La puerta se abrió dejándome ver a mi madre y a mi papá detrás de ella, Alex rió viendo la escena de mi mamá retando a mi papá por parecer un niño.
—Hola mamá. —Sonreí y la abracé.
—Jeffrey, hijo te extrañe demasiado.
—Hola, Alex. —La oí presentarse mientras mi papá la abrazaba.
—Richard.
Me separe de mi mamá y ella se presentó con Alex.
—Hola cariño, soy Sandy.
Alex le sonrió sólo como ella sabía hacerlo y se acercó para poder abrazarla. Con sólo ver a mi mamá recibiéndola en sus brazos sabía que ya se la había ganado.
Los cuatro entramos a la casa, esta seguía decorada igual debe el día que me fui hace bastante años atrás, si bien había uno que otro pequeño retoque, este no cambiaba el aspecto de la casa.
Alex miraba con una sonrisa cada lugar, sus ojos se posaron en una foto antigua mía, me miro con una ceja alzada e hizo un ademán hacia la foto.
—Bastante punk Morgan.
—Tuve un pasado oscuro. —Agarre su mano cuando estuve a su lado.
—Te ves atractivo.
Reí y la guíe a la sala de estar, ambos nos sentamos mientras mis padres hacían lo mismo.
—Jeffrey dijo que era tatuadora. —ella asintió.
—Si, me dedico a eso.
—¡Eso es maravilloso! —Alex rió ante el entusiasmo de mi mamá.
Todos seguimos hablando hasta que tuvimos que irnos a nuestro hotel, ambos estábamos cansados y queríamos descansar un poco antes de tener que marcharnos al otro día. Las visitas a nuestras respectivas familias había sido un éxito, y eso era más que un relajo para ambos.
Abrí la puerta de la habitación del hotel, ella se subió a mi espalda mientras besaba mi mejilla, ambos reímos, Alex se bajó y yo me voltee para poder quedar frente a ella.
—Quiero que... —dijo y paro mientras se mordía el labio.
—Quieres que cosa amor.
Alex me miro nerviosa.
—¿Hagamos el amor?
Me atoré con mi propia saliva, y la mire.
—¿E-Estas segura? Digo, o sea... —Baje la mirada y volví a mirarla —Hágamoslo.
Ella sonrió y se acercó a besarme.