Esperábamos pacientemente en el autobus, después de una larga charla, nos esperaba la peor noticia.
Yo, tenía el culo lleno de barro secó y el pelo estaba duro como un piedra. No habia podido cambiarme de ropa, según las profesoras, eso era como un castigo.
Y ya llevaba como 2 horas con el barro encima. Habíamos estado sentados escuchando a las dos viejas que estaban como locas y después habiamos desayunado unos huevos revueltos, que según nuestros compañeros encargados, estaban destrozados y llenos de cascarita.
Todos habían mirado mal a Géminis, algo que me molestó bastante.
Obviamente a Géminis siempre le había gustado caerse sobre huevos mientras era perseguida por una manada de gallinas.
Y para colmo, tampoco le habían dejado cambiarse. Así que andaba con el culo lleno de huevo revuelto. Alto omelette se iba a hacer Escorpio.
Sinceramente estuve mirando a la nada, primero porque me dolía la cara, aunque, Cancer estaba peor que yo, pero yo tampoco me salvé de ligarla.
No quería pensar en nada, litera. Quería hecharme en una cama y dormir, o llorar.
Lea también estaba llena barro, ella estaba sentada junto a Sagitario. Sagitario estaba bien contra la pared para no mancharse de barro. Pero la consolaba desde lejos, lo que merecía reconocimiento.
Cancer y Piscis lo mismo, pero este último ya se había dormido del aburrimiento.
Estaba todo en silencio y solo promovían mis ganas de hecharme en el suelo y hacer berrienche.
Miré hacia Capricornio, tenía las mejillas casi limpias, se ve que había estado llorando. No sé si por los manotazos de Lea o si por mi culpa.
Yo obviamente me sentía muy mal, sabía que en parte era mi culpa y que no había nada que hacer para remediarlo.
Al fin, las profesoras subieron. Las miramos atentos. La profe de educación física se puso frente a nosotros y suspiro.
—Se mostraron muy irrespetuosos, ya lo hablamos, una vergüenza. Así que, lamentablemente para los que no tuvieron nada que ver, se canceló el viaje. Nos vamos devuelta a casa.
Abrí la boca mientras mis compañeros abucheaban la desición.
Golpeé mi cabeza contra el autobus mientras sentía las miradas de mis compañeros, en cuanto tuvieran la oportunidad, me iban a matar.
Acuario que estaba con su celular bufó y me miro.
—Se me acabaron los datos, ¡Me cargué 80 pesos hace 5 días y ya se acabaron! Las compañías de celulares nos están dando por el culo.
Levanté la cabeza esbozando una sonrisa juguetona.
—Y se ve que te gusta porque todavía no cambiaste de compañía.
—No seas idiota, son unos ladrones.
Me encogi de hombros, si, las compañías roban ¿Pero qué puedo hacer yo? Limitarme a seguir usando sus servicios por un costo extremadamente caro.
—No queda de otra—le dije. El rodó sus ojos y miró su celular apagado.
—Me tengo que aguantar que me den por el culo sin vaselina para poder enviar unos whatsapps de mierda—susurró, yo reí como pude.
Hubo susurros durante todo el viaje, hasta que llegamos de vuelta al campamento. Espere a que todos bajarán, ya que no tenía ganas de andar a los empujones.
Baje y miré a Virgo con cara de ojete (como siempre) y de brazos cruzados.
—¿Estás cansada? —le pregunté.
—Si, me estresa escuchar a esas dos viejas parlantes.
—¿Te cagué el viaje?—pregunté. Ella bufó.
—Cagarmelo, me lo cagaron las viejas, pero quédate tranquilo que no te quedaste atrás.
Asentí con una sonrisa.
—Bueno, algo es algo.
—Créeme que no es mucho—rodó los ojos y paso de largo.
Entré en la cabaña y los chicos me miraron mal mientras acomodaban su ropa en la valija.
—Si, la cagué, pero miren el lado bueno—les dije alzando las manos. Escorpio me miró.
—¿Qué maldito lado bueno? —dijo enojado.
—Que...que ya no escuchamos a las viejas esas.
—Nos aguantabamos a las viejas, pero por lo menos estabamos todos juntos—me respondió. Cerró su bolso con fuerza y salió.
—¿A qué hora salimos? —pregunté a Tauro.
—Dentro de dos horas—cerró su bolso y también salió.
Me acosté en mi cama y llevé mis brazos detrás de mi cabeza, solo fueron segundos para que se me escaparan las lagrimas.
No soy de llorar y menos por tonterías, pero esto me pasaba por idiota y yo era el único culpable.
Me levanté, tomé un toalla y me fuí al baño. No quería que nadie me viera asi o sintiera pena por mi.
***
—¿Te pudiste sacar bien el barro del pelo? —me preguntó Géminis con el bolso en el hombro. Asentí pasando una mano por el pelo mojado.
—¿Sacaste todo el huevo de tus pantalones? —ella negó.
—Están duros como roca, que mejor se encargue el lava ropas.
Ambos reímos.
—Por lo menos tenemos recuerdos de el viaje—le dije. Ella hizo una mueca.
—Bueno, no son precisamente los que quiera recordar.
—¿Vamos, Gem? —la llamó Libra. Ella asintió. Tomé del brazo a Libra antes de que se alejara.
