Yendo más arriba tenemos a la altura de la coronilla nuestro chakra Sahasrara. Se conecta con la energía celeste. Si la cundalini ha podido abrirse y pasar por este chakra fluyendo libremente es una persona que se ha iluminado. Es un Buda, un iluminado. Todos tenemos que tener ese objetivo pero no el apuro, ir de a poco, cuidando de abajo hacia arriba cada uno de nuestros chakras. Cuando este chakra se abre es pura luz, es dorado, es plateado, son todos los sonidos celestiales.
Este chakra es absolutamente espiritual, liviano, sutil, del que menos sabemos. Para trabajar los chakras simplemente recordar sus colores, sus sonidos particulares, sus respectivos animales, sus formas geométricas. Toda emoción va a afectar a nuestro cuerpo.