RETROSPIRAL © (Terminada) ( #...

By rosalinagmoya

24.9K 2.9K 904

*Ganadora de los Wattys 2018 en la categoría "Los Héroes"* Por accidente, Zaid descubre una espiral que lo tr... More

*
Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20 | Cristal
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 42 (borrador)
Epílogo
¡Aviso!
Agradecimientos
¡Wattys 2018!
¡Wattys 2018! [-Parte 2-]
¡Premios PGP2021!

Capítulo 41

356 43 24
By rosalinagmoya


Diario de Gracia

Mayo 28, 2021

Zaid me ha dicho que debo escribir todo cuanto me acontece, para que algún día mire en retrospectiva y perciba mis avances.

En primera instancia, debo relatar que me he sentido sorprendida al ver cómo escriben las personas en este lugar. Ellos utilizan un pequeño tubo, de un material llamado plástico. Dichos artefactos son denominados "bolígrafos", aunque, según Zaid, a veces también las llaman plumas. Patricia me ha revelado que la tinta se mantiene adentro del bolígrafo  y que no necesitan un tintero. ¡Me ha parecido impresionante! ¡No hay manchas sobre el papel!, el cuidado que debe aplicarse es considerablemente menor. He probado incluso a dejar el bolígrafo sobre el papel y nada, ¡no se ha manchado ni una gota! Además, por ser más pequeños, los bolígrafos no pesan tanto y la letra me sale fina, grácil y ligera, ¡podría escribir varios días sin descanso de esta manera, no es agotador en lo absoluto!

El invento del bolígrafo es tan sólo una pequeña parte de las maravillas que he aprendido durante esta semana, además, las cuartillas de papel son menos gruesas que en mi época. Se puede doblar con facilidad una y otra vez, Patricia me mostró que ahora hacen cierta cantidad de dobleces para crear figuras. ¡Qué hábil es ella! Sólo haciendo dobleces fue capaz de crear un pequeño barco de papel. ¡Fui la más feliz al ver aquella maravilla y le pedí que me enseñara a hacerlos! ¡Son hermosos!

Me parece que todo cuanto toco es nuevo. Me abrumo con tantos nombres distintos para cada cosa. Ahora entiendo a Zaid cuando llegó a 1614. ¡Para sus ojos todo era nuevo y a la vez tan antiguo!

Zaid y su familia se han esmerado en atenderme con tanta paciencia como cariño, ¡no sé cómo he de corresponderles! Me hacen sentir todos los días que soy una más de la familia Díaz y no voy a negar que mi corazón se ensancha de gozo ante cada muestra de afecto. ¡Les debo incluso la vida tres veces! La primera vez, Zaid me ha salvado de morir a manos de Sir Payne. La segunda ocasión en que he sido salvada, fue cuando el señor y la señora Díaz hicieron que los oficiales se llevaran a aquél peligroso hombre a prisión; y la tercera, fue cuando ellos me llevaron al hospital para que sanara. ¡Son tan bondadosos!

La madre de Zaid me ha dicho que está agradecida por tenerme en su vida porque le he hecho mucho bien a su hijo. En ese momento mis ojos se llenaron de lágrimas. ¿Quién soy yo para gloriarme de hacerle un bien a alguien?, ¡si el que me ha hecho tanto bien es su hijo, quien me ha liberado de la opresión en la que vivía! La señora Dalia Díaz tiene el corazón más dulce y bondadoso que yo haya conocido nunca.

Por otro lado, Patricia ha sido un gran alivio para mí en estos días de adaptación. Ella hace que ría, que pruebe cosas nuevas, que explore sin temer lo que me rodea, me da seguridad y apoyo en donde Zaid es incapaz de comprender por ser hombre.

El señor Saúl Díaz sólo está en su casa por las noches, pero es gentil y amable con su familia y también lo es conmigo, aunque me manifiesto incapaz de mirarle a los ojos. Él me ha pedido que lo trate como a un padre, sin embargo, me es imposible. Hasta ahora sólo he sido capaz de dirigirle la palabra un par de ocasiones, espero que no lo tome como una falta de educación o respeto, pero mi timidez me impide hacer más por el momento.

