos.

Katia se quedó con ella un poco más, asegurándose de que Camila se hubiera calmado lo suficiente. Podía decir que sus palabras tuvieron un efecto profundo sobre la joven y que ella no sería la misma. Algo dentro de ella despertó y allí no había vuelta atrás una vez que el conocimiento habían sido plantados. Cuando se establecieron los sentimientos de la chica, Katia se aseguraba que estuviera bien. Miró tristemente a la chica. No quiso atenuar su estado de ánimo; al contrario, ella esperaba charlar un poco con su amiga sobre los hombres en sus vidas.

- Mira lo que he hecho - dijo - He arruinado el día.

- Todo está bien - Camila dijo débilmente.

- Tienes... has abierto los ojos - Katia sonrió con una sonrisa falsa. Aunque Camila hizo su mejor esfuerzo para tranquilizarla de que ella no había dicho nada malo, y que no era su culpa de que se sintiera terrible.

Camila la acompañó escaleras abajo yendo hacia fuera donde se despidieron.

- Estoy realmente apenada, Camila - La mujer se disculpó - No quise haceros sentir mal.

- Por favor, no te preocupes. Estoy bien, ya sé lo que es amor y lo que no es - Katia suspiró y miró a su alrededor para ver quién podía ayudarla. Por el rabillo de sus ojos, ella vio a alguien haciéndose camino a través de los árboles y casi saltó. Era Austin que salió del bosque, caminando con las manos en los bolsillos. Lo miró y Camila siguió la mirada de la mujer hasta que ella también vio que el chico estaba caminando hacia ellas. Desvió su mirada hacia un lado, avergonzada de sí misma y de sus sentimientos por Lauren.

- Voy a dejarte ahora - Katia le susurró. La abrazó fuertemente - Buena suerte - Austin miró a Katia un poco sorprendido al verla.

No se molestó en hacer contacto visual con él, ya se sentía bastante incómoda. Austin la observaba mientras caminaba por el camino de tierra.

- Ella solo me vino a visitar - Camila, explicó. Austin asintió con la cabeza. Se volvió hacia ella y suspiró. Sus ojos tenían círculos oscuros debajo de ellos, como si él hubiese dormido muy poco la noche anterior. Camila le tocó la mejilla suavemente.

- ¿Qué pasa?

- Necesito hablar contigo - Dijo.

Camila asintió en silencio y los dos entraron en la finca, ignorando que algunos de los otros sirvientes estaban por allí trabajando.

Subieron al cuarto de Camila y cerró la puerta. Austin se sentó en la cama, pensativo. Camila nunca lo había visto pensar tan profundamente. Un miedo irracional la embargó porque de alguna manera descubrió que no estaba enamorada de él pero, Lauren apareció en su cabeza y frenéticamente trató de ocultar su pánico.

- Yo... - comenzó Austin. Se sentó y tomó su mano. Puso su frente contra su brazo y cerró los ojos - Créeme cuando digo que te quiero - El corazón de Camila se detuvo. ¿Qué quería decir?

- Pero...? - Continuó por él.

- Estoy confundido. Empecé a sentir algo por alguien más - Camila retiró su mano pero Austin se la volvió a tomar rápidamente - Pero no volverá a pasar, eso no puede suceder - Camila mordió su labio. Ella también estaba sintiendo algo por alguien más, pero al ver que Austin la veía con una mirada de arrepentimiento se lo guardó para sí misma - Te lo ruego - Dijo - Es algo fugaz. Quédate conmigo hasta que resuelva estos sentimientos.

- Austin... - Ella comenzó a hablar. No era justo para ninguno de los dos. Y sin embargo, no soportaba perder a Austin, no mientras ella estaba en un estado emocional tan doloroso. Lo miró a los ojos y vio una promesa de estabilidad en su mirada - No te dejaré.

Le juró. Tal vez podrían estar juntos. Tal vez así, ella olvidaría su amor por Lauren y lo haría desaparecer como un mal recuerdo. Austin también haría lo mismo. Buscarían la comodidad de los demás y de esta manera, tal vez podrían llegar amarse con el paso del tiempo.

