Extra 1
"Mi niñez si fue normal"
Disclaimer: TVD no me pertenece, sino a Lisa Smith y la idea de la serie y cambios a Julie Pec.
Travis tiene buenos recuerdos de su niñez. Claro si no cuentas unos en los cuales se la paso peleando con su hermana por la atención de sus padres.
Pero la mayoría eran buenos. Tiene sus recuerdos de cuando creció en Mystic Falls, al menos hasta los 7, luego en Nueva York.
El primer buen recuerdo que tiene del pueblo es cuando su madre decidió que ya estaba lista para sacar a su pequeño bebe a las calles. Travis debía tener cerca de 4 meses y su madre salió a dar un paseo con él en brazos y su hermana aun lado de ella tomada de su mano.
-¿A dónde vamos mami? – pregunta la pequeña Caroline de apenas 3 años.
-A la casa Gilbert, amor – le responde su madre sin dejar de caminar.
-Siiii podre jugar con Elena – dice la pequeña con emoción de ver a su mejor amiga.
Liz sonríe contenta por le felicidad de su hija y pocos minutos después llego a su destino.
-¡Liz! – Miranda abre la puerta con una enorme sonrisa e hizo pasar a su amiga – Elena está jugando en su cuarto cariño – le dice la pequeña niña rubia quien le sonrió para después salir corriendo.
Las madres caminaron a la cocina donde Grayson tenía un pequeño bebe entre brazos.
-¿Es Jeremy? – pregunta Liz con curiosidad, sabía que el matrimonio Gilbert también había tenido un pequeño varón apenas unos meses mayor que su propio hijo.
-Si – responde Grayson con orgullo.
Liz se acerca para ver al pequeño bebe quien estaba gorgoreando felizmente en los brazos de su padre.
-Es hermoso.
Miranda le sonríe y le pide permiso para cargar al pequeño Travis. Liz accede y se lo pasa con mucho cuidado.
-Travis es muy lindo – Miranda ve al pequeño con ternura ya que está tratando de morderse uno de sus pequeños dedos – Es muy activo para su edad.
-Bill dice lo mismo – Ahora los adultos están cómodamente sentados en la sala – El doctor dice que Travis será un niño con mucha energía. Bill dice que se la pasara dándonos dolores de cabeza.
El matrimonio Gilbert ríe y para sorpresa de todos, ya que Grayson y Miranda están sentados juntos, ambos bebes se miran, o al menos eso parece, para después empezar a balbucear moviendo sus manitas como si quisieran irse uno con el otro.
-Parece que alguien se han convertido en mejores amigos – bromeo Grayson.
Poco sabían que dentro de unos años esos niños serian inseparables.
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Liz suspira por cuarta vez en esa hora, hora que tenía tratando de hacer que hijo saliera de la bañera.
-Vamos, Travis, se hará tarde para la fiesta – le suplica a su pequeño hijo de 3 años.
-¡No quiero! – grita para seguir jugando con su pulpo de hule.
-Mami – Liz voltea a ver su preciosa princesa que ya está arreglada y ahora ve a su hermano con el ceño fruncido - ¿Ya nos vamos?
Lis niega con la cabeza – Tu hermano no quiere salir – siempre era lo mismo. Travis no quería bañarse pero una vez estaba en el agua no salía por nada del mundo.
-Pero...
-Mi amor – Bill entra al baño en ese momento mirando a su hija con dulzura – Ten paciencia princesa, en unos minutos sacaremos a tu hermano y lo arreglaremos. Además aún tenemos tiempo.
Caroline los mira con el ceño fruncido pero asiente y sale rumbo a la sala a esperar a que sus padres y hermano estén listos.
-Ve con ella – le dice Bill – Yo me encargo de este pequeño diablillo.
Liz lo ve mal, nunca le ha gustado que le llame así a su hijo, aunque no es nada más que la verdad. A su pequeña y tierna edad, Travis había demostrado que tenía una gran capacidad para causar problemas.
Asiente y se levante del suelo del baño para irse a cambiar, su hijo la había mojado de pies a cabeza cuando intento sacarlo.
-Travis – el pequeño se gira para ver a su padre con una sonrisa, toma su juguete de pulpo y se lo enseña.
-¡Mira papi! – Dice entusiasmado – Bob escupe agua – apretó a Bob, como Travis le había puesto al pulpo del que era inseparable, y de su boca en forma de 'o' salió un chorro de agua que fue directo a la cara de Bill – Upss.
Bill se seca con una toalla y mira mal a su hijo pero este está haciendo un hermoso puchero y no se podía resistir cuando hacia esa cara.
-Bien, es hora de salir.
-Pero papi...