He permanecido un poco alejada de Zaid y me parece que se ha dado cuenta ya. Sin embargo, ¿cómo podría comportarme si convivo con sus padres todos los días? Con todo y el cariño que siento por mi amado Zaid, él aún no me ha propuesto casarme con él. Hasta este momento sólo somos amigos. Recuerdo mi comportamiento en mi época y me aborrezco a mí misma. ¡Yo estaba comprometida y no obstante le he besado! ¿Acaso no es una osadía abominable?

Tal vez con el tiempo Zaid me rechace por no corresponder a sus intentos de tomar mi mano, abrazarme o besarme, pero he de aceptar mi destino antes que perder la compostura de nuevo. ¡Prefiero perderle a él que perder mi dignidad, aunque eso signifique morir de amor!

Esta noche hemos sido invitados a casa de la familia Suker, Patricia me ha ayudado a elegir mis ropajes de fiesta y, aunque las telas son muy delgadas, he de admitir que me encanta no sentir que me asfixio con esos corsés ajustados que usaba en mi época.

Debo comenzar a prepararme para la fiesta, Ana ha venido a ayudarme con mis cabellos y la hermana de Zaid prometió disimular el color púrpura de mis golpes, espero que su remedio funcione.

Tuya,

Gracia.


xxx


28 de Mayo de 2021

—Un poco más  —indicó Helena Suker agitando la mano a la izquierda. Le daba instrucciones a Ana, quien montaba una pancarta sobre la pared—. ¡Perfecto!, muchas gracias, Ana.

La chica sujetó el lazo de la pancarta a un clavo y bajó del banco al que se había subido. El cartel decía "Bienvenidos a casa", escrito con la caligrafía de Sanja.

—Estoy muy feliz de tenerte en mi casa, querida Ana —La señora Suker le sonrió con amabilidad y Ana se sonrojó un poco.

—Señora, yo...

—¡Nada de señora, dime Helena! —La reprendió cariñosamente— Venga,  merecemos comer ahora —Puso un brazo sobre los hombros de Ana y juntas caminaron hasta el comedor—. La decoración ha quedado maravillosa, ¿no es así, Ana?

La chica asintió. Jamás había sentido tanto cariño de parte de nadie que no fuera Gracia o su padre.

—¿Podrías hablarle a Darko, por favor? ¡Muero de hambre!

Ana bajó al sótano a buscar a Darko.

—¡Darko, es hora de comer!

El niño pequeño salió de adentro de una tienda de campaña que le habían montado en el rincón. Al ver a Ana abrió la boca con sorpresa.

—Ana,  te ves bonita —observó tomando una parte de la tela del vestido verde que ella llevaba puesto—. Pareces una princesa.

Ana levantó las cejas enternecida. "Este niño no sabe lo lejos que estoy de ser una princesa", pensó.

—Gracias, pequeño —le revolvió los cabellos con la mano—. Vamos al comedor, ya es hora.

El niño asintió y subió corriendo las escaleras. Ella lo siguió un poco más lento.

Estaba habituándose rápidamente a la rutina de los Suker y también a la vida del futuro. Al principio había querido servirles como lo hacía con Sir Payne y con sus invitados, pero Helena, Sanja e incluso Igor la habían detenido, exigiéndole que se comportara como una más de la familia. Fue difícil para ella asimilar lo que ellos le pedían, pero luego comprendió que no querían ser servidos, sino acompañados. Incluso los mismos miembros de la familia le servían la comida en el plato a Ana en ocasiones. Ella se escandalizó la primera vez que eso ocurrió, repitiendo una y otra vez que los señores no debían hacer eso con la servidumbre. Fueron necesarios varios días y muchas comidas para que Ana entendiera que no la tenían en calidad de criada, sino en calidad de hija y hermana, aunque ya se lo habían dicho muchas veces. La noche que lo comprendió, fue incapaz de dormir a causa de las lágrimas de agradecimiento. Sentía mucha alegría de saberse libre y querida.


Terminando de comer,  Ana fue a casa de Gracia, Helena le hizo el favor de llevarla en coche hasta la casa de los Díaz.

