Una Caja Musical me Llevo a Ti

By cameelacc

34.1K 2.8K 549

En una época donde el mundo era gobernado por reyes, nació en una familia noble una hermosa niña llamada Lau... More

Capítulo N° 1
Capítulo N° 2
Capítulo N° 3
Capítulo N° 4
Capítulo N° 5
Capítulo N° 6
Capítulo N° 7
Capítulo N° 8
Capítulo N° 9
Capítulo Nº 10
Capítulo Nº 11
Capítulo Nº 12
Capítulo Nº 13
Capítulo Nº 14
Capítulo N° 15
Capítulo N° 16
Capítulo N° 17
Capítulo N° 18
Capítulo N° 19
Capítulo Nº 20
Capítulo N° 22
Capítulo Final
Capítulo N° 23
Capítulo N° 24
Capítulo N° 25
Capítulo N° 26
Capítulo N° 27
Capítulo Nº 28
Capítulo N° 29
Capítulo N° 30
Capítulo Nº 31
Capítulo N° 32
Capítulo N° 33
Capítulo N° 34
Capítulo Nº 35
Capítulo Nº 36
NOTA
Capítulo N° 37
Capítulo N° 38
Capítulo N° 39
Capítulo N° 40
Capítulo N° 41
Capítulo N° 42
NOTA
Capítulo Nº 43
Capítulo N° 44
Capítulo N° 45
Nota
NOTA II
Capítulo Nº 46
Capítulo Nº 47
Capítulo Nº 48
Capítulo N° 49
Capítulo Nº 50
Capítulo Nº 51
Capítulo Nº 52
Capítulo Nº 53
Capítulo Nº 54
Capítulo Final
Gratitude

Capítulo N° 21

553 45 3
By cameelacc

..............................................................................

Lauren y Camila se sentaron en la sala de la habitación en completo silencio. Lauren no sabía qué decirle a Camila. Su corazón golpeaba tan duro en su pecho que borraba cualquier lucido pensamiento en ese momento. Camila también se sentía torpe pero por una razón diferente. No estaba segura porque Lauren se estaba comportando tan tranquila. Normalmente, se hablaban de nada en particular. Camila temía que quizás el tiempo en el que habían estado separadas, Lauren había tenido la oportunidad para reflexionar y recordar que una sirvienta no era digno de acaparar su tiempo. Su ceño se frunció de preocupación. Si ese fuera el caso, entonces Lauren, no la visitaría tan a menudo y se olvidaría de ella rápidamente.

- ¿Estás enojada conmigo? - Camila preguntó.

- No - Lauren respondió, sorprendida - ¿Por qué piensas eso?

- No hemos hablado ni una palabra desde que llegaste - Camila dijo.

- No sé qué decirte -respondió.

Camila tomó el camino de nuevo hacia la habitación y se retiró. Estaba herida por sus palabras. Lauren maldijo por lo bajo - Eso no es lo que quiero decir, Camila. No quise faltarte el respeto. Simplemente he llevado una vida muy aburrida recientemente.

- Mis disculpas, no necesitas explicarme nada. No sé qué me pasó - Camila dijo y las dos se volvieron a quedar en silencio. Lauren débilmente se preguntaba dónde estaba Becky. La chica se había ido por mucho tiempo y aunque ella atesoraba su tiempo a solas con Camila, la situación no mejoraba. Era bastante extraño. Hablaba elocuentemente por horas cuando estaba en presencia de la nobleza y allí estaba, sentada en una habitación con una campesina e incapaz de juntar dos palabras. Algo estaba muy mal.

La música se desvió desde abajo a la habitación. Alguien estaba tocando el piano y lo hacía muy bien. Era una melodía agradable, enérgica y Lauren la reconoció como una de las piezas de las que su instructor trataba de enseñarle. Era muy popular en las fiestas.

Sin decir una sola palabra, Camila se levantó y empezó a bailar simulando hacerlo con una pareja invisible. No estaba segura de hacerlo, pero empezó a bailar, quizás era por hacer algo, cualquier cosa, en vez de estar sentada sin hablar o incluso mirándose la una a la otra. La acción era tan absurda que Lauren empezó a reírse. Al oírla, Camila se detuvo y le sonrió. Lauren colocó una mano sobre su boca rápidamente para sofocar la risotada y arruinar su imagen, incluso si era justo en frente de Camila. Pero otra vez al escuchar y ver a la Ojiverde feliz, hizo que Camila sonriera de oreja a oreja.

