-Entonces, ¿Ya puedo irme?-pregunto esperanzada.
Llevo preguntando cuatro días lo mismo y el doctor hace lo mismo; me mira por un momento y suspira para luego negar. Pero hoy se ve menos serio.
-Claro-dice sin ganas, me levanto de un brinco para abrazarlo tomándolo por sorpresa.
-¡Gracias gracias gracias!
-Una enfermera vendrá a desconectarte y te traerá una receta junto con tu alta para que la firmes-dice con rapidez mientras acomoda su bata, asiento y se va.
-¿Lista para lo qué viene?-volteo a verlo.
-¿A qué te refieres?-rueda los ojos.
-Perrie y Chris...
-Que se jodan, él es un idiota y no sabe lo que le espera por eso, ella es una completa zorra y no sabe tampoco lo que le viene
Me observa confundido.
-¿Por qué? No te gusta, ¿O sí?-me tenso un poco y frunzo el ceño.
-No, Paul, ya sabes...-asiente sonríendo.-¿Qué te causa gracia?
-Parece que sí...-ruedo los ojos.
-Primero Derek y ahora Chris, ¿Quién sigue? ¿James?-frunce el ceño.-llama a Evan y dile que me traiga ropa, háblale a papá también y dile que hoy salgo y...
-Tambien llamaré a Derek, no te preocupes-lo fulmino con la mirada.
-Iba a decir que te quitaras de encima, porque mis piernas se están durmiendo-sonríe de nuevo.
-Ni tu te lo creíste-le saco la lengua y sale riéndose.
La enfermera entra con unas hojas, firmo mi alta y comienza a quitarme todo el cablerío que traigo puesto hace casi una semana y media.
Al fin seré libre otra vez. Tengo muchas cosas que hacer, como ir con Christian y golpearlo, hacerle la vida imposible a mis hermanos y planear una venganza para James.
Mi vida es tan ocupada.
[•••]
-¡Mi hija favorita!-grita mi padre con los brazos abiertos y yo como niña pequeña corro hacia él para abrazarlo.
-¡Hey!
-Admitanlo, los mellizos somos los favoritos-se acerca con la intención de unirse al abrazo pero mi padre lo aleja mientras frunce el ceño.
-He dicho «hija» favorita, terminación «a», o sea género femenino, ¿Entiendes?-Paul hace un puchero.-bien, como Alissa tuvo un incidente en el instituto decidí cancelar la cena importante por segunda vez-asentimos.-como hoy la pequeña castaña ha salido del hospital, llamé a la persona con quién tendría la junta para que ahora sí, con el favor de Dios y ustedes, tengamos esa junta hoy. Así que no quiero bromas ni más hijos en el hospital, porque ésta es una gran oportunidad para hacer crecer el negocio de su madre, como ella hubiera querido-sonríe melancólico.-la cena será aquí como ya saben, a las ocho, los quiero bien cambiados y Alissa, usa un vestido por favor-hago una mueca pero asiento.-bien, tengan un día sin problemas, tengo que irme, te quiero pequeña-besa mi frente y sale de la casa.
Todos los chicos voltean a verme como si fuera culpable de algo, les dedico una sonrisa.
-Like a boss-digo y subo las escaleras.
-¡Madison hara un convivió en su casa por tu regreso, es en una hora así que te cambias y bajas!
¡Perfecto! Podré golpear a Christian todo lo que me plaza mientras le reclamo.
Es cierto, le tomo demasiada importancia como si él me gustase. Pero más bien es porque sale con el enemigo, Paul está loco y alucina cosas que no son, sí, eso es exactamente lo que me pasa.
Me quito la ropa enorme de Evan y me adentro al baño con un cambio de ropa, uno de los favoritos de Michelle.
Cuando termino de cambiarme, seco mi cabello y me hago dos trenzas, me coloco labial nude y algo de rimel. Sólo es una reunión de amigos, así que no quiero ir como payaso.
