—Hija despierta. —Dijo mamá asustada.
Abrí mis ojos al momento un poco asustada.
—¿Qué acaba de pasar mamá?.
—No se hija estaba acostada y escuché gritos, así que corrí hacia acá y te vi, parecías poseída. —Dijo asustada.
—Bueno, ya no importa mamá, ya todo paso, solo fue una pesadilla. —Dije abrazándola
Salio de mi cuarto y al instante coloqué llave, estaba sorprendida, la última vez que me vi estaba en un callejón oscuro y esa chica me tocó el pecho.
Me quedé pensando por un momento así que acerqué mi mano a mi pecho, al tocarlo un ardor apareció, con cuidado alejé un poco la camisa de mi pecho para ver que tenía.
Mi alarma sonó asustándome, vi que era tarde así que me cambié lo más rápido posible y me dirigí hacia mamá.
—Mamá, ¿Puedo preguntarte algo?.
—Claro hija.
—¿Cómo llegue a acá anoche?.
—Mamá me miro confusa al momento. —No se hija, yo no estaba acá en ese momento y cuando llegue te encontré durmiendo en tu cama.
—Ah ok, gracias mamá.
—Espera hija. —Me tomó del brazo. —¿Te sientes mal?.
—No, no me pasa nada, no te preocupes mamá. —Dije. —No sabes si trajeron mi auto.
—Si hija, allí en la cochera esta.
Fui y tomé el auto, mientras iba en el camino pensaba en lo que paso ayer, me desmalle en un callejón y desperté en mi cama«¿Cómo fue? ¿Quién me trajo? ¿Cómo lo hizo?». Todo se me venía a la cabeza cuando de pronto miréy la vi, la iba a chocar, cruce y frene al instante.
Me bajé de allí a ver si no le había pasado nada a esa chica, pero cuando lo hice no estaba, uno de los conductores que estaban atrás bajo de su auto y empezó a gritar que me moviera pero me impactaba todo esto.
«¿Por qué me pasa esto solo a mí?.»
El conductor se acercó a mí agresivo, pensé que me golpearía, pero otra señora mayor se acercó no sé de donde salió solo se que dijo:
—Sé lo que te esta sucediendo, vamos a mi casa.
Caminé hacia mi auto y la deje subir, fue un camino largo y durante ese tiempo ninguna habló hasta llegar a su casa.
—Pasa. —Dijo abriendo la puerta de esa hermosa casa. —Siéntate.
Me senté en uno de sus sillones y ella se colocó en frente de mí.
—¿De qué me hablaba cuando dijo eso?.
—Sé lo que te sucede, soy vidente, también la vi.
—¿Qué vio señora?. —Dije comenzando a asustarme.
—Toma mi mano. —Dijo ignorando lo que había dicho. —Tenemos que acabarla.
—De que habla señ... —No termino la frase.
—Calla. —Dijo tomándome las manos fuertemente. —Cierra tus ojos.
Asustada los cerré, ella empezó a llamar a demonios creo, decía cosas como:
—Ya es la hora...Vengan...Es su tiempo...Ella a vuelto...Necesitamos de su ayuda...Y lo último que escuché...Demonio Raby acabas aquí.
Un temblor empezó a sentirse en esa casa al terminar esa frase, solté un grito del miedo que tenía.
—Silencio, ella se alimenta del miedo, esta aquí.
El temblor empezó a sentirse más fuerte, escuchaba como todo caía, solté las manos de esa señora, abrí mis ojos he intente correr.
—¿Qué has hecho?. —Gritó.
Al mirarla tenía los ojos completamente blancos, corrí hacia la puerta pero se colocó el seguro solo, intenté quitarlo pero no podía, miré a la señora y está estaba agarrándose el cuello, al soltarlo vi que tenía unas marcas rojas como si la hubiesen ahorcado.
—Ayúdame por favor. —Dijo la señora.
Corrí para tomar su mano pero un viento fuerte me lanzo contra la escalera haciéndome sangrar en la frente.
Seguía mirando a la señora, intenté levantarme pero no podía, la señora empezó a sangrar por la boca, y de un momento a otro cayó al suelo y comenzó a arrastrarse hacia la cocina, intentó levantarse pero volvió a caer haciendo que unos cuchillos cayeran, pero solo una cayó en su espalda, algo empezó a arrastrarla por las paredes, me levanté como pude para ayudarla pero el cuchillo que estaba en su espalda salió y fue lanzado hacia mí cortándome un poco el brazo.
