CRISTIÁN
— No era necesario, de todos modos lo iba a saber— Estaba tratando de ser objetivo— Aún así, debo admitir que de ti no me lo esperaba— Agregue jugando con la navaja, su punta letal y reluciente estaba sobre la delicada madera de mi escritorio, la movia con mis dedos en forma circular.
— Ya te he dicho mil veces que lo sentía— Respondió James— Cuando estoy con Gema me vuelvo débil, ni siquiera pienso bien las cosas, yo...— Suspira— Siento que te traicione, es por eso que vengo a pedirte mi renuncia.
— Somos de la misma manada James, eres mi beta, trabajas conmigo, nos vemos todos los días. ¿Que ganó con tu renuncia?— Alce una ceja.
— Cuando aceptes mi renuncia, tomaré a Gema y me iré del país, ahí otros muchachos que serían los perfectos candidatos para el puesto— Resopla— No te preocupes por eso, ya tengo una lista con mis posibles reemplazantes, solo hace falta que la revises...— Extiende la carpeta hacia mi— Y me digas a cual eliges, y yo me encargaré del resto.
— Confío en tus capacidades y aptitudes pero no es necesario— Dejó la navaja y lo miro— Eres mi mejor amigo, mi hermano, no tienes que sentirte mal por haberme mentido, se que en otra ocasión jamás lo harías, aún sigo confiando en ti James.
— Pero Cristián...— Lo interrumpo.
— Que no se hable más del tema, no aceptó tu renuncia y esta carpeta...— La tomó entre mis manos y la rompo— Puedes metertela por el culo, no necesito un reemplazante, no te irás y punto, que sea un tema olvidado ¿Ok? Si no me entiendes así, te lo ordenare como tu Alpha y debes obedecer— Agregó y me sonríe de lado.
— Eres un imbécil— Se ríe.
— Nada que no me hayan dicho antes— Suspiro y miro las palmas de mis manos, aún quedaban rastros de pintura, es lo más difícil de quitar.
— Veo que retomaste la pintura— Alega mi amigo y lo miro, al mismo tiempo en el que escondo mis manos— La pintaste a ella ¿No?— Sabía perfectamente que se refería a Mía.
— Es un jodido problema— Admito y niego con la cabeza— Pero no quiero hablar de eso, mejor hablemos de negocios. ¿Que es lo que sucede con las construcciones en los Ángeles?
— Un tema bastante delicado después de la guerra, pero efectivo— Resopla y toma una carpeta negra, y grande de sobre el escritorio— Se están demorando, al parecer el ingeniero en construcción esta malgastando el dinero de los materiales en otra cosa y comprando materiales defectuosos, por cosas así nos pueden demandar y sería grave, afectaría la imagen de la empresa y la tuya propia— Ojea un par de documentos y me lo extiende.
Estábamos en mi despacho, apenas y son las siete de la mañana, los temas de trabajo lo hablabamos en la empresa que esta ubicada en la ciudad, pero hoy fue distinto, James llegó temprano a pedir su renuncia, algo que por supuesto jamás voy a aceptar. Nosotros nos dedicamos a la construcción, nuestro emporio es grande y ahora estábamos haciendo los preparativos para una cadena de hoteles en los Ángeles-Estados Unidos, sin embargo esta dando más problemas de los que pensé.
— Esto es una porquería, ahí que hacer algo ahora mismo— Refute molesto, es mi dinero y no iba a permitir que fuera desperdiciado.
— La única solución es viajar a los Ángeles, tu mismo tienes que ir, estoy seguro que arreglar las cosas no te tomara más de tres semanas— Argumenta y se que tiene razón, pero es bastante tiempo lejos de la manada.
— También tengo asuntos importantes aquí, dentro de un par de meses más será la junta anual del Consejo en Venecia, un verdadero fastidio al que no puedo faltar— Masajee mi cabeza, el día acababa de comenzar y ya estoy estresado.
— ¿Y como faltar? Eres la cabeza del Consejo— Suspira— Aquí también ahí temas importantes que resolver pero son menores y para eso estoy, podré encargarme de la manada y la empresa— Asegura y se que lo logrará, no es la primera vez.
— Aún así aquí está Mía y dudo que quiera viajar conmigo...— Me interrumpe.
— ¿Y desde cuando comenzó a importarte lo que quiera o no Mía?— Alza una ceja y en sus ojos veo un brillo de diversión.
— No te inventes películas en tu cabeza, solo quiero hacer las cosas bien esta vez— Refutó y se ríe, entonces siento el aroma de Mía cerca, el sonido de sus pasos, ella está detrás de la puerta, intercambio una mirada con James, el cual también la percibió he ignoro sus gestos de burla infantil y suspiro— Es un mal habito escuchar detrás de las puertas Mía— Digo con voz fuerte y la puerta se abre lentamente, los latidos de su corazón son rápidos, se nota que esta nerviosa.