Ella lo necesitaba. Lauren se enamoraría y se casaría con otro y tenía que olvidarla de alguna manera. Austin sería su roca y ella sería la suya

- No te dejaré tampoco - dijo él y sonrió suavemente - Estaremos juntos - Dijo y la abrazó.

El sol se ponía cuando Austin entró en el establo. Se ajustó su gorra y suspiró. Becky se había ido todo el día y el pudo haber estado con cualquier otra chica, pudo haber sacado ventaja con la ausencia de los Watson.

- Ahí estás - Boris habló de repente y saltó - ¿No había ningún trabajo que hacer hoy? Austin instantáneamente se irguió sobre sus pies a la defensiva - Te vendré a buscar más tarde. Por ahora, hay alguien que desea hablar contigo - Boris se hizo a un lado y Lauren dio un paso adelante.

- Te he estado esperando por mucho tiempo - dijo en voz baja - Es totalmente una grosería hacer esperar a una señorita.

- No eres una dama - Austin se mofó. Lauren sonrió con desgano.

- Voy a partirte la cabeza... - Boris comenzó a amenazarlo pero Lauren le cortó con la mano.

- ¿Dónde estuviste todo el día? - ella le preguntó. Austin no respondió. No estaba de humor para jugar a preguntas y respuestas con ella. Ella podía molestarlo otro día.

- En el pueblo - mintió.

- No seas tonto - Boris habló - Yo sé exactamente dónde estaba. Estabas en la finca Watson con tu amor... - Austin apretó los dientes y se esforzó para no golpear al capullo de Boris por haber revelado su ubicación.

Al escuchar eso, Lauren sonreía - Ya veo - Ella dijo - Bueno, no hagamos rumores, de acuerdo? - Los ojos de Austin la miraron interrogantemente - Vine aquí para discutir una propuesta contigo. Usted podría considerarlo como un ascenso y dejar de recoger estiércol de caballo todo el día - Austin aun le miraba incrédulo.

- Estoy muy feliz donde estoy - Dijo fríamente.

- No, no pareces entender - Ella dijo - Te ofrezco la oportunidad de ver a tu "pequeña" sin ningún tipo de restricción. El conductor del carruaje está envejeciendo, no pasará mucho tiempo antes de que se caiga dormido sobre las riendas. Tenemos que encontrar un reemplazo y le sugerí a mi padre que fueses tú - Austin pensó en lo que realmente significaba aquella propuesta.

Significaba que podía ver a Becky cuando Lauren fuera a visitarla. Significaba que podía ver casi a diario a la mujer que comenzaba a gustarle demasiado. Lauren aprovechó que el chico estaba perdido en sus pensamientos y dio un paso más cerca hacia él.

- Sé de ti y de Becky - Le susurró en el oído. Austin palideció y apretó sus puños lo suficiente para que se pusieran blancos.

Lauren observó su reacción. La sangre de Austin comenzaba a hervirle. ¿Cómo había descubierto acerca de sus sentimientos hacia Becky? Su cerebro se apresuró en maquinar una explicación, pero no pudo encontrar ninguna razón por la cual ella pudo haberse enterado.

- Bien - Él dijo, para apartarse de ella otra vez. Subió las escaleras de donde dormía y cayó sobre su cama.

Lauren se había acostumbrado a la manera grosera de Austin y Boris inmediatamente intentó disculparse en el lugar del chico. La ojiverde retrocedió su camino hasta el jardín. Viendo la cara de Austin, había confirmado exactamente sus pensamientos. Había algo entre ellos y ella no tardaría en desenmascararlos. Se sentó en uno de los bancos y mirando las hojas caer, pensó en Camila mientras mentalmente decía : PRONTO. VOY A ENCONTRAR LA FORMA DE QUE VUELVAS A MI.