- ¿Qué es tan gracioso? - Camila preguntó - ¿Es mi forma de bailar?

- No, no - Lauren puso una mano delante de ella - Nunca había visto a nadie tan aburrido que empezara a bailar con caballeros invisibles! - Camila se rió, aunque no hizo ningún esfuerzo para contener su alegría. Las dos rápidamente olvidaron la incomodidad que llenaba la sala e inmediatamente devolvieron la atmósfera amigable y relajada que durante la estancia de Camila en la mansión Jauregui había sido de la más normal.

- Es tonto, ¿no? -dijo Camila.

- Por favor, no pares - Lauren solicitó - Eres muy buena en eso. Mucho mejor de lo que yo era - Curiosamente inclinó la cabeza - ¿Dónde aprendiste a bailar el vals así?

- Observando, señorita - Camila respondió. Lauren se sonrojó al instante y miró hacia abajo - Cada vez que tenía lecciones, siempre la veía. Era la cosa más interesante y lo más fácil de aprender. Nunca pude aprender todos los idiomas, o tocar algún instrumento, pero cuando tenía clases de baile, simplemente...nacía naturalmente - Camila explicó con los ojos vidriosos recordando cuando miraba a través de las rendijas de la puerta al instructor de baile bastante alto, larguirucho que siempre criticaba la colocación de los pies de Lauren.

- Bueno, eres una bailarina natural, Camila - Lauren felicitaba - Tengo una coordinación terrible en comparación contigo - Estaba exagerando, por supuesto. Lauren había practicado hasta que le había agarrado el ritmo al vals. Tenía que ser perfecta en todo lo que hacía, incluso si su pareja de baile, a menudo fuese el príncipe, y más si éste, tenía dos pies izquierdos. El silencio amenazó con descender sobre las dos otra vez y Camila trató de encontrar cualquier tema de conversación para mantenerse a raya.

- Pero podemos practicar - Camila dijo con brusquedad y los ojos de Lauren se abrieron por aquella proposición... - Lo que quise decir, es que si necesitas alguna lección...

- Pero si am..ambas somos mujeres Camila, quien llevaría los pasos? - Lauren tartamudeó, tratando de mantener la calma aunque su corazón empezó a latir rápidamente y la sangre le corría por el resto de su cuerpo. Aquello la puso tan contenta que de no ser porque estaba sentada, se hubiese caído al suelo.

- Usted lo hará - dijo Camila - Sabe cómo llevar el ritmo. Además, es más alta que yo, así que es natural... - Tragó saliva - Lo siento, creo que me he apresurado a emitir alguna opinión...

- No, no, necesito desesperadamente la lección. Tengo una fiesta en la cual asistiré con el príncipe y estoy segura de que habrá una orquesta completa. Si no lo aprendo entonces...- Lauren siguió, esperando no estar hablando demasiado y que no se le notara el deseo que tenía por bailar con ella, pero Camila lo notó y le regaló una tímida sonrisa y Lauren le ofreció la mano.

- Bueno, si no le importa y no le parece increíblemente informal y grosero, señorita Camila, estaré encantada de que me acompañe practicar esta pieza.

- Nunca le ha importado antes, ¿verdad? - dijo Camila al tomar su mano. Lauren la acercó más a ella pensando que iba a ser más difícil el estar un tanto separadas, pero se dio cuenta rápidamente lo frágil que era su ex - sirvienta. Se sentía cohibida de una manera en la que jamás se había sentido. Lauren Se preguntaba si Camila había notado que pudo sentir los callos en las manos esta y los músculos duros que se notaban a través de la fina tela de su vestido y en la aspereza de sus movimientos.

Por otra parte Camila en comparación, se sentía como un ogro junto a Lauren. Ella no era de piel suave y delicada y mucho menos creía que era hermosa como lo era su ex- jefa.

- Pasa algo al respecto? - Lauren preguntó, tirando ligeramente de la mano. Se preguntaba si Camila notaría el rubor leve en sus mejillas o si podía oír como su corazón golpeaba contra su pecho. Camila salió de sus pensamientos, volviendo la atención y meneó la cabeza. Ella apretó un poco más su mano contra la de la Ojiverde.

- No es nada, señorita. Yo solo... ( Ella quería decir: Que si se sentía inapropiada estar en su compañía) pero se abstuvo.

