NIKLAS I (Let me love you)

By may_be_may

127K 7.7K 2.3K

Libro #1 Él está destruído por dentro. Ella tiene una vida casi perfecta. Él está resentido consigo mismo... More

Prólogo.
Capítulo 1: Último mes en Colombia
Capítulo 2 : Adiós vida.
Capítulo 3: "Ningún chico encontraría algo sexy en ti, ni siquiera ese vestido"
Capítulo 4: El chico arrogante de la tienda de ropa
Capítulo 5: -¿Nadie te ha dicho que torcer los ojos es de mala educación?
Capítulo 6: ¿Estás segura de que tienes cerebro?
Capítulo 7: Por favor que no sea un nunca más.
Capítulo 8: Los Neumann
Capítulo 9: Navidad.
Capítulo 10: La gran gala (Parte I)
Capítulo 11: La Gran Gala (Parte II)
Capítulo 12: Olvidar.
Capítulo 13: It's over.
Capítulo 14: Me gusta.
Capítulo 15: ¿Puedo sentirme feliz y contenta después de todo esto?.
Capítulo 16: San Silvestre.
Capítulo 17: Nochevieja
Capítulo 18: Año nuevo, vida nueva.
Capítulo 19: Hablemos
Capítulo 20: Tú mereces algo mucho mejor
Capítulo 21: ¿Puedes hacer algo por mí en este momento?
Capítulo 22: ¡Al diablo con la amistad!
Capítulo 23: Púdrete en toda tu mierda y déjame en paz
Capítulo 24: Me estás volviendo loco
Capítulo 25: ¡Dormiremos en el sofá!
Capítulo 26: Él no sabe manejar este tipo de situaciones.
Capítulo 27: Déjame correr el riesgo
Capítulo 28: ¡¿Esperan a alguien?!
Capítulo 29: Papá.
Capítulo 30 : ¿Qué sucede?
Capítulo 31: Lo que quiera la princesa.
Capítulo 32: Where are you now that I need ya?
Capítulo 33: No eres nada.
Capítulo 34: Celos
NOTA DE AUTOR : Feliz Navidad 2016!
Capítulo 35 : Let me love you (Déjame amarte).
Nota de autor: ¡Importante!
Capítulo 36: ¿A qué le temes?
Capítulo 37: Me estoy enamorando perdidamente de ti.
Nota de autor: Capitulo 37 para el miercoles.
Capitulo 38: Verdades.
Capítulo 39: Julia
Capítulo 40: Es complicado
Capítulo 41: Café Bistro.
Capítulo 42: ¿Error?
Nota de Autor: ¿Y el capítulo 43?
Capítulo 43: Por tonta.
Él, el chico que no merecía amor.
Capítulo 44: Y tú me importas mucho más.
Capítulo 45: Me sacas de quicio.
Capítulo 46: Feliz cumpleaños querido y viejo amigo, Nik.
Capítulo 47: Una parte de mi yo del pasado estaba volviendo.
¡Book-Trailer!
Capítulo 48: Podría besar a esta mujer toda la vida si era necesario.
Capítulo 49: ¿Recuerdas todo eso?
Capítulo 50: ¿Era todo resultado del dichoso Karma?.
Capítulo 51: ¿No podría ser tan malo cierto?.
Capítulo 52: Él sabía perfectamente a lo que estaba jugando.
Reto a mi personaje principal : Willi Heine.
Capítulo 53: Estaba destrozado, la quería de regreso.
P E R S O N A J E S
Capítulo 54: Aquí el tigre...La manada está a la espera.
Nota de autor: Final de la novela
Capítulo 55: ¡Despídete de ella!
Capítulo 56: Te amo y siempre lo haré
Segundo libro.
Niklas (As long as you love me)
Encuentrenme en Sarahah
Regresé, me extrañaron?
Una explicación a todos mis lectores

Epílogo

1.7K 86 77
By may_be_may

"Ella había puesto tres puntos suspensivos a la historia, él borró dos. ¿Y el destino?"
-may_be_may

Salomé Méndez:

Cuatro años después:

Los recuerdos son una forma de aferrarte a las cosas que amas, las cosas que eres, las cosas que no quieres perder. Algunos recuerdos son inolvidables, permanecen siempre vividos y son conmovedores. Hay recuerdos que el tiempo no borra. Y en definitiva, el tiempo no hace la pérdida olvidable, solo superable.