-Travis si no sales ahora no llegaremos a la fiesta. ¿Te imaginas la cara de Jeremy si su mejor amigo no va a su fiesta de cumpleaños? Se pondrá muy triste.
Travis lo ve confundido - ¿Emy llora?
-Si – le responde su padre - ¿Y tú no quieres ser el malo que haga llorar al cumpleañero? ¿Verdad? – sabe que está siendo algo cruel pero en verdad tienen que irse.
Travis niega mientras levanta sus bracitos para que su padre lo cargue. Bill lo enrolla en una toalla como si fuera sushi y camina hasta el cuarto de su pequeño.
La habitación está llena de juguetes y peluches que están regados por todo el suelo. Su hijo no era nada organizado y aunque muchas veces él y Liz le dijeron que cuando terminara de jugar con algún juguete lo tenía que guardar, su hijo no les hacía caso.
-¿Qué quieres usar? – le pregunta terminando de secar a su pequeño.
Travis mira su ropa. Bill en serio que no entiende como un niño de 3 años puede ser tan crítico en cuanto se refiere a su manera de vestir.
-Ese – Bill toma la ropa que su hijo le señala. Es un conjunto que consta de un pantaloncito color caqui y una camisa azul cielo.
Después de vestirlo, ponerle unos pequeños zapatitos y peinar su cabello, sale a la sala donde ya están su esposa e hija esperándolos.
-Ya era hora – la pequeña rubia está molesta porque se le hace tarde y ella quiere jugar con sus amigas.
Toda la familia Forbes sube al auto y en menos de 10 minutos están en la residencia Gilbert donde se pueden ver un montón de globos de muchos colores que adornan la casa.
La familia entra y es Miranda quien los recibe con mucha alegría. Salen al patio donde un montón de niños y niñas de entre 3 y 6 años están corriendo de un lado a otro.
Caroline mira a Elena y Bonnie quienes están junto a Matt y Tyler y corre hacia ellos. Los saluda con mucha alegría y los 6 pequeños se ponen a jugar.
Bill carga a Travis hasta donde esta Jeremy, quien quiere alcanzar una galleta de la mesa de comida, y lo baja. El pequeño Forbes tiene en sus manos un regalo envuelto en color verde limón y un gran moño.
-Hey ahí cumpleañero – Bill se acerca después de bajar a su hijo y toma dos galletas y le da una a Jeremy – Feliz cumpleaños.
-Gracias tito Bill – dice Jeremy sonriendo, Bill se enternece al ver que al pequeño le faltan algunos dientes.
-¡Emy! – Travis grita con alegría y se acerca a su amigo para después darle el regalo – Feli Cumpeaño – Bill ríe ya que su hijo ha estado batallando para pronunciar las 's'
-¡Vis! – Jeremy también le mira con alegría, raramente no le hace mucho caso al regalo, ya que lo deja en el suelo y abraza a su amigo.
Bill es quien recoge el regalo y lo coloca junto a los otros, para después darle la otra galleta a su hijo.
-Vamos – Jeremy toma a Travis de su manita y usando toda la fuerza que un niño de su edad puede tener se lo lleva a un brincolín en forma de catillo.
-¡Tengan cuidado! – grita Bill para después irse con su esposa que está sentada en una mesa junto a los padres de los amigos de su hija, cerca del brincolín y vigilando a los niños.
Las horas pasan sin mayores novedades. La fiesta fue tranquila, al menos hasta la hora de la piñata.
Jeremy amaba los payasos, Travis por otro lado los odiaba. Cada vez que veía uno lloraba y no se detenía hasta que el payaso se alejaba o se distraía con otra cosa.
Por eso cuando el pequeño Travis ve la enorme, al menos para él, piñata del payaso se pone pálido y corre a esconderse detrás de Jeremy.
-¿Vis? – Jeremy no entiende porque su amigo se ve enfermito.
-Yaso – murmuro Travis y sus lindos ojos se llenan de lágrimas.
-¡No lloe Vis! – grito el pequeño Jeremy abrazando a su amigo, no quiere que Travis llore, no le gusta verlo triste - ¿Qué pasa?
-¡Yaso! – esta vez Travis grito señalando la horrible piñata, al menos para él.
-Ohh – Jeremy comprende. Él ama los payasos pero su amigo les tiene mucho miedo, lo ha olvidado – No preocupes, Vis – dice tomando a su amigo de la mano y caminando hacia otro lado, hasta que encontró lo que buscaba, un palo de piñata – Ese yaso no te hará nada – le dice seguro.
Travis lo ve confundido, hasta que Jeremy se acerca a la piñata y con su casi nula fuerza toma el palo y lo comienza a golpear.
Al ver a su amigo los ojos de Travis brillan, se acerca a él y le empieza a dar patadas a la piñata. Estuvieron mucho tiempo así, entre risas, hasta que destrozaron la cara del payaso.