- ¿Sabes dónde colocar los pies, ¿cierto? - Colocando una mano de Camila sobre su hombro haciendo que ésta suavemente la presionara por la espalda. La otra mano se la tomó con la suya y puso su otra mano en la cintura de Camila. La música aún seguía sonando, pero el tiempo era un poco más lento ahora.

- 1, 2, 3... - Lauren contaba en voz alta mientras comenzaba un baile lento. Al principio sus movimientos eran torpes. Las dos estaban tan nerviosas y Camila se mantuvo tanto pensando en no meter la pata que acabó pisando el pie de Lauren; un error que no había tenido desde que tenía 12 años.

- Lo siento - Camila murmuró.

- Está bien. Eres muy ligera y no sentí nada - Lauren le tranquilizó. Lauren se obligó a si misma mirar a la cara a Camila. Era demasiado grosero el no mantener al menos contacto visual con su pareja de baile. Pero cuando lo hizo, sus ojos chocaron, sus miradas se hablaron y en toda la habitación no había nada más que solo ellas dos. Camila también sintió lo mismo. Hacía unos segundos, estaban bailando en la oscuridad de la sala de la habitación de Becky Watson con la música del piano que se colaba desde abajo y ahora se encontraban bailando en un gran salón con una enorme orquesta tocando para ellas. Las dos podían visualizar aquel sueño.
Las grandes columnas de mármol blancas ascendían hacia el techo alto, el brillo de un piso bien pulido debajo de ellas para que sus pies pudieran volar prácticamente con cada paso, las ventanas grandes de cristal dejando entrar el sol en un día de verano luminoso haciendo que el cristal y el oro a su alrededor brillaran y brillaran con cada vuelta que daban.

Lauren no podía arrancar su mirada lejos de la de Camila, no quería. Su cuerpo entero reaccionaba ante su pareja de baile, hermosa, castaña. Los pies de la ojimarron encontraron un ritmo constante, pasando del 1- pisotón -...2 al perfecto 1 y 2 y 3... Su cuerpo se fundía en los brazos de Lauren dejando que ésta la guiara. Para la ojiverde esto era mucho mejor que bailarina con un hombre. Sus pasos eran firmes, su mirada era segura y su sonrisa también. Si en ese momento Becky hubiese irrumpido con una guarnición detrás de ella, las dos no lo habrían notado. Lauren habría rendido mil coronas para que ese momento con Camila jamás acabara. La castaña no entendía, pero sabía que no era normal la intensidad de la mirada de Lauren. Era demasiado débil, demasiado poderosa y demasiado complicada al mismo tiempo para ser de simple amistad, pero ella no estaba segura de qué otra cosa pudiera ser. Sabía que Lauren estaba rompiendo todo tipo de reglas de la nobleza, reglas estrictas de conducta o algo que ella no entendía porque nunca había nacido en la alta sociedad. Y sabía que aunque no lo dijera en voz alta, eran amigas. Pero en sus seis años sirviendo a Lauren, nunca había visto a la ojiverde, mirarla como lo hacía en ese instante.

Como si el pianista podía sentir el escándalo inminente que estaba a punto de ocurrir, dejó de tocar y las dos fueron sacadas violentamente hacia la realidad. Ambas parecían estar lejos, en otro mundo; ambos corazones latían agitadamente, pero sólo uno sabía lo que significaba. Lauren soltó a Camila tratando de alejarse. Su antigua sirvienta se aferró a la mano un segundo más de lo que ella quería, un gesto que no escapó a los ojos de Lauren. Caminaron hacia lados opuestos de la habitación y al momento en que Camila abrió la boca para decir algo, la puerta de la habitación, se abrió en ese momento dejando el paso a otra de las chicas de la servidumbre.

- No está tampoco - Dijo en un tono de voz ligeramente preocupada y decepcionada - Alguna de ustedes ha visto a la señorita Becky - Lauren meneó la cabeza.

- No, ella no ha estado por acá - La verdad era que Becky pudo haber desaparecido por un día. El baile con Camila pareció haber durado una eternidad. Para ellas, simplemente el tiempo se había detenido sin notar la presencia de los demás.

- Que extraño - El hombre del pelo rubio alto, sucio, comentó - Ella estaba abajo no hace mucho. Se escapó hacia el jardín y no la he visto desde entonces. El Marques Watson envió a buscarla - Miró agudamente a Camila - Tú, que eres su sirviente personal, ve a buscarla - Él ordenó. Camila saludó respetuosamente y corrió fuera de la habitación - Siento molestarle, señorita Jauregui.

