Después de unos minutos de platicar temas random, decidimos que era momento de dormir.
Nos dirigimos a su habitación en donde ambos nos recostamos en su cama, los brazos de Jimin me rodearon atrayendome a su cuerpo con calidez, por mi parte me acurruque en su pecho pues su cuerpo transmitía un calor muy acogedor, el clima había bajado mucho, por lo tanto hacía mucho frío.
–¿Tienes mucho frío?– preguntó preocupado
–Si– no pude evitar hacer un puchero –¿Tu no?–
Soltó una leve risa –No, verás, ya que tengo un lobo en mi interior, por así decirlo, no tengo problemas con el frío ya que la temperatura corporal es alta en los lobos y a pesar de estar en mi forma humana siempre permanezco con la temperatura un poco caliente. O sea que soy caliente— susurro lo último mirándome con una sonrisa traviesa
–¡Jimin!– me senté en la cama mirándolo, golpee con suavidad su hombro
–Lo siento– soltó varias carcajadas, jalo de mi brazo para volver a la posición de antes
Reí levemente
–Así te mantendré calientita– me acurruco más a su pecho, lo abrace por instinto y deje que mis ojos se cerrarán.
–Sabes Jimin,– susurre –Tome una desición, y decidí que quiero estar toda mi vida a tu lado– termine de decir aquello para después caer en un profundo y lindo sueño
Jimin
¿Realmente dijo eso?¿O solo estaba dormida ya? ¿En serio me elijio a mi?
No puedo controlar mi corazón, esta bombeando tan rápido que siento que moriré, simplemente no puedo describir como me siento, la felicidad que me provocaron sus palabras no tiene límite. Ella es mi razón de vivir, y ella quiere estar a mi lado por el resto de su vida, y yo deseo tanto estar en la vida de ella.
Esta niña robo mi corazón y se lo adueñó, es completamente de ella. Ya no hay marcha atrás. La amo, la quiero, la deseo, la adoro. Simplemente este sentimiento es tan hermoso.
—Te amo hermosa— susurre
Narra xx.
–No creí que llegarás antes del tiempo que te dije– dije viendo a esa chiquilla que me ayudara en mucho
–Aqui me tienes– respondió borde
–¿Ya sabes que hacer, cierto?– me acerque a ella peligrosamente
–Lo se, perfectamente– sonrió
–Aún sigo creyendo que esto está muy mal– hablo mi medio hermano
–Mira, tu opinión no me importa en absoluto, solo mantente callado, por que el que manda aquí, soy yo. Te parezca o no, soy el que toma las riendas de esto— tome con brusquedad el cuello de su camisa acercandolo a mi —Así que solo mantente en callar, yo doy la última palabra en esto, y ni tu ni nadie me detendrá, ¿Te quedo claro? Por que si no es así, comienza a decirle adiós a tu noviecita— lo solté con brusquedad con una sonrisa
–¿Tan obsesionado estás?–
—Si–
"_____"
Aquel tacto tan cálido me hacía no querer despertar aún, su mano me acariciaba con delicadeza mi cabello. Me obligue a abrir los ojos, aunque claro los volvía cerrar por la luz que destellaba por la ventana, volví a abrirlos dejándome ver una hermosa imagen.
Jimin me sonreía levemente, sus ojos tenían un brillo mucho más llamativo que antes.
–¿Dormiste bien?– murmuro
–Si– sonreí
–¿Quieres desayunar?—
–Claro–
Al estar en el comedor, Jimin puso frente a mi un plato con unos deliciosos Hot cakes, con miel y unos frutos rojos.
—Sobre lo de anoche...—
Levante mi mirada para verlo, notando que se había sonrojado. Lindo. Levante mis cejas un poco insitandolo a seguir hablando.
—¿Realmente me has elegido? Digo, no es que no me guste, al contrario. Solo que no quiero hacerme ilusiones—
—¿Crees que bromearia con algo así?— sonrei
—¡No!— se alarmo
Tome sus manos sobre la mesa —Exacto. Decidi que quiero estar contigo—
—¿Sabes lo que conlleva esa desicion?— se veia tan inseguro de si. Que en parte me daba un poco de gracia, se supone que el es el mayor, pero esta vez parecía al revés.
—Jimin, mírame,— había bajado su mirada, sin embargo aún con sus mejillas sonrojada me miro —No tienes por que ser tan inseguro. Quiero estar contigo Jimin, por que si no es contigo, no es con nadie—
Me miro perplejo —Yo...—
Lleve mi dedo índice a mis labios indicando silencio, me levante hasta acercarme a él, y sin más me apodere de sus gruesos labios.
Tenía que confesar que Jimin me gustaba desde hace tiempo, realmente todo de él, cada razgo de su rostro, sus ojos, su nariz, sus carnosos labios y demás. Pero lo que terminó por hacerme caer por el fue su interior. Su hermosa forma de ser.
–Bueno, entonces me voy– dijo Jimin con una sonrisa
Después de haber desayunado estuvimos un rato más en su casa, antes de decirle que ya me tenía que ir así que el se ofreció a llevarme a mi casa. Y aquí nos encontrábamos, delante de mi casa.
–Esta bien, cuidate–
–Entra– rio levemente
–Adiós– Reí levemente ya que me había quedado unos segundos mirando sus ojos, me levante de puntillas para depositar un pequeño beso en sus labios, entre a mi casa y me di cuenta que estaba en total silencio, sin embargo, unas risas descartaron mi idea.
Lili tenía visitas. Subí y me dirigí a la habitación de ella, toque antes de entrar.
—Adelante—
Abri la puerta y mi vista se dirijo a JiHo.
—Hola— salude
—¿Por que no llegaste anoche?— pregunto con el ceño fruncido
—Estaba con una amiga, le envié un mensaje a mamá— asintió
—Tengo entendido que ninguno de tus dos únicos amigos asistieron ¿O me equivoco?— ¿Como lo sabía está bruja?
—No, pero fui a la casa de Elizabeth al salir de la escuela pero de pronto la tormenta comenzó y me ofrecieron dormir esa noche—
—Si, claro— sonrió negando
—Iré a mi habitación— sonreí levemente volviendo mi mirada a JiHo, sin embargo su mirada era un poco extraña, mostraba un poco de pena. No. Tal vez sólo eran ideas mías.
—Si, avisame cualquier cosa— respondio
Sin más me fui de su habitación y me fui a la mía. JiHo me dejó un poco confundida ¿Que era esa mirada? La primera vez su alegría se reflejaba incluso en sus ojos, pero esta vez solo me vio y se puso rígido.
Que raro.