Mi vida ha tenido dos fases cruciales. Mi yo antes de él y mi yo después de él. La diferencia es que, ahora he crecido y he madurado. He sabido enfrentarme con problemas más serios y no me he dejado llevar por pequeñeces.

Nunca más volví a saber de Nik, hasta hace unos días.

Casi cuatro años que, aunque no fueron del todo malos, fueron muy diferentes a como me imaginaba el futuro en aquel entonces que estaba con él.

Se suponía que mi futuro era él.

Pero la vida tenía otro plan para mí y de alguna manera supe aceptarlo. Tenía que hacerlo.

No me aferré a él en ningún momento, ni a la idea de que regresaría. Por más que lo amara yo no era así, no me echaría a morir por ningún hombre. Los primeros meses fueron difíciles pero luego volví a levantarme. No me eché a morir por Nate, y aunque la pérdida de Niklas fue millones de veces más dura, tampoco fui capaz de hacerlo por él.

Él me enseñó a siempre ponerme en el primer lugar–aunque para él siempre fueron primero más importantes los demás– y eso era algo que no dejaría de hacer.

Me pregunté todo el tiempo sobre en qué lugar se encontraba, si me estaría pensando y extrañando tanto como yo a él. Si se sentía bien o no, si era feliz o no, si estaba con alguien más o no. Hasta que un día de repente dejé de hacerlo.

Debía continuar con mi vida y apreciarlo a él cómo un maravilloso recuerdo.

Acababa de terminar mi Bachelor en Biomedicina y a penas tenía veinte años. Comencé a estudiar días después  de haber cumplido los diecisiete y después de graduarme del College, viaje a Colombia con Lilly de vacaciones e hicimos un Tour por Suramérica con Melanie. Las dos necesitábamos distraernos y olvidar.

Aunque supiéramos que olvidar sería imposible.

No había planes en el futuro de Melanie que no me incluyeran y viceversa. Habíamos aprendido a convivir la una con la otra en nuestros años de estudio y ninguna había abandonado el sueño de comenzar a estudiar la carrera que deseábamos. Así que decidimos terminar juntas nuestro Bachelor y seguidamente–en vez de continuar con el Master– postularnos para la carrera de Medicina y Odontología.

Con Gregor siempre hacíamos algo los fines de semana. Con bastante dedicación, había también utilizado el regalo de Navidad que me habían dado mis padres y sacado mi pase de conducir. Así que también tenía mi propio carro. En las tardes de vez en cuando trabajaba en un café para ganarme un poco de dinero extra.

Iba muy poco a Berlín, por la distancia tan grande que había de Marburg hacia allá. Pero en ocasiones especiales como cumpleaños, fiestas familiares, Pascua, etc, siempre estaba allá visitándolos.

Mamá seguía trabajando con los voluntarios y al mismo tiempo en los proyectos de los Neumann. A los Heine los habíamos visto un par de veces en las galas comunitarias, pero Saskia más que una sonrisa no me regalaba. Y casi siempre terminaban yéndose muy temprano.

Al parecer la relación entre los Neumann y los Heine había mejorado bastante, aunque Melanie nunca me contó porqué se habían alejado antes.

Esteban seguía con su novia de siempre y venían más seguido a Alemania. Con Melanie habíamos ido un fin semana largo a Lisboa a visitarlos. La chica me caía bastante bien y se notaba que estaba enamorada de mi amigo.
Gabriel y Charlotte también seguían de novios, siempre se les veía realmente enamorados.
Yo sabía a la perfección que los dos conocían el paradero de Willi y de Niklas, pero nunca–ni estando borrachos– mencionaron palabra alguna sobre ese tema. Lotti lo evitaba a toda costa y yo no quise insistir más. Aunque a veces resultaba incómodo pasar mucho tiempo a solas las dos o en su defecto los tres.

Felix también se reunía de vez en cuando con nosotros, pero ya no tan seguido como antes. Se reunía con nosotros más que todo cuando Gabriel hacia presencia. Gabriel había terminado su Master hacía unas semanas y había comenzado a trabajar por voluntad propia con su padre. Pero seguía viviendo en Hamburgo.

Felix y Gregor se habían vuelto amigos inseparables, eran tal para cual, si me lo preguntan. Sin embargo hacían más que todo cosas juntos con sus parejas, sin incluirnos. Edra y Felix habían estado saliendo un poco más de un año, pero la relación al final no funcionó y habían decidido dejarlo ser. Pero ese chico no necesitó más de dos meses para reemplazarla.

