Todos tienen un punto de quiebre, un punto donde ya no se puede aguantar más no importa lo mucho que se intente.
Hannah Hale ha llegado a ese punto.
Su manada está rota y ella debe de tomar control de las cosas. Incluso si eso significa regresar a ser una versión de sí misma que juró había enterrado.
Porque Hannah es capaz de todo por su manada.
Hannah tendrá que ir en contra de Scott McCall para rescatar a Lydia. Pelear con todas sus fuerzas contra la bestia de Gevaudan, un ser que parece inmortal. Y sobre todo, para hacer algo que el Alfa Scott nunca permitiría, asesinar a Theo Raeken de una vez por todas.
Para buena suerte de Hannah, él ya no es su Alfa.
Y Hannah no se detendrá hasta matarlos a todos.