- No, en absoluto – dijo

se alegró de que la música haya parado cuando lo hizo. Un momento antes y la hubieran atrapado en una situación muy comprometida - Iré contigo dijo Lauren - sugirió. Pensando que Lauren estaba hablando con él, el criado rascó su cabeza tímidamente.

- Señorita, usted no necesita... - Lauren empujó al hombre mientras alcanzaba a Camila. Las dos caminaron en silencio. Camila no sabía por qué se sentía tan caliente y enrojecida y juntó sus manos delante de ella.

Lauren no entendía. Apostaría un saco de monedas de oro que a Becky no le importaba para nada Camila, ésta nunca le exhibiría la misma cantidad de afecto y clemencia que ella le mostró constantemente cuando vivió en la mansión.

- ¿Por qué eres tan amable conmigo? - Camila preguntó suavemente. Lauren parpadeó varias veces por la sorpresiva pregunta.

- ¿Qué quieres decir?

- Ya no soy tu sirvienta y......la amistad... - Miró hacia atrás para ver si alguien la habréis oído y Lauren instintivamente hizo lo mismo - Cualquier indicio de amistad mínima sólo les causaría problemas.

- Es porque disfruto de tu compañía - Lauren respondió. Pero en sus pensamientos rondaba la única respuesta que quería darle: Y...lo que siento por ti, nunca jamás lo sentiré por más nadie pensó para sí misma

- Fuiste mi criada durante seis años.

Camila quería señalar que muchas mujeres tenían sirvientes personales y ninguna de ellas formó algo tan profundo, ningún sentimiento. Ninguno de ellos se escapaba durante la noche para entregarles regalos de cumpleaños o arriesgar sus vidas para salvar a otro campesino. Eso sólo lo había hecho Lauren. Pero no podía hablar porque en su mente la idea de que Lauren estaba por encima de ella en la clase social, nunca dejaría de rondarle su cabeza.

Lauren no sabía cómo explicarle sus sentimientos a Camila. Quería decirle, gritarle que en su mente no podía verla como una simple amiga, que eran más que eso; eran almas gemelas que probablemente el destino las había unido hace seis años en la casa de subastas. Estaban atadas por el destino, ¿qué otra cosa podría ser?

Caminaban afuera y Camila miraba su alrededor, no particularmente centrada en la búsqueda de su nueva ama. Ella sabía que cuando localizaran a Becky, pondría fin a su encuentro con Lauren. Volverían a hablar de temas habituales quedando ella a un lado esperando como perrito faldero.

En ese momento Lauren abría la boca para empezar a hablar otra vez, pero algo blanco llamó su atención y volvió la cabeza para ver lo que era.Entrecerró los ojos para ver mejor, pero sus ojos se abrieron inmediatamente cuando vio quién era. En el borde del bosque, cerca del camino empedrado que conducía a la mansión de los Watson, Becky estaba caminando hacia la casa desde el bosque. Cuando veía hacia los árboles, vio una figura alta, caminando en dirección opuesta. Se veía más cerca, se preguntaba quién era. Como si escuchara sus pensamientos, el hombre dio la vuelta. La boca de Lauren se abrió y quedó en estado de shock. Era Austin.

- Señorita? - Camila preguntó - Ocurre algo malo?

- Ca...Camila - Lauren tartamudeó un poco - Ve a buscarla al otro lado, tal vez ella esté descansando en una de las sillas en el porche y se durmió - A Camila le pareció extraña aquella petición, pero no lo puso en duda. Era una suerte para ella no ver a Becky y a Austin en ese momento mientras caminaba hacia el otro lado de la casa.
Una vez que Camila desapareció en la esquina, Lauren se agachó detrás de un arbusto y se asomó por entre las ramas cuidadosamente. Becky se detuvo al lado de la casa. Su vestido estaba sucio, cubierto de barro y Austin se iba alejando, con una sonrisa que incluso Lauren podía reconocer como una sonrisa de satisfacción, una sonrisa que delataba que algo más había pasado. Suspiró ante la idea de lo que podía ser.