Supe de Niklas hace unos días, cuando leí un artículo sobre uno de los médicos más exitosos del momento.

"Dr. Med. Heine, visita New York para dar conferencia acerca de las posibilidades de encontrar cura para el cancer"

En el artículo jamás mencionaron palabra alguna sobre su residencia, y mi búsqueda por más de tres horas en Google fue en vano, en definitiva, él no quería ser encontrado. Sólo habían fotos de él y de su visita a hospitales infantiles o a países de escasos recursos.

"Cabe resaltar que este médico, que ha adquirido fama, no sólo por sus conocimientos y proyectos, sino también por su físico, dejó a más de una sin aliento, el día de la conferencia. Estaremos atentos a nuevas noticias de este enigmático doctor".

Finalizaba el artículo.

Una sensación de orgullo se adueñó de mi corazón. Niklas había logrado terminar su carrera con méritos y estaba realmente cambiando el mundo y ayudando a los demás, cómo siempre se lo propuso.

(...)

—¿Amor estás bien? ¿Dónde pongo esta caja?— interrumpió Nate al entrar a la habitación de la nueva casa.

Melanie y yo habíamos recibido una plaza para medicina y odontología en la Universidad de Frankfurt. Más tarde iríamos a inscribirnos oficialmente.

—En la habitación del fondo a la izquierda— sonreí—Gracias.

Nate había hecho su semestre de intercambio en Darmstadt y aprovechaba cada hora libre para irme a visitar. Empezamos como amigos pero yo siempre supe de sus intenciones. Y de alguna manera, fue él mi apoyo en todo el proceso tan difícil que significó para mí la partida de Nik.

Nos acercamos mucho más y hace poco menos de un año, después de insistirme e insistirme, acepté que lo intentaramos. Antes de eso, se había ido a Colombia a continuar con su carrera y ahora para su último año, pidió cambio para Darmstadt para terminar su carrera y empezaría un Master en inglés, por su puesto.

Yo notaba su esfuerzo y lo apreciaba.

Ahora que estudiaría aquí, estaríamos a solo media hora de distancia el uno del otro.

Él me daba mi espacio y comprendía mis decisiones. La relación marchaba bien, era un poco más madura y debo decir que Nate era más sumiso que en nuestro primer noviazgo.

—Tengo que ir a lo de las inscripciones, ¿Podrías continuar tú? Las cajas verdes van en la habitación del fondo y las azules las puedes dejar aquí en la sala. Mel ya viene en camino, pero la inscripción para Odontología es más tarde.

—Claro amor,no te preocupes. Ya no falta mucho. ¿Cenamos esta noche?.

—Por supuesto—dije dándole un beso casto en sus labios.

Me dirigí de prisa a la universidad.

Frankfurt era una ciudad muy bonita y moderna, tenía cierto aire a New York City y eso me gustaba bastante. La Universidad de Frankfurt era muy reconocida en medicina y en muchísimas otras carreras,sobre todo en finanzas. Aquí se manejaba todo el dinero de Alemania y de hecho era la sede del Banco Central Europeo.

(...)

— ¿Mendéz? ¿Miss Mendéz? ¿Se encuentra bien?

—Eh Sí, sí. Lo siento me distraje por un momento. ¿En qué íbamos?—La forma en que esta mujer pronunciaba mi apellido me causaba mucha gracia. Los Alemanes tienen un acento español algo divertido.

—Éste es el último formulario que tiene que llenar— dijo mientras me daba tres hojas llenas de preguntas— Cuando termine, simplemente firme y me lo entrega, y recibirá de mi parte su hoja oficial de Matriculación y una Chip Card estudiantil para prestar libros en la biblioteca, poder utilizar las líneas de buses y trenes de este estado y gozar de otras prioridades como estudiante— explicó con una sonrisa de oreja a oreja y llena de orgullo, como si me estuviera entregando el bono ganador de la lotería.

Me senté en una silla que estaba libre y seguidamente llené el formulario. Luego entregué todo lo que tenía que entregar y oficialmente estaba matrículada para mi primer semestre de Medicina en la Universidad de Frankfurt. Estaba tan emocionada, que no veía la hora de llegar a casa y alistarme para salir a celebrar.

