Normalmente las cartas de amor nunca terminan llegando a su destinatario, y es que la mayoría de las pesonas que las escriben tienen miedo a mandarlas, la razón quizás sea por el hecho de que a veces nos encontramos fuera del alcance de la persona a la cual le escribimos, pero hay un diez por cierto de la población que logra mandar la carta y Arturo era parte de ese diez.
Una carta de amor, las cartas de amor tienden a expresar lo más profundo de los sentimientos de la persona, eso que temen decir en voz alta, eso que siempre han sentido y que tal vez no saben como demostrar. Por esa razón Arturo no comprendía por qué Ornella había marcado su carta como una segunda razón.
La tomó con sus manos y tocó el número 2 que había sido pegado con cinta adhesiva para luego abrir el sobre y sacar la carta. Era su letra, él recordaba sus palabras, recordaba el sentimiento de ese día y el miedo que tuvo al entregarle la carta. Pero en el sobre se encontraba otra carta, una que no era de él y supo que ahí estaba escrita la razón.
«Quién nunca le ha enviado una carta de amor a su crush no sabe lo que es en miedo. ¿Tú que opinas, Arturo? ¿Te has sentido de esa forma? No lo creo, nunca te has enamorado»
—Lo he hecho de ti, Nella. Te amo—Le dijo a la carta, pero sus palabras no iban a ser escuchadas por su antigua novia. Al menos no en ese momento.
«Debo decir que jugaste bien, jugaste bien con mis sentimientos porque incluso logré creerme todo lo que habías puesto. Me arrepiento haberlo hecho porque terminé lastimada.»
—No Nella, yo no mentí nunca, no podría hacerte eso jamás. Eres tan especial para mí que ¡ugh! —Gritó —Ni siquiera escuchas esto y estoy seguro que no quieres hacerlo. —Tomó su teléfono, ¿Llamarla? Sí, eso quería pero tenía que terminar la carta para comprender qué sucedía.
«Pensé que me amabas–Lo hago–Pensé que quizás tu y yo podríamos tener algo lindo, algo mágico y algo especial pero cuando ella volvió a aparecer ese día... Yo sólo me di cuenta de la película que me había hecho era toda una mentira. ¿Qué tiene ella que no tengo yo? ¿Será que ella se veía mejor? Es una lástima, perdiste a una buena chica que te amaba por culpa de alguien que seguramente no lo vale.»
—¡No sé de quién me hablas! Pero ella nunca será mejor que tú.
«Y con esto termino la carta, tú me mandaste una carta de amor, pero hoy te regreso una de desamor. Así es el ciclo de nuestra vida, los buenos momentos se olvidan y los malos siempre serán recordados. No importa lo mucho que intentemos olvidarlos, de igual forma con las personas, así que de cierta forma me lamento no poder olvidarte. Mi error.
–Nella»
Tomó el teléfono y marcó su número, pero la contestadora cayó, al igual que las otras cuatro veces que lo intentó, no podía ir a su casa, ella no estaba allí así que volvió a intentar, no iba a darse por vendido tan rápido, ¿La sexta es la vencida no?
Por suerte ella atendió pero no habló, permaneció en silencio por lo que Arturo habló. —Está bien, lo entiendo. No quieres que te vuelva a hablar, sé que quizás tengas una razón válida pero necesito que entiendas que nada de eso es verdad. —Permaneció en silencio esperando la respuesta pero no llegó —No hay otra chica, no hay nadie más, siempre te he visto a ti, sólo pienso en ti y sólo te quiero a ti. — Y otro silencio siguió —Nella, por favor solo quiero que entiendas que todo lo nuestro fue real. Que estoy contigo para todo momento y si quieres que no te escriba nada más, está bien, no lo haré pero no me dejes. Yo te amo, por favor entiende.
Suspiró y tomó la carta que él le había escrito, todo lo que había allí era real, todo ese amor que le había expresado era real y sentía una pequeña molestia al saber que ella no le creía.
—Mi carta fue algo importante para mí, tenía miedo de entregártela pero yo...
—¿Tu primera carta de amor o tu primera mentira formal? —Lo interrumpió, escuchó su voz y se sorprendió pero no pudo contestar, ella ya había cortado la llamada.
N/A: ¿Y qué les está pareciendo la historia? ¿Les gusta?