Lejos, Camila miraba por la ventana a la media luna creciente. Pensó todo el día en Lauren y sus sentimientos no podía hacerlos desaparecer y cada vez que reproducía la imagen de la ojiverde en su cabeza, crecían un poco más. Sus manos tocaron la pulsera de plata que llevaba alrededor de su muñeca y su corazón palpitó muy rápido. Sin saber por qué, quedó sobre sus rodillas y dobló las manos delante de ella. No había rezado así desde que era niña, cuando le rezó a Dios para que salvara a su familia. Él le había contestado sus oraciones luego y le trajo a Lauren para que la salvara.

- Dios - Comenzó - Dios Todopoderoso, por favor escucha mis oraciones - Cerró sus ojos y los apretó - Yo... a mi ... Me encanta Lauren Jauregui. Así que le ruego, señor, te lo ruego; por favor, quiero estar con ella - Soltó algunas lágrimas - Me gustaría...Ojalá que sus sentimientos coincidan con los míos - Puso las manos hacia abajo y abrió los ojos. Su visión era borrosa a causa de las lágrimas derramadas - Amén.

Pasaron dos días cuando Lauren llamó a Austin para que se sentara en el asiento con el conductor del carruaje y la acompañara a la finca Watson. Austin, con algo de temor, sé encaramó al lado del viejo y Lauren también sintió la presión y el peso de sus actos previstos. Hoy era el día que lanzaría su contra ataque. Becky iba a sentir lo que ella había sentido; por un largo tiempo.
Si no hubiera dormido mucho el día anterior su ansiedad hubiese sido mucho peor.

El paseo en carruaje pasó demasiado rápido. Estaban en la finca Watson ya, y Lauren pudo convencerse que estaba lista para hacerlo. Becky estaba ahí en los escalones de mármol esperando por ellos. Camila estaba parada a su lado y su latido comenzó acelerarse cuando vio a Lauren dentro del vehículo. Su cara se sonrojó cuando la ojiverde salió y la miró directamente. El corazón de Austin, por el contrario, cayó sobre sus pies cuando vio a Becky.
Él había esperado que los preciosos días que pasó lejos de ella, pudieran calmar el dolor en su pecho. Pero estaba claro que no lo hizo.

Y así fue que los tres se unieron, un anhelo de varias personas que estaban fuera de su alcance. Dos buscaban consuelo y refugio en el otro, la esperanza de que sus sentimientos forzados, algún día se transformaran en verdaderos. La tercera, se encerraba en los esquemas y diagramas de enmascarar su propio conflicto. Ninguno de ellos sabía que era ese día, el día en que los cuatro jugadores se juntaban y que el destino se encargaría de voltear el juego al final de la partida.

- Tengo que hablar contigo - Lauren le dijo a Becky. Sus ojos apenas se desviaron a donde se encontraba Camila. La castaña apretó sus manos, dejando huellas profundas donde sus uñas se estaban clavando sobre sus palmas.

- Muy bien, ustedes pueden hablar un rato - Becky dijo tímidamente. Sus ojos se asentaron en Austin y Lauren vio el reconocimiento en aquella mirada.

Estaba un poco sorprendida y sólo sirvió para endurecer su determinación. Austin observaba a Becky entrar en la finca y su corazón consternado. Se preguntó si Lauren lo estaba torturando a propósito.

- Tu la trajiste? - Camila, preguntó. Austin asintió con la cabeza. Quería gritar y golpear algo.

Becky, simplemente por existir, lo llevó al borde de la locura. "Tengo que olvidarla", pensó para sí mismo. Austin le agarró de la muñeca y la arrastró. La castaña sabía sus intenciones. Pero ver a Lauren, que estaba allí y que nunca podía apartar su amor por su ex-Ama, lo acompañó voluntariamente.

- ¿Qué pasa? - Becky exigió cuando entraron en su habitación. Lauren cerró la puerta detrás de ella y sonrió. Era hora de hacerla sufrir y acabar con la poderosa Becky Watson.

- Yo sé de ti y de Austin - Ella dijo. Becky se acomodó el vestido y se dio la vuelta lentamente. Se veía confundida, con miedo como Lauren lo predijo.

