Eric
Después de escuchar severa bomba de Roxana solo intente actuar lo más natural que pude para ser sincero nunca me imaginé que ella me diría eso.
O mejor dicho no me imagine teniendo algo con ella más serio de lo que ya tenemos.
Lo que si admito es que no me gusta verla llorar. La abrace para así cesar su llanto pero lo que conseguí fue una declaración bien seria. No sabía que decirle porque tampoco sé que es lo que siento hacia ella.
Con ella todo lo que he hecho es por primera vez soy primerizo en todo con Roxana.
Nunca me cuestione de esta forma además hace poco fue lo de Eliana y si lo arruino o si ella se aburre de mí y que tal me sea infiel, lo único que no quiero es que me dejen.
– Roxana – la llame pero al final no dije nada solo me acerque hasta tener nuestros labios juntos y lentamente tirar todo a la borda.
No se si me arrepentiría de esto. Pero bueno ya no importa.
La acerque mas a mi sin quebrar nuestro beso y lentamente desabroche su blusa negra, el problema fue su sostén nunca en mi vida había soltado uno.
Empece a jalarlo pero no se soltaba, ya me estaba desesperando y Roxana lo noto.
– ¿Eric no sabes soltar un sostén? – me pregunto.
Yo quede en coma, en este preciso momento había matado la pasión.
– ja, ja, ja me muero enserio no sabes soltar un sostén – lo dijo entre carcajadas
– ¡SI! NO SE COMO SOLTAR UN SOSTÉN – termine gritándole
– ay, pero no te enojes – me hablo poniendo sus manos en mis mejillas y mostrándome una cálida sonrisa.
Su rostro se veía tan lindo, era mi primera vez viendo esa expresión en ella.
– Eric ¿yo he sido tu primera vez? – me pregunto, instantáneamente trague saliva y desvié la mirada
– y... y porque preguntas eso – balbucee
– um, porque tu has sido mi primera vez en casi todo – me respondió dejándome al borde de la locura, mi corazón palpitaba a mil
– p... pues tu... también has sido mi primera vez – esta vez tartamudee
En respuesta me abrazo con fuerza y me dijo – de verdad te quiero –
Por un segundo sentí que flotaba, me encantaba este sentimiento – también te quiero – le susurre.
...
La noche paso y me moría de ganas por verla – CHICOS HORA DE DESAYUNAR – grito doña Mariana.
Prácticamente corrí al comedor, me senté mirando a todos lados pero al final no la vi. Me sentí un poco decepcionado.
– Eric buenos días – me saludo Maritza.
– buenos días – le respondí. Al rato apareció Roxana tan bonita como siempre con un vestido blanco, estaba muy pero muy bonita.
Ella se acerco lentamente pero no se pudo sentar a mi lado por que estaba Maritza y Aníbal. Lo bueno fue que se sentó al frente de mi.
Nos sirvieron el desayuno y todos ya estábamos comiendo pero Roxana y yo, no podíamos evitar mirarnos mutuamente, mis ojos no paraban de mirarla era imposible.
– ¿Eric te pasa algo? – me pregunto Maritza
– ¿a mi? –
– si, porque estas todo rojo – me dijo señalando mis mejillas
Rápidamente tape mi rostro con mis manos.
– ja, ja, ja seguramente estaba pensando en cosas pervertidas – hablo Enrique
– cla... ¡¡claro que no!! – intente defenderme
– ja, ja, ja se le nota – comento Víctor y todos empezaron a reírse de mi.
Me dio tanta vergüenza era claro que no me había puesto rojo por eso, me había sonrojado porque Roxana puso su pie en mi entrepierna.
A pesar de todo sigo siendo hombre y es natural que reaccione de una manera u otra.
...
Terminamos el desayuno y Roxana me había propuesto salir a dar un paseo.
El día estaba súper bueno el sol brillaba, se sentía una suave brisa y los arboles nos daban sombra al caminar.
Ademas ver el rostro de Roxana o mas bien me percate cuan largas podían ser sus pestañas – Roxana, ¿te pusiste pestañas falsas? – pregunte inconscientemente.
Ah, que pendejo seguramente ella se las puso para verse mas bonita, ahora me insultara y el momento romántico se acabara.
– no, solo me puse un poco de rimer – me respondió corriendo cinco pasos al frente de mi. Al hacerlo su vestido ligeramente se levanto y su cabello se sacudió por la brisa.