—¿Cómo está Cancer? —dije incómodo. Ella se cruzó de brazos.
—Bueno, tiene el ojito un poco morado y me parece que ese golpe en el estómago estuvo demás, ah, y ese gancho...
—Bueno, si, si, ya entendí. Pero el tampoco se quedó atrás—libra me escaneo.
—Y, que te digo, te dejó hecho mierda también—apretó los labios.
—¿Y...y Lea? —ella bufó.
—Con un par de mechones menos, pero no creó que le duela mucho más que su corazón.
Me llevé una mano a la frente, no había forma de que me sintiera peor.
—Si pensás preguntarme por Capricornio, te digo que tampoco la esta pasando bien, se vé que Lea no se corta hace bastante las uñas, tiene toda la cara rajuñada.
Asentí. Mientras ella se acariciaba el vientre como si nada.
Me senté en un arbol talado y miré a todos los chicos charlar, algunos se veían enojados y otros aliviados por irse.
Yo no sabía como sentirme, pero la verdad, como el culo seguramente.
—Hey, ¿Por qué tan solito? —preguntó Sagitario, Tauro la tenía de la mano, pero mantenía distancia.
Es obvio que es time Cancer.
Creo que hasta yo lo soy.
—Pasándola como el ojete, normal ¿Por? —Sagitario se mordió el labio.
—Y si, todos la pasamos como el ojete, pero bueno, no podemos hacer nada más que reirnos.
—Lo que pasa es que ahora nadie quiere estar conmigo, nadie me aguanta.
—Yo si te aguanto... Y Tauro también—Tauro bufó—¿O no, Tauro?
—No, que se joda.
—¡Tauro! Que culpa tiene Aries de que Capricornio se enamoré de él.
—Tiene culpa por darle las alas.
—Cállate y dejá de hablar con metáforas, son cosas que pasan. A mi me gustó Aries y a todas las demás, hasta Géminis que lo besó.
—¿Entonces soy muy fácil de olvidar? —dije divertido. Ella pestañeo.
—Esperemos que Lea no te olvidé, porque sino...
Bufé.
—Me voy a quedar bien solo.
—Son palabras que salieron de tu boca, no de la mía—dijo yéndose. Tauro la siguió.
Seguí mirando el cielo y luego me enfoque en Piscis que escribía apurado en su computadora.
Me acerqué despacito, con miedo de recibir otro golpe en la cara.
Abrí los ojos sorprendido.
—¿Esa es Géminis? —Piscis saltó exaltado. Me miró en shock.
—Shh—me dijo. Me senté a su lado, mientras el corría las fotos de ellas.
—¿Estás loco o qué?
—No, solo aburrido.
Miré con más atención las fotos.
—La llenaste de photoshop, se ve hermosa.
El chasqueo la lengua.
—Todo natural, es que ella es hermosa.
Yo negué.
—Es como un amigo con lolas, va, sin lolas en realidad.
El rodó los ojos.
—Es hermosa, ella tiene cara de revista—me encogi de hombros.
—Lo que digas—miré todavía asombrado las fotos—pero no seas tan acosador.
El asintió concentrado escribiendo una descripción en una de las fotos.
Yo negué confundido.
—¡Bueno, hacen dos filas que vamos a subir! —gritó la profesora. Hicimos casó y ella empezó a contar.
Fué nombrando hasta que llegó mi turno.
—Aries con...Cáncer—éste me miro de reojo—Así arreglan sus diferentes.
—Lo que usted quiere profesora es bardo y del bueno—dijo algún estúpido.
Subimos y nos sentamos en asientos del fondo, sintiendo las miradas de algunos de nuestros amigos.
Estabamos duros como piedras sentados contra el asiento.
Quería hablar, pedirle perdón. Pero era obvio que por su postura, que ni lo intente.
Dos segundos después, subieron Lea y Capricornio. Estás estaban peor que nosotros.
Se sentaron en frente de mí, podía ver perfectamente las piernas larguísimas de Lea cruzadas, mientras zarandeaba la que estaba encima, lo que significa que estaba enojada.
Saqué mi celular, le iba a escribir aunque sabía que no iba a responder.
Aries
Perdón.
El celular sonó, lo tomó, leyó el mensaje y lo volvió a dejar en su lugar.
Aries
No sé que hacer para que me perdones, pero voy a intentar lo que sea.
Ella volvió a leer. Pero empezó a escribir.
Lea
Morite.
Apreté los labios para no sonreír, por lo menos me había dicho algo. No precisamente las palabras más hermosas, pero justo lo necesario.
Levanté la vista, al tiempo que Cancer la corría. Había espiado lo que estaba escribiendo.
Tal vez esperaba que le escribiera a Capricornio.
Dudé un instante.
Aries
¿Estás bien?
Ví a Capri tomar su celular. Se pusó contra la ventana para que Lea no viera lo que escribiera.
Capricornio
No muy bien, lamento haber causado problemas.
Aries
Yo también.
Cerré el chat y saqué los auriculares de mi bolsillo. Un poco de música nunca está demás.
***
Otra vez sin publicar, pero adivinen qué.
Ya casi termino el próximo cap y si este cap llega a los 45 votos y 10 comentarios lo subo al toque.
Vamos que estoy segura que les va a gustar el proximooo
Un adelanto: es de Géminis.