Me había costado tanto llegar hasta aquí. Había dejado a tantas personas en el pasado, personas que quisiera tener en este momento a mi lado. Pero las cosas pasan por algo, siempre hay un motivo para que la vida cambie. Había quienes llegaban a tu vida y le daban un giro de trescientos sesenta grados, había quienes te enseñaban a ser tú misma, quienes te enseñaban a arriesgarte y a luchar por lo tuyo. Esos que te mostraban que la vida estaba llena de mierda, que para muchos los defectos valen más que las cualidades positivas, pero qué lo más importante era el valor que uno se daba a sí mismo.

Ahora por fin estudiaría lo que siempre quise. Era mi momento para continuar con mi nuevo comienzo. Era mi oportunidad de empezar de nuevo y tratar de hacer las cosas correctamente.

Niklas Heine:

Nueva Zelanda había sido la mejor opción para papá. Según él, su notable aislamiento geográfico, me facilitaría un nuevo comienzo y de cierta manera, tuvo razón.
Nuestra primera opción había sido Auckland, pero después de dos semanas, terminamos mudándonos a Wellington. A mí me daba igual el lugar, pero Willi dijo que se sentiría más a gusto en la capital.

Que él haya decidido acompañarme en este nuevo comienzo, lo vi como una locura. Y sabía que su felicidad estaba al lado de Melanie. Pero también conocía a Willi y sabía que quedarse tampoco estaba entre sus opciones. Me sentí culpable, como siempre, pero él supo sobrellevar muy bien las cosas y a decir verdad me llenó de ánimos diariamente para no decaer y seguir adelante con mi vida, a pesar de renunciar a los más bello que tenía.

Él tenía razón, yo lo necesitaba.

Solo, no hubiera podido soportar el dolor que me causaba mi decisión.

Gabriel siempre me contaba sobre Salomé, sobre lo que hacía, su grado de College, sus presentaciones de baile, el comienzo de su nueva carrera de Biomedicina etc. Pero desde hacía ya dos años yo había dejado de preguntar por ella. Debía pasar la página y dejarla continuar, por más difícil que pareciera.

Thorndon, era un vecindario bastante concurrido por el significado histórico de sus calles. La gente sin embargo, no me molestaba para nada. Me encantaba sentarme en el balcón a leer un libro o a estudiar, mientras veía la ola de transeúntes, caminar de una lado a otro y tomar la típica foto para el recuerdo.

Recuerdos...

Cada vez que estaba solo no hacía sino recordar los momentos que viví con ella.
Me dolía aún el hecho de no haberla amado como debí hacerlo. Pero para eso ya era muy tarde.

En Wellington siempre había algo que hacer, desde tomar el ferry a Matiu o a la Isla Somes y de ahí a Days Bays y disfrutar de un helado en la playa, hasta ir a ver un partido de Rugby en el estadio Westpac. A veces me iba los domingos al mirador de Mount Victoria a disfrutar de una mágica vista a la ciudad y a meditar sobre mi vida y mi futuro.

Mi hermano y yo nos habíamos unido bastante y en esta ciudad sólo respirábamos tranquilidad.

Me gradué de mi carrera a los veinticuatro y con honores y llevaba un poco más de medio año trabajando para una firma en pro de proyectos contra el cancer y ayudas internacionales, lo que siempre me ha gustado hacer. Comencé a trabajar para esa firma cuando estaba en el noveno semestre, por lo que ya tengo bastante experiencia.

Gabriel, Esteban, Gregor y Felix, han venido ya dos veces a visitarnos y el verano pasado nos encontramos en Tel Aviv para compartir juntos. Obviamente Salomé desconocía el hecho de que Gregor y yo estábamos en contacto, pero nos habíamos vuelto muy amigos.

Tuve un par de relaciones pasajeras o sólo por recrear la necesidad, ya saben, soy hombre. Pero nada que pudiera compararse ni con la cuarta parte de lo que sentí por Salomé.

Nadie sabía dónde vivía, ni donde me encontraba y es que se puede ser invisible fácilmente si se quiere.

Tenía un blog anónimo que se había vuelto muy famoso, contando mis experiencias como médico y como ser humano. Me servía para despejar un poco la mente.

Ya no tenía miedo de mí mismo, ni sentía la necesidad de salir corriendo. Había alcanzado cierto balance y estaba satisfecho con eso.