—¡Mi querida amiga! —Exclamó Gracia apenas verla.

Las dos chicas se abrazaron con cariño, como hacían cada vez que se veían desde que habían llegado a esa época. En el pasado estaban habituadas a convivir todos los días y ahora que no se veían tanto, sentían un dejo de nostalgia en el corazón.

—Os eché de menos, señora —dijo Ana.

—No, Ana, basta, no quiero que me llames señora nunca más. ¡Dime por mi nombre, si eres casi mi hermana, por Dios Santo!

Ambas se echaron a reír por la expresión, ya que sólo los del futuro hablaban así.

—Además, aquí no se usan esos formalismos tan extravagantes —añadió Patricia entre risas, quien escuchaba sin que advirtieran su presencia—. Vengan, chicas, que las tres nos tenemos que arreglar.

Subieron las escaleras lideradas por Pato y llegaron a su habitación. Ella sacó un kit de maquillaje, tenazas y planchas para el cabello, diferentes sprays fijadores, entre otras cosas, las otras dos chicas se quedaron boquiabiertas al ver todo aquello. No reconocían casi nada de lo que había sobre el tocador.

—Lo sé, lo sé... es todo abrumador y blah, blah... pero necesito que se concentren, señoritas —reapareció su tono mandón— hay mucho qué hacer y tenemos poco tiempo, así que... —dio un par de palmadas— ¡Manos a la obra!

Las chicas rieron e hicieron caso.

—Ana, tú serás la encargada de rizar el cabello. Debes utilizar estas tenazas, ten cuidado, no vayas a quemarte. Se utilizan así —indicó tomando un mechón de pelo de Gracia. Lo pellizcó con las tenazas y sólo lo hizo girar. Repitió el proceso en otro mechón—. ¿Quedó claro? No lo dejes más de unos pocos segundos o la quemarás —advirtió.

—Está bien.

—Yo me encargaré del maquillaje de las tres —resolvió Patricia.

Las tres hicieron un gran trabajo: mientras Ana hacía los rizos en el cabello de Gracia, Patricia la maquillaba. Al tiempo de que Ana arreglaba el pelo de Patricia, ésta misma se hacía el maquillaje. Y cuando Patricia hacía lo suyo sobre la cara de Ana, Gracia le hizo los rizos. Al final, Pato hizo un peinado distinto en cada una para no verse iguales, a Gracia le dejó el cabello suelto, a Ana le hizo una cola alta de caballo y ella se hizo un moño despeinado.

—¡Tiempo récord! ¡Duramos hora y media, eso fue increíble!

Gracia se miraba al espejo asombrada.

—¡Casi has eliminado los golpes de mi cara!

Pato guiñó un ojo a modo de respuesta.

—Vayan a cambiarse, chicas y... Gracia, no olvides que el vestido no debe tocar tu cara o se manchará.

Las aludidas asintieron y fueron a la habitación de Gracia para cambiarse los vestidos.

—¿Cómo te sientes con el cambio de época? —Preguntó Gracia mientras se ponía los zapatos.

—¡Maravillosamente!, me estoy adaptando... ¡La familia de Sanja es tan bondadosa!, ¡y Darko es un niño fantástico!, me encanta jugar con él, ¡y es tan dulce! Hoy me ha dicho que me veo bonita.

—Es que eres bonita, Ana querida —su tono era extraño.

—¿Qué ocurre? —inquirió su amiga, que la conocía bastante bien como para saber que algo pasaba con ella.

Gracia agachó la cabeza y suspiró.

—Nada, es sólo que...

—Es Zaid, ¿cierto?

—Aún no me propone matrimonio. ¿Y si ya no me quiere, Ana?, ¿y si sólo quiere divertirse conmigo?, ¿y si sólo era que se sentía solo en nuestra época?

—Tranquiliza vuestros... tus nervios —se corrigió—, amiga mía, ¿y si sus costumbres son distintas? ¿No se os ha ocurrido pensar que quizás él tiene algún otro motivo?

Gracia frunció el ceño. Desde luego que no lo había considerado.

—No os preocupéis...

—No TE PREOCUPES —le corrigió Gracia sonriente.

