-¿Hoy también te quedas? - mis ojos se abrieron como dos platos cuando oi a Taiga decir que se quedaba a dormir, "Otra vez".
-¿Algún problema?
-¡Pues sí! - grité levantandome de golpe de la silla, casi la hago caer.
Se llevó una mano al pecho ofendido, como si le hubiera dolido mi reacción.
- ¿No tienes casa? este no es un lugar de acogida ni nada por el estilo, además no puedes estar pegado a mi todo el tiempo. Si alguna de mis vecinas te ve salir de mi casa a cada rato, encima de que no esta mi madre....no quiero imaginar lo que pensarán esas viejas brujas...- por un instante imagine a todos cuchicheando de mi durante un mes. Ahora si que seria el primer asunto del barrio.
-¿De qué te quejas? ¿estás diciendome que no me quieres tener a tu lado?- hizo pucheros con los labios y sus ojos se entristecieron.
-¡Por dios tapate esa cara! - miré a otro lado- ¡Eso es chantaje emocional!
-¿Entonces puedo quedarme?
-Ah....- suspire hondo- si...
-No te causare molestias, pero no puedo decir lo mismo por la noche - se lamio los labios seductoramente acercandose a pasos peligrosos hacia mi.
-¡Voy a compar papel! - me sobresalte huyendo hacia la puerta. Parecí un rayo poniendome los zapatos para escabullirme.
-¿Papel?
-Si, ya no tenemos. Todo por que tu lo gastaste.
-¡Oh!¡ perdona por limpiar los restos pegajosos que dejas despues de gritar "¡Ah me .."- le tire el paraguas que había agarrado de la entrada, callandolo al instante.
-¿Estás loco? - gritó molesto- casi me das en la cara.
-Oh perdona- fingi arrepentido- se me olvidaba que con eso te ganas la vida. Sería una pena que algo te hiciera daño, y mas por la noche, no te percatarias, ...¿no?- simule una sonrisa perversa y tragó saliva asustado.
Salí y me dirigí a la tienda 24 horas. Estaba a diez minutos, pero las calles por la noche eran lo que mas mal rollo me daba. Siempre tenía la sensación de que alguien me vigilaba entre las sombras de la oscura noche, esperando la oportunidad de atacarme. Recordé que de pequeño, Koga y yo nos hicimos pasar por detectives y salimos de noche sin que nuestros padres se dieran cuenta. La regañina que nos iba a tocar, fue brutal. Pero valió la pena salir.
Esa noche Koga y yo, con una lupa de un juego de experimentos, empezamos a recrear una escena del crimen. Un plátano que estaba tirado en una esquina, dijimos que era el arma homicida del asesinato.
El asesinado era el pequeño gato de Koga, Ranger rojo. A Koga le encantaban los Power Rangers y le puso uno de los nombres al pobre felino.
El asesino era una abuela que vivía en la casa del al lado, en el barrio de Asakira. Esa ancina tenia el carácter del mismísimo diablo.
No me estrañaba que de verdad matara a un gato.
Al poco tiempo que nos colamos por su casa, el gato de Koga maullo y la vieja se dio cuenta de nuestro paradero. Salimos corriendo mientras la señora nos perseguía en bata y con el bastón en la mano.
Nunca había sentido tanta diversión junta.
Ser perseguido como si fueras a morir fue lo más.
Al final la maldita vieja nos reconoció y fue a decirselo a nuestros padres.
La historia terminó conmigo y Koga, limpiando la casa de la bruja durante un mes.
Ah...mis tiempos de diversión. Como los añoro.
Llegué a la tienda y las puertas automáticas se abrieron, sonando un timbre en cuanto entre.
-Bienvenido- dijo una chica de pelo corto que estaba detras del mostrador, mascando un chicle de fresa con el que hacia burbujas.
No le di atención y fui a por lo que estaba buscando.
Pase por varios pasillos, con la mirada hacia abajo.
Choque con el pecho de alguien y alce la mirada.
-Perdón...
-Ah.
Vi a Leo delante de mi, sorprendido al igual que yo.
Estaba vestido con ropa casual, no como siempre. Con su traje y corbata. Su cabello estaba despeinado y llevaba unas gafas.
Aún así, el atractivo no se iba.
-¿Leo?¿qué haces aquí?
-Comprandome la cena, ya sabes. No me gusta mucho cocinar.
-Es verdad, eres tan vago que ni para hacerte un colacao puedes.
-¿Como lo sabes? ¿No me estaras espiando? - sonrió burlón y rode los ojos.
-Cuando estaba en tu casa, en tu cocina solo habia comida precalentada. ¿Es bueno comer solo eso?