Agarré un pedazo de tela y lo amarre en este, tomé la mano de esa señora y en ese momento cayó encima de mí, llenándome toda de sangre.
—Corre, busca ayuda por favor, no dejes que me muera.
La recosté en el piso y me levanté corriendo, partí la ventana de la puerta con una silla y intenté salir, me corte un poco pero logre caer al piso saliendo de allí.
—Ayuda, por favor. —Grite.
Al mirar a un lado de la calle vi a una luz que venía hacia mí, escuché que gritó alguien pero cuando vi bien era un auto...
****
—Marilyn despierta. —Escuché decir a lo lejos.
Abrí mis ojos lentamente.
—¿Qué hago acá en el hospital?. —Dije asustada.
—Cálmate ya todo esta mejor.
—¿Qué haces acá Joe?. —Pregunté.
—Iba pasando cuando te vi salir de la nada, no me dio tiempo de frenar y te choque, de verdad perdóname, no lo vi venir. —Dijo lamentándose.
—No te preocupes. —Dije. —Necesito que me ayudes, salgamos de acá.
—No puedes, el doctor dijo que estabas sangrando en la cabeza, tienes cortadoras y no se sabe si sufriste algún otro problema por el choque, necesitas descansar.
—Necesito salir de acá, necesito ayudar a una señora, por favor sácame de acá. —Dije llorando.
En ese momento me ayudó a levantar y salimos como pudimos de allí, me monto en su auto y fuimos directo hacia esa casa.
Paso un largo rato pero al fin ya estábamos llegando, por suerte había dejado mi auto en la entrada así que sabía cual era la casa.
—Allí. —Dije señalando mi auto.
Llegamos y me sorprendí.
—Pero...Pero...¿Qué paso aquí?. —Dije asustada.
—¿Estás segura que es aquí?.
La casa estaba completamente distinta, está parecía que hubiesen años sin vivir una persona acá, estaba sucia, llena de telarañas, los vidrios estaba rotos y la pintura de la casa se encontraba decolorada.
—Está era la casa de esa señora. —Dije llorando. —Cuando llegue hace rato, todo esto era distinto, esa casa era hermosa en cambio está...está es una porquería.
—Ya, cálmate por favor.
—Necesito entrar.
—No ¿Qué piensas hacer?.
—Déjame, solo quiero pasar.
Salí del auto y caminé hacia esa espeluznante casa, abrí la puerta la cual hizo un chillido aterrador en ese momento.
Al entrar vi que todo estaba sucio y habían muchas telarañas, algunas cosas estaban cubiertas con sabanas y otras con telas, unas ratas saliendo de la cocina asustándome en ese momento, subí hacia los cuarto y pase por el baño pero todo estaba igual, sucio y con telarañas, no había rastro de esa anciana.
Abrí la puerta vi salir a un señor de la casa de al lado, caminé hacia él y le pregunté:
—Disculpe señor pero ¿No sabe que paso con la señora que vivía allí al lado?.
El señor me miró confuso y dijo:
—¿De qué me hablas?.
—La señora que vivía en ese casa. —Dije señalándola. — Una anciana de cabello blanco, no tan alta y medio gordita.
—Esa señora murió hace años.
Un escalofrío entró en mi cuerpo, Joe se acercó y preguntó que pasaba a lo cual respondí que nada, caminé hacia mi auto y me fui sin saber que pasaría con Joe.
Al llegar a mi casa me recosté en mi cama, estaba muerta de miedo.
—Vi...vi a una...muerta.
Tenía mucho miedo, nunca me había pasado nada igual y me extraña que me este pasando ahora.
En ese momento mis ojos se abrieron completamente.
—Después de que la conocí a ella. —Dije pensando en esa chica extraña. —Después de eso empecé a sentir y ver cosas pero ¿Por qué yo?.
Todo esto era completamente extraño y en parte peligroso, pero aún así quería saber la verdad, quería saber lo que pasaba, quería saber que tenía esa chica.
Y para poder lograrlo tengo que conocerla...