-¡Niños! – ambos pegaron un grito asustados. Con temor voltearon a ver a la mama de Jeremy quien los veía enojada - ¿Qué han hecho?
-¿Qué pasa? – Liz se acerca al escuchar el grito de su amiga y al ver la piñata entendió - ¡Travis Forbes! – grita enojada y se acerca a su hijo quien trata de escapar pero su mama es más rápida – Sé que no te gustan los payasos pero no es razón para arruinar la piñata de Jeremy.
-Peo mami – Travis empieza a hipar, signo de que pronto empezaría a llorar.
-¡No es cupla de Vis! – Grita Jeremy haciendo que la atención de las madre se centrara en él – Yo lo hitse.
-¿De qué hablas bebe? – Miranda se acercó a su hijo – Si tu amas tu piñata – Jeremy había sonreído como nunca al ver su piñata y luego había llorado cuando sus padres le dijeron que tenían que romperla.
-Peo Vis le tiene mieo al yaso – Jeremy se encoge de hombros.
-Aww – Miranda y Liz sonrieron enternecidas al ver que lo habían hecho por Travis y evitar que este llorara.
Ese día Jeremy se quedó sin piñata pero a cambio Vis se había quedado a dormir. Pasaron toda la noche, en realidad fue hasta las 11 pero ellos sentían que era tarde, jugando y riendo.
Desde ese día Travis empezó a dejarle de tener miedo a los payasos.
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Caroline ve a su hermanito con atención, no está segura de que hace Travis pero se ve divertido.
-¿Puedo intentar? – le pregunta la rubia con un puchero. Su hermano la ve, no sabe si es buena idea pero de todas maneras asiente y le da la cuchara. Sabe que ha hecho lo correcto cuando el rostro de su hermana brilla con una enorme sonrisa – Es divertido.
Travis le sonríe, no tiene algunos dientes, y eso lo hace ver más adorable.
-Lo es – asiente. Se acerca a la barra, agradece tener buen equilibrio o desde hace mucho estaría en el suelo, y termina de servir dos vasos con el jugo de naranja que ya había en el refri.
-Travis – le llama su hermana.
-¿Hum?
-¿Ahora que hay que hacer? – le pregunta Caroline dejando de mezclar.
Travis deja lo que está haciendo y se acerca a su hermana. Ve el contenido del plato, la mezcla ya parece estar lista.
-Mami prende esa cosa y coloca un poco de mezcla, luego les da vuelta y los saca – dice apuntando la estufa.
-Está bien... ¿Sabes cómo se prende? – Caroline parece confundida.
-Ah....no – admite Travis, su hermana lo ve con enojo – Mami no me deja, dice que estoy chiquito.
Caroline suspira.
-Bien, lo intentare....
Bill está descansando tranquilamente, su esposa Liz igual, pero algo lo despierta de su sueño. Un olor, un olor familiar.
-¡LIZ!
Liz despierta sobresaltada por el grito, mira a su esposo sin entender el porqué del grito, pero segundos después sale corriendo de la habitación siguiendo a su esposo.
La casa está llena de humo que viene de la cocina.
Ambos entran asustado y miran a sus pequeños hijos viendo con atención la estufa. Algo negro hay en ella y la flama arde con fuerza.
Liz corre hasta sus hijos y los toma para salir de la casa. Bill trata de apagar el fuego, lo logra, después abre todas las ventanas para que el humo se disperse. Cuando está seguro que todo está bien examina la cocina, la barra está sucia con algo color beige, su estufa esta quemada pero nada más parece dañado.
Sale de la casa y ve como Liz revisa a sus hijos por si tienen alguna herida.
-¿Qué paso? – pregunta Bill sin entender.
Travis y Caroline, quienes tienen restos de mezcla en sus ropas, cara y cabello, se miran con una sonrisa culpable.
-¿Feliz cumpleaños?
Liz y Bill comparten una mirada. Ese día es el cumpleaños del Liz y, solo dos días después, es el de Bill. Ambos miran a sus hijos quienes habían tratado de hacerles el desayuno.
No pueden evitar reír. Primero es apenas un murmullo pero después ríen a carcajadas. Los nervios, el miedo y el enojo, todo se les acumula junto a la ternura por el detalle que trataron de hacer sus hijos.
Ambos se acercan y los abrazan.
-¿No están molestas? – pregunta el pequeño Travis de 6 años.
Liz y Bill niegan – No, pero a la próxima, nos conformamos con un dibujo – dice Liz.
Los dos pequeños asienten con fuerza. Ya saben que regalar el próximo año.
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Travis da vueltas en su cama, no puede dormir, tiene miedo. Cansado abraza más el peluche de osito, el "Señor Teddy", y con cuidado de baja de su cama. Se pone sus pantuflas de dinosaurio y sale con cuidado de su habitación.