— Disculpen— Entra y cierra detrás de ella, hoy luce un pantalón rojo, tacones bajos del mismo color y una blusa sin mangas de color azul, su cabello dorado esta suelto y en su rostro de muñeca no ahí maquillaje, se ve hermosa— Pase por aquí y oírlos me pareció extraño, pensé que no abría nadie en esta casa como de costumbre y que solo seríamos Nana, y yo— Se sonrojo.
— Llegaste en el momento perfecto— Dice James y con una sola mirada le advierto que se detenga pero me ignora y gira en la silla hacia ella— Precisamente estábamos hablando de ti— Agrega y ruedo los ojos.
— ¿Si?— Mía se acerca— ¿Y que hablaban?
— Bueno, Cristián debe viajar a los Ángeles y quedarse allí al menos por tres semanas, asuntos de trabajo y le preocupa que tu no quieras acompañarlo...— Lo interrumpo.
— Yo jamás dije eso— Aclaró.
— Es lo que quisiste decir de todas formas— Puntualiza sin mirarme y se dirige a Mía— No te lo pediría si no fuera importante, sinceramente el no quiere dejarte aquí sola y creo que sería bueno que Don Gruñon tome vacaciones, aunque sea por el trabajo. ¿Que dices? ¿Lo acompañas o no?— Agrega y la chica parpadea un par de veces confundida.
— ¿A los Ángeles?— Niega con la cabeza— ¿Cuando tendría Cristián que viajar?
— Lo más antes posible, de preferencia hoy mismo, puedo pedir los boletos del viaje ahora y en la tarde estarían dentro de un avión directamente hacia los Ángeles— Explica y resoplo.
— No tienes que hacerlo si no quieres— Me dirijo a Mía y esta me mira— Solo es trabajo, estaré fuera un par de días y regresaré, trataré que sean menos de tres semanas...— Me interrumpe.
— Aceptó— Me sorprende, pero luego pasa a mi amigo— Pide los boletos, acompañare a Cristián a los Ángeles— Sonríe y no se que esperar de aquella reacción...
MÍA
Para ser realmente honesta, no se porque lo dije, fue lo primero que se vino a mi cabeza y lo solté sin siquiera tomarme el tiempo para meditar, creo que a veces soy bastante impulsiva, esta hubiese sido la oportunidad perfecta para escapar, pero no quería hacerlo así, ya me había cansado de intentar alcanzar la libertad por las malas, ahora quería ir por otro camino, quería intentar llevarme bien con Cristián y así llegar a un acuerdo, se que puedo hacerlo, me he dado cuenta que cuando quiere es muy agradable hablar con el y los temas salen por si solos, aún así sus cambios de humor constantes lo hacen ser un hombre intrigante, sus acciones y reacciones pueden ser inesperadas, y en ese punto estaría perdiendo. Ahora me encontraba en la habitación, empacando la poca ropa que tenía en una maleta, solo sería eso, una maleta y un bolso, Cristián había llegado hace tan solo diez minutos, esta sentado a los pies de la cama y me a observado doblar ropa y guardarla dentro del equipaje en total silencio, no es como si fuera gran cosa, pero me siento nerviosa, la sensación de que alguien te este viendo mientras haces algo que es habitual es molesto y sobre todo si se trata del, me incómoda.
— ¿Por qué aceptaste?— Rompió el silencio y me estremeci ante su voz, no de una forma mala, no entendía porque esa reacción de mi cuerpo ante aquello tan absurdo— Esta hubiera sido una perfecta oportunidad para escapar, si estuviera en tu lugar, no lo hubiese pensado dos veces— Agregó y quise sonreír, pensábamos lo mismo.
— Me canse de escapar a la mala, no tiene sentido, sería un desperdicio de energía, aunque lo hubiera hecho...— Terminó de ordenar la ropa en la maleta y comienzo a cerrarla pero no cede— Se que no hubieras tardado nada en encontrarme y traerme de vuelta.
— ¿Como lo sabes? Tal vez yo también me canse de perseguirte, tal vez me canse de esta relación tóxica, la cual ni siquiera es una verdadera, quizá te hubiera dejado ir— Lo sentí ponerse de pie.
— Aún así no sería justo, aún está nuestro matrimonio, primero tendrías que darme el divorcio, así no habría nada que me ate a ti— Refutó intentado cerrar la estúpida maleta y lo siento caminar lentamente, acercándose a mi— No soy idiota, quizá me hubieras dejado en libertad pero hubiésemos tenido que volver a vernos para el divorcio— Agregó y lo siento a mis espaldas, mi corazón empieza a latir rápido.
— ¿Como es que una chica de diecisiete años es tan inteligente?— Sus brazos pasan por debajo de los míos, rosando mi cintura, trago en seco y con su fuerza, aplasta la tapa de la maleta, solo así puedo comenzar a cerrarla.
— Jamás me subestimes Cristián— Cierro la maleta.
— Solo una vez lo hice y termine herido de bala— Dice y me giro hacia el, aún mantiene sus brazos a mi alrededor, levanto la cabeza para encontrarme con sus ojos, estábamos cerca, muy cerca— No pienso hacerlo otra vez...— Agrega y paso saliva.