– sabes eres un tonto, me demore mucho arreglándome y tu no me dices nada – me reclamo en un tono tan tenue que me tentaba correr y besarle.
– no lo quería decir pero te ves muy linda – le dije mirándola fijamente, ella sonrió – pues claro que soy bonita – me dijo soltando una carcajada y estirando su mano hacia el cielo.
En un pestañeo vi unas enormes halas en su espalda era como si estuviera apunto de alzar vuelo, sentí miedo.
Por un instante mi cuerpo se paralizo, cerré mis ojos, corrí hacia ella y la abrace lo mas fuerte que pude – Eric me lastimas – me dijo ella dándome palmadas en el brazo – lo siento – me disculpe soltándola lentamente.
– ERIC, ERIC, ERIC, ERIC – alguien gritaba mi nombre. Gire para ver quien era y vi a la chiquita de Maritza cuando iba a responder a su llamado Roxana me jalo del brazo.
– ¡Eric! sera mejor que le dejes las cosas claras a Maritza o ¿piensas tontear con las dos? –
Se me había olvidado el beso que ella me había dado – pero Roxana ¿que quieres que le diga? – le pregunte, pero ella solo me miro con firmeza y luego se fue caminando.
Ahora si estoy bien bonito con las dos hermanas y para matar tengo que rechazar a una.
Realmente no soy bueno tratando mal a las mujeres aunque me acosen, manoseen o me roben besos nunca he tratado mal a una mujer.
Aunque rechazarla no es tratarla mal, me hace sentir incomodo.
...
Habían pasado ya barias horas y un chico nuevo llamado Patrick apareció su cabello era rojo natural, ojos azules y lo molesto era que tenia la misma altura mía ademas Roxana estaba muy pegadita a el.
Era tan molesto que ella hiciera eso así que me acerque a ella y disimuladamente la jale para hablar en un lugar privado.
– ¡¿pero que te pasa Roxana?! – le reclame
– pues me pasa que si no le dejas las cosas claras a Maritza yo no tengo que estar al lado tullo –
– ¿Qué? Osea que te vas a ir con el –
Ella me miro con rabia – claro que no, pero ni creas que porque me gustas voy a dejar que juegues conmigo y Maritza –
– no entiendo que te hace pensar que estoy jugando contigo y Maritza –
– ja, ¡ay! Dios mio Eric puede que sea tonta pero no estúpida, ella no deja de mirarte y agarrarte frente a mi ¡¡y tu no haces nada!! –
– pero que quieres que haga para mi es natural porque tu también lo haces–
– ¡¡¿Qué?!! Ahora porque yo lo hago tu dejas que las demás lo haga entonces como tu y yo, ya hemos tenido sexo ¿entonces tu también vas a tener sexo naturalmente con Maritza? –
– ¡claro que no! porque sales con eso –
– porque eso es lo que tu me das a entender y hasta que no le dejes las cosas claras a Maritza, no me hables ¡o mejor dicho ni me mires! –
Dijo ella dándome la espalda y caminando hacia el estúpido pelirrojo. Me dieron tantas ganas de coger la puesta y tirársela en la cara al muy cretino cuando me miro sonrió y abrazo a Roxana.
...
Andrés, Aníbal, Víctor, Roxana, Maritza y Patrick estaban jugando domino mientras yo solo pensaba en una manera de rechazar a la chiquita.
–¡uf! tengo sed – se quejo el papanatas de Patrick.
– yo también – agregaron los demás
– Eric ya que no quieres jugar ve y trae algo de beber – me mando Andrés
– ¡¡¡VE!!! y porque no vas tu –
– Eric anda, todos estamos jugando menos tu. En vez de quedarte ahí sentadote, que te cuesta traernos algo de beber – dijo Aníbal.
Al fin y al cabo ellos tenían razón no estaba haciendo nada. En fin termine yendo.
Ya estando en la cocina, abrí el refrigerador y vi un paquete de coca cola en lata. Cuando estaba a punto de coger el paquete Patrick entro a la cocina
– ¡¿Qué quieres?! – pregunte de mala gana
– ay, tranquilo perrito yo solo vine a ayudarte – me dijo con una sonrisota en la cara. En respuesta gire mi cara con disgusto
– valla realmente no te caigo bien, que lastima yo pensé que seria bueno ser amigos pero veo que no se podrá –
Que pendejo yo ser su amigo si como no.
–no falta mucho para que madures totalmente y hay sera cuando vegas a mí... fruto – me dijo el demente mas grande que he conocido.