Ahora estaba aquí y regresar me ha costado mucho. La vida me ha puesto pruebas muy duras y ni siquiera mi niñez ha sido fácil. Que me alejaran de la persona que amo no fue más que mi culpa y eso era algo de lo que me había arrepentido toda mi vida. La amé cómo nunca antes había amado a nadie y aunque creí haberlo dado todo, hoy sé que no fue así, se que merecía más, mucho más que lo poco que le ofrecí.

Pero aquí estoy, una vez más, empezando de cero. Ya perdí la cuenta de las veces en que lo hice. A veces pienso en ella, pero no como antes. Pienso que me cambió la vida, pero ya no me atrevería de hablar de amor.

Estoy aquí para dedicarme a lo que me gusta y lo aprovecharé al máximo por qué de lo único que estoy orgullo es de mi trabajo...¿Lo demás? Lo demás me vale mierda.

~•~

Casi cuatro años sin pisar suelo Alemán y se sentía extremadamente raro y a la vez bien estar en casa.

—Hijo, estamos tan orgullosos de ustedes. ¿Cierto Mark?— dijo mamá dándole un codazo a papá para que hablara.

Asintió sigilosamente y luego sonrió. Mamá puso los ojos en blanco.

—Podrías por lo menos mostrar un poco de entusiasmo— inquirió.

—Lo haría, pero estas maletas están muy pesadas—respondió papá soltando una carcajada. Intentaba bajar las maletas del auto y adentrarlas a casa.

Se le veía mucho más joven y tranquilo. Eso me gustaba.

—Déjame hacerlo—respondió Willi.

—¿Cuánto tiempo estarás dando los seminarios?—preguntó mamá con curiosidad.

—Tres meses—respondí.

—¿Y luego?—preguntó papá.

—No lo sé—me encogí de hombros—Lo que salga.

—¿Cuándo sale su tren mañana?—preguntó mamá de nuevo.

—Creo que a las tres de la tarde—respondió mi hermano—No estoy seguro, debo mirar otra vez.

—Bueno, mujer—dijo papá—Déjalos llegar primero, tú y tu preguntadera—continuó—Hemos visto tu artículo en el New York Times, así que eres el médico rompecorazones—bromeó—Nos han felicitado bastante en la empresa y en el gremio—dijo orgulloso.

—Es que Nik es un duro—dijo mi hermano.

Definitivamente se sentía bien estar en casa. Aunque fuese sólo por algunas horas.

Ese día cenamos y charlamos sobre todo lo que había pasado estos últimos años. Ellos también nos habían visitado un par de veces. Mi relación con Mark tomó un giro rotundo y realmente nos sentíamos cómo una familia.

Ahora que lo pensaba mejor, a pesar de no tenerla en mi vida, pienso que realmente lo mejor fue alejarme.

En ningún momento ni papá, ni mamá mencionaron su nombre por ningún lado de la conversación. Por lo cual estaba agradecido. Sabía que ella ya no vivía en Berlín, que se mudó hace algunos años para ir a estudiar; fue de las cosas que los chicos me contaron, así que no había posibilidad de encontrármela por aquí.

Estaba listo para empezar con mis seminarios, sería todo un desafío.

Salomé Méndez:

—¿Cuándo vendrá Nate de nuevo?—preguntó mi amiga sin ánimo. Sabía que no gustaba de él y que probablemente jamás lo haría.

—No lo sé—me encogí de hombros—supongo que el fin de semana.

—¿En serio? ¿No es un poco asfixiante ese chico?— preguntó con recelo.

—¡Mel!, ya hemos hablado de esto. Sabes que lo quiero.

—Quererlo y amarlo son dos cosas diferentes—espetó.

—¿Lo dices por Owen?—reí.

Ella frunció el ceño y puso los ojos en blanco.

En la semana de bienvenida de la universidad, uno de nuestros tutores encargados de mostrarnos el Campus y de guiarnos, había puesto el ojo en Melanie. Y ya que estaba, según ella "como para chuparse los dedos", ella no dudó en hacerle caso también.

El chico era divertido, pero yo sabía que éste,junto con los otros cien pasados, tampoco ocuparía el lugar de Willi. Ni se parecían en lo más mínimo.

—Bien—soltó un resoplido—Tú ganas. ¿Estás lista?.

Los primeros dos semestres los pasaríamos juntas, en el tercero los estudiantes de odontología tendrían otras materias y en cuarto volveríamos a encontrarnos por un semestre más.