-¿Y qué? - cuestionó.

Lauren restó la sensación de que algo estaba mal y se enfureció.

- Sé que lo has estado viendo en secreto - Ella dijo - Los vi a los dos juntos...

- Cuándo? - Becky preguntó.

- Finalmente te he descubierto - Lauren dijo - Te vi con Austin. Tengo ahora que confir... - Becky se echó a reír tan fuerte que se hizo eco en toda la casa.

La sangre de Lauren le recorría fría por sus venas cuando la oyó. Lágrimas de los ojos de la chica le brotaban al burlarse descaradamente de la que fue su amiga. Ella se secó las lágrimas delicadamente de sus ojos.

- ¡ Pobre Lauren. ¿Estás tan desesperada por difamarme que serías capaz de inventar tales mentiras? - Preguntó.

- Sé lo que vi. Estabas vagando en el bosque con él! - Lauren insistió.

- Eres patética - Becky protestó - Sí, es cierto, estuvimos juntos en el bosque. Pero te equivocas. Vi a ese vagabundo a escondidas afuera de mi habitación...

- ... Y eso debe incriminarlo más! - El aliento de Lauren se detuvo en su garganta y la sonrisa de Becky finalmente se distribuyó en su cara.

- Estas equivocada, pobre Lauren - Becky se burló en silencio - No estaba aquí para visitarme. A quien venía a visitar era a su amiga, Camila. Seguramente ya lo sabías. Estaban tan unidos después de todo - Lauren meneó la cabeza.

- Eso es imposible. Le gustas...- Lauren murmuró. Becky rió en voz alta otra vez.

- Alguna otra especulación? - Pidió con el aliento entre jadeos. Aunque no fuera, Lauren podría decir que Becky estaba diciendo la verdad.

A Austin le apetece Becky, no al revés y Lauren había cometido un error terrible. Dios la estaba castigando por intentar hacer algo malo. Pero entonces ¿por qué Dios permitía que Becky hiciera lo que estaba haciendo con ella?

- Si no me crees, - Becky se puso de pie y caminó hasta la ventana. Miró afuera del establo situado a lo lejos. Pudo ver claramente dos figuras, una castaña y un chico de piel bronceada, agachándose dentro - ¿Por qué no vienes a ver por ti misma? - Volvió su atención a Lauren quien dolorosamente hizo su camino hacia la ventana justo a tiempo para ver el verde y el rojo del vestido de su sierva desaparecer en la sombra.

Ella se irguió sobre sus pies y caminó, al principio lentamente pero luego ganando velocidad, fuera de la habitación y bajó las escaleras. Becky sonrió de satisfacción y continuó mirando por la ventana. Pronto vio correr por el césped hacia el granero a Lauren y esperó hasta que estuviera fuera de su vista antes de cerrar las cortinas.

Austin tiró de Camila hacia él y la besó con fervor. Camila colocó sus manos en sus brazos y lo empujó, sorprendida por la acción repentina

- Austin? - reprendió. Él cerró los ojos e intentó besarla otra vez. Ella retiró su cabeza y lo evitó. Algo en él no estaba bien.

- ¿Estás bien? ¿Pasó algo? –le pregunto y Él suspiró y pasó sus dedos por su propio cabello.

- No es nada. He tenido un día muy largo - respondió - Pero me alegro de verte – Camila solo le sonrió.

Austin la empujó hacia un pequeño montón de heno y esta cayó de espaldas sobre él. El chico dudó por un momento, parado frente de ella mientras que ella abrió sus brazos para invitarlo a la cima. Esto es exactamente cómo empezaron sus sueños. Él puso su mano izquierda en su brazo derecho y discretamente se pellizcó duro. El dolor apareció en su brazo. No era un sueño y Camila no iba a cambiar por Becky.
Con una sonrisa ladeada, él cayó encima de ella.