— Alejate de mi— Pido con voz débil, su cercanía me afecta demasiado y odio que sea así.
— ¿Por qué?— Su tono de voz es más profundo, seductor. Se inclina lentamente hacia mi— Nunca me has tenido miedo. ¿Por qué siento que ahora si?— Sus manos pasan a mi cintura, son grandes y calidas, la punta de su nariz rosa la mía.
— No se de que demonios hablas— Digo algo nerviosa, no puedo apartar la mirada de la suya.
— En algún momento debes dejar de luchar Mía...— Rosa sus labios con los míos, mi corazón esta por salir de mi pecho y justo en ese momento, tocan a la puerta y Cristián se separa velozmente de mi— ¿Quien?— Su tono de voz cambia, es más ronco y autoritario, como siempre.
— Soy yo amigo, ya tengo los boletos, su vuelo parte hoy a las cinco y media de la tarde— Dice James del otro lado de la puerta y suspiro aliviada, por poco y muero de un ataque al corazón...
***
Cinco y media de la tarde.
Después de aquel incidente Cristián salió para hablar con James, mientras yo terminaba de arreglar mis cosas, me duche, me vesti y espere en la cocina junto a Nana quien para mi sorpresa estaba acompañada de Gema, así que me pude despedir de las dos sin ningún problema, luego, en el camino hasta el aeropuerto todo transcurrió en silencio, Cristián ni siquiera se digno a mirarme y eso me tranquilizaba, ahora estabamos dentro de un avión, clase alta, sección privada, así que éramos solo los dos— El estaba sentado frente a mi— El avión comenzo a despegar y me sentí nerviosa, la última vez que vole fue cuando tenía quince años y la experiencia no me gusto, bueno, al menos cuando estábamos regresando al país, nos cruzamos con una tormenta a medio camino, hubo una turbulencia horrorosa, por poco y morimos, aunque luego todo se arreglo, aún así quede traumatizada, jamás quise subir a un avión otra vez y esta experiencia me tenía más que ansiosa, ni siquiera me atreví a mirar por la ventanilla así como lo hacía Cristián, suspire y comencé a jugar con el dobladillo de mi vestido, arrugandolo de vez en cuando entre mis manos, me removia en el asiento, miraba el suelo, mis piernas, el pasillo y nada servía para calmarme, por breves segundos cerré los ojos y me imaginé que estaba tendida en el pasto, mi deseo más anhelante, tierra firme, tierra firme— Me sobre salte cuando despegamos, el ruido me hizo abrir los ojos— Pegue un grito y lleve una mano a mi pecho, justo sobre mi corazón acelerado, Cristián tomó la mano que descansaba sobre mi pierna y lo mire asustada.
— Hey, ¿Que tienes? ¿Que te pasa?— Pregunto algo preocupado.
— Yo...— Suspire, mi respiración era irregular, trataba de calmarla— Yo desarrolle cierta fobia a los aviones— Agregue con dificultad y fruncio el ceño.
— ¿Por qué rayos no me lo dijiste?— Me regaño, aún así no soltó mi mano— No, es más... Si sabías que te pasaría esto. ¿Por qué aceptaste venir?
— Ay, no lo pensé Cristián— Baje la mano que tenía en mi pecho, el avión se movió un poco, los típicos ruidos normales de cuando ya vas en el aire y temble.
— ¡Carajo! Mira como estas, eres una irresponsable Mía, tu...— Lo interrumpi.
— ¡Cristián no necesito que me estés regañando ahora!— Grite y ante los leves movimientos, presione la mano de Cristián y volví a temblar— Por favor...— Cerré los ojos.
Me soltó y me aterrorice, lo sentí desabrochar su cinturón de seguridad para posteriomente sentarse a mi lado y envolverme con sus brazos, me pego a su pecho y su mentón quedó sobre mi cabeza.
— ¿Qu-que haces?— Tartamudee, aún no abría los ojos, sentía la calidez de su piel, aún sobre la tela de su ropa y los latidos de su corazón.
— Lo siento, a veces no mido mi carácter ni en como me expresó en algunas situaciones— Dijo y el avión se movió un poco más, volví a temblar y me presionó aún más contra su pecho— Voy a protegerte Mía, al menos por ahora confía en mi, no te pasará nada malo, tranquilizate— Deslizó suavemente una de sus manos por mi espalda, de arriba hacia abajo, confortandome y lo rodee con mis brazos.
Suspire, luego de unos minutos más deje de pensar en los movimientos del avión, solo sentía los relajantes latidos del corazón de Cristián, hundi mi nariz en su pecho, su embriagador aroma lleno mis fosas nasales, los temblores se fueron junto al miedo, por primera vez, desde que lo conozco, me siento segura en los brazos de Cristián, irónico pero cierto...
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Hola:
En el próximo capítulo ya estarán en los Ángeles y seguirán las revelaciones😉 Espero les haya gustado el cap de hoy, un beso😘 los amo😍 bye✌
RubiaApasionada❤