Ya que Melanie y yo habíamos terminado un Bachelor con algunas materias en común en medicina, nos habían validado algunas prácticas, por lo que–en comparación con el resto–tendríamos bastante tiempo libre.

Nuestro departamento estaba sólo a diez minutos en bicicleta del Campus.

Yo estaba realmente emocionada, porqué al fin, comenzaría con la carrera de mis sueños.

Al entrar en el gran salón, nos dimos cuenta de que al menos los tres primeros semestres los invertiríamos en conocer a nuestros compañeros, ¡éramos aproximadamente quinientos estudiantes!

Empezamos las lecciones de Anatomía y debo confesar que estaba encantada con lo que se venía. Por la plataforma Online de la universidad, nos habían separado en grupos para algunas clases, ya que éramos muchos.

Al terminar la clase de Anatomía, cada uno se dirigió al salón que le correspondía. Algunas caras ya conocidas, de la semana de bienvenida, hicieron presencia en el Salón. Melanie había quedado en otro grupo diferente al mío y decidimos verlo positivamente. Ella conocería a gente nueva y yo a otro grupo, y así tendríamos más opciones para hacer amigos.

Entrar a medicina era extremadamente difícil, por lo que mucha gente que estudiaba con nosotros tuvo que esperar–cómo nosotras–por muchos semestres, para poder conseguir una carta de admisión. Había gente desde los dieciochos hasta incluso cuarenta años, por lo que podría decirse, que yo era del grupo de las jóvenes.

Leonie, una chica pelirroja, que también había conocido en la semana de bienvenida, se sentó a mi lado regalándome una amplia sonrisa.

—¡Hola!—saludó con euforia—Que bueno ver una cara conocida aquí.

—Lo mismo digo—respondí con amabilidad—¿Qué tal vas?

—Hasta ahora todo bien, ansiosa por todo lo que viene. ¿Tú?

—También— solté una risilla—Todo se escucha muy interesante.

—¡Síííí!— exclamó—Oye,si debemos hacernos en parejas te pones conmigo ¿Vale?.

—Por supuesto—reí—dalo por hecho.

Un silencio se adueñó del lugar, al tiempo en que vimos a nuestro profesor entrar. Toda mi atención estaba sobre Leonie, por lo que no me percaté de su presencia.

Un desmesurado carraspeo, nos hizo, a aquellos que seguíamos hablando, guardar la compostura y cerrar el pico.

Volteé hacia él e intenté incorporarme.

Hasta que nuestras miradas se encontraron.

Un hombre joven y apuesto, vestido de saco y corbata, sería mi docente en el seminario de Anatomía.

Pero no era cualquier hombre.

Era el hombre con la sonrisa más hermosa que había visto en mi vida.

El hombre que había amado a los dieciséis y por el cual mi corazón latía a mil en ese momento.

«Jesús, la virgen y todos los santos»

¿Cuándo había vuelto? ¿Estaba más guapo o eran ideas mías?

De repente sentí cómo si el tiempo se detuviera y las personas a nuestro alrededor desaparecieran.

Sus ojos marrones me miraban penetrantes, absortos de cualquiera en nuestro entorno. Estaban llenos de sorpresa, de emoción, de arrepentimiento, de tristeza. Fijos en mí.

Y entonces lo entendí.

Niklas Heine estaba de regreso y no sólo eso. Niklas era mi profesor al que vería prácticamente diariamente.

El destino nuevamente comenzaba a jugar sin vergüenza con mis sentimientos, a jugar sin decoro con nosotros dos.

~•~

Ahora sí, muchas gracias por todo el cariño que le han dado a mi primer novela. ¡Esperen pronto la segunda parte!

¿Se esperaban un final así?

Los quiero mucho😘

-May.

Continue Reading

You'll Also Like

46.8K 5.2K 23
Según lo que dicen los ancianos de la familia, existió un tiempo en el que las once dimensiones estaban conectadas entre sí. Existía un flujo constan...
79.4K 4.2K 18
Para lenna el solo era el mejor amigo de su hermano aún si ella quería que fueran más. Para alessandro ella era más que que la hermana de su mejor a...
6.7M 275K 72
Molly Johnson es una mesera y necesita juntar mucho dinero para salvar a su hermana. Axel Cavelli es un exitoso empresario y necesita una novia por t...
105K 13.6K 163
Entra para obtener más información de la historia 💗