Lauren colocó su mano sobre la puerta abierta y se arrastró lentamente. Podía oír el murmullo en el heno y ver a Austin. caminó en silencio detrás de las vigas que sostenían el establo. Sus ojos se sorprendieron cuando caminaba cerca y reconoció el cabello castaño esparcido a través de la pila. Todo este tiempo...Pensó para sus adentros. Yo fui una tonta. Camila no es un monstruo como yo. Cada fibra de su cuerpo le debió haber respondido para que retrocediera, pero no pudo. Ella vio como Camila besaba a Austin.

Las manos del chico eran ásperas y frenéticas. Camila lo había besado antes, pero hoy era diferente. Lo hacía con una desesperación y la besó muy duro. Sus ojos estaban cerrados herméticamente, como si él estuviera bloqueando un pensamiento diferente. Camila cerró los ojos. Una vez que así lo hizo, fingió que los movimientos del chico eran más lentos, que sus manos eran suaves, como las habían hecho y no de un duro día de trabajo fingió también que no tenia los labios agrietados y ásperos, que ahora se estaban fundiendo con los suyos suaves lisos. Antes de que ella pudiera continuar, se imaginaba a alguien completamente diferente. En cuanto se dio cuenta de que ella estaba poniendo en el lugar de Austin a otra persona, suspiró y rompió el beso.

La mano de Austin suavemente empujaba su vestido hacia arriba.

- Detente - Le pidió. Austin abrió los ojos y por un momento parecía que no reconocía a Camila. Él también había estado imaginando alguien diferente y cuando se dio cuenta de que estaba con ella, quitó sus manos.

Desde las sombras, Lauren volvió a salir. Pero cuando escuchó a Camila susurrar - Detente - Ella lo hizo, como si Camila hablara directamente con ella. Dio la vuelta y vio como Camila colocaba su mano en el pecho de Austin para poner distancia entre ellos.

- Esto no es correcto - Ella dijo.

- ¿Por qué? - Preguntó confundido. ¿Acaso sabía Camila? Tenía que haber sabido que estaba pensando en otra. Porque... - Compitió con la mente de la castaña. Pensando "estoy enamorado de otra. Oh Dios, Dios mío, nunca, nunca olvidaré su..."

Camila habló para interrumpir sus pensamientos.

- Esto no es...- Sus ojos se cerraron llevando la palma de sus manos hasta los mismos.

- Camila? - Austin preguntó.

- Todo está mal...No puedo...- Ella lloró.

- Es mi culpa - Austin dijo, cepillando su cabello hacia atrás.

- No, no, es culpa tuya - Ella dijo, tratando de recomponerse a sí misma - Me gustas, Austin. Has sido un buen amigo...

- Todavía estás llorando - Señaló. Sentándose en el borde de la pila. Camila negó con la cabeza.

- No, te lo aseguro - Ella respondió - Esto no sólo está bien. Yo... - Pensó en Lauren sonriéndole y enviándole descargas a su corazón. Pensaba en sus noches de cumpleaños, cómo sostenían sus meñiques y lo que se regalaban la una a la otra.

Lauren la trataba como a su igual y la sostuvo en su pecho. Miró a Austin que buscaba en sus ojos y poder obtener respuestas en las sombras, Lauren esperaba con el aliento contenido, esperando a que Camila continuara.

- ¿Qué pasa? - Austin preguntó -

¿Recuerdas cuando me dijiste que no estabas seguro de tus sentimientos hacia mí? Que habías desarrollado sentimientos por otra? - Le recordó Camila. Austin bajó la cabeza, avergonzado

- Esto no es debido - Inhaló - Me pasa de la misma manera - Austin la miró sorprendido.

-¿Quién? - Preguntó.

- No revelaste el nombre del tuyo, no revelaré el mío - dijo, mitad en burla, en esfuerzo para relajar el ambiente. Austin rascó su cabeza tímidamente.

- Me parece justo - Dijo. Se sentía triste por el rechazo de la castaña, pero ésta reveló también que se sentía de la misma manera que él.

- Espero que esto no dañe nuestra amistad? - preguntó Camila.