Tomo mi celular y salgo, encontrándome con un pelinegro de ojos azules sonríendo. Hasta ahora noto que tiene algunas pecas, lo hace ver aún más tierno. Muero por dentro.
-Hola-dice sin dejar de sonreír.
-Hola, ¿Vas al convivio?-asiente, entrelazo su brazo con el mío y sonrío.-vámonos entonces
-Vamos-murmura observando nuestros brazos con una sonrisa.
Salimos de casa y en unos cuantos pasos ya nos encontramos en el patio trasero de la casa de los Clark. Hay una mesa grande con botana, otra con comida, hay globos de colores colgando alrededor, unas bocinas negras a cada extremo de una mesa donde están las bebidas. Madison sonríe al verme y me abraza.
-Que bueno que ya estás bien-me dice en el abrazo, al separarnos le sonrío.-¡Bienvenida! Daniela y Olivia también están aquí
Las mencionadas se acercan igual que ella, con una sonrisa, ambas me abrazan.
-¡Te extrañabamos!
-¿A sí? Pues no parecía, no iban a verme-me cruzo de brazos.
-Yo estuve ocupada con el instituto-dice Olivia acomodando sus lentes mientras observa el pasto con pena.
-Yo sí fui a verte, hasta te llevé chocolates
-¡Un perro no vive toda la vida con una sola vez que le hayas dado de comer!-rueda los ojos.-pero está bien, las perdono-vuelvo a abrazarlas.
-¡Alissa!-exclama la señora Clark al verme, le sonrío y nos abrazamos.-me da gusto verte de nuevo por aquí-dice acariciando mi espalda.-la novia de mi hijo no me gusta para nada y quiero que lo alejes de ella-me susurra y nos separamos.
-También la detesto, pero bueno, son sus gustos ¿No?-hace una mueca y reímos.
-Y pensaba que la que le gustaba eras tú-ahora me siento incómoda.-¿Tienes hambre? Por ahí hay comida recién hecha, ¿Te sirvo?
-No, gracias, por el momento estoy bien-asiente.
-Bueno, disfruten de su reunión, iré a trabajar-besa mi mejilla y se va.
Suspiro.
¿Será bueno soltarles la noticia a los chicos sobre Christian y Perra?
No, creo que por hoy no, estámos en su casa y no queremos una pelea, menos si tenemos una cena ésta noche.
De repente tengo unas manos cubriendo mis ojos, doy un brinco.
-¿Quién soy?
Le doy un codazo y me alejo de él.
-No... Tenías porque...-dice doblado por el dolor.
-Sí, sí que lo tenía, ven conmigo-paso junto a él para entrar a la cocina por la puerta trasera de su casa dejando a los chicos con la música afuera.
Cierra la puerta blanca de madera para poder hablar mejor y no tener que estar gritando por la música tan fuerte.
-¿Qué sucede?
-¿Qué sucede? ¡Qué demonios sucede! ¡Es lo mismo que quiero saber yo! ¿Qué demonios sucede?
-Oye, ¿Qué te pasa?
-¿A ti que demonios te pasa?
Trata de acercarse a mi pero doy un paso hacia atrás, él frunce el ceño.
-¡No te hagas Christian!-y en ese momento es cuando su expresión a una más seria, sabe perfectamente que estoy muy molesta, no lo llame por su nombre completo por nada.-ya sé que sales con Perrie-digo más bajo.
Se queda callado mirándome, sin ninguna expresión. Mete sus manos a los bolsillos delanteros de sus pantalones, sin dejar de verme, sin decir nada, solo mirándome.
¿No piensa hablar? ¿Mentir al menos?
No tardo en comenzar a golpearlo.
Me da una punzada leve en el lugar donde me abrieron, seguro por los gritos que he dado. Maldito Christian.
-Gabla maldita sea, o voy a golpearte-por primera vez baja la mirada al suelo mirando nuestros pies, creo. Suspira y vuelve a verme.
-¿Qué quieres que te diga? Es guapa, me gusta-se encoge de hombros, me limito a fruncir el ceño.
