Between love and hate [Kellic]

By JacqueDeOz

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❝Sólo era cuestión de tiempo para que pasara de odiarlo, a necesitarlo las 24 horas del día❞ ✘Enero, 2017✘ ... More

✿i n t r o d u c c i ó n✿
✿u n o✿
✿d o s✿
✿t r e s✿
✿c u a t r o✿
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✿d i e z✿
pausa o probablemente cancelación

✿o n c e✿

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By JacqueDeOz

✿V i c t o r✿


—Okey, Kellin, creo que ya tomaste lo suficiente... —miré el vaso de Kellin, ya no tenía mucho alcohol y él se encontraba bien, así que no había motivo alguno para preocuparme—. Iré a hablar un rato con Hayley, ya sabes, para preguntarle qué pasó con Danielle. ¿Vienes?

—No, Vic, tranquilo —me sonrió ampliamente.

Sus mejillas estaban algo rojas, supongo que era por el alcohol en su cuerpo. Kellin lo había hecho bien, no estaba borracho, no tanto como me lo imaginaba y eso lograba tranquilizarme bastante.

—Creo que con esto ya es suficiente —dejó de lado su vaso—. Ve con Hayley, estaré por aquí tomándole fotografías a la entrada, me gusta como se ve.

—Bien, sólo recuerda que no puedes tomar mucho las primeras veces porque te hace daño, ¿okey? —revolví su cabello y él asintió—. Vengo en un rato. No te muevas de aquí, ¿de acuerdo?

Me puse de puntas para buscar a Hayley entre la multitud y noté que Kellin empezó a reírse de mí.

—Intenta no caerte, Negro —volvió a reírse—. Chao.

Movió la mano en forma de despedida y volvió a reírse. ¿Tan cómico es que me ponga de puntitas? Esto no es para nada justo, en serio.

✿K e l l i n✿

Vic es tan enano que tiene que ponerse de puntitas para buscar a otra enana, qué cómico. Esa imagen se quedará por mucho tiempo en mi cabeza, puedo asegurarlo.

Lo que me preocupaba más en estos momentos es que aún no había llenado mi antojo con el alcohol. Quiero más, es delicioso. En estos momentos lo siento dentro de mí y hay un hormigueo recorriendo todo mi cuerpo.

—Quiero más... —asentí, y hablé para mí mismo. Salí del gimnasio y comencé a caminar por los pasillos; estaban sucios y había varias personas besándose. Qué asco. Opté por salir, así iba a poder ver el cielo estrellado, que es una de mis cosas favoritas.

En cuanto salí, comencé a escuchar algunos murmullos y risas que eran provenientes de los... ¿árboles? ¡Oh, wow! Lo sabía, ¡Los árboles pueden hablar! Quiero tener un árbol como novio para poder comerme sus plátanos y manzanas.

—¡Boo!

Alguien me tomó de los hombros y yo casi me caigo. Luego me di la vuelta, y Alex estaba aquí... tan feliz, con su sonrisa de idiota. Parece una rata, pero ésta rata se está quedando calva.

—¡Pendejo! ¿Qué te pasa, idiota! —tomé un vaso que estaba en el piso y se lo lancé a la cara—. Casi me matas de un susto, baboso.

Jack, el novio de Alex, se acercó a mí y me abrazó por los hombros. Él comenzó a reírse a carcajadas.

—¡Aw, ya hasta usas las palabras de tu negro! —entones a Jack le dio algo así como hipo—. ¡Oímos que querías más alcohol y... —él me mostró algunas botellas—, ¡Alan consiguió más!

—¡Ah, sí! —comencé a saltar—. ¡Ésta noche será nuestra!

Ellos comenzaron a correr, yo me quedé parado por un momento... había prometido que me iba a contener pero, ellos ya tenían las botellas, y sería una falta de educación rechazar todo.

Fui con ellos.

 ✿V i c t o r✿

—Y prácticamente, me cansé de toda la mierda que conllevaba ser amiga de Danielle. Siempre quería ser el centro de atención y el equipo de porristas estaba perdiendo esa... alegría —Hayley tomó un tenedor y comenzó a jugar con el—. ¡Es una perra! Lynn, Jenna y Taylor han sido mejores amigas en unas semanas, de lo que ella en años.

—Eso es interesante...

—Y también hablaba mal de Kellin.

Me crucé de brazos, eso no me sorprendía para nada en lo absoluto. Por cierto, hablando de Kellin, no lo veo... (esto es malo). Alcé la cabeza y comencé a buscarlo con la mirada, pero no había ningún rastro de diva.