Ana rodó los ojos sonriendo.

—...Hoy le preguntaré a Zaid, luego voy a contártelo todo.

Sonriendo, se tomaron las manos.

—Querida Ana, estás deslumbrante, te lo aseguro. Serás la mujer más hermosa en esa fiesta. ¡Muchos caballeros querrán bailar contigo!

—¡Pero es que no te has visto en un espejo! ¡Que Zaid se cuide o le robarán a su amada!

Ambas rieron y salieron de la habitación. Se encontraron con Patricia, quien ya se había puesto un vestido negro muy corto.

—¡Pero miren nada más! —Exclamó la hermana de Zaid— No sé si me siento celosa u orgullosa... Ustedes dos opacarán mi presencia en esa fiesta, pero saber que yo las dejé así de guapas me da satisfacción.

Las tres rieron.

—¿Y Zaid? —preguntó Gracia pasando saliva con nerviosismo.
—Zaid nos espera junto con mis padres en casa de Sanja, vamos hay que darnos prisa.

Bajaron las escaleras con cuidado, sobre todo Patricia, que traía unos zapatos que a Gracia y a Ana les parecían imposiblemente altos.

Gracia subió al asiento trasero y Ana hizo lo mismo.

—Oigan, yo no soy chofer de nadie, alguna de las dos véngase adelante junto a mí —ahí estaba el tono autoritario de nuevo.

Las chicas rieron y acordaron que Gracia fuera adelante.

Ya se estaban habituando a los paseos en auto, iban mucho más rápido que los caballos aún a todo galope. Además, el interior del coche casi no se movía y eso les gustaba mucho porque era más cómodo. En los carruajes era todo lo contrario.

—Hemos llegado. Ana, si te gusta algún chico, dime y te lo presento —le guiñó un ojo, la aludida se ruborizó.

Bajaron del auto y entraron a la residencia. Patricia y Ana iban al frente guiando a Gracia, quien nunca había estado en la casa de los Suker. Era un gran espacio, con pisos de mármol y paredes impecablemente blancas. Las luces estaban dirigidas estratégicamente a las obras de arte que colgaban de los muros. La fiesta tenía lugar en el jardín, donde había una terraza para los invitados y una gran piscina al fondo.

—¡Llegaron! —Dijo Sanja, corriendo a saludar a sus amigas.

Las tres chicas quedaron totalmente impresionadas. Sanja parecía una ninfa de la mitología griega, llevaba un vestido azul claro que le llegaba hasta el suelo, había rizado su cabello y se veía más alta que nunca, aunque no se le veían, seguramente llevaba zapatos altos. Sin embargo, lo que impresionaba no era lo anterior, sino su rostro. Estaba maquillada por primera vez desde que la conocían. Sus pestañas estaban negras y sus ojos delineados por una delicada sombra oscura que le daba más realce a sus ojos grises. Un poco de rubor rosa claro y sus labios del mismo color, lucía completamente encantadora.

—¡Sanja! —Dijo Patricia boquiabierta— ¡No puedo creer lo hermosa que te ves!

La albina rió.

—Me veo menos pálida, ¿eh?

—¡No inventes, pareces un hada! Estás hermosa, de verdad.

—Gracias, Patito —Dijo sonrojándose.

— ¡Ana, estás radiante! —Sanja cambió de tema porque odiaba ser el centro de atención—, ¡Gracia, Dios mío, qué hermoso rostro, casi no se te notan los moretones! —Las miró de arriba a abajo, también estaba impresionada por el resultado.

—Hicimos un buen trabajo, ¿eh? —Presumió Pato.

—¡Desde luego!, pero no se queden aquí, vengan, las llevaré con los demás.

Sanja caminó erguida, mientras las otras tres chicas iban detrás de ella. Al verlas, todos admiraron lo bellas que se veían, pero hubo una sola persona que no logró hablar.

—Zaid, ¿estás bien? —le preguntó Patricia riéndose al ver que su hermano parecía catatónico.

Su mirada estaba fija en Gracia, quien a su vez se había sonrojado considerablemente.

Ella levantó una mano para saludarlo, sentía como si no lo hubiese visto en mucho tiempo.