- Claro que no! –dijo el chico

Camila se rió. Austin se levantó y desempolvo sus pantalones. Se sintió más ligero y aunque no hizo nada para resolver su dilema con Becky, al menos no le mentía a una chica que realmente le importaba.

- Todavía me visitarás, ¿no?

- Te doy mi palabra - respondió - Aunque admito, no tan a menudo. Hay un montón de chicas en casa que requieren mi atención - Le guiñó el ojo y le sonrió para meter sus manos en los bolsillos.

- Adelántate - Camila, dijo. Y Austin asintió.

- No estaba mintiendo. Te quiero pero me he interesado por alguien más - Dijo el chico antes de caminar de regreso por el granero. Camila lanzó un suspiro y metió su cabello detrás de la oreja.
Se sentó sobre un montón de heno un rato con los brazos en círculo alrededor de sus rodillas para aclarar sus sentimientos por Austin. No había resuelto su problema real. Todavía sentía amor por Lauren.

La ojiverde apenas podía oír el pulso ensordecedor de su sangre corriendo por sus oídos. Antes de que la razón se apoderara de ella, caminó desde la sombra.

- Camila... - Ella dijo. Tan suave como su voz era posible, Camila saltó y sus ojos se agrandaron al verla.

- Señorita! - Exclamó poniéndose de pie. ¿Habían sido tan fuertes sus pensamientos que convocaron a su ex Ama allí?

Su rostro se había sonrojado demasiado y no podía mirar a los ojos Verdes de Lauren. La ojiverde dio un paso hacia ella. La sangre le corría por sus venas y se sentía como si podía desmayarse en cualquier momento. Si ella se hubiera tomado un momento para pensar, hubiera dado la vuelta y alejarse, pero sus pensamientos estaban abrumados por el hecho de que Camila había rechazado a Austin.

- Hola - Dijo ella, asintiendo con su cabeza. Mas palabras, Lauren! Se gritó a sí misma - Necesito hablar contigo.

- Esta bien, señorita - Camila dijo demasiado rápido. Luchó con el instinto natural de su cuerpo y huir despavorida. Intentó desesperadamente no mirar fijamente a los labios con los que ella fantaseaba hace unos momentos.

Lauren respiró profundamente y comenzó el discurso más difícil que nunca pensó tendría que dar. La ojiverde se volvió hacia la puerta del establo.

- Noté que Austin te dejó - dijo - No sabía que era amantes.

- No es así, señorita - Camila dijo, ruborizada - Nunca estuve enamorada de él. De hecho, hoy lo rechacé. Es un buen amigo, señorita y solo eso.

- Amor - Lauren rió en voz alta un poco cuando escuchó la palabra - El amor es tanto un lujo - Dijo tristemente - Camila, te envidio.

- ¿Me envidia, señorita? Seguramente...

- Soy la hija de un duque, Camila. Se espera que me case con el príncipe, o al menos, un hombre de renombre igual como mi padre. Pero no me casaré con él porque lo amo - Lauren bajó la cabeza - Lo mejor, es que pueda esperar a que un día, mis sentimientos por mi esposo crezcan y se conviertan en amor. Es lo que hizo mi madre. Ella no amaba a mi padre cuando se casó con él, pero me gusta pensar que lo hace ahora, aunque ella no lo demuestra - Lauren caminaba alrededor de Camila pero ésta, estaba congelada en su lugar - Yo sabía que todo esto pasaría desde una edad muy temprana - Lauren continuó - Yo sabía que cuando creciera, posiblemente un hombre a quien apenas conocía, llegaría a mi puerta y le preguntaría a mi padre si podía pedir mi mano en matrimonio. Y si la pareja era conveniente, mi padre estaría más que de acuerdo. Y así nunca me molestaría en conocer lo que es el amor, sabía que sólo me dolería - Volvió la cabeza hacia la castaña y ésta suspiró cuando vio los ojos de Lauren llenos hasta el borde de lágrimas - Tenía razón - Lauren le susurraba - Porque...Porque cuando te fuiste, yo sabía que había tenido razón. He pasado incontables noches soñando contigo, cada segundo preguntándome cómo habías dormido, lo que estabas haciendo. Cuando te vi parada en la sala de Becky después de todo, había abandonado toda esperanza de verte de nuevo, era como si Dios se estaba riendo de mi.
Habría dado cualquier cosa para que volvieras a estar a mi lado. Pero me di por vencida... - Camila no debía saber el sacrificio que hizo - Renuncié a la caja de música hace tantos años y lo haría otra vez. ¿Entiendes? - Camila iba hablar pero la ojiverde negó con la cabeza por temor a que la rechazara. Tragó duro y miró la pintura desconchada del interior del establo como si aquello podría darle la fuerza para continuar. Pero tenía que encontrar su propio valor - Soy una noble, eres una campesina y ambas somos mujeres. A los ojos de la iglesia y la sociedad, debería ser condenado pero... - Su voz se quebrada y Camila se estremeció como si en cualquier momento podría romperse. Sus ojos marrones brillaron con sus propias lágrimas como los de Lauren mientras el tiempo se le hacía eterno – Camila yo Te amo...