—Lo sé... —mordí mi labio inferior—, ¿Has visto a Kellin?

—¿No estaba contigo?—Oh, mierda...

Perdí a Kellin.

✿K e l l i n✿


Estábamos sentados atrás de unos arbustos de mantequilla verde lunar, teníamos muchas botellas de jugo mágico y estábamos pasándola genial.

¡S-sí, te lo juro! —Alex se estaba riendo a carcajadas mientras que Jack le estaba oliendo el cabello—. Vi un elefante rosa y me dijo...

Alex se quedó callado, y nosotros nos quedamos esperando a que terminara de contarnos todo.

¡Esta es la plática más genial que he tenido en mi vida, y no puedo creer que se haya quedado callado!

—¡¿Y qué pasó?! —agité mis manos cerca de su cara—. Cuenta, cuenta, cuenta.

¡Nada, porque... ellos no existen!

¿Qué? Claro que existen. Ellos son reales, yo tenía uno de mascota cuando era bebé y una vez me quedé con ellos para que me criaran. 

 Alex es un mentiroso, de seguro Jack le está absorbiendo el cerebro.

—¡C-claro que existen! —me puse de pie, el mundo estaba temblando y yo casi caigo—. Yo vi uno y me tocó con su trompa mágica, y me dijo... "Ahora tú serás fabuloso". Tú s-sólo estás celoso. 

Comencé a caminar con una botella de juguito en mi mano. Alan también se puso de pie, él quería bailar, por eso se movía así.

—¡Ch-chicos, se llevan las botellas! ¡La diva se lleva todo!

Me giré hacia ellos, entonces Alex y Jack también se levantaron. ¿Acaso el mundo estaba temblando o ellos tenían ganas de bailar? Todo estaba dándome vueltas y juro que había visto a cinco Alan's hace rato.

—¡Soy la reina del mundo! —comencé a agitar mis caderas—. I'm the King JJ!

 V i c t o r✿

No sé en dónde está, en serio, hace diez minutos estaba aquí, tomando fotos, y ahora no tengo idea de qué le pasó.

Ya les pregunté a las chicas, a sus amigos, e incluso a Danielle (Ella se molestó, me miró mal pero me dijo que tampoco lo había visto porque se la había pasado bailando). Hayley tampoco lo ve.

Por un momento se me ocurrió pedirle ayuda a Justin para buscarlo, sin embargo, no me cae bien ni yo a él, así que preferí buscarlo por mi cuenta, aunque era inútil, porque no lo veía por ningún lado. Me siento terrible, soy un mal futuro novio.A lo lejos, vi a Ben hablando con varias porristas.

 Tal vez podría preguntarle a él, no sé, puede que lo haya visto, puede que no. Como sea, más vale prevenir. Suspiré, y me acerqué a él.

—Ah, ¡Mi puta favorita! —Ben hizo a un lado a las porristas y me abrazó—. ¿Qué pasa, bebé?

—No seas idiota, Ben. Necesito preguntarte algo, es importante.

—No, Vic, el semen no sabe a cloro.

—¡¿Quééeé?! No, eso no —me di un ligero golpe en la frente y rodé los ojos. Ben es idiota, definitivamente lo es y más que yo—. ¿No has visto a Kellin?

—¿A tu novia? —lo miré mal y asentí—. Ah, sí. Se fue afuera hace unos dos minutos. Iba con Alan, Alex y Jack. Borrachos de mierda, por cierto.

—Gracias.

Él alzó un pulgar y después me paró el dedo (Qué lindo es).

 Salí del gimnasio tratando de acelerar el paso, aunque a decir verdad, estaba demasiado cansado, lo único que quería era llevarme a Kellin de aquí e irnos. Estaba afuera, pero no veía a algún pelirrojo, cara de rata, diva o Jack por ningún lado.

Esto me preocupa, si pierdo a Kellin, mi futura suegra se molestará conmigo y no me dejará salir con él de nuevo, y obviamente, no quiero eso.

 Aparte, se supone que lo iba a cuidar.

Soy un idiota. Todo iba de maravilla, Kellin se estaba comportando cariñoso, no había tenido peleas con nadie en la noche, Danielle no me había molestado, y claro, tenía que perder a mi bebé. Soy demasiado pendejo, tienen razón al llamarme así.

—¡VICTOR! —sentí que alguien se colgaba de mí, y al ver a esa persona, mi tranquilidad regresó por completo—. ¡FELIZ NAVIDAD!

Lo tomé de la cintura y comencé a reírme.

—¡Feliz Navidad, Kellin!