Zaid caminó hacia Gracia y tomó ligeramente su codo.

—¿Podemos hablar un momento?

Gracia asintió aún más ruborizada y caminaron lentamente a un costado de la fiesta. Detrás de ellos, hubo bulla y aullidos por parte de los amigos y familia, pero a ninguno de los dos le importó.

—Luces espectacularmente hermosa... Ese... ese vestido te... te va muy bien... ¡y tu pelo! No sabes cuánto me gusta verlo suelto.

—Gracias —fue lo que dijo ella, pareciendo un tomate.

La observó unos momentos sin lograr decirle ni una palabra. Su maquillaje era sumamente discreto, pero hacía que sus ojos se vieran más grandes e incluso se le veían aun más azules. Su boca llevaba un tono rosado pálido, a Zaid le entraron unas ganas tremendas de estamparle un beso.

Ella se mostró un poco incómoda; Zaid se sintió mal por ello.

—¿Deseabas hablarme sobre algo? —le preguntó. Al escucharla, Zaid sintió que sus terminaciones nerviosas se agitaron como las cuerdas de una guitarra, pero intentó concentrarse en el momento.

—Sí. Quiero hacerte una pregunta especial, pero antes quiero preguntarte otra cosa —él hizo una pausa mirándola a los ojos. Ella aguardó—. ¿Ya no me quieres?

Ella bajó la mirada, pero él alzó su barbilla con los dedos.

—Dímelo, bonita. Quiero saber por qué te alejas cada día más... ¿te arrepientes de haber venido? —al preguntar esto, su voz se quebró, realmente le dolía la distancia imaginaria que ella ponía entre los dos.

—Zaid, yo... —titubeó— estar en tu casa, sin ninguna clase de... no es correcto.

Zaid comprendió. Mentalmente se dio a sí mismo una bofetada. ¡Claro!, Gracia no era cualquier chica, era una chica del pasado... entonces por supuesto que iba a sentirse mal si él no le proponía nada a futuro. Le sonrió, acomodando un mechón de pelo detrás de su oreja. Ella se estremeció al contacto.

—En esta época hay cuatro etapas del amor: la primera es el cortejo, cuando el chico hace todo por quedar bien con la chica. La segunda es que el chico le pide a la chica que si quiere ser su novia —Ella sonrió—. La tercera es comprometerse.

Zaid guardó silencio.

—¿Cuál es la cuarta etapa? —inquirió ella con curiosidad.

—La cuarta etapa es casarse.

—Oh.

—Gracia...

Ella no alzó la mirada.

—¿Hmmm?

—Gracia...

Lo miró.

—¿Quieres ser mi novia? —Él tenía los ojos vidriosos y su pecho subía y bajaba con nerviosismo.

Ella quiso llorar. Quiso volar, quiso gritar y correr. Nada de lo que le estaba ocurriendo le parecía real y sin embargo tampoco nada en toda su vida había sido tan real.

—¡Sí, sí quiero!

Zaid quiso bailar, quiso elevarla en el aire y quiso besarla... ¿Acaso podía un solo ser humano ser tan dichoso? Sentía que su alegría no cabía en su pecho y se desbordaba de él, imaginó en un segundo que cualquiera notaría su felicidad.

Le dio un casto beso en sus labios y a los dos se les derramaron lágrimas de alegría.

Él jamás creyó que alguna mujer se convirtiera en su piel. Jamás imaginó que él lloraría de felicidad por alguien, jamás pensó que una sola chica le haría ignorar al resto del mundo. Sólo eran ella y él en ese momento, a pesar de los chismosos que observaban aquella escena y de los amigos molestos, que silbaban y echaban carrilla. Ese beso diminuto no le pareció suficiente, pero sabía que con ella debía ser paciente para no lastimarla. Si no la hería, ella nunca se alejaría de su lado y eso era lo que más deseaba en el mundo: que ella decidiera todos los días quedarse junto a él.

—Te amo —le dijo él, ignorando lo que esa frase significaba en su propio tiempo.

