Escucho como abren la puerta de mi habitación.
-Ya estoy despierta...-digo sin ánimos.
-Oh, bueno... ¡LEVANTATE!
Me levanto y voy directamente al baño sin verlo. Me quedo parada frente al espejo mirando mi horrorosa cara.
Tocan la puerta.
-¿Estás bien?
-Sí, es sólo que papá se va a casar de nuevo, ¿Y qué crees? Perrie y yo seremos damas de honor, ¿No es genial?-digo seria mirándome al espejo.
Abren la puerta y todos entran para abrazarme.
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Bajamos del auto y nos encaminamos a la entrada, cada quien se dirige a su primera clase del día, mi mellizo y yo vamos a nuestros casilleros sin muchos ánimos.
-Hola chicos
Ambos volteamos a verla y nos lanzamos sobre ella para abrazarla.
-Will me contó... Se lo qué se siente, y debe ser peor aún si se trata de ellos, pero ustedes sabrán arreglarlo
-Vayamos a clase, quiero olvídarlo por un momento-dice mi mellizo y asentimos.
Entramos al aula, y vamos a los últimos lugares como siempre, el profesor llega y comienza la clase.
¿Por ella nos venimos a Miami? ¿Desde cuándo se conocen entonces?
-Hola preciosa-susurra y besa mi mejilla para luego sentarse a mi lado derecho.-¿Cómo estás?
Volteo a verlo con cara de pocos a amigos y ríe.
-Saldrán de eso
Eso espero, será un poco difícil, pero ¿Imposible? No creo.
Agradezco que ninguno de ellos esté en esta clase, porque los mato, sea quien sea lo voy a golpear hasta más no poder estoy muy enojada y nadie va a poder detenerme. Y si no fuera mi padre también lo golpearía.
Suspiro. Quisiera regresar al pasado, cuando aún no nos veníamos, para evitar eso. Puede sonar algo exagerado y dramático, pero enserio quisiera hacerlo, no quiero compartir apellido con ellos además de que seremos más y ya tengo suficiente con mis hermanos como para soportar a los de Shawn. Shawn es lo único bueno de ellos.
¿Cómo ignorar a ocho personas? Es imposible, vivirán contigo y los verás siempre, cada día de lo que resta de vivir en la casa.
El timbre me saca de mis pensamientos, me levanto rápidamente y salgo de ahí junto a mí mellizo, Derek y Daniela se van a su siguiente clase.
-¡Hey, hey! ¡Esperen!
Mi hermano y yo nos detenemos, nos miramos y volteamos a ver al dueño de la voz. Frunzo el ceño.
¿Ahora todos van a ser amables?.
-¿No han visto a Ryan? Es rubio, se parece a mi y...
-¿Nos crees estúpidos? Son gemelos-Paul rueda los ojos.
-¿Lo vieron?
-No
Nos damos la vuelta para seguir nuestro camino porque llegamos tarde.
-¡Esperen!
-No tenemos la misma clase, y no hemos visto a tu hermano, adiós
-No sean así, los salones son vecinos-dice a mí lado, ambos lo vemos con el ceño fruncido.-no sólo ustedes pueden conseguir información fácil-rueda los ojos.
Doblamos por un pasillo y caigo al suelo con alguien encima.
-Otra vez...-murmuro.
-Lo siento, estaba buscando a éste retrasado-se levanta al instante y ni siquiera me ofrece ayuda, lo fulmino con la mirada y me levanto con ayuda de mi hermano.
Estámos a punto de irnos, pero los gemelos nos toman por los brazos.
-¿Qué les pasa?
-No pueden ir para allá
-¿Se creen dueños del instituto?-hablo por segunda vez en el día con el ceño fruncido.
-Eh...-dicen ambos mirándose el uno al otro.
Me suelto del agarre de Lewis y lo miro.
-¿Qué demonios pasa entonces? No estoy de humor para soportar tonterías en estos momentos, tuve suficiente con el matrimonio de nuestros padres
-No pueden pasar, y es todo lo que tenemos que decir-dice Ryan ésta vez, ambos se cruzan de brazos.
Veo a mi hermano, quién se suelta del agarre de Ryan, doy un asentimiento de cabeza y corremos.-¡Vengan aquí!
Corremos por todo el largo pasillo hasta dar vuelta en una esquina, y es cuando nos detenemos de golpe, casi caemos al suelo por lo resbaladizo que es.
-¿Qué...
-Demonios?-termino.
Tres Strikes seguidos y de un solo golpe.
Pero no siento nada, por lo que frunzo el ceño.
-Alissa...-dice él sorprendido.
Doy media vuelta para irme en dirección contraria, por donde está mi salón, en el que ya debería de estar.
Los gemelos llegan junto a mí corriendo, lo que parece extraño.
-Lo estaban encubriendo...-afirmo.
-No-contestan ambos.
-Bueno sí, pero no por él, por tí-contesta Lewis, volteo a verlo incrédula.-¿Qué? Ahora serás nuestra hermana-ruedo los ojos.
Entro a mi salón y segundos después lo hace Paul, el maestro nos mira.
-Lo sentimos-contestamos al mismo tiempo y nos sentamos.
No me hirió tanto como pensé, es como si no me importara pero lo hiciera al mismo tiempo. Es extraño, no sé qué pensar mi cabeza está en crisis con miles de cosas pasando como fotografías en dónde estamos juntos y luego esto, tan repentino, tan bien oculto.
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Nos paramos frente a la lápida de mi madre, con las flores ya secas, aquellas que traje cuando James me llevó al hospital.
Mi mellizo se pone de rodillas comienza a llorar, coloco mi mano en su hombro en señal de apoyo y consolación.
-Te dejaré un momento a solas Pau-asiente.
Me alejo de él caminando hacia la entrada del lugar.