Esperaba todo, menos eso.
"¿Qué quieres que te diga? Me gusta"
Siento una punzada en el pecho y eso hace que mi ceño se frunza más.
Estoy... Helada, fue como una bofetada y una patada en el estómago. Iugh, creo que voy a vomitar.
Corro hacia el baño de invitados y saco todo. Siento que toma mi cabello, alzo una mano para alejarlo.
-¡Déjame!-logro decir.
-Pero vas a...
-¡Que me dejes!-vuelvo a decir y vomito de nuevo.
Se escucha como la puerta es cerrada de golpe. Espero que no hayan escuchado.
-¿Qué pasa?-se escucha Derek.
-Vete-le dice Chris.
-¡Alissa! ¿Estás bien?-siento como coloca una mano en mi cintura mientras que con la otra sujeta mi cabello, con algo de vomito ya. Me limito a asentir porque es lo único que puedo hacer.
Su respuesta me pego duro. De verdad no esperaba eso. Me siento... ¿Triste? ¿Decepcionada? No lo sé, es extraño.
-¿Ya estás mejor?-asiento y me levanto para verlo, me tiende una toalla y limpio mi boca, me sonríe.-¿Quieres agua?-asiento.-ven, vayamos a la cocina
Christian nos mira y se adelanta corriendo para servirme agua, lo tomo y enjuago mi boca.
Odio vomitar, ahora debo verme terrible.
-¿Quieres irte a tu casa?-niego.-¿Segura? Puedo quedarme contigo si quieres
-La asfixsias, déjala en paz Derek
-Tú cállate-digo con el ceño fruncido, me mira pero aparto la mirada.
-Vamos afuera, necesito aire fresco-asiente y me toma del brazo para ayudarme a caminar.
Afuera todo está normal, felices teniendo una charla entre todos, parece que no escucharon, más que Derek.
-Siéntate-me ofrece una silla y tomo asiento, el hace lo mismo junto a mí.-¿Y quién es el padre?-volteo a verlo y ruedo los ojos.
-Tonto-sonrío y él igual.
-Porque estoy seguro de no ser yo-le doy un leve golpe en el estómago y ríe.-ya enserio, ¿Qué pasó allá dentro?
-¿No escuchaste los gritos?-niega.
-Entre por unos discos y miré a Chris preocupado-ruedo los ojos de nuevo.
-Hable con él por lo de su novia...Ya sabes, le pregunté el porqué y eso, me contestó que le gusta y creo que su respuesta me llegó muy de golpe, me quedé paralizada y creo que por eso vomité-río.
-¿Te gusta Christian?-me mira con sus penetrantes ojos azules, los cuales se ven más oscuros de lo normal.
-No
¿No?
No
Me mira unos segundos más con expresión seria y sonríe, como habitualmente lo hace cada vez que me mira.
Me recargo en su hombro y él me abraza por la cintura, besa mi cabeza y después recarga la suya sobre la mía.
Esos pequeñitos detalles son lo que lo hacen especial para mí.
-No vayas a vomitar sobre mí
-No prometo nada
ᚐᘉ≬ᘉᚐ
-¡ALISSA! ¿YA ESTÁS LISTA?-gritan en el pasillo, ruedo los ojos y me apresuro a terminar mi trenza de lado.
Parezco toda una niña buena con un vestido circular floreado que mi padre me trajo por la tarde, unos zapatos negros sencillos y una trenza de lado. Sonrío frente al espejo y salgo.
Todos mis hermanos se encuentran en el pasillo ayudándose entre ellos con los moños, menos Will, él está solo batallando con el suyo. Me acerco con una sonrisa para ayudarlo.
-Gracias-dice sonríendo.
-Por nada hermanito-beso su mejilla.-¿Listos?
-¡No! ¡El estúpido de Kelvin no sabe hacer moños!-el mencionado fulmina con la mirada a su doble, ruedo los ojos y lo ayudo.-gracias, ¿Qué tal me veo?