El corazón de Camila se detuvo cuando escuchó esas palabras. Habían sido las palabras que ella había soñado y dichas por la mujer que soñó. Si Dios le había escuchado en aquel momento, pensó. Mientras ella seguía divagando en su mente, Lauren seguía con su discurso.

- Te amo Camila- Repitió y esa frase le fue como un rayo al corazón de Camila. Su corazón comenzó a latir otra vez y se estremeció al escucharlo.

- Al diablo con el príncipe Julian, o cualquier otro noble, te he amado todo este tiempo y nunca lo supe. Me di cuenta en tu ausencia, que no puedo vivir sin ti a mi lado y no soporto estar sin tí - Lauren rompió a llorar y Camila también hacía lo mismo en silencio.

Pero en las esquinas de su boca se presentaba una sonrisa.

- Lauren...le recé a Dios cada día que me encantaría regresar a tu lado - Susurró mientras trataba de secar sus propias lágrimas.

- Aquí me tienes. Dijo la ojiverde

Pasó un segundo y ninguna de ellas se atrevió a respirar. Lauren temblaba en su lugar, sentía como si iba a desmayarse. Camila estaba parada en su lugar y las palabras de Camila hacían eco en su cabeza.
Entonces Camila, tomó ambas manos de Lauren, sorprendiendo a ésta por su movimiento brusco. Dios le había respondido a las dos a sus oraciones. No soportaba la idea de perderla, no ahora. Se acercó a la ojiverde y la abrazó, enterrando su cara en el hombro de Lauren. El corazón de la ojiverde golpeaba tan fuerte sintiendo a Camila firmemente junto a ella. Escuchó a Camila murmurar palabras en su hombro.

- Camila? - Ella dijo. Camila repitió lo que murmuraba sólo que un poco más claro y cuando Lauren la escuchó, soltó un suave sollozo y presionó la palma de su mano izquierda en la piel húmeda del cuello de la castaña.

- Soy tuya.

Continue Reading

You'll Also Like

1K 100 8
Existe una vieja leyenda de la cual ya nadie habla, que cuenta cómo el universo no es un todo perfecto y tiene sus fallas, las cuales intenta reparar...
5.4K 601 22
Camila desde muy joven tenía el poder de controlar a voluntad sus sueños (sueños lúcidos), y creía que en el mundo no había nada que pudiera comparar...
11.3K 1K 11
🏹🏍️🥢. 𝗣𝗢𝗜𝗡𝗧 𝗔𝗡𝗗 𝗦𝗧𝗜𝗖𝗞 "Tengo buena puntería, me doy cuenta rápido de las cosas... pero me demore tanto en decir que te amaba" ...
502K 20.7K 66
Lauren y Camila solían ser mejores amigas desde los pequeñas... Cuando iban creciendo ambas se sentían atraídas la una por la otra pero nunca se lo d...