Es triste ver lo vacío y a la vez lleno que está el lugar, nadie viene a ver a sus seres perdidos, nosotros no veníamos por lo lejos que vivíamos, pero ¿Y los que sí viven aquí? ¿Por qué no vienen a verlos, a caso no los querían o qué? Ellos no se fueron del todo, siguen con nosotros y les gusta que los visiten, no descansan si no lo hacen.
-Hey, hace tiempo que no te veo-volteo a verlo y le regalo una media sonrisa.
-Hola Shawn, ¿Cómo estás?-se encoge de hombros.
-Supongo qué bien, ¿Me acompañas?
-Claro
Comenzamos a caminar lejos de la entrada y lejos de Paul, bastante lejos.
-Me enteré de Derek...
-Sí, supongo que fueron los gemelos
-No, fue Perrie-frunce levemente el ceño, aparto la mirada de él posandola en el suelo mirando mis pies.-¿Los gemelos estaban contigo?
-Sí, quisieron evitar la desgracia, pero no lo lograron-me encojo de hombros.-supongo que no me importa como debería, quiero decir, mirame no estoy llorando como una magdalena preguntándome el porqué. Además, mi madre me dijo un día, «Nadie merece tus lágrimas, ni siquiera yo» y aquí estoy-sonrío triste.-ni siquiera lloré cuando murió, como ella lo pidió, por algo lo dijo
-Nadie vale la pena realmente si hace algo como eso cuando supuestamente te quiere-asiento sin verlo.-¿Qué vas a hacer?
-¿Qué se supone que haga?
-Hablar
-Tal vez lo haga, no tengo ánimos de nada
Nos detenemos frente a lo que parece una casita color beige, resalta de todas las demás, Shawn se agacha un poco para dejar las flores blancas.
-Hace tiempo que no venía, no recordaba que estaba ésto-toca el techo de la casita y se aleja colocando ambas manos en sus pantalones.
-Te pareces a él-señalo con la mirada la fotografía dentro de la casita.
-Sí, mi madre me lo dice todo el tiempo...-dice después de un suspiro.-Alissa
Volteo a verlo, ésta vez él no me mira a mi sino a su padre.
-Sé que no estás de acuerdo con el matrimonio, no todos lo están, pero deberían pensarlo-voltea a verme.-todos tenemos segundas oportunidades, nuestros padres perdieron a seres amados y merecen esa segunda oportunidad
Aparto la mirada de él posandola en la casita.
-Mi papá murió minutos antes de qué Dylan naciera, no llegó al hospital siquiera, creció sin un padre, James también, Perrie y yo no tenemos recuerdos al igual que Connor
-Nosotros tampoco...-murmuro y una lágrima resbala por mi mejilla derecha.-nuestros hermanos nos cuentan historias, pero realmente no sabemos si son ciertas porque no recordamos nada, Tristan nació de milagro, es todo lo que sé...
-¿Lo ves? Ambos necesitamos lo mismo, cariño
-No es lo mismo Shawn-lo miro.-no se sentirá igual
-¿Cómo sabes? ¿Lo han intentado?-niego.-entonces no sabrás hasta que pase
Sollozo y limpio las lágrimas de mis ojos, pero no sirve de nada porque siguen saliendo sin parar. De repente siento a Paul abrazandome también sollozando, Shawn se une al abrazo.
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Abro la puerta de mi habitación llevándome una gran sorpresa.
Un oso grande, con un gran sobre en sus brazos, me acerco lentamente y tomo el gran sobre en mis manos.
Saco un pedazo de tela blanca como de seda doblada, la suelto un poco y rueda hasta llegar a la puerta de mi habitación, en ella se narra «PERDONAME» con letras color rojo, dejo caer el sobre por accidente y de él sale una tarjetita, la levanto.
Sal al patio trasero, te estoy esperando.
Derek.
Salgo de la habitación y voy a donde me pide arrastrando mis pies.
Ahí está, parado viendo la alberca dándome la espalda, abro la puerta de vidrio para salir.
Me paro junto a él sin decir nada, sin verlo.
-Debo explicarte, yo...
-Ella te besó, ¿No?-no dice nada.-me sé de memoria esas excusas Derek, no soy estúpida, no voy a perdonarte por ser la primera vez porque volverá a pasar, siempre vuelve a pasar y volvería a perdonarte pero volvería a pasar, siempre vuelve a pasar es como una cadena sin fin
-Alissa, te prometo, te juro por lo que más quiero que no vuelve a pasar, yo te quiero y no quiero que...
-No Derek, no voy a perdonarte, esto hasta aquí llegó no quiero ser una estúpida más yo me doy a respetar y eso ha sido una falta de respeto Derek-lo miro a los ojos. Creo que tenía que verlo a los ojos para poder llorar, demostrarle que aunque aparento fuerza él pudo hacerme daño.-vete de mi casa
Me doy vuelta y camino de regreso a la casa, donde están todos observando la escena desde adentro.
Me detengo y volteo a verlo.
-Ah y llévate lo que has dejado en mi habitación
Sigo mi camino a la puerta.
Tristan la abre y me abraza.
-Le daré su merecido a ese hijo de puta
-No Evan, déjalo ya se va-digo sin separarme del pequeño Tris.
-No, a él le hacen falta unas bofetadas bien buenas-dice Madison, Daniela asiente de acuerdo.
-Sólo dejenlo, no le tomen importancia-me alejo de Tris.-estaré en la cocina comiendo helado hasta morir por una congelación de cerebro
-No hay helado
Me detengo.
-Bueno, entonces estaré en Rosie's comiendo helado hasta morir por congelamiento de cerebro
-¡Yo quiero!-escucho a Tristán y es el primero en salir corriendo de casa.
Sonrío.