Lo dijo porque lo sentía, porque si hasta el destino y la naturaleza se habían empeñado en presentarlos aun en contra de toda probabilidad, ¿quién era él para ir en contra de esas fuerzas? Se lo dijo porque para él, pensar en el amor era pensar en ella. No pensaba en su madre, en su hermana, en su padre o sus amigos —aunque los amara mucho—, pensaba en Gracia. En Gracia y en sus ojos azules, su delicada piel, su boca, su figura, su manera de hablar y en su integridad. Para Zaid no había amor más grande y tenía razón.

Se abrazaron y se tomaron de las manos sin decir nada más durante un buen rato.

Al regresar a donde estaban los demás, su sorpresa fue grande cuando vieron que Ana estaba bailando con Gustavo.

—¡Vaya! Jamás lo habría imaginado —dijo Zaid—. El chico más rudo de la banda y la chica más dulce... después de mi novia, claro.

Gracia sonrió.

—A veces nuestra imaginación no llega tan lejos —le respondió mirándolo significativamente.

—Señorita, usted tiene toda la razón. Jamás imaginamos lo que nos pasaría a nosotros y sin embargo, aquí estamos —ella asintió.

La música era lenta, Gustavo le enseñaba a Ana cómo bailar y ella no dejaba de sonreír, ¡se veía tan bella!

—Novia mía, ¿quieres bailar conmigo? —Preguntó Zaid extendiendo una mano hacia Gracia con galantería.

—Por supuesto, novio mío —Tomó su mano y ambos comenzaron a mecerse al compás de la música.

—No puedo explicarte lo hermosa que mis ojos te ven esta noche.

Ella sonrió.

—¿Sólo esta noche?

—Siempre, pero hoy... —se mordió el labio inferior— hoy estás radiante.

—Y tú no puedes imaginar lo gallardo que te encuentro esta noche también, amado mío.

Él se sorprendió. ¿Gracia estaba coqueteando con él? Hizo el rostro hacia atrás para mirarla mejor y cerciorarse de que no había sido su imaginación, pero no. Ella lo miraba a los ojos con profundidad, aunque su sonrisa era discreta, tímida. Ambos reconocían para sí mismos, que si volvieran a vivir la misma situación de nuevo, tomarían las mismas decisiones y atravesarían las mismas adversidades con tal de encontrarse.

El universo había sido muy bondadoso con ellos haciendo que se conocieran, lo mínimo que podían hacer era honrar a la naturaleza luchando para quedarse juntos.

Continuaron bailando muy juntos aunque la música se puso más rítmica. Nadie se atrevía a pinchar su burbuja de enamorados, así que no los molestaron durante un buen rato, hasta que llegó la hora de irse.

—Ehmmm... lamento interrumpir, tortolitos, pero la fiesta ha terminado —informó Pato con las llaves de su coche en la mano—. ¿Alguien se va conmigo?

Zaid quería quedarse al lado de Gracia y llevarla él mismo, pero algo en sus hormonas le dijo que era mejor irse por separado.

—¿Puedes llevar a Gracia contigo? Necesito hablar con Francisco un rato.

Patricia lo miró como si un bicho le hubiese picado, esperaba que él la llevara a casa, como cualquier caballero haría, pero no dijo nada al respecto.

—¿Quieres irte conmigo, Gracia? —aún dándoles oportunidad a los dos de retractarse.

La aludida asintió un poco decepcionada, ella no quería separarse de él, pero estaba acostumbrada a obedecer, así que no dijo nada y se fue con Patricia.

Al despedirse, Ana salió a su encuentro con las manos extendidas para tomar las suyas.

—Descansa amiga mía —le dijo Gracia.

—Igualmente, espero verte pronto.

Gracia sonrió.

—Me agrada que me tutees.

La otra rió y la abrazó.

—Buenas noches, id con cuidado.

El trayecto a casa Gracia lo hizo en silencio, a pesar de que Patricia se la pasó parloteando algo que más bien parecía un monólogo. Por una parte, Gracia estaba muy emocionada de que Zaid y ella al fin tuvieran un compromiso, aunque según lo que había entendido, aún estaban situados en la segunda etapa romántica. Pero la forma en que Zaid había hecho que Gracia se fuera con su hermana, simplemente no tenía sentido.