El cuarto de su hermana está enfrente del suyo. Aun batalla para alcanzar las perillas, aun mas para darles vuelta, aunque tiene casi 7 años, su altura no ayuda mucho. Pero se las arregla para abrir la puerta.
El lugar está sumergido en la oscuridad, solo una pequeña luz viene de uno de las esquinas de la habitación gracias a la pequeña lámpara de mariposa que tiene su hermana.
-¿Car? – Travis se acerca a la cama.
La pequeña rubia abre los ojos, esta despierta, ella tampoco podía dormir. Ve a su hermano, quien tiene los ojos llorosos, y se mueve para hacerle espacio.
Travis entra con prisa a la cama y siente como los brazos de su hermana mayor lo rodean.
-Todo va a estar bien, Trav – le dice Caroline tratando de tranquilizar a su hermano, pero no está segura de que vaya a ser así.
El pequeño se acurruca más contra su hermana mientras abraza más fuerte su peluche. Cierra los ojos intentando dormir, su hermana igual.
Pero ninguno lo logra. No con los gritos de sus padres escuchándose por toda la casa.
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Travis ve a su amigo con los ojos llenos de lágrimas. Jeremy esta igual, solo que ninguno de los dos dice nada, solo se miran en silencio con las lágrimas corriendo por sus pequeños rostros.
-¿Te vas? – Jeremy le pregunta a su amigo, quiere haber escuchado mal o que todo sea una broma.
Pero Travis asiente – Papi dice que ahora viviremos en una gran ciudad, pero yo no quiero. Me quiero quedar aquí, contigo y mami y Car – el pequeño estalla en llanto.
Jeremy se acerca y lo abraza también llorando pero no tan escandalosamente como su amigo. De los dos Travis siempre ha sido el más dramático y escandaloso.
-Yo tampoco quiero que te vayas – le susurra Jeremy.
-Emy, prométeme que iras a verme – le pide Travis ya sin llorar pero tallándose su ojito, le pica después de llorar tanto.
-Lo prometo – le asegura su amigo serio.
Se vuelven a abrazar mientras se acuestan. Están en la habitación de Travis, está casi vacía. Solo queda la cama y unos cuantos juguetes pero todo lo demás están guardado en cajas.
Así es como los encuentra Bill unos minutos después. Se siente horrible al alejar a su hijo de su mejor amigo pero lo mejor es que se vayan. Después del divorcio las cosas con Liz simplemente no estaban funcionando.
Días después Jeremy esta fuera de la casa de su amigo viendo como el padre de este sube todas las cosas a su carro.
-Te extrañare – Jeremy se acerca a Travis y le da un último abrazo – Tienes que volver pronto, tenemos que terminar el 'Fuerte maravilla'
Travis asiente con entusiasmo. El 'Fuerte maravilla' era un montón de bloques enormes que le habían regalado a Jeremy en su cumpleaños. Ambos se habían puesto a juntarlos hasta que se les ocurrió hacer un fuerte para combatir a los malos. Pero los bloques eran tan grandes que no habían acabado.
-Adiós Emy – Travis deja que su papi lo cargue y lo coloque en el asiento del copiloto.
-Adiós Vis – Jeremy se despide con su manita mientras su madre lo toma de la otra y lo arrastra hasta su casa.
Horas después Travis y su padre van en el auto.
-Papi – Travis lo ve con los ojos llorosos – Quiero a Emy.
Bill suspira. Sabía que no sería fácil separar a esos dos, habían estado juntos todos los días durante esos 7 años y por más que le dijera a su hijo que vendrían de visita y que haría un montón de nuevos amigos en la ciudad, Travis no había dejado de llorar.
-Todo estará bien, hijo – le dice a su pequeño quien de tanto llorar se había quedado dormido – Las cosas mejoraran y encontraras nuevos amigos.
Bill estaba en lo cierto pero lo que no sabía era que una amistad como la que tienen Travis y Jeremy es difícil de romper. Y el destino lo probaría algunos años después.
Hola!!!!!
Bueno aquí el primer extra contando de la niñez de Travis, al menos una parte, ya que lo demás lo dejare para otro extra donde contare su niñez en Nueva York.
La imagen es del verdadero Manu Rios, los que hayan visto el reparto de la historia saben que es el "Actor" en el que me base para Travis.
Y Buenas noticias!!! Creo que ya les había dicho, o puede que no la verdad no recuerdo, que ya acabe exámenes y oficialmente estoy de vacaciones!! n.n por lo que tendrá mas tiempo para seguir la historia y con eso tratare de subir un al menos un cap cada semana.
Espero que les haya gustado!! Me divertí haciendo este capitulo :)