Me coloco los audífonos y miro como se mide los vestidos, Perrie se ve super feliz y emocionada yo por otro lado soy todo lo contrario. Quiero irme lejos del lugar cuanto antes.
Perrie me golpea el brazo queriendo llamar mi atención, todo lo que digo es sí y deja de molestar.
La madre de Perrie voltea a verme diciendo algo, ruedo los ojos y me quito los audífonos.
-¿Qué?
-Le decía a Perrie que vayan a buscar sus vestidos-me sonríe lo mejor que puede, con un brillo singular en sus ojos.
Me levanto y tomo a Perrie del brazo para caminar a otra sección de la tienda, donde están los vestidos de damas.
-Auch... Ten más cuidado
-Cállate y busca el que más te guste, no soy mucho de compras-me cruzo de brazos, ella rueda los ojos y comienza a husmear entre los vestidos.
Suspiro y veo en la pantalla de mi celular la hora. Tenemos cuatro horas aquí, ni Michelle me hacía esperar tanto, ésto es el colmo.
La boda es en un mes más, y sólo faltan los estúpidos vestidos.
-¿Y cómo vas con Derek?-pregunta distraídamente.
-Terminamos hace casi un mes...-digo seria, voltea a verme asombrada.
-¿No hubo solución?
-No había otra solución, él se besó con alguien más y quién sabe por cuánto tiempo lo hizo, no lo iba a dejar pasar así como así-ruedo los ojos.-se repetiría de nuevo, y nunca hubiera dejado de engañarme, ya sabes...-asiente. Ni sé porqué le cuento.
-Se lo merece. ¿Quién lo diría? El nerd es un rompecorazones-suelta una risita.
Frunzo el ceño en su dirección.
-¿Qué te parece éste?-me enseña un vestido color violeta, con escote de corazón, corte de sirena.
-El que sea, ya quiero irme
-Este será entonces, iré a mostrarselo-dice emocionada y se va.
Mi celular suena anunciando una llamada, lo contesto sin ver.
-¿Si?
-Hija, ¿Cómo les va?-frunzo el ceño.
-Bien...¿Qué pasa?
-Nada, sólo quería saber si no haz hecho nada malo-ruedo los ojos.
-No soy una asesina ni nada por el estilo papá...-lo oigo reír.
-Te enviaré una dirección, cuando terminen vayan ahí
-Claro-digo con fastidio.
-Te quiero, adiós
Cuelgo antes de qué él lo hiciera. Me dirijo a donde Perrie y su madre se encuentran.
-¡Ven vamos a probarlos!-me toma del brazo y me lleva corriendo hasta un probador para después lanzarme el vestido y cerrar la puerta.
Quiero morir.
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No puede ser. Es enorme. Por un momento creí que tendría que compartir habitación con Perrie, pero veo que no será así y me alegro.
Bajamos las tres del auto y miramos a los demás llegar al lugar.
-¿Se imaginan cuántas personas caben? ¿Todo lo que se puede hacer?-habla Evan llegando a mi lado.
-¡Sería la mejor fiesta que se podría hacer en la vida!-grita Connor Igual de sonriente que mi hermano, frunzo el ceño en su dirección.
-No creí que existiera alguien igual a mí-se toca el pecho.
Ay no.
-¡Hermano!-se abrazan.
-Creí que podía ser peor-dice mi mellizo a mi lado.
-Ustedes no harán nada-hablan mi padre y su prometida al mismo tiempo, Evan y Connor hacen puchero.
-Ya dijimos-los señala mi padre y ellos se van a no sé dónde.-¿Qué les parece?
-Es enorme-contesta Will rápidamente.
-Y lejos de la sociedad-comenta también Tristan.
-Para mi está bien-Aidan se encoge de hombros, James asiente de acuerdo.
Malditos antisociales.
-Tristan tiene razón, está súper lejos-habla Kelvin.
-No importa, igual nuestros amigos podrán venir-dice Dylan encogiendose de hombros.
Mis hermanos y yo volteamos a verlos.
-Ustedes son unos antisociales, pero populares, no se van a adueñar de nuestros amigos también-dice Paul molesto, mi padre lo fulmina con la mirada, y el resto de los Malik (menos Shawn) también.