—¡Gracia! Te estoy hablando, ¿estás bien?

—Lo siento, me distraje.

—¿Pasó algo con mi hermano?

—¡Oh, no, ni lo digas...!

Patricia se estacionó bruscamente.

—¡Ay, Dios mío, ya no puedo con la curiosidad, cuéntamelo todo!

Gracia se puso pensativa e ignoró su petición para al fin cuestionarle lo que tanto ansiaba.

—¿Cuánto tiempo tardan los novios para desposarse?

La pregunta tomó por sorpresa a Patricia, quien esperaba un chisme.

—Oh... hmmm... varía el tiempo. Hay parejas que se casan al año, otras pueden durar muchos años antes de dar ese paso. Aunque bueno, hay parejas algo locas que se casan al mes de conocerse, pero equis, supongo que depende de ellos... ¿por qué lo preguntas?

—Esta noche Zaid me ha pedido que sea su novia.

—¡Ay no!, ¡qué romántico! ¿Qué le respondiste?

—Le he dicho que sí quería serlo.

Patricia lanzó un grito, lo que sobresaltó a Gracia.

—¡Qué hermoso!, ¡ya tengo cuñada! —aplaudió y luego la abrazó.

Gracia sonrió.

—...Pero entonces, ¿por qué mi hermano estaba tan tenso cuando te envió conmigo a casa?

Gracia se encogió en el asiento.

—¿Y si se ha arrepentido? —Cuestionó.

—¡Ay, Gracia, cosita! —se enterneció— Nada qué ver, mi hermano te adora, él jamás había tenido novia antes, tú eres la primera que vale la pena ante sus ojos; ¡no deberías preocuparte por eso! Bueno, vamos a casa, debes estar cansada.

Gracia asintió y ambas chicas emprendieron la marcha.

xxx

Diario de Gracia

Mayo 28, 2021

¡Esta noche me siento la mujer más dichosa del mundo! Mi amado Zaid me ha propuesto que sea su novia. El siguiente paso, según me ha dicho, es comprometerse conmigo, sin embargo aún no me queda muy claro por qué no comprometerse desde el principio, escapa a mi comprensión. De cualquier modo, he decidido que no ha de importarme tanto, al final son costumbres de esta era y no soy quién para cambiarlas.

¡Qué emocionante sentimiento tuve en mi estómago cuando me lo ha pedido! Y luego me ha besado llorando de felicidad. Zaid es un hombre digno de todo mi respeto y admiración. Es todo un caballero, es gentil, amable, gallardo y joven, me siento feliz de ser su novia.

¡Qué hermosas estaban las chicas esta noche! Patricia, con el cabello y los ojos oscuros se veía grácil como una pantera. No comprendo cómo es que sus zapatos son tan altos y aún así camina con ellos como si trajera otros más cómodos, no obstante se veía muy atractiva.

¡Ana, por otro lado, lucía tan dulce! Sus ojos verdes brillaban aun más mientras bailaba con el amigo de Zaid, me parece que se ha enamorado de él; y Sanja... ella era la luz de la noche, Francisco la miraba embelesado y no es para menos, se veía tan hermosa como un ángel.

Es menester escribir, que a pesar de los golpes que aún llevo estampados en el rostro, y de tener compañeras tan hermosas a mi lado, Zaid no prestó atención a nadie más que a mi humilde presencia. Me sentí muy halagada, a cada minuto le amo más y más. ¿Cómo es que existe este sentimiento y jamás lo había experimentado antes? Es maravilloso, aunque provoque que mis manos tiemblen al verlo y me dé un dolor extrañamente placentero en el estómago.

¡Me encantaría sentirme así para siempre! Espero no decir una herejía al expresar que este sentimiento me hace sentir inmortal e invencible.

Quiero dormir aunque sea un poco, me siento tan dichosa, que el sueño se rehusa a venir a mí. Sólo logro pensar en lo hermoso que es mi querido Zaid y en lo mucho que le amo.

Tuya,

Gracia.

xxx

29 de Mayo de 2021

—Voy a pedirle matrimonio.