Pobrecito, estaba todo borracho, ni siquiera se podía poner bien de pie, parecía Bambi. Esto era adorable, pero a la vez me hacía sentir demasiado culpable por haberlo dejado solo. Lo bueno es que sólo lo perdí diez (o quince) minutos. No es mucho.

—¿¡Qué te regalaron!? —Kellin comenzó a reírse y empezó a revolverme el cabello—. ¡Wah, Victoooor!

Miré hacia mi derecha, y ahí estaban Alan, Alex y Jack cegándose de la risa. Ellos también estaban borrachos, creo que incluso, más que Kellin. Esto estaba mal, tener a estos tres idiotas borrachos a mi lado significaba que ahora también me debía hacer responsable de ellos.

—Kellin, estás mal...

Él negó con la cabeza y se apegó más a mí. Suspiré. Lo tomé de la cintura y lo ayudé a caminar hasta llegar con los otros tres idiotas. Jack se estaba tragando con Alex, como siempre, eso no tenía nada de nuevo. Alan nada más estaba ahí con cara de pendejo mirando al cielo.

Bien, nunca en mi vida vuelvo a dejar que Kellin se ponga borracho en una fiesta. No, ni siquiera en una fiesta, nunca. Será sobrio a partir de ahora. Lo haré una criatura de Dios, un chico de bien.

—¡Wao, mira, Vic! —Kellin señaló a un poste de luz—. ¡Estamos en un prostíbulo!

—¡Baila, Kevin, baila! —Alex soltó una carcaja.

—¡Sí, Kevin, baila! —Jack me empujó y Kellin se desprendió de mi agarre, así que comenzó a correr hacia un tubo—. ¡Wu, es el mejor baile de bienvenida en el que he estado!

Miré a Kellin, él se montó en el tubo y comenzó a bailar arriba de éste (no tengo idea de cómo lo hizo, pero parece experto en esto). Aw, se ve tan lindo bajo la luz de la luna, debería grabarlo. 

Y... vaya, qué piernas, mi futuro novio es hermoso.

Ay, no. Esto está mal. Se supone que debo cuidarlo.Corrí hacia él y lo hice bajar. Comenzó a quejarse, también me dijo que era un aburrido y otras cosas que no le entendí porque estaba hablando como retrasado. No se le entendía ni una mierda de lo que estaba diciendo.

Decidí cargarlo, como si fuera un bebé. Él se abrazó de mi cuello, y comenzó a acariciar mi cabello.

—No seas asíííí, ¡Me quiero divertir —hizo un puchero, que a mi parecer, era demasiado adorable..

—Es tiempo de irnos, Kellin. Estás mal.

—¡Yo no estoy mal, tú estás mal, pendejo.

—¡No uses mis palabras! —reclamé. Me giré hacia Alan, Alex y Jack. Ellos estaban en su mundo, riéndose de la nada. Era divertido verlos pero a la vez era preocupante, puesto que, obviamente por su estado no iban a poder regresar a su casa.

—Chicos —me dirigí a ellos y comencé a caminar—. Síganme.

—Vamos, come on, vamos todos allá —Alan comenzó a cantar y a seguirme, al igual que Alex y Jack—. Vamos a la obra, en una sola maniobra. ¿A dónde vamos? —y luego se puso a aplaudir como pendejo—. ¡A casa de Austin para que me parta el culo!

Solté una carcajada y me detuve en mi auto. Aún tenía a Kellin en mis brazos, él estaba acariciándome demasiado y tarareando una canción de The Smiths. Canta lindo, su voz es aguda, pero igual es linda. ¿Acaso hay algo que éste chico haga mal? Es tan perfecto. Lo amo.

Como pude abrí la puerta para que los tres idiotas borrachos se subieran en la parte trasera. Estaba a punto de abrir la puerta del copiloto para que Kellin subiera, pero justo en ese momento, pasó algo inoportuno.

—¡Mira, Vic! —Kellin comenzó a jalarme el cabello—. ¡Es Jack! Vamos con él, hay que saludar a mi amigo fiel, ya que NO ME DEJAS DIVERTIRME EN EL TUBO. 

Suspiré y lo tomé de las muñecas.

—Kellin, me pediste cuidarte...

—¡Ah, chinga! ¿Cuándo? —él se zafó de mi agarré y se cruzó de brazos—. ¡Jack, aquí! Quiero saludarte.

—No irás con Jack, entiende.

Miré mal a Jack, y él se retiró al instante. Qué bien que haya aprendido la lección de no acercarse más a mi chico. Pero, claro, lo único malo de aquí es que ahora se está portando como el típico borracho que extraña a su ex. Espero y Kellin no se ponga a cantar canciones de despecho en el auto. Kellin empezó a acariciar mi cabello mientras se reía.