- Si...pero no me gusta cocinar. Tendre que pedírselo a alguien para que lo haga.
-No es tan complicado. Tienes que aprender.
-¿Por qué no me cocinas algo tú?
Abrí los ojos sorprendido y me quede mudo.
-¿Y- yo?- tartamudee.
Asintió sonriendo y se acerco un poco más a mi.
-Creo que podría comer comida casera. Solo si la haces tu.
-Jajaja...- me salió una risa nerviosa de lo mas tonta . Vamos Akira ¡Por que estas tan nervioso! - No creo que yo deba...
-Mañana.
-¿Um?
-En la comida, ven a mi casa. Mañana no trabajo y Taiga me dijo que iba a tener el día libre.
Si supieras quien esta en mi casa....
-No creo que yo deb...
-Te esperó. O iré a recogerte. No acepto un no por respuesta- se cruzó de brazos con una sonrisa amable.
-Pero...
-¿No venías a comprar algo?
-¡Ah! ¡mierda!¡el papel!- me altere buscando como un loco.
-Te acompañó a casa.
-¿Qué? - agarre la bolsa de papel y gire a mirarlo- no hace falta - respondí y fui al mostrador a pagar, con Leo detrás de mi pagando su cena.
- No tengo prisa. Sería peligroso que fueras solo de noche...
-Si pasa algo, soy un chico, puedo defenderme.
-Pero ellos no saben que eres un chico- agarró mi bolsa y se adelantó dejandome sin tiempo a reaccionar.
- ¿Por qué siempre eres así conmigo? - pregunté alcanzandolo.
Entonces recorde lo que Taiga me dijo.
Que no me acercara a Leo.
Giró a mirarme y suspiró exhausto, con cara de resignación.
-Porqué eres tu.
-¿Qué clase de respuesta es esa?- levanté una ceja sin conprederlo. Si de una cosa estaba seguro, era que Leo siempre era amable conmigo, me trataba con sumo cuidado. Y eso era lo que no entendía.
- No lo se. Yo tampoco lo se - una de las luces de las farolas alumbraba su rostro y sus ojos se veían con claridad. Acercó una de sus manos y sus dedos largos acariciaron mi cabeza, revolviendo mis cabellos con suavidad.
-Nos vemos mañana- me devolvió la bolsa y se despidió con una débil sonrisa.
Me quede parado, observando su espalda mientras caminaba en dirección opuesta. Era ancha. Era igual que la de Taiga.
¿Por qué me siento tan nervioso?¿ A que venía esa caricia?
Confuso, camine hasta casa, con Taiga recibiendome en la puerta.
-Has tardado- se puso de brazos cruzados con un ceño fruncido.
No iba a decirle que me había encontrado a Leo y que encima me acompañó hasta casa. Tampoco quería contarle lo de cocinarle mañana, pero sino iba, Leo vendría a por mi y Taiga se terminaría dando cuenta.
-Si...¡no encontraba el papel!- alce la bolsa mostrandosela y me agarró de la cintura.
-Tenía que haberte acompañado- me abrazó fuerte- tube un mal presentimiento.
-Yo tambien...- respondí- sabía que meterias tu mano debajo de mi sudadera- indiqué sarcástico apartando su mano de mi espalda.
-Quiero hacerlo.
-¿Qué? - ahogue la voz.
-Si no te tengo ahora, se que algo ira mal.
-¿Estas bien Taiga? - aparte algunos de sus cabellos que le tapaban el rostro. Su mirada era profunda, pero algo en el fondo le preocupaba.
- Quiero tenerte.
-¿Qué?¿aquí? ¿ahora?- me alarme.
Asintió y apartó la bolsa de mi mano tirandola al suelo.
-Ah....- me rendi y deje que me quitara la sudadera, mientras me llevaba hacia la habitación, como si fuera un koala y basándome el cuello hasta que llegaramos al cuarto.
Mañana tendre que ponerle una excusa, nose cual, pero prefiero hacerlo a que se de cuenta de que estube hablando con Leo y que encima me acompañó a casa.
No pienso ir en mi vida a comprar a la tienda 24 horas ¡esta decidido!
○○○○
SIMPLEMENTE; PERDON POR EL RETRASO (T^T)
ESTOY MUY AGOBIADA CON ESTO DE LOS EXÁMENES, SUPONGO QUE USTEDES ME COMPRENDEN ¿NO?🤔 ¿¡NO!? ¿¡NOO!?
ESPERO QUE SI.
ESPERO QUE OS GUSTE ESTA CAP. VOTEN Y COMENTENNN Y ESPEREN AL PRÓXIMO ♡♡♡♡♡LOS QM.😋😴