¿Por qué estaría aquí Austin? Pensaba en todas las veces que había visto a Becky y a Austin interactuar y no eran muchos los momentos. Nunca los había visto tratarse tan directamente. Acaso Austin estaba visitando a Becky? Y ¿porqué estaba el vestido de Becky todo embarrado de lodo, especialmente en la espalda?Sólo había una razón para ello. Becky había sido tumbada y se le ocurrió solamente una de las razones porque una mujer estaría mintiendo a sus espaldas en medio de un bosque en compañía de un hombre. Los engranajes en su cabeza comenzaron a girar. Era como si Dios mismo había intervenido para tener a Becky en sus manos. Había estado orando por este momento tan perfecto. Miraba a Becky y al chico con una mirada escrutadora. Austin caminaba lejos, perdiéndose detrás delos arbustos que crecían en el bosque. Sonrió satisfecha. Tenía a Becky en su poder.

- Ahí estás! - Caminaba detrás de los arbustos, fingiendo como si ella no había visto a la chica de cabellos castaños - Te hemos estado buscando por todas partes! - Becky rodó los ojos.

- He estado fuera por mucho tiempo? Becky preguntó restándole importancia.

- Estábamos todos muy preocupados - Lauren respondió. Ella fingió sorpresa y miró el vestido de Becky - ¡ Dios mío! ¿Qué pasó? Parece que hubieses estado dando vueltas con los cerdos - La ojiverde sonrió tímidamente.

- Me resbalé - Becky respondió simplemente, sin rastro de preocupación en su voz.Sus ojos desafiaron a Lauren a indagar sobre lo que estaba haciendo. La ojiverde frunció el ceño. Abriría su boca para acusar a Becky de estar tonteando con Austin, pero se dio cuenta de que necesitaba más pruebas de lo que había visto. No los había visto juntos, tampoco hablar en privado de algo comprometedor así que necesitaba tiempo para desenmascararla.

- Bueno, ciertamente debes tener más cuidado la próxima vez, estoy segura deque el vestido era bastante caro - Lauren dijo, retrocediendo por el momento. Becky, sintiendo que había ganado la ronda, sonrió triunfalmente, pero Lauren nunca dejaría de bajar su guardia.

- Volvamos dentro, ¿de acuerdo? Necesito cambiarme cómo puedes haber notado -Becky conducía a Lauren hacia adentro y se acercó a su cuarto. Camila ya estaba allí, esperando a que la ojiverde volviera. Cuando vio a Becky, se levantó inmediatamente de la silla.

- Señorita! - Exclamó. Lauren se sintió un poco decepcionada cuando se dio cuenta de que Camila no se refería a ella.

- Camila, por favor traiga un vestido nuevo para mí - Becky le ordenó.

- Cuál señorita Watson? - preguntó.

- Cualquiera de ellos, no importa - respondió. Camila asintió con la cabeza y caminó hasta el vestuario. Escogió un vestido azul cielo y lo trajo. La chicase dio vuelta y Camila comenzó a desvestirla. Becky vio como Lauren apretaba su mandíbula. Sonrió internamente. Eso enseñaría a Lauren a no meterse en sus asuntos.

Esa mirada en el rostro de Lauren, hacía pensar a Becky que el viento soplaba a su favor, cosa que la hacía sentirse maravillosa. Finalmente todo estaba cuadrando en su lugar. Pero sin saberlo, Lauren tenía un As bajo la manga aunque Becky, en ese momento la hiciera ver como Camila atendía a alguien más que no fuera ella, sabía que no tenía el poder para conseguir lo que quería.Todavía no. Con Austin de repente en la escena, tenía un nuevo plan de ataque.Haría exactamente lo que hizo ella con Camila si era posible; pero primero tenía que confirmar que lo que vio era más que una coincidencia. Se sembraron las semillas de un contra ataque malicioso. Lauren lo que tenía que hacer ahora era cultivarla a su favor.

Continue Reading

You'll Also Like

812K 121K 99
Toda su vida fue visto de menos y tratado mal por las personas que decían ser su familia, estaba cansado de que todas las noches llorara por aunque s...
5.3K 442 16
En donde Gülbahar dice qué el único hombre al qué ama es a aquel joven del cuál la separaron cuándo los tártaros llegaron a Venecia O En donde Gülba...
161K 4.3K 30
la tipica historia de universos viendo otros universos atraves de pantallas flotantes que aparecerán en sus mundos aunque también agregare otras cosa...
379K 11.9K 102
Me importan más tus sentimientos que los míos, y por eso lo hago, Te amo Lauren. 2da parte de "Desde que te fuiste".