-Es la verdad-me encojo de hombros.
-Ya basta de esta estupidez-dice mi padre.-ya la pagué, pero necesita unos arreglos, así que por el momento ellos vendrán a nuestra casa
-¿QUÉ?-exclamamos las cuatro copias.
-No se aceptan quejas, lo dicho, dicho está y se hará ya llegamos a un acuerdo yo y Melissa
Resoplo, Perrie se lanza sobre mi chillando de alegría.
-¡Compartiremos habitación!
-¡Oh no! Tú no vas a dormir conmigo-la alejo.-mellizos juntos, así que Paul en mi habitación, y tú y Shawn en la habitación de...
-No-me interrumpe mi padre.-Perrie se va a quedar contigo, Shawn con Paul y el resto como quiera. Volvamos a casa
Pateo el suelo y camino al auto con los puños apretados, si fuera posible me explotarían del coraje.
-Esperen, no están Evan y Connor-habla Logan.
Ruedo los ojos. Esa maldita diva y su copia barata.
Camino hacia el bosque, a donde seguramente fueron, ¿Por qué? ¡Porque es lo único que hay al rededor de la maldita casa!
-¡Evan!
-¡Conno!
Kelvin y Bruce comienzan a reír.
-¡Evan!
-¡EVAN, MALDITA LATINA MAL HECHA MAS TE VALE QUE APAREZCAS PORQUE TENGO MUCHA HAMBRE!
-Tranquilo Tris, pensara que te lo quieres comer. ¡DIVA LATINA TRAE TU ENORME TRASERO AL AUTO O TE QUEDAS EN MEDIO DE LA MALDITA NADA!
-¡CONNOR MALDITA SEA!
Nos dividimos en parejas, obviamente mi mellizo viene conmigo ya que si se aleja iremos al hospital juntos.
Por desgracia James decide unirse.
-¡EVAN!
-¡Connor!
Resoplo, estoy harta, cansada por estar cinco horas en la maldita tienda buscando vestidos para la estúpida boda, y Evan decide perderse.
-¡Ayuda!
Los tres nos miramos.
-¡Ayuda por aquí! ¡Miller caído!
Paul y yo corremos al instante por el bosque sin saber exactamente de donde provienen los gritos de Connor.
-¡Connor!
-¡Aquí!
-Es por acá-dice James, lo seguimos corriendo.
Espero no ir al hospital de nuevo.
Llegamos a donde ambos están, y Evan está en los brazos de Connor con sangre en la cabeza, me acerco rapido y asustada.
-Evan, Evan despierta-le doy golpecitos en las mejillas.-¡Evan! ¡Evan despierta!
-Ayudame James
Paul me aleja de Evan para que James y su hermano puedan levantarlo, me cubro la boca y comienzo a llorar.
-Tranquila, va a estar bien, sólo fue un golpe
-¡Está sangrando Paul!
Los seguimos por detrás tratando de salir del bosque que pronto se pondrá oscuro, y eso no sería bueno.
Su cabeza cae de lado, está completamente inconsciente, se ve muy mal y sangra mucho espero que lleguemos rápido al hospital.
-¿Qué fue lo que pasó?
-¡Sólo abre la puerta Dylan! Le gritó y asiente mientras va a la camioneta en la que ellos venían, James y Connor lo dejan sobre el asiento, y Paul y yo subimos.
-James, dile a mi padre-asiente y cierro la puerta.
-Al hospital más cercano, y más rápido que puedas-le da indicaciones al chófer, quién asiente y pone el auto en marcha.
Con mi blusa limpio la sangre sobre su frente, pero no sirve de nada porque sigue sangrado. Buena hora para desaparecer Evan, y para caerte sobre una piedra cuando tu sangre no coagula bien, maldito estúpido.
Mi celular suena y contesto rápidamente.
-¿Qué pasa?
-¿Qué tan mal se ve Evan?
-De uno al diez, ocho
-Me llamas si llegamos tarde al hospital
-Claro papá-cuelgo.
Evan estúpido, no puedo controlar mis emociones y vienes a asustarme de esta manera.