Debo admitir que este chico luce hermoso como sea, incluyéndolo en su etapa de borracho a morir. Esto es romántico. Estamos en un estacionamiento a mitad de la noche, y él chico que amo está siendo lindo conmigo.

—Pero yo quería ir con Jack... —hizo un puchero, de nuevo—, aw, ya entendí. Estás celoso. Qué tierno eres, Victor. ¿Sabes? Me gustabas hace MUCHO tiempo, pero luego te hiciste un idiota popular y fue como que... "mhe". Pero ahora eres mi amigo, todos son mis amigos, la planta es mi amiga... mi mejor amiga.

Mierda, ¿qué dijo? No, no dijo eso. Bueno, lo dijo. Pero de seguro no es real, está borracho, no sabe lo qué hace, se puso a bailar en un tubo, no puede estar diciendo la verdad. Obviamente, esta atontado por el alcohol. Él jamás me ha amado, siempre me había odiado. ¿U acaso el universo me odia tanto como para hacerme esto?

—Vámonos, Kellin. 

Intenté abrir la puerta del auto, pero entonces el hizo ciertos movimientos, que eran algo extraños y se zafó de mi agarre. Se puso de pie como pudo y se colgó de mi cuello, estaba tambaleando. Lo miré a los ojos, el único ruido a nuestro alrededor eran las risas de los idiotas.

—¿Estás enojado? —Kellin bajó la cabeza—. Perdóname Vic.

—¿Eh? No estoy enojado. Pero estás ebrio, y actúas como una perra loca. Debo cuidarte y llevarte a casa.

—Yo podría... —Kellin se acercó a mí y dejó un beso en la comisura de mis labios— Ser tu perra loca. 

A la mierda. No, esto está mal. Kellin está borracho, no puede ser que justo ahora se ponga cariñoso de la manera que yo quiero. Definitivamente el mundo me odia y sólo quiere verme sufrir y llorar por lo miserable que es mi vida.Mordí mi labio y abrí la puerta del auto.

—Debo llevarte a tu casa, Kells.

—Sí mi madre me ve borracho, me matará. Oh, es cierto.

—Entonces vamos a mi casa —él comenzó a asentir frenéticamente—. Yo hablaré con tu mamá.

—¡Yei! Eres bonito, ¿sabes? —apretó mis mejillas y luego miró al cielo—. Amo las estrellas... quiero tomar una foto de ellas. ¿Tienes tu teléfono? Creo que perdí el mío cerca de la fuente de ponche. 

Suspiré y le di mi teléfono. Me era imposible decirle que no, es tan lindo y adorable. Definitivamente éste chico es mi debilidad. Lo odio y amo por eso. Kellin se puso a tomar fotos al cielo, aunque en realidad, yo no estaba seguro de que alguna de esas fotos fueran a salir bien puesto que él estaba tambaleándose.

—Oye, Vic... —me dio mi teléfono y me miró directamente a los ojos—, ¿Por qué me amas?

—Y-yo... —rasqué mi cabeza—Vámonos ya.

—Es que hay tantos chicos bellos y te tenías que fijar en mí, la caca con brillos andante —se encogió de hombros—. No tengo amigos, ni vida social, Vic. Sé que soy hermoso, pero hay mejores que yo... con mejor carácter. ¡Y aparte estoy enfermo! ¿Si te dijo mi mami que soy muy ansioso? 

Debo admitir que me dolió escucharlo hablar así. ¿Qué le pasa? Es el chico más perfecto, lindo y adorable que hay, y no puede ser que piense que es una caca con brillos, ¡Con brillos! Dios mío, el alcohol en verdad lo puso mal. Acaricié su mejilla y suspiré.

—Para mí no eres nada de eso. Eres simplemente maravilloso. Y a mí no me interesa eso en lo más mínimo, me interesas TÚ, sólo tú, nada de tu entorno social. Él sonrió.

—Vic...

—¿Sí?

Kellin tomó mis mejillas y comenzó a besarme. Me quedé en shock... ni siquiera podía pensar bien, lo único que hice fue tomarlo de la cintura y pegarlo más a mí.

Comencé a sentir una especie de chispa recorrer mi cuerpo, era la sensación más hermosa que había sentido en mi vida. Sus labios sabían bien, tenían sabor a alcohol, pero igual me gustaba su sabor. Sabía que los tres idiotas que estaban en la parte trasera de mi auto estaban gritándonos cosas, pero en verdad, no entendía qué. Mi mente estaba perdida, era como si yo también estuviera borracho.