—¡¿Qué?!, ¿A quién? —preguntó Francisco sorprendido.

Zaid le dio un puñetazo en el brazo.

—¡¿Cómo que a quien?!, ¡pues a Gracia!

—Ya sabía... —se frotó el brazo— ¡pero viejo! ¡¿Casarte?! ¡Estás en plena juventud ahora, ¿y te quieres casar?!

—Viejo, no entiendes —sacudió la cabeza.

—No, Zaid, de hecho es la primera vez que no te entiendo. Explícame, ¿cuál es la prisa?, la embarazaste?

—Viejo, deja de decir tonterías —rodó los ojos— hoy le pedí que fuera mi novia...

—¡¿Qué?! Obvio te dijo que sí...

—Sí, pero... viejo quise besarla.

—¿Y...? ¿No lo hiciste?

—¡Francisco, déjame hablar, carajo!

—Okay, okay —levantó las manos como señal de rendición.

—Cuando estoy con ella sólo pienso en besarla y tocarla... abrazarla y todo eso... pero ella no es así. Ella es inocente y se da a respetar... y yo me siento como un psicópata pervertido por pensar en eso cuando ella es tan pura... no sé si me entiendes.

Francisco asintió pensativo.

—Yo sé que es con ella con quien quiero pasar el resto de mi vida, viejo —continuó—. Es hermosa, es distinguida, diferente, conservadora, es buena. Yo con ella sí me veo teniendo hijos, envejeciendo y besándola toda la vida... no veo por qué esperar.

Francisco tenía la boca abierta por la sorpresa.

—Cierra la boca, se te van a meter las moscas —dijo Zaid riendo un poco.

—Repite lo que dijiste, porque creo que escuché que mi amigo quiere casarse a los veintidós años con una perfecta desconocida, quien por cierto fue sacada del pasado, sólo porque quiere acostarse con ella.

Aunque Francisco bromeaba, Zaid se ofendió. Le dio un fuerte empujón con ambas manos.

—¿Sabes qué? No sé por qué te conté esas cosas... creí que eras mi amigo.

Dicho esto, se dio la vuelta para marcharse. El otro lo siguió.

—¡Vamos, Zaid, sabes que bromeaba!

El aludido rodó los ojos y se marchó.

Mientras conducía de vuelta a casa, pensaba en las palabras de su amigo. Aunque Zaid no se sentía como un niño, prácticamente lo era, puesto que no tenía nada que ofrecerle a Gracia. Todo lo que tenía era de sus padres, ni siquiera tenía un empleo fijo y tampoco había terminado la universidad. ¿Qué clase de vida iba a ofrecerle a Gracia? Llegando a casa pensaría en algo.

xxx

✨♥️¡Espero que les haya gustado! Sólo falta un capítulo y el epílogo para que Retrospiral termine... Ya sé, ya sé... qué triste! Pero a la vez no lo es, porque he decidido que habrá segunda parte. No coman ansias, la planearé muy bien para que esté igual o más emocionante que la primera, y eso lleva tiempo. Cuando termine Retrospiral comenzaré a subir "El feo de la Historia", para que estén pendientes. Yo seguiré dándoles noticias al respecto.

♥️Me encanta ver caras nuevas leyendo esta historia, gracias infinitas por leerme.

♥️Los amo,

RosalinaG.

Continue Reading

You'll Also Like

23.3K 1.4K 38
trata de una chica peli morada que estaba algo pobre pero con casa normal y normal pero fue contratada por un señor buscando a señoritas en la calle...
2.2K 356 14
En la vida hay ciertas situaciones que de vez en cuando son difíciles de aceptar y más de enfrentarlas. La vida lo ha golpeado de diferentes formas y...
LA LEYENDA By Patricia01234

Historical Fiction

150K 20.6K 85
EL RENACIMIENTO DE LA EMPERATRIZ ENVENENADA Total Capítulos 551 (novela original) Sinopsis Después del renacimiento, Shen Liang parecía un ser celest...
4.4M 493K 78
Giselle ha estado enamorada de Arthur desde que tiene memoria. Arthur es un chico muy guapo y talentoso. Conforme Giselle crece, su enamoramiento...