-Guapo, todos, menos tú Paul-me fulmina con la mirada.-no es cierto, somos los más atractivos-sonrío. Entrelazo mi brazo con el suyo y me sonríe.
-Aja-dicen los demás, les sacamos la lengua y bajamos
Cualquiera que nos viera pensaría que somos los hijos perfectos, los hijos que todo padre quiere. Si en verdad supieran lo que nuestro padre piensa de nosotros.
Abajo nos encontramos con nuestro padre y con una señora rubia y ojos verdes, delgada y bonita.
Me acerco al oído de papá.
-¿Hace cuanto esta aquí?-susurro.
-Acaba de llegar
Bien, entonces no escucho el gritó de Bruce.
-Señora Malik, ellos son mis hijos
Esperen, ¿Qué? ¿Escuche bien? ¡Malik!.
Veo a mis hermanos y ellos tienen la misma expresión que yo. Puede haber muchos Malik, pero ella es rubia, y nuestros contrincantes también, pero bueno no se sabe si tiene hijos y cuántos.
Debo calmarme, esto es muy estúpido hay muchas personas rubias con apellido Malik en el país.
-Un gusto muchachos-dice amable y con una sonrisa.
-Igualmente-decimos.
-Bueno pasemos al comedor, la cena ya está servida
Dejamos que los adultos se adelanten.
-Tenemos que averiguar si es la señora Malik que todos pensamos-habla Aidan antes que yo, pero es exactamente lo mismo que iba a decir.
-Hay que hacer preguntas-asienten de acuerdo.
Caminamos rápido para que nuestro padre no se dé cuenta.
La señora se sienta en el extremo derecho y mi padre en el izquierdo, a su derecha se sientan de Will a Bruce y frente a ellos nosotros, de Evan a Tristan.
Primero dejamos que hablen de los negocios, para no lucir cotillas, o nuestro padre se molestaría.
Cuando todo se queda en silencio incómodo, veo a Evan y asiente levemente para después beber agua y aclararse la garganta.
-Y... Señora Malik ...¿Tiene hijos?
-Justo eso iba a preguntarle-dice mi padre sonríendo nervioso.
Esto es muy extraño.
-Claro-sonríe la mujer.-de echo ustedes me recuerdan un poco a ellos
-¿Y por qué no han venido?
-Creí que sólo seríamos tu y yo-le dedica una mirada a mi padre, a lo que frunzo el ceño.-además de que apenas cabemos nosotros
-¿Cuantos son?-pregunta Aidan rápidamente.
¿Soy la única que se siente incómoda ahora?
-Ocho, Igual a ustedes, por eso me recuerdan a ellos-sonríe de nuevo con algo de pena.
Los ocho nos miramos y después seguimos comiendo.
-¿Qué sucede chicos?-soy la única que voltea a verlo.
-Creo que... Me siento un poco cansada, y mañana tengo instituto-finjo una mueca.
-Pueden retirarse si gustan.
Nos levantamos todos al instante, nos despedimos de nuestro padre y la mujer.
Nos dirigimos a la biblioteca, cerramos con seguro.
-Yo sabía, mi sexto sentido me lo dijo-digo seria mordiendo mi uña mientras miro a la nada fijamente.
-¿Qué vamos a hacer? Que tenga negocios con ella significa que tendremos que convivir más con ellos-dice Aidan.
-¡Es lo peor que nos puede pasar!
-¿Y si pasa algo más que negocios?-levanto la vista y todos me miran.
-¿A qué te refieres?-pregunta Will con el ceño fruncido.
-¿No vieron como miro a papá? ¿Cómo se dirigió a él?-se miran entre ellos y niegan.-fue como...Si le atrayera, como si tuvieran algo además de negocios
-¿Insinuas que...?
-Sí, papá se está enamorando de nuevo
Todos nos dejamos caer en los sillones que hay.
Es lo peor que podría pasar, ¿Se imaginan? ¿Que llegaran a casarse? ¡Sería horrible vivir con el enemigo!