—Oh, Vic... —Kellin se separó de mí, tenía las mejillas sumamente rojas—, lo siento.

—Te amo —fue lo único que pude decir.

—Lo sé.

—Te amo, Kellin —reí y lo ayudé a subir—. Sí, te amo.

  (...)

Casi me detiene un maldito policía, casi me quitan el auto, casi choco. Esto es demasiado complicado, no he podido dejar a ninguno de estos tres en su casa puesto que viven al otro lado del maldito mundo. Eso me pasa por buena persona

Kellin está dormido, eso es lo bueno. Sin embargo, Alan, Alex y Jack están más despiertos que nada. Están cantando canciones mexicanas de un tal Vicente Fernández, y lo peor de todo es que su pronunciación está del asco (aparte de que están borrachos). Es un horror esto de convivir con gente ebria.

Aparte no entendían cuando les decía que guardaran silencio, o sea, Kellin estaba dormido y estos idiotas no podían respetar su siesta de diva. Pobre de mi bebé, cuando despierte va a tener una resaca del demonio.

Alex empezó a gemir y fue ahí cuando me dio miedo que en verdad estuviera teniendo sexo, así que detuve el auto y luego me giré hacia ellos. Lo bueno es que no me topé con algo desagradable y el cara de rata sólo estaba jugando.

—¡Cállense ya! —dije entre dientes—. ¡Y tú, Alex, deja de gemir!

—Shhh, cállense —Alex tomó a Alan y le tapó la boca—. El Victor anda molesto.

—SACA LAS PANOCHAS PERRO —gritó Jack. Alan se zafó del agarre de Alex y se empezó a reír.

—¡EN CORTOOO! —el pelirrojo empezó a reírse—. ¡Ay, quiero ir con Austin!

Rodé los ojos y volví a encender el auto. Era la una de la madrugada, se supone que el baile debería estar acabando apenas, pero claro, tuvimos que irnos antes por los idiotas borrachos y mi bebé Kellin.

La casa de Austin está demasiado lejos, él sí vive con sus padres, pero tengo entendido que salen mucho de viaje (Como los míos). Quienes sí podrían tener problemas con sus padres, serían Alex y Jack, y es por eso que estoy yendo en dirección a sus casas.

Debo admitir que ésta ha sido una de las noches más lindas de mi vida. Me besé con el chico que me gusta, bailé con él y nos la pasamos de maravilla. En verdad tengo suerte, no a cualquiera le pasa esto, y menos estando en la friendzone. 

Traté de manejar un poco más rápido para llegar de una vez a casa de Alex, iba a dejar a Jack ahí también. Espero y sus padres no se molesten tanto con ellos.

Hablando de padres y madres, he hablado con la mamá de Kellin y le dije que —omitiendo la parte en la que su hijo está borracho— él se quedará a dormir conmigo, ella aceptó así que no hay problema. 

La ventaja de que ya era de madrugada, es que, no hay mucho tráfico así que las calles son transitables y llegas más rápido a tu destino. La casa de Alex. Detuve el auto al frente de ella, es una casa linda, de un solo piso (pero demasiado grande por dentro), y tiene muchísimos girasoles en el jardín.

—Alex, Jack... —me giré hacia ellos, estaban abrazándose y por un momento me dio envidia que ellos si pudieran estar juntos, no como yo con Kellin—, vamos. Hemos llegado. 

Ellos asintieron y bajaron del auto.

       (...)

Llegué más rápido de lo que pensé a la casa de Austin.

Fue una suerte el hecho de que los papás de Alex no se hubieran molestado, así que eso me dejó muchísimo más tranquilo, aparte de que él es amigo de Kellin.

—Ah... ¡Austin! —Alan comenzó a tocar la puerta de la casa de su novio—. ¡Ven!

El problema aquí (Y no me agradaba para nada) es que se escuchaba música de Attila a todo volumen. Eso significaba que probablemente, había una fiesta y eso era lo último que deseaba en estos momentos. Necesitaba dejar a Kellin, pero conocía a Austin, y de seguro nos haría quedarnos.

Austin se asomó por la puerta. Llevaba un gorrito de frutas y una cerveza en la mano.

—¡Wah! —él sonrió y nos abrazó a ambos—. ¡Hola!

—SACA LAS PANOCHAS, AUSTIN —Alan abrazó con fuerza a su novio, con tanta que casi lo tumba—. EL BAILE ESTUVO GENIAL.

Austin me miró y sonrió ampliamente.

—Hey, Vic, ¿por qué no te quedas en la fiesta? —Austin abrió totalmente la puerta de su casa y me di cuenta de que había muchísimas cosas, era una fiesta de verdad—. ¡Vamos, la pasarás bien!

—Es que... —rasqué mi cabeza—, tengo a Kellin en el auto.Me giré hacia mi auto y señalé a Kellin, aunque lo único que se lograba apreciar de él era su cabello, que ya estaba algo despeinado. Volví a mirar a Austin, quien me sonrió.

—¿Es el chico que te gusta?

—Ajá. Él se encogió de hombros y rió fuerte, mientras que Alan, por su parte, estaba oliendo las rosas del jardín.

—¡Dile que venga! —me dijo Austin mientras sonreía.

—¡No puedeee! —Alan se acercó a nosotros—. Está durmiendo en el auto.

 ✿K e l l i n✿

Estaba durmiendo, todo estaba bien y tranquilo hasta que escuché bastante ruido. Abrí los ojos y me toqué la frente, me sentía mal, estaba sudando bastante. Traté de concentrarme en ese ruido, era música. Al parecer, estaba en una fiesta, pero no en la de la escuela.

Miré a mi alrededor y me di cuenta de que estaba adentro de un auto, y que la música en verdad provenía de la casa que estaba al frente. Suspiré, y me di cuenta de que en la entrada de dicha casa, estaban Alan, Austin y Vic. ¡Una fiesta, genial!

Salí del auto, aún sentía mis piernas temblar y el mundo seguía dando vueltas a mi alrededor. Aunque, ahora que lo pienso, creo que en realidad, era efecto del alcohol... aún lo siento en mi interior, pero no tan fuerte como hace rato, y aparte, no puedo recordar nada.

—¡Hey, qué ondaaa! —me dirigí hacia ellos—. Alan, soñé que me dabas alcohol, tonto.

Me paré al lado de Vic y lo abracé por el cuello y le murmuré cosas al oído:

—Quedémonos... —comencé a acariciar su cabello—, por favor.

—¡Sí, Kellin, quédense! ¡Tengo más alcohol aquí!

Alan comenzó a dar pequeños saltos mientras agitaba a Austin.

—Eh, un momento... —Vic me tomó de la mano y me guió hacia el auto—, aún estás mal, Kellin —me tomó de los hombros—. Debemos ir a mi casa para que duermas, eh. 

No quiero volver. Gruñí y me solté de su agarre.

—¡Toda la noche intenté divertirme, y sólo me dices que no! Por primera vez me siento bien a tu lado y arruinas todo. Ve tú a tu casa, yo me quedaré aquí en la fiesta, con mis amigos, si me disculpas.

Me di la media vuelta y me saqué el saco. Comencé a caminar hacia la entrada de la casa de Austin, la música cada vez se escuchaba más fuerte. Y bueno, no es que me la pase mal con Vic, pero quiero divertirme, nunca he tenido la oportunidad de hacerlo, no de ésta manera. 

—¡Kellin! —escuché la voz de Vic detrás de mí, pero entonces lo vi rebasarme y acercarse a Austin.

—Hey, Carlile, él no puede tomar tanto. Está enfermo. Ayúdame a subirlo al auto.

 Miré a Austin y él asintió, entonces se acercó a mí y me cargó. ¿Qué le pasa? ¡No quiero esto! Comencé a patalear para que me dejara ir, pero al parecer, iba ayudarle al idiota de Vic. Y aquí es en donde me pregunto, ¿Cómo sabe él que estoy enfermo?

—Es por tu bien, Kellin —Austin me dejó en el auto.

—¡Estos celos me hacen daño, me enloquecen! —escuché a Alan cantar a lo lejos.

—¡Suéltame, maldita jirafa greñuda tatuada! —intenté salir y Austin me bloqueó la salida, entonces me dirigí a Vic—. ¡Y tú, negro traidor, terminamos! Ya no tendremos hijos. ¡Y para que lo sepas, en la novela Kellin queda en coma y no se casa con Vic!

—¡Amor, déjalo! —gritó Alan.

—¡Cállate, o no hay regalo en la noche! 

Entonces Alan entró corriendo a su casa, y Austin se alejó del auto. Iba a salir, pero en eso, llegó Vic y le puso los seguros al auto (claro, subió antes). Esto es injusto.

—Sólo te estoy cuidando —comenzó a manejar—. Aparte prometiste no tomar tanto y lo primero que haces es ir de idiota con esos tres a tomar como un loco. Estás enfermo, Kellin, no puedes beber de ésta manera nunca más, no de nuevo. Estuvo mal.

"Estás enfermo". Esas palabras, las odio, maldita sea, en verdad lo hago. Detesto que todo el mundo me lo recuerde. Mis ojos se cristalizaron, estaba a punto de llorar (era demasiado tarde para impedirlo). Me pasé a los asientos de atrás, ya no quería estar cerca de Vic.

—Vete a la verga —le dije en cuanto los sollozos comenzaron a salir de mis labios.

Me senté bien, y miré por la ventana. Las lágrimas caían en silencio recorriendo mi rostro. Qué patético he de verme ahora, y lo peor es que no puedo ir mi casa, con mi mamá, porque si lo hago va a matarme. No me queda de otra más que ir con Vic.

—Lo siento, es que... —escuché la voz de Vic y cerré mis ojos—, prometí que iba a cuidarte y no quiero causarte más problemas. Lo hago por ti. Si no me importaras tanto, te hubiera dejado en la escuela con los idiotas. Es por tu bien, ¿entiendes? 

Me quedé callado, mientras que los sollozos escapaban de mis labios, subí mis piernas al asiento y las abracé con fuerza. Me sentía tan mal, bastante.

Lo único que quería divertirme, y como siempre, lo he arruinado. Las personas que quiero siempre se encargan de recalcarme que estoy enfermo.Intenté secar mis lágrimas, pero eso era inútil.

Miré a Vic de reojo, él estaba algo... no sé, se veía raro, como si tuviera muchas cosas en mente. Luego comenzó a manejar más rápido, y comencé a alterarme aún más. 

Cubrí mi rostro con mis manos, estaba mareándome. Esto es horrible. Ni siquiera podía respirar bien, y estaba temblando. Tenía bastante miedo. ¿Y qué tal si choca? No, va a chocar, tengo miedo. Esto está mal, yo estoy mal.

—¡P-para! Sólo para... —él parecía no escucharme—, CARAJO. VIC, PARA EL AUTO.

Empecé a sollozar más, quería bajar del auto y tomar aire. Estaba demasiado mareado.

Vic me miró y detuvo el auto, en cuanto lo hizo, salí de éste y comencé a correr lo más rápido que pude. Mi cuello y una parte de mi nuca me picaban horrible, aparte sentía unas puntadas terribles. Esto no era bueno, esto no es bueno, no lo es. Las lágrimas caían por mi rostro, apenas podía respirar y correr no me hacía bien. Estaba sudando aún más. 

Me detuve en lo que parecía ser un jardín, luego me tiré en las flores y abracé mis piernas con fuerza. ¿Por qué siempre tiene que ser así? ¿Por qué no puedo ser normal? De seguro Vic está conmigo por lástima. Ahora que lo pienso, el Kellin de aquella novela y yo tenemos mucho en común.

—En verdad lo lamento, fue mi culpa. No quería que esto pasara, en vedad lo siento... —lo miré, él estaba ahí, sentado a mi lado, pero no hacía nada más que hablar. Sólo palabras, no acciones, era desesperante—, ¿te sientes mejor?

Miré las flores.

—S-sólo quiero ser normal... —abracé aún más mis piernas—, sólo quiero que dejen de recalcarme que estoy enfermo, que me dejen de tratar con cuidado, y si lo hacen, que sea porque me aman, no porque soy un enfermo de mierda. Quiero dejar de traer problemas, quiero poder divertirme como cualquier otro adolescente —reí, con nada de gracia—. Quiero ser feliz, sólo eso.

Sentí los brazos de Vic recorrer mi espalda. De un segundo a otro, él estaba abrazándome con fuerza. Esto era lo que necesitaba... esto es lo que más detesto. ¡Él siente pena! Dios mío, ¡Doy pena! Qué asco.

—Eres un chico maravilloso, no necesitas portarte como idiota para ser feliz. Sé que no soy la mejor persona para decírtelo, porque yo soy así, pero en verdad, nunca he estado orgulloso de eso —él se mordió el labio—.Yo te cuido porque te quiero y me preocupo por ti, en serio lo hago, Kellin... tengo varios años asegurándome de que nadie te haga daño en la escuela, porque odio verte mal, eso me pone triste, quiero que tú seas feliz.

—¡No es cierto! —por milésima vez, un sollozo salió de mis labios—. Todo el estúpido día te dedicaste a decirme que estoy enfermo... —comencé a temblar. No quería salir de los brazos de Vic, lo necesitaba... odiaba que tuviera pena por mí—, ni siquiera te gusto, estás conmigo porque te doy pena, por lástima, yo ya estoy cansado y...

Mi cuello empezó a dolerme aún más. Intentaba respirar, pero no encontraba el aire suficiente, estaba empapado de sudor. Tenía muchísimo miedo. Odiaba mi vida, me odiaba. Odio a Vic.

—¡Lo p-peor es que cuando estaba enamorado de ti, y al fin iba a decírtelo, te convertiste en un idiota! —mi vista comenzó a nublarse, lo único que podía ver, era una luz blanca y los ojos cafés de Vic—. Y una vez, por fin me siento bien contigo, de verdad... y-yo...

Me tomó de la cara y él miró al cielo. Ya ni siquiera tenía claridad de nada.

—Claro que no estoy contigo por lástima, apenas me enteré de tu problema. Ahora, Kellin, te pido que te tranquilices. Respira, ¿okey? Sí quieres golpéame, no sé. Voy a llamar a alguien. Lo miré tomar su teléfono y comenzar a marcar. No. No. No. Aún queda alcohol en mi cuerpo, aún estoy mal, y él es quien está conmigo, y eso está mal, lo van a alejar de mí, lo querrán llevar lejos de mí por eso y no quiero que pase. Va a terminar en la cárcel. No. Está mal.

—S-soy un estúpido, perdóname, n-no llames. Te dirán algo, aún estoy borracho —me puse de pie y le quité el teléfono, luego me alejé de él—. N-no, n-no quiero.

—D-dame el celular, Kellin, tengo que llamar a alguien. No me perdonaría si algo te pasa —él se acercó e intentó quitarme el teléfono, pero no... no se lo daré—. Escúchame —me tomó de los hombros—, respira y mírame a los ojos. Cálmate ya, nada malo está pasando, sólo necesitamos un poquito de ayuda y todo va a estar bien, te lo prometo. ¿Puedes confiar en mí?

Sollocé de nuevo, sentía bastante dolor. Me tiré a los brazos de Vic, sólo quería protección porque sentía que algo me iba a pasar. Apreté los ojos y luego lo miré.

—V-Vic... no me dejes caer... no me dejes caer.

Lo miré, él también estaba asustado. Dejé mis manos en sus hombros y pegué mi frente a la suya, intenté calmarme y respirar, así tal como él me lo decía... uno, dos, tres. 

Él me abrazó con fuerza, y comenzó a acariciar mi espalda. Me tomó de las mejillas y me miró a los ojos.

—Estarás bien, sigue así, vas bien... tú puedes con esto —me susurró al oído—. Estás lográndolo. 

Las lágrimas caían por mis mejillas, y por fin, sentía que mi respiración estaba volviendo a la normalidad, sin embargo, aún tenía bastante miedo. Pero, había algo que me calmaba, y ese algo, era Vic. Sus abrazos lograban darme calor y eso me calmaba.

—T-tus ojos... —estaba temblando—, s-son bonitos. Aunque los míos también lo son —reí levemente y me relamí los labios.

—Sí, sí. Tus ojos son hermosos, Kellin. Ahora, sigue respirando, lo estás haciendo excelente, ¿te das cuenta? Eres fuerte. Y estarás bien, tranquilo, yo te cuido.

—N-necesito agua. Vamos a tu casa, por favor. Pero no me sueltes —aún sentía una molestia en el cuello, pero los demás síntomas se habían ido—. Lo siento. 

Le di el teléfono, mis manos estaban temblando, él lo tomó. Luego nos sentamos en las flores, él volvió a abrazarme y me besó la frente.

—¿Lo ves? Te dije que ibas a estar bien —se calló un momento—. Lo lamento, en verdad, lo siento.

—No debes disculparte, yo no debí tomar de esa manera —sonreí algo triste e hice algunos pucheros, ¿por qué? No sé, salieron solos—. Creí que te ibas a ir al verme en crisis. No quería que me vieras así, lo siento, en verdad lo lamento, no debí haber insistido así.

—Escúchame, Kellin, te amo, ¿okey? Y quiero hacer las cosas bien a partir de ahora. Prometo cuidarte, porque te amo —volvió a besar mi frente—. Cariño, estás bien.

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NO MAMEN, ME DUELE TODO Y 5,464 SON PALABRAS. Denme amor. Tengo sueño :(.

Les juro que quiero escribir pero la escuela me quita mucho tiempo, en especial porque estoy en finales. Ay. 

Y perdónenme también, porque tengo muchas dificultades con Wattpad para subir las cosas, así que tengan paciencia, por favor :(.

Nos vemos hasta el siguiente milenio.

Chao.

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