Me desperté en el hospital, y lo supe por el aspecto del lugar. Al lado mío había una enfermera.
____-¿Dónde está el, como esta, está vivo? (pregunté desesperada, ella me sonrió con ternura).
Enfermera-Tranquila linda, él está vivo, fuera de peligro... (me dijo y suspiré aliviada).
_____-¿Dónde está? ¿Puedo verlo?
Enfermera-Linda, él está recién operado, lo mas recomendable es que mañana podrás verlo, pero está bien, por favor no te preocupes, ¿sí? (sonrió).
_____-De acuerdo –suspiré nuevamente.
Miré el techo y me detuve a pensar que habría pasado si no hubiera conocido a zac. Quizás ahora estaría con Dylan, como siempre, y ya no sería virgen, pero me refiero a que hubiera perdido mi virginidad con mi consentimiento. No es grato ser violada, mucho menos por una persona a la cual odias.
Tengo un alivio en mi corazón al saber que zac este bien, pero hablo en serio, no puedo seguir con él.
debo mantenerme alejada de zac para no hacerle daño.
Pensé que podía ser feliz a su lado, pensé que había encontrado el amor nuevamente, pensé que seguiríamos compartiendo su cama todas las noches, pensé que me casaría, pensé que iba a tener hijos con él y todo eso. Podría haber sido posible pero no quiero que sufra más. Y creo que alejarme de él será lo mejor.
Me acordé esa noche que estuvimos en su cama, esa noche maravillosa en que nuestros cuerpos fueron uno solo, unidos como si no quisiéramos soltarnos jamás.
Su cara demostraba amor, placer, millones de sentimientos. Su boca, Dios, su boca es perfecta y tan deseable de besar durante toda una vida, amo a zac, lo amo como nunca he amado a nadie, y me duele dejarlo, pero es lo mejor.
Zac perdóname pero lo nuestro no puede ser, te amo